Hace unas semanas leí en lectura conjunta el primer libro protagonizado por Úrsula López (reseña). La semana pasada tuve ocasión de leer, también conjuntamente, el segundo libro: este que hoy reseño
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Alrevés
Páginas: 248
ISBN: 978-84-19615-16-9
Sinopsis
Germán, un eterno perejil, sale de la cárcel con un encargo: el asalto a un camión blindado. Una sucesión de casualidades le depara la ayuda de Úrsula López, mujer con la que estuvo involucrado en el secuestro que lo llevó a prisión. Pero esta mujer, a la que la muerte y la gula no le son ajenas, antes necesita resolver algunas cosas. Desde un apartamento en la Ciudad Vieja espía a sus vecinos, limpia y contempla las estatuillas japonesas de la vitrina de su salón y trama una venganza. Ah, y Úrsula tiene hambre. Siempre tiene hambre. Mientras tanto, el abogado Antinucci, Ricardo el Roto y la comisaria Leonilda Lima, cada uno a su manera, se unen a este coro de pecado y de perdón.
Después de Mujer equivocada, y con su ágil prosa habitual tintada de ironía, Mercedes Rosende vuelve a sorprendernos con otra historia de la incomparable Úrsula, sumergiéndonos en su particular universo, delicioso y sórdido a la vez, y cuyas andanzas se han traducido al francés, al alemán, al italiano y al inglés y que, de boca en boca, de mano en mano, reseña a reseña, se está convirtiendo, pese a sus kilos de más, a su eterna insatisfacción y a su humor —tal vez demasiado negro—, en un fenómeno en toda Europa.
Impresiones
La novela comienza donde terminó la anterior; en concreto, un mes después. Tras lo que ocurrió en la primera novela, Úrsula ha seguido con su vida y Germán ha estado en la cárcel. Pero va a salir en breve. El problema es que no ha podido decir que no a perpetrar otro crimen: el asalto a un camión blindado. De nuevo, Úrsula se mete por medio y ya sabemos cómo salen las cosas cuando esta curiosa mujer toma las riendas.
Si en la primera novela el crimen que vertebraba la trama era un secuestro, en esta es un robo. Un gran robo, de hecho: el asalto a un furgón blindado lleno de dinero. Desde el primer momento sabremos quiénes son los criminales. La intriga de la novela no radica en el quién sino en el cómo saldrá todo. Al principio la trama transcurre lentamente, mientras todo se va fraguando, acelerándose al final cuando el robo se pone en marcha.
Varios de los personajes ya aparecieron en la novela anterior. Especialmente Úrsula, la curiosa protagonista. En esta ocasión, la autora da más notas sobre su pasado que nos permiten conocerla un poco mejor; especialmente, de la relación con su padre que ya pudimos intuir que no fue fácil. Pero hay más cosas que nos harán ver a Úrsula de otro modo. A su lado tenemos a Germán, coprotagonista y copartícipe en las aventuras en las que Úrsula se ve envuelta. Un hombre débil de carácter, nervioso, poco decidido…, vamos, lo contrario de un criminal. Y que, sin embargo, se va a ver envuelto en el robo del siglo. ¿Cómo se encuentran de nuevo Úrsula y German? Tendréis que leer el libro para saberlo. Así conoceréis, además, a dos nuevos personajes como son la policía Leonilda Lima y el abogado Antinucci que nos mostrarán dos caras de la misma moneda: el profesional implicado en sus funciones y el corrupto.
En mi opinión, esta novela es continuación de la anterior, una segunda parte. Sabéis que no soy nada purista con el orden de las series pero en esta ocasión sí recomiendo leerla en orden. Es verdad que la autora da datos para saber quién es quién y para intuir qué pasó en la primera novela, pero Úrsula es tan especial que hay que conocerla desde el principio. Es verdad que os vais a enterar de todo si leéis este libro sin haber leído el anterior pero creo que os perderéis matices importantes.
Como siempre, la trama es un tanto inverosímil y rocambolesca y tiene un toque de humor ácido, irónico. La historia transcurre en Montevideo y la narración está plagada de términos “uruguayos” que, en general, se entienden bien en el contexto (algunos cuestan más). Con capítulos cortos y bastante diálogo (a veces, como en algún interrogatorio de la policía Leonilda Lima, encuadrados en el texto), el libro se lee de forma fluida y amena.
Conclusión final
Una segunda parte que te deja con ganas de leer la tercera.