Llevaba tiempo leyendo comentarios elogiosos de las diferentes novelas de Susana Rodríguez Lezaun y tenía ganas de leer alguna de ellas. Cuando supe que Harper Collins publicaba su nueva novela y que ésta no pertenecía a ninguna serie (o, de formar parte de una, sería la primera entrega), me dije “de ésta no pasa”: Me hice con ella y enseguida me puse a leerla.
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Harper Collins
Páginas: 400
ISBN: 978-8491395591
Sinopsis
No es fácil tratar con Marcela Pieldelobo. Nacida en Biescas, un pequeño pueblo del Pirineo aragonés, es desde hace una década inspectora del Cuerpo Nacional de Policía en Pamplona. Una mujer excesiva en sus costumbres y afectos, y también en el original tatuaje que se enrosca en su cuerpo y que apenas nadie conoce. Está convencida de que las órdenes son susceptibles de interpretación, que hay cosas que es necesario guardarse para uno mismo y que las puertas cerradas pueden dejar de estarlo si se sabe cómo abrirlas. Aunque no tengas una orden judicial.
Ahora el pasado, en forma de un padre maltratador que reaparece tras la muerte de su madre, llama con furia a su puerta, pero Marcela tiene cosas más urgentes que atender, como el caso de un bebé abandonado en un aparcamiento solitario y un coche de alquiler siniestrado sin rastro del conductor, pero con manchas de sangre y huellas de rodadas Cuando las pistas conducen a una conocida empresa propiedad de una de las más tradicionales e influyentes familias locales, sus superiores deciden apartarla del caso... Pero Marcela, fiel a sus principios y a su instinto, insiste en ir más allá, aun a costa, ahora, de su propia vida.
Impresiones
Marcela Pieldelobo es inspectora de policía en Pamplona. En esta ocasión tiene que investigar lo que parece que es un accidente de tráfico. Un coche ha sido encontrado volcado en un camino y no hay nadie en su interior pero sí rastros de sangre. Enseguida averiguan que el coche ha sido alquilado por una alta ejecutiva de una de las empresas punteras de la ciudad; algo muy extraño por cuanto que esa mujer tiene su propio coche. Además, en el maletero del coche encuentran una maleta con ropita de bebé cuando esa mujer, que se sepa, no es madre. Sin duda, circunstancias muy extrañas rodean al caso.
Por otro lado, la vida personal de Marcela no está en su mejor momento. Su madre acaba de morir y ella ha regresado a Biescas, el pueblo donde nació y vivió. Allí se reencontrará con su hermano y sobrinos pero también con alguien de quien no hubiese querido tener más noticias.
“Bajo la piel” es una novela policíaca de estilo bastante clásico. También Marcela Pieldelobo, la policía protagonista, es una policía de estilo clásico. No es infrecuente encontrarse con policías así: solitarios, con una vida personal bastante desastrosa, con un carácter difícil y con un problema con el alcohol. Y que se saltan las normas. Así es Marcela: una mujer tremendamente difícil, que no se arredra ante nada pero que hace su santa voluntad. Y eso le va a causar bastantes problemas. A su lado tenemos al subinspector con el que forma equipo y a un policía foral con el que mantiene cierta relación. Estos dos hombres le sirven de contrapunto, recordándole siempre la necesidad de cumplir las normas. Porque es cierto que, muchas veces, siguiendo los procedimientos legales, los malos se pueden escapar o, como mínimo, los policías no pueden acceder a información que necesitan. Pero, si se saltan las normas –como hace Marcela- se pueden encontrar con que tienen información que no puede ser utilizada por no haber sido obtenida de forma legal. ¿De qué sirve saber quién es culpable si no se le puede imputar por no haber pruebas legales para ello? Este es el dilema que plantea la autora en la novela. Si la leéis, ya me diréis de qué parte estáis; yo, desde luego, de la de cumplir las normas y seguir el procedimiento pues, al fin y al cabo, el mismo se establece como garantía de los derechos de los ciudadanos.
En la novela la vida personal de Marcela tiene casi tanta importancia como la investigación policial. Entre otras cosas, porque una y otra se entremezclan casi continuamente. Conoceremos el pasado de Marcela, a su familia, lo que pasó con su ex marido, la forma en la que actualmente se relaciona con los demás… La conoceremos, sobre todo, por su relación con sus compañeros que, la verdad, menuda paciencia tienen que tener con ella (Damen me ha parecido casi un santo y el subordinado de Marcela no le va a la zaga). Es una mujer difícil, muy dura por fuera pero que deja asomar algo de su interior y éste no está tan mal. Ese interior lo veremos, sobre todo, en su relación con un chico muy especial llamado Antton y con un perro, ahí nos muestra una cara completamente distinta.
