Entrevista a Francisco Granado, autor de "Regreso a Venecia"

Hoy os traigo una entrevista. Una entrevista  a un escrito muy especial, que quizás no es muy conocido (todavía) pero que estoy segura de que, más pronto o más tarde, lo será porque la calidad de sus novelas le hacen merecedor de éso y de mucho más. Se trata de Francisco Granado, autor de "La cabeza de Diana" y "Regreso a Venecia"

Os pongo los enlaces a mis reseñas, por si en su día no las leisteis:

La cabeza de Diana
Regreso a Venecia

Para empezar, ¿quién es Francisco Granado? ¿Podrías presentarte?

(Veo que pones las fáciles al principio) Pues iba a decir que soy un abogado aficionado a escribir. Pero no es afición, es una forma de afrontar la vida. Decía Hemingway que el escritor se enfrenta a la eternidad, o a la falta de ella, cada día, en soledad. Escribir me ayuda a conocerme y a conocernos.



¿Cuándo y por qué empezaste a escribir?

Las palabras tienen magia. Lees aquí LEÓN y viene a tu pensamiento la imagen del animal. Es una magia que las palabras poseen porque arrastran algo de nosotros, una memoria colectiva y a la vez la de cada uno, que es diferente. Los escaldos, los poetas siempre tenían acceso a los jefes y reyes, porque manejaban algo sagrado. Me encanta el idioma, lo que me puede enseñar. Y ha sido así desde que tengo memoria.



Te dedicas al mundo del Derecho, ¿para cuándo un thriller jurídico? ¿No es verdad que, casi siempre, la realidad supera a la ficción? No me digas que no has llevado algún caso que daría juego para una novela…

Todas las personas portan un montón de historias. El truco está en saber cual es el enfoque adecuado para contar cada una, y cual es el género donde mejor podría expresarse. Todos hemos vivido escenas cómicas, poéticas, trágicas. Un abogado oye problemas, eso sí es cierto, y muchos. Lo que quizás desarrolla más es una gran capacidad de comprensión o de simpatía por los demás que a lo mejor antes no tenía. Los abogados son muy literarios como personajes, normalmente en el lado oscuro, si te fijas. ¿Escribir sobre abogados? ¿Quién sabe?



Vamos a hablar de tu obra literaria. Tu primera novela se titula “La más bella amante”. Háblanos de ella, por favor

Nunca había intentado escribir más de 40 páginas, así que cuando llegué a 100 me sorprendí. Entregué la historia a mi amigo José María y me dio algunos consejos. Como tenía que enmendar algunas cosas, me dio vergüenza darle a leer la misma versión y entonces me inventé un robo. La novela cambió completamente, los personajes tomaron cuerpo y la historia dio giros insospechados. Fue una experiencia de reescritura muy emocionante que recuerdo con cariño. Y la novela resultó finalista de un premio en Sevilla, lo que me permitió asistir a un sarao cultural ante la Torre del Oro. Fue divertido.



La siguiente es por la que la mayor parte de la gente empezó a conocerte, “La cabeza de Diana”. ¿Qué tal resultó?

Escribir en tercera persona y emplear una protagonista femenina era una prueba, casi una apuesta personal. Y me costó trabajo, pero me dejó muy satisfecho. Qué bien me acuerdo de los personajes; resultaron tan carismáticos, Emma, el capitán Laredo, Alonso Bando, el cínico Dorian, la joven Vivien, el dandy… Y aquel final incandescente, que redacté en un estado casi de trance. Fue magnífico.



Finalmente, tu última obra hasta ahora es “Regreso a Venecia”, recientemente publicada con Ediciones En huida. Vamos a centrarnos en ella. ¿Puedes explicarnos de qué va?

Siempre quise escribir sobre un chico acogido por una familia poderosa. Al que sus primos le hicieran el vacío. Pero la historia comenzaría algunos años después, siendo ya todos adultos, en que se reencuentran por el funeral del cabeza de familia. Ahí, en ese comienzo, estaba el germen de toda la historia.

¿Por qué decidiste situarla en Venecia?

Por puro placer estético, para gozar más al escribir la novela. Además de contar los problemas del protagonista, sus aventuras y sentimientos, podía darme el gusto de visualizar una ciudad hermosa como pocas, reflexionar sobre ese logro urbano, sobre su decadencia, muy acorde con la familia que trataba.



¿Tuviste que viajar allí para documentarte? (si es así, mañana me hago escritora jajaja)

Bueno, la principal ventaja y quizás el peor inconveniente de Venecia es su fama. En ciudades así se cae en el tópico en un momento. Como otras ciudades célebres, Nueva York o Roma, antes de haber puesto un pie, ya sabes lo que buscas. No necesitaba documentarme mucho, sino implicar al protagonista, hacerlo recorrer los lugares y vivirlos. Así podía dar un punto de vista nuevo. Por supuesto, lo ideal hubiera sido pasarme cinco meses allí, pero no pudo ser.



En “La cabeza de Diana” la protagonista era una mujer; en “Regreso a Venecia” es un hombre. ¿Hay alguna diferencia entre ponerle voz a personajes femeninos y ponérsela a personajes masculinos? ¿En qué papel te sientes más cómodo?

Todos los personajes llevan algún rasgo de alguien, más o menos conocido por mí. A veces juego con eso, con poner a un amigo. Claro que con las mujeres debo basarme más en la observación que en los hombres, donde actúo más instintivamente. Pero si me esfuerzo lo suficiente, acabo sintiéndome igual de cómodo con ambos.



Tu última novela tiene elementos de muchos géneros. Aunque lo que predomina es, quizás, la parte de misterio, hay también una historia de secretos familiares, incluso una parte romántica. ¿Qué público crees que disfrutaría más con ella? 

Es una historia sencilla, yo diría que casi popular. Puede gustarle a los que son un poco soñadores, a los que disfrutan con las historias de amor y de superación, y creo que a los curiosos.


Has publicado tus novelas con editoriales diferentes ¿Cómo ha sido el proceso de buscar una editorial? ¿Has intentado publicar con alguna de las grandes?

Pues he tenido mucha suerte, lo reconozco. O será que siempre he buscado editoriales sevillanas. La cabeza de Diana acertó a la primera y Regreso a Venecia tuvo de hecho dos propuestas de edición. Tal vez la siguiente novela me plantee buscar una editorial nacional (si conoces a alguien, Laky, éste es el momento)



¿Cómo promocionas tus novelas?

Hace dos años desconocía el mundo de los blogs. Pero al publicar La cabeza de Diana, busqué gente que reseñara novelas. La labor fue un poco caótica, como me pasa siempre, pero acerté. Tuve la suerte de hablar contigo y con otras personas interesantes. Ahora contáis con un seguidor asiduo. Y con Regreso a Venecia, vamos a hacer la gran apuesta de viajar hasta Madrid para presentarla. La cita es el 21 de Marzo en La casa del Libro de la calle Fuencarral, 119. A las siete y media de la tarde empezarán los problemas, como decía Mark Twain.

¿Cómo es el proceso creativo: eliges un personaje y dibujas una historia en torno a él o es la historia la que te elige a ti? ¿Sabes cuándo empiezas a escribir cómo terminará la novela o ésta te lleva por caminos que no habías imaginado?

Pues como escribo espaciadamente, necesito un plan maestro, lo que yo llamo un mapa del tesoro, un guión que seguir. Pero es cierto que a lo largo del camino, a ras de suelo, te encuentras accidentes y fenómenos que no estaban previstos al trazar el mapa. Incluso algún personaje se vuelve más importante de lo que parecía. Y al final, llevas en la cabeza un montón de información contradictoria y de detalles que no debes dejarte en el tintero. Es como sostener un edificio entero en el aire. Pero la historia principal, el tema, tiene que significar algo para mí. Necesito creer en lo que escribo.



Si algo destaca de tus libros es el lenguaje utilizado, mucho más elaborado, más culto que lo que la podemos encontrar en la mayoría de novelas. ¿Es debido a tu formación jurídica?

