Hace algo más de un mes empecé a ver comentarios sobre este libro en todos los sitios: muchos de los redes que sigo, Facebook, Twitter…. Y todos los comentarios eran muy positivos. Eso unido a que la temática de la novela es de las que me gustan, hizo que tuviese muchas ganas de leerlo. Así lo dije en algún comentario en Twitter, con tan buena suerte que la autora, Carla Gràcia, lo leyó y me dio la alegría de mi vida: fue a la editorial, cogió un ejemplar, me lo dedicó (con una preciosa dedicatoria, además) y me lo envió. ¿Es o no un encanto? Empezamos a hablar, surgió la posibilidad de organizar una lectura conjunta, lo hablamos con la editorial, ésta nos ofreció unos cuantos ejemplares para sortear y, dicho y hecho, es un momento organizamos una lectura conjunta que, por los comentarios que he ido viendo, va a ser todo un éxito
Éstas son mis impresiones
Carla Gràcia
Carla Gràcia Mercadé es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universitat Ramon Llull. Después de realizar un posgrado en Gestión y Resolución de Conflictos, un MBA internacional, y de vivir un tiempo en Francia, Inglaterra y Estados Unidos, emprendió la aventura de dar la vuelta al mundo y fue en este viaje donde descubrió la vocación por el oficio de escribir.
Ha trabajado para empresas nacionales e internacionales en el ámbito de la comunicación y la formación, ha colaborado con distintos medios y dirige el
programa de radio Plusvàlua sobre economía y valores humanos.
Se formó como escritora en l'Escola d'Escriptura de l'Ateneu Barcelonès y es profesora de Ética en la Comunicación en diferentes escuelas de negocios y de Escritura creativa en el Laboratori de Lletres de Barcelona.
Tras la publicación de un libro de ensayo decidió dejarlo todo para retirarse a la montaña y acabar la historia que llevaba escribiendo durante más de cuatro años.
Terminó Siete días de Gracia, su primera novela, después de un año y medio de soledad y concentración.
Datos técnicos
Título: “Siete días de gracia”
Autora: Carla Gràcia Mercadé
Editorial: Grijalbo
Edición: rústica con solapas
Fecha de publicación: enero de 2014
Traducción (originariamente, fue escrito en catalán): Francisco José Ramos Mena
Páginas: 376
ISBN: 9788425351785
Podéis ver aquí la ficha del libro
Argumento
La novela narra la guerra de los Siete Días, que tuvo lugar durante los primeros días de abril de 1879 en la Vila de Gracia de Barcelona. El pueblo se sublevó contra las levas ordenadas por el general Prim, levas contrarias a las promesas electorales.
Según cuenta la leyenda, una mujer estuvo tocando las campanas de la iglesia hasta el final, hasta que la guerra terminó. ¿Quién era esa mujer?
Treinta años atrás, la rica y poderosa familia Lledó va a sufrir una terrible desgracia: su hija, quien huyó con un hombre sembrando la vergüenza de la familia, se encuentra gravemente enferma. Su vida, la de sus padres, la de la siguiente generación se enredan en una espiral de secretos y desgracias, enredándose a su vez con la historia de la ciudad.
Impresiones
“Siete días de gracia” bebe de dos géneros que me gustan mucho: el histórico y el familiar . Es, ante todo, una novela histórica. Y, como novela histórica, es instructiva, acercándonos de forma amena unos hechos que para mí eran absolutamente desconocidos: la Guerra de los Siete Días o Revuelta de las Quintas. En 1870 el general Prim ordenó levas, para enviar hombres al frente. Como se había hecho antes y como se haría después. El problema es que, no hace nada, cuando el pueblo les ayudó a auparse al poder, habían prometido no hacerlo. Pero, claro, el no cumplir las promesas electorales no es algo exclusivo del presente, sino que siempre se ha dado.
Aún siendo esto grave, el que el poder político no respete las promesas al pueblo, lo que más grave me parece es que se otorgase, de forma institucionalizada, la posibilidad de librarse de ir al frente a los poderosos mediante una suma de dinero. Ya sabemos todos que siempre los ricos se han librado si han querido, pero yo pensaba que lo hacían de forma más disimulada, comprando a hombres que fuesen en su lugar. Lo que no sabía es que, en el propio decreto en el que se ordenaba la leva, ya se preveía la forma en la que, el que tuviese dinero y estuviese dispuesto a gastarlo, pudiera librarse de ir a la guerra. Y así era: el libro comienza con un decreto del Ministerio de la Guerra, fechado el 30 de marzo de 1870, en cuyo artículo 10 se dice “Queda autorizada la redención a metálico”. Me parece terrible, la verdad.
Este decreto no hizo mucha gracia, para qué vamos a negarlo y hubo revueltas en diferentes ciudades de España como Málaga, Béjar o Salamanca. Pero en Cataluña fue más grave y se llegó a las manos, superando una simple revuelta para llegar a ser una auténtica guerra. Aunque corta, eso sí, porque, ¿qué podían hacer los habitantes de un barrio contra todo el ejército español?
La novela se sitúa en el barrio de Gracia y nos cuenta, desde dentro, la citada guerra de los Siete Días. Una guerra corta, pero intensa que recibió una respuesta desproporcionada por parte de las autoridades.
Sin duda, y como he dicho al principio, la novela me ha resultado sumamente instructiva, al mostrarme unos hechos que desconocía por completo. Esto es lo bueno de la novela histórica: que, a la vez que te entretienes, siempre aprendes algo.