En cuanto a la investigación en sí, es diferente porque, como digo, Marcela se salta continuamente las normas. Tiene una intuición, o una certeza, y la sigue pese a quien pese. Es el típico perro que no suelta su presa y prefiere morir matando que dejar libre al culpable. Pero las cosas no son sencillas cuando los investigados pertenecen a la élite navarra, a las familias más poderosas, a las familias del Opus ya que todo serán piedras en el camino. Susana nos hablará de la idiosincrasia de esa gran familia del Opus, de cómo se relacionan entre sus miembros, de su forma de pensar en algunos aspectos (sorprendente en el siglo XXI, sin duda)…
La novela se estructura en treinta y nueve capítulos de más bien corta extensión. Es un narrador omnisciente quien nos irá contando la historia, siempre desde el punto de vista de Marcela. Abunda el diálogo por lo que la lectura resulta ágil, sencilla y entretenida. No hay excesivos giros argumentales ni demasiadas sorpresas (salvo quizás al final) pero se mantiene el interés durante toda la novela y ésta se lee muy a gusto. Los personajes están bastante bien perfilados, especialmente la especialista a quien la autora radiografía con exhaustividad. Son interesantes y no me importaría encontrármelos en otras historias si es que la autora decide darles continuidad.
Finalmente, os diré que el título y el dibujo de la portada me parecen muy acertados. Tienen que ver con el interior del libro así que no os diré por qué pero quien lo haya leído me entenderá.
Conclusión final
Nunca es tarde si la dicha es buena. Me ha gustado mi primer acercamiento a la prosa de Susana rodríguez Lezaun y, desde luego, no será la última.
Será una de mis próximas lecturas así que no me he detenido mucho en lo que cuentas. Me gusta ir a ciegas. Eso sí, espero disfrutarla :)
ResponderEliminarMe gusta leer que lo has disfrutado tanto y aunque no es mi tipo de lectura veo que contiene una gran historia
ResponderEliminarPues no me importaría leerla después de ver tus impresiones, creo que también me gustaría.
ResponderEliminarUn beso
Hola! No conocía el libro pero parece muy entretenido y tampoco he leído nada de la autora así que no lo descarto. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Tiene buena pinta, no la descarto
ResponderEliminarBesos
Tiene buena pinta, sí :)
ResponderEliminar¡Hola! Me alegra ver que ha sido una historia de la que has disfrutado. Personalmente es una lectura que no me llama especialmente la atención, por lo que en esta ocasión prefiero dejarla pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Hola!! Pues ahora mismo estoy con novela negra de Connolly así que luego me tomaré un respiro. La verdad es que no me llama especialmente la atención.
ResponderEliminarBesos
Pues tiene buena pinta. NO me importaría leerla si se cruza en mi camino.
ResponderEliminarBesotes!!!
Cuando vaya avanzando con la lista de pendientes no dudaré en leer esta novela, conocí a la autora con sus anteriores obras. Acierto seguro
ResponderEliminarTengo ganas de leerla desde que la vi. Pero me temo que además de llevarme los dientes muy largos, tardaré en poder conseguir que la traigan a la biblioteca.
ResponderEliminarBesos
No tiene mala pinta. No conocía ni el libro ni la autora. Parece que las mujeres policías han llegado para quedarse. Me parece muy bien. Pero hemos pasado de la inexistencia al aluvión. En cuanto a que se salte las normas continuamente, no me importa. Es ficción y como tal lo concibo. Pero me temo que habrá puristas a los que no le haga gracia. Lo digo por otras novelas en las que se ha visto lo mismo, y han alzado la voz. Yo lo respeto todo. A mí, ya te digo, que no me importa nada de eso, salvo que sea algo muy descabellado, claro. Besos
ResponderEliminarNo he leído na de la autora, la verdad es que ni la conocía, pero me resulta muy atractiva esta novela.
ResponderEliminarBesos.
¡Hola!
ResponderEliminarMe gusta que utilicen el clásico poli con pasado trágico, que hace lo que tiene que hacer aun saltándose las normas, pero siendo una mujer. Mola que cada vez haya más protagonistas femeninas.
Y la historia en sí me llama con el tema de la familia del opus y todo.
¡Un saludo!