“El extraño verano de Tom Harvey” - Mikel Santiago

No hay dos sin tres. Por ello, tras disfrutar mucho de “La última noche en Tremore beach” y “El mal camino”, he vuelto a adentrarme en la prosa de Mikel Santiago con su última novela que, además, y gracias a Ediciones B, he podido disfrutar en primicia

Éstas son mis impresiones



Mikel Santiago

Mikel Santiago nació en un pueblo marinero de Vizcaya en 1975. El piano de su hermana, que siempre resonaba por la casa, despertó en él un apetito muy temprano por la música. De sus primeras lecturas recuerda las obras de Sherlock Holmes, Los Cinco y Edgar Alan Poe.

Ha vivido en Irlanda, de donde sacó las ideas para escribir esta novela, y actualmente reside en Ámsterdam, donde trabaja en el mundo del software. Cuando no está entre ordenadores, se dedica a escribir y a tocar la guitarra con su banda de blues-rock.

La última noche en Tremore Beach, su debut literario, se ha convertido en un fenómeno antes de su publicación y ha hecho que se le compare con maestros como Stephen King, Jöel Dicker o John Connolly.

En junio de 2015 publicó “El mal camino” y en mayo de 2017 “El extraño verano de Tom Harvey”



Datos técnicos

Título: “El extraño verano de Tom Harvey”

Autor: Mikel Santiago

Editorial: Ediciones B

Formato: rústica, con solapas

Páginas: 496

Fecha de publicación: junio de 2015

ISBN: 978-84-666-6105-8

Precio: 20 euros





Argumento

«Yo estaba en Roma cuando Bob Ardlan me llamó. Para ser exactos: estaba con una mujer en Roma, cuando Ardlan me llamó. Así que cuando vi su nombre en la pantalla del teléfono pensé: “Qué demonios, Bob. No me llamas en una eternidad y vienes a estropearme el mejor momento del verano”. Y lo dejé sonar.

Dos días después, supe que Bob había caído desde el balcón de su mansión en Tremonte pocos minutos después de marcar mi número. ¿O tal vez le habían empujado? No me quedaba más remedio que pisar el acelerador del coche y plantarme allí para hacer unas cuantas preguntas.»

Un lugar idílico, bañado por la luz cegadora del Mediterráneo. Una galería de personajes estrafalarios, carismáticos y sospechosos. Un «quién-lo-hizo» a ritmo de thriller en el que todo el mundo puede ser culpable hasta que se desvele la verdad.



Impresiones

Tom Harvey es un músico americano afincado en Roma donde sobrevive tocando en locales de música y haciendo de guía turístico ocasional. Un día recibe una llamada por teléfono: es de Bob Arlan, un pintor muy famoso; desgraciadamente, está ocupado y no puede coger la llamada. A los dos días la hija de Bob, Elena, le llama desesperada: su padre ha muerto; ha caído del balcón de su vivienda en la costa de Tremonte y esa llamada fue la última que realizó. Se desconoce si ha sido un accidente o un suicidio. Por la relación que le unió a Elena ya Bob, decide acudir al lugar para acompañar a su ex en estos tristes momentos. Pero, cuando llega allí, empieza a pensar que puede haber algo extraño en esa muerte y decide investigar por su cuenta.

En “El extraño verano de Tom Harvey” Mikel Santiago siendo fiel al estilo que le ha dado el éxito. Por ello, hay aspectos que fácilmente se pueden reconocer de otras de sus novelas. No obstante, al mismo tiempo, esta novela se aparta un poco de la línea seguida por las anteriores. Se parece, por ejemplo, en que la historia está narrada por el propio protagonista: Tom Harvey. Mikel Santiago siempre da voz a sus protagonistas quienes serán los que nos cuenten de propia mano todo lo que está pasando. Cierto que así no podemos estar en todas las escenas ni saber desde fuera todo lo que ocurre. Pero lo viviremos desde dentro, sentiremos lo que siente el protagonista y esto implica que, como él, elaboraremos mil teorías, dudaremos de todo y de todos, nos plantearemos mil cosas… Con este tipo de narrador, considero que el autor consigue meter más rápidamente al lector en la historia, hacerle participar en ella y hacer la historia más intrigante. También tiene en común con las anteriores novelas, la exquisita ambientación: los escenarios están muy bien descritos y los podemos “ver” con todo lujo de detalle. Igualmente, comparte con las demás novelas, el manejo perfecto de la tensión narrativa, del ritmo, de las sorpresas, de los giros argumentales…

¿Y las diferencias? Pues, por ejemplo, los escenarios en los que transcurre la historia. Los de las otras novelas eran oscuros y hacían oscura la propia historia. Mientras que aquí todo está lleno de luz, tanto Roma como sobre todo Tremonte, en la costa, un lugar de veraneo para ricos lleno de acantilados, playas y calas, pueblos con encanto, yates de lujo, gente de vacaciones… El escenario hace que la novela sea mucho más luminosa que las anteriores y, en mi opinión, un poco más ligera y menos opresiva. Por otro lado, así como las anteriores se acercan más al thriller psicológico, en este caso creo que es mejor hablar de thriller a secas. Tiene menos contenido psicológico y se parece más a una novela de tipo policial, con una investigación –que no llega a ser clásica del todo por no estar realizada por ningún policía, detective o investigador sino por un aficionado con más o menos tino-pero investigación al fin y al cabo.

El elenco de personajes es uno de los puntos fuertes de la novela. Por supuesto, tenemos al protagonista Tom Harvey que, además, es narrador e incluso da título a la novela. Su personaje es el que mejor perfilado está. Tom es un tipo que cae bien desde el principio, un poco inocentón, incluso metepatas. Pero los personajes secundarios son tan interesantes como él. Tenemos, por ejemplo, al fallecido Bob Arlan: un pintor de éxito con un pasado que se refleja en sus cuadros. O a su amiga la escritora que se hizo famosa con una serie de novelas pero que, cuando “mató” a su protagonista perdió todo su fuelle. O a Helena, la hija de Bob y ex mujer de Tom. Un director de cine. Un marchante de arte. Un policía que no tiene claro nada de nada… Todos personajes muy interesantes.

Como en todas las novelas de este autor, hay bastante diálogo y mucho, mucho ritmo (aunque yo diría que un poco menos que en las dos anteriores). Aún así, el libro engancha desde la primera hasta la última página y, como suele ser normal, el final es de los que ya no puedes parar de leer. Lo mejor es que se te pasan un montón de teorías por la cabeza, que dudas prácticamente de todo el mundo y que hasta casi el final no vas a darte cuenta de por dónde te ha querido llevar el autor. La facilidad de lectura es asombrosa; lo lees sin esfuerzo y casi sin parar.



Conclusión final

Por tercera vez, Mikel Santiago me ha vuelto a convencer con un thriller la mar de entretenido y una historia llena de sorpresas. Muy recomendable

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