Pero, además de ser una novela histórica, es una novela de intrigas y secretos familiares, de ésas que tanto me gustan. Y de las buenas, además. Nos narrará la historia de la familia Lledó en un margen de unos treinta o cuarenta años. Una familia poderosa y rica pero que se verá bañada por la desgracia que, además, transcenderá varias generaciones. Y es que, ya se sabe, los hijos acaban por pagar los pecados de los padres…
Tenemos, así, a Pacián Lledó y su mujer Consuelo, la primera generación. Pacián es un comerciante rico que se casó con una mujer de la alta sociedad, quien le abrió las puertas de la misma. Un hombre rudo, al que he llegado a odiar por cómo trata a su mujer y a su hija. Tenemos también a Marcial, Félix y Mariana. Marcial y Félix son hermanos y no se llevan demasiado bien; probablemente por la envidia que Marcial tiene de Félix y porque ambos tienen lo que más desea el otro. Y Mariana, que no os voy a decir quién es, está entre ambos y en el centro de toda la historia. Porque Mariana es la auténtica protagonista de esta novela. Una mujer fuerte, con una infancia complicada por las circunstancias, acogida por la familia Lledó, posteriormente huída por unos hechos que sucedieron. Mariana huye de su urna de cristal y se refugia en el barrio de Gracia, en un mundo al que es evidente que no pertenece, pero en el que se integra perfectamente llegando a tener un importante papel en los hechos históricos que posteriormente ocurrieron. Hay más personajes pero ésos son lo más importante. Lo bueno es que están todos muy bien trazados, con sus personalidades –algunas de ellas muy complejas- bien trazadas. Siempre se deja algo en la oscuridad, relacionado con los secretos que se tejen en torno a la familia pero, cuando llegamos al final y descubrimos cuáles son los mismos, veremos las razones de su comportamiento y lo entenderemos todo… Son personajes que llegan, que se sienten como muy reales; a unos los quieres, a otros los odias, con algunos te identificas, a otros no les entiendes pero, en todo caso, son buenos personajes, creíbles y realistas.
En cuanto al estilo, la novela está dividida en siete partes o días: los siete días que duró la guerra. Cada día o parte comienza con uno o dos documentos de la época: decretos del gobierno, proclamas de los sublevados, recorte de algún periódico, etc… Dentro de cada día, se van alternando las dos tramas: la del presente (o sea, la de la guerra) y la del pasado, que de atrás hacia delante nos va mostrando la historia de la familia Lledó.
Al principio parecen historias independientes pero, a medida que el pasado avanza, vemos que hay personajes del pasado que protagonizan el presente y que, por lo tanto, ambas tramas están íntimamente relacionadas.
Reconozco que, aún gustándome la parte del presente, la del pasado me ha gustado aún más. Me ha encantado el bosque de intrigas dibujado en torno a la familia Lledó, las relaciones entre sus miembros, los secretos a desvelar. Alguno ya se vislumbraba más o menos desde el principio pero otros me han sorprendido.
El estilo de la autora es sencillo, sobrio y elegante. Hay mucho diálogo y ritmo narrativo, de tal manera que resulta un libro de fácil lectura, de ésos que pasas las hojas sin darte cuenta. El primer día leí 110 páginas y, cuando lo comprobé, me quedé realmente sorprendida porque me daba la impresión de no haber estado leyendo más que dos ratos cortos. Y es que la lectura fluye, de tal manera que llegas al final sin casi darte cuenta.
Algo que me ha sorprendido en este tema del estilo es el uso de mayúsculas en medio de las clases y el uso muy abundante de la partícula “que”. Me explico.
Un ejemplo del uso de mayúsculas cuando gramaticalmente no corresponde: “Francisco Derch lo escruta y le atraviesa la pupila y los pensamientos que braman que No tengo miedo, señor…”
En realidad, en esa frase podéis encontrar un ejemplo de los dos aspectos que he comentado. El adverbio No viene mayúscula cuando, no siendo un nombre propio ni yendo detrás de un punto, debería haber ido en minúscula. Es obvio que la autora lo hace para resaltar, para dar énfasis a la palabra en cuestión.
Y, si os dais cuenta, antes de ese No, viene un “que” introduciendo una especie de diálogo indirecto. Yo esa frase la diría así: “Francisco Derch lo escruta y le atraviesa la pupila y los pensamientos que braman: “ no tengo miedo, señor”.
Ejemplos de ambos aspectos hay muchísimos y realmente me ha extrañado. Lo primero, ya digo que creo que es una forma bastante original de dar énfasis a determinadas palabras. Lo segundo, no sé, ese uso abundante del “que”, ¿podría deberse a algún regionalismo? ¿Quizás en catalán se usa de forma especial? ¿O ha sido cosa de la traducción? Sin más, es algo que me ha resultado curioso y por eso lo resalto. Al principio, reconozco que me paraba un poco la lectura pues me hacía leer dos veces la misma frase; luego me acostumbré y casi no me daba cuenta…
En todo caso, sin duda, resulta una novela de lo más entretenida, con una historia familiar que nos atrapará y unas notas históricas de lo más instructivas.
Conclusión final
Esperaba mucho de esta novela y, afortunadamente, no me ha defraudado. Me ha gustado mucho, la he disfrutado de principio a fin y me ha dejado muy buen sabor de boca.
Me ha permitido conocer un episodio de nuestra historia que desconocía por completo y, además, y como la publicidad del libro indica, me ha permitido ver cómo la historia de una familia puede ser tan convulsa como la historia de un pueblo
Muy recomendable.
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