Cuando desde la editorial Duomo me ofrecieron la posibilidad de organizar una lectura conjunta sobre un libro que iba a lanzarse en un par de meses, a pesar de que iba bastante a ciegas, no me lo pensé demasiado. Por lo que me dijeron, el libro tenía un importante mensaje ecologista y eso fue lo que hizo que me decidiese. Estoy concienciada con el tema del medio ambiente, con lo que le estamos haciendo a la naturaleza y, aunque sea mediante pequeños gestos, me gusta aportar mi granito de arena. Por ejemplo, leyendo este libro
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Duomo
Páginas: 320
ISBN: 9 788418 538537
Sinopsis
Ya no quedan osos polares en la Isla del Oso.
O, al menos, eso le dijo su padre el día que se trasladaban al Ártico, donde él iba a trabajar durante los siguientes seis meses. Pero un atardecer, a April le parece ver una enorme silueta en el horizonte.
Recortado contra el sol, algo se mueve. Sucede en un abrir y cerrar de ojos. Algo grande que avanza a grandes pasos y totalmente inesperado. April vuelve a parpadear. Sea lo que sea, ya no está.
Pero podría jurar que acaba de ver un oso polar.
Impresiones
April es una niña de once años que vive sola con su padre desde que su madre falleció en un desgraciado accidente. Su padre es un atareado científico que, la verdad, no tiene demasiado tiempo para April. Un día le dice que le han ofrecido un trabajo de seis meses en la conocida como Isla del Oso, una pequeñísima isla al norte de Noruega, en pleno Ártico. Allí hay una estación metereológica y el padre de April tendrá que dedicar sus días a hacer mediciones para ver cómo está cambiando la temperatura. April cree que, estando los dos solos y sin ninguna distracción, será bueno pasar una temporada con su padre y estrechar vínculos así que embarca feliz a vivir su nueva aventura.
Al llegar, April se encuentra una isla pequeña, muy fría en la que, a pesar de su nombre, no hay osos. Hace años los osos polares iban a la isla saltando de hielo en hielo desde una isla situada a unos cientos de kilómetros pero hace tiempo que no se ve ningún oso en la isla. ¿Seguro? Porque ya casi el primer día a April le parece ver una sombra y, creyendo y esperando que sea un oso, se dedica a hacer excursiones por toda la isla a ver si lo encuentra.
¡Qué historia tan bonita he leído! Como amante de los animales y los niños, he disfrutado muchísimo de la preciosa relación que se va forjando entre una niña de once años y un fiero oso polar. Aunque es Duomo infantil y juvenil quien lo publica, yo creo que es un libro para todo tipo de público, no sólo lectores jóvenes. Sin duda es una novela apta para el público más joven porque la historia es sencilla y está escrita de una forma muy fácil de leer; pero también la disfrutarán los que, como yo, tengan unos años más porque la verdad es que es una historia sin edad.
La novela es un canto a la naturaleza y un claro mensaje a todos: nos estamos cargando el planeta y es misión de todos reaccionar y protegerlo. Podemos pensar que qué vamos a hacer nosotros, seres pequeños y aislados frente a algo tan grande pero el gesto de uno, por pequeño que sea, suma. Y si todos nos concienciamos de que el planeta está enfermo y lo cuidamos, sin duda que algo podemos hacer. Al menos, evitar que enferme más. Como hace April. Ella sabe que es una niña pequeña, sólo tiene once años; pero no se arredra ante nada y, cuando ve a un animal con problemas, hará todo lo que esté en su mano para ayudarle.
“ No se trata de usted o de mi o de quién ha derretido los casquetes. Es cosa de todos nosotros. Y si no hacemos lo que podamos por ayudar, muy pronto no quedará ni un oso polar... Imagínese si cada persona del planeta hiciera una sola cosa”.
April es un cielo de niña. Le gustan mucho los animales y sabe escucharlos y hacerse escuchar por ellos. Los mira, se pone en su lugar y ellos, a su manera, se comunican con ella. April tiene una sensibilidad especial y tiene claro que de mayor quiere trabajar en pro de la naturaleza. Además, es una niña independiente: la temprana muerte de su madre y el hecho de que su padre esté enfrascado en su trabajo y apenas le haga caso, han hecho que ella solita dirija su propia vida y sea más independiente de lo que niñas de su edad suelen ser. Hablando de su padre, la novela no sólo se centra en el cambio climático, también en la relación entre April y su padre. Él es un hombre herido por la muerte del amor de su vida e intenta superarlo no pensando, centrándose en el trabajo. Pero no piensa en que tiene una hija que le necesita y, aunque la quiere más que a nadie en el mundo, no sabe entenderla ni ponerse en su lugar. Quizás Oso tenga una lección que darle…
Tenemos a April, tenemos a su padre y tenemos a Oso, el otro gran protagonista de la novela. Un animal salvaje –por muy adorable y achuchable que parezca un oso polar no debemos olvidarnos de que es un animal salvaje y peligroso- que enseñará a April a conectar con su lado salvaje, su instinto natural y ancestral. La relación que se forja entre April y Oso, basada en el respeto, es absolutamente preciosa.
El estilo de Hannah Gold es sencillo. En la novela hay bastante diálogo y las páginas fluyen. La historia me ha parecido muy bonita y, aunque ya nos imaginamos por dónde va a tirar, no por ello resulta menos emocionante. Os diré que yo la he terminado con lágrimas en los ojos.
Conclusión final
“El último oso” es una preciosa novela para gente de 10 a 100 años. Una novela sobre la amistad y sobre el medio ambiente en el que una niña de once años nos dará una auténtica lección de vida. Una auténtica delicia que no dudo en recomendaros porque, además, Duomo nos ofrece una preciosa edición con bonitas ilustraciones de Levi Pinfold