“Escrito en el agua” - Paula Hawkins

Disfruté mucho con “La chica del tren” y por eso tenía muchas ganas de leer la nueva novela de la autora, Pauka Hawkins

Éstas son mis impresiones

Paula Hawkins

Paula Hawkins trabajó como periodista más de quince años antes de pasarse a la ficción. Nacida y criada en Zimbabue, Paula se mudó a Londres en 1989 y vive allí desde entonces.

Su primer thriller, La chica del tren, se ha convertido en un fenómeno global, con más de veinte millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. Se ha traducido a más de cuarenta idiomas, colocándose en el primer puesto de las listas de ventas de todo el mundo y ha sido adaptado al cine con Emily Blunt.

Escrito en el agua es su segunda novela.



Datos técnicos

Título: “Escrito en el agua”

Autora: Paula Hawkins

Traductor: Aleix Montoto

Editorial: Planeta

Edición: tapa dura con solapas

Fecha de publicación: mayo de 2017

560 páginas

ISBN: 978-84-08-17217-8

Precio: 19,90 € en papel / 9,49 en digital



Argumento

Pocos días antes de morir, Nel Abbott estuvo llamando a su hermana, pero Jules no cogió el teléfono, ignoró sus súplicas de ayuda. Ahora Nel está muerta. Dicen que saltó al río. Y Jules se ve arrastrada al pequeño pueblo de los veranos de su infancia, un lugar del que creía haber escapado, para cuidar de la adolescente que su hermana deja atrás. Pero Jules tiene miedo. Mucho miedo. Miedo al agua, miedo de sus recuerdos enterrados largo tiempo atrás, y miedo, sobre todo, de su certeza de que Nel nunca habría saltado…

No te fíes nunca de una superficie en calma, no sabes lo que puede haber debajo.



Impresiones

Nel Abbott acaba de morir. Se ahogó. Parece que fue un suicidio. Pero, ¿qué motivos tenía para suicidarse?

Su hermana Jules, con la que no se hablaba desde hacía muchos años, va al lugar donde ambas vivieron de pequeñas y donde Nel seguía viviendo con su hija Lena para resolver todas las cuestiones que la muerte de su hermana ha dejado abiertas y, probablemente, dado que su sobrina no tiene padre conocido, hacerse cargo de ésta. Su estancia en el pueblo va a ser de todo menos pacífica. Su sobrina es una adolescente rebelde con la que no encaja y ahí en el pueblo hay algo que le da miedo, tanto como sus recuerdos.

En “Escrito en el agua” nos encontramos con una novela que se nos va a contar a través de múltiples narradores. Para que no nos perdamos demasiado, cada capítulo viene precedido del nombre de quién en él será narrador y de la fecha en la que lo narrado ocurre. Así, tenemos narradores como Jules, Nickie, Josh, Lena, Mark, Louise y, probablemente, alguno más. Me suele gustar la alternancia de narradores, que cada uno cuente las cosas desde su punto de vista y formar, con todas las pequeñas historias, un gran puzzle. Pero, en este caso, no me ha convencido. A pesar de que en cada momento sepamos (porque lo pone en el principio del capítulo) quién es el narrador, tanta alternancia de voces narrativas hace la novela un tanto confusa. Quizás sean demasiadas, no lo sé. Más probablemente el problema sea que todas suenan prácticamente igual. Salvo quizás la de Lena y la de Josh que suenan un poco más “infantiles”, la verdad es que la autora no cambia apenas de estilo entre un narrador y otro, no se adapta a la personalidad de cada uno y, por ello, es casi imposible distinguirlos (salvo, repito, por el inicio del capítulo). La alternancia de narradores es una técnica narrativa formidable pero también, en mi opinión, de las más difíciles de llevar a buen puerto y conmigo esta novela no lo ha conseguido.

Ése es el principal escollo con el que me he encontrado al leer esta novela porque, por lo demás, la verdad es que la historia me ha parecido interesante e intrigante y me ha resultado una lectura muy entretenida.

Antes de meterme en analizar la trama en sí, deciros que, además de esa narración en primera persona a través de múltiples narradores, tenemos extractos de una novela que la fallecida Nel Abbott estaba escribiendo basándose en todo lo ocurrido en el pasado en “La poza de las ahogadas”. Estos extractos son fácilmente identificables porque en ellos cambia la tipografía de la letra, pasando a ser cursiva

La historia ocurre en una pequeña población famosa porque, en el pasado, hubo varias mujeres que se ahogaron en una poza, llamada por eso “la poza de las ahogadas”. Lo curioso es que parece que la historia se repite en cierta forma porque en la actualidad también va a morir gente allí. ¿Son suicidios-imitación? ¿O hay alguien que empuja a esas mujeres a suicidarse?

Nel Abbot estaba preparando un libro y una exposición sobre la poza y sobre las mujeres que allí habían muerto a partir de la misteriosa Libby. Pero a la gente del pueblo no le hacía ninguna gracia que hurgarse en sus secretos. ¿Tanto han podido molestar sus investigaciones como para que alguien la haya asesinado? Aunque su muerte ha pasado por suicidio, hay gente como su hija Lena que sabe que es imposible que se suicidase.

A través de lo que nos van contando los diferentes personajes iremos, poco a poco, juntando las piezas del puzle que sólo al final conseguiremos unir para ver el resultado final. Entre todos los personajes destaca uno de ellos, Jules, que es quien toma la palabra en más ocasiones. A ella le pasó algo de pequeña, algo que hizo que con el tiempo se fuera del lugar y, no sólo no volviese, sino que no quisiera mantener relación con su hermana Nel. ¿Puede el pasado estar relacionado con lo que ahora ocurre? ¿Saldrán a la superficie esos secretos que Jules ha mantenido tan celosamente ocultos… en el agua? Así, “Escrito en el agua” se convierte en un thriller psicológico en el que los secretos, las mentiras y el sentimiento de culpa tienen un peso decisivo.

La novela se divide en cuatro partes, cada una de ellas subdividida en capítulos de corta extensión lo que hace que la narración sea bastante ágil. En principio, la historia transcurre de forma lineal en el tiempo aunque hay momentos en los que se retrocede al pasado de Jules y Nel para así mostrar qué pasó en su infancia que les separó de esa manera tan brutal. Como digo, cada capítulo está narrado por uno de los personajes, en primera persona, alternándose entre ellos sin seguir ningún patrón y destacando entre todos -por el número de capítulos que narra- Jules.

El ritmo de la novela es medio. Tampoco “La chica del tren” tenía demasiado ritmo esa es la verdad. Al principio, como he dicho, resulta confuso por tanto cambio de voz narrativa pero al final acabas haciéndote con los personajes y los narradores. No ha resultado en mi caso una novela para devorar (como sí lo fue “La chica del tren”) y no me ha parecido tan redonda como aquélla pero sí me ha resultado una lectura agradable y entretenida.



Conclusión final

A pesar de esos “peros” “Escrito en el agua” es una novela entretenida y de fácil lectura, muy apropiada para esta época estival

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