No es tan extenso, pero sí es cierto que siempre he sido becqueriano. Otro sevillano. Bécquer escogía muy bien las palabras. Siempre quise imitar sus rimas, pero no tengo el don de la poesía. Pues algo así hago con la prosa, trato de escoger bien la forma de escribir, para las frases sean expresivas y a la vez suenen bien. Pero tampoco es cosa de diccionario.



¿Cuáles son tus géneros preferidos como escritor? ¿y como lector?

Me gusta mucho leer historia, no veas lo que me entretengo cuando los historiadores interpretan de forma distinta el mismo hecho. Y las biografías. Todas las personas son interesantes si usas el prisma adecuado. En cuanto a la novela que prefiero escribir, éste es el país de Cervantes, tienen que ser realistas e irónicas, y si las tengo que escribir yo, cortas.



¿Sigues alguna rutina a la hora de escribir?

Bueno, justo se trata de eso, de que cada día que me siento a escribir quiero entretenerme, divertirme, sentir que alcanzo un desafío o conozco mejor a un personaje. La regla de oro para mí es pasarlo bien. Me parece la mejor manera de transmitir una sensación semejante en los demás.



¿Cuánto tiempo te lleva escribir un libro?

Depende. Una historia sencilla como Venecia, me ocupó nueve meses. La cabeza de Diana, año y medio.



¿Qué aceptación tienen tus libros?

Muy buena, muy satisfactoria. Pero lo mejor es que nos demos cuenta de que poseemos un idioma hermoso y magnífico cuyo potencial aún está por descubrir. Y su amplia repercusión. Cuando de Argentina o México he recibido un mensaje de un lector, la alegría es enorme.



¿Estás escribiendo algo en estos momentos?
Pues sí. Voy por la mitad de una novela que me gusta mucho. Y tengo planeadas otras cosas, lo que llamo una trilogía. Muy irónica, más juguetona, más libre.

¿Cómo ves la profesión de escritor en España?

No conozco a nadie que se meta en esto por dinero, es un trabajo vocacional, porque exige mucha dedicación y ya sabes que no se venden demasiados libros. Ni los consagrados parecen vender, salvo que los promocionen a bombo y platillo. Lo que he visto es que los escritores compaginan la escritura con trabajos afines, periodismo, traducción, docencia, corrección…



¿Nos puedes recomendar un libro?

Yo soy de releer. Decía Monterroso que la biblioteca de su ciudad era tan pobre que no se podía permitir libros malos. Ahora releo Desayuno en Tiffany´s de Truman Capote. Con una mínima anécdota que hay en la historia, su capacidad de entretener es inagotable. Y todo gracias a su forma de escribir. Mantiene el ritmo de las frases de tal manera que sigues leyendo casi por inercia.



¿Qué opinas de la irrupción del libro electrónico como lector y como escritor?

Es muy interesante. Gracias a eso he leído muchos primeros capítulos en Internet. Otra cosa es que lo digital nunca podrá hacerle sombra al papel. Si quieres disfrutar un libro, la mejor manera es impreso.



¿Cómo es tu relación con los lectores?

Bueno, todos han sido amabilísimos. He recibido muchas muestras de aprecio. Como uno abre su alma casi sin querer en los libros, cuando hablan bien de ellos, es como si ganaras un amigo. Y ha sido muy grato, os debo muchas alegrías.



Para terminar, convence por favor al lector dudoso: ¿por qué debería leer tus libros?

Decía Chaplin que el primero que se divertía con sus películas era él. Si voy a pasar varios meses puliendo una historia, quiero que me atraiga, que posea una trama amena y unos personajes atractivos. Así me aseguro de que deseo que llegue el sábado para escribir. Lo paso muy bien escribiendo, porque incorporo ironía, emociones, ideas. Al final una novela es una magnífica mentira envolviendo una gran verdad. Tiene un punto de fuga hacia la evasión y a la vez un ancla echada en la realidad. Si el lector quiere saber si he logrado dominar esta paradoja, le invito a probar mis novelas.

Muchas gracias por la entrevista Francisco, ha sido un placer "charlar" contigo. Espero que tengas mucha suerte, te la mereces.