"El próximo funeral será el tuyo" - Estela Chocarro

Este título me atrajo desde que Maeva, no recuerdo si en una newsletter o en su facebook, anunció la próxima publicación –a finales del 2014- de una nueva novela negra. Y me atrajo por su título, llamativo sin duda. También influyó que todas las novelas que he leído de la colección de novela negra de esta editorial me han gustado mucho.

En cuanto lo tuve en mis manos, no dudé en hacerle un hueco

Éstas son mis impresiones

Estela Chocarro

Estela Chocarro (Pamplona, 1973) pasó su infancia en Cárcar, un pequeño pueblo de la ribera alta de Navarra, sobre el que siempre ha escuchado leyendas de boca de su padre, un gran contador de historias.

En Madrid estudió publicidad y relaciones públicas, además de realizar varios cursos de realización y producción audiovisual.

Después de trabajar en diferentes empresas de comunicación, empezó a escribir sus propias historias. El próximo funeral será el tuyo, su primera novela, surgió indagando en las viejas historias de Cárcar, que ya conocía gracias a los relatos de su familia.

Podéis saber más de la autora en su página web: www.estelachocarro.com

Datos técnicos

Título: “El próximo funeral será el tuyo”
Autora: Estela Chocarrlo
Editorial: Maeva
Edición: tapa dura con sobrecubierta
Precio: 19,90 euros
ISBN: 978-84-15893-70-7
Páginas: 280-7
Año de edición: noviembre 2014

Argumento

«El próximo funeral será el tuyo» es una de las amenazas que recibe Rebeca Turumbay, profesora de arte en la universidad y empleada de la fundación del Teatro-Museo Dalí de Figueres, a los pocos días de llegar a Cárcar, el pueblo en el que ha decidido pasar las vacaciones. Es allí donde nació su abuelo Ángel Turumbay, y ella va con la intención de conocer algo más sobre su historia, de la que nunca le han hablado. Pronto averigua que algo turbio rodea a la fi gura de su abuelo, y que quizá tenga que ver con el silencio que se cierne sobre el asesinato de la joven Celia Urbiola en el año 1945.

Rebeca pondrá en peligro su vida para esclarecer este antiguo crimen y para ello deberá enfrentarse sola a un macabro juego, en el que nada ni nadie es lo que parece.

Unos entrañables ancianos serán sus mejores aliados y junto a ellos, con la ayuda de Víctor, un joven periodista local, irá desentrañando la verdad sobre los terribles hechos del «crimen de Cárcar» en el que muchos de los habitantes del pueblo, de una manera u otra, estuvieron involucrados.

Impresiones

Sin duda, esta novela llama la atención por su título. Un título no buscado para hacer bonito, para atraer el lector, sino que tiene mucho que ver con su contenido. Y es que esa frase, en forma de amenaza, la recibe la protagonista casi nada más llegar al pueblo navarro de Cárcar.

Rebeca Turumbay es una experta en Dalí que ha alquilado una casa rural en el pueblo navarro de Cárcar. Su abuelo era de allí y ella, que no conoce sus orígenes y tiene mucha curiosidad por saber de quién prácticamente la crió, decide pasar las vacaciones estivales en el pueblo para intentar averiguar cosas sobre él. Pero nada más llegar se dará cuenta de que no será tarea fácil. En cuanto menciona el nombre de su abuelo, Ángel Turumbay, los habitantes más añosos del pueblo –que, lógicamente, son los únicos que podrían haberle conocido- se cierran en banda. Pronto averigüa que a su abuelo se le considera culpable de la muerte de una joven, Celia Urbiola, en el año 1945.

Cárcar

Aún así, ella sigue en sus trece de saber qué pasó pues lo poco que conoció a su abuelo no le casa con la figura de un asesino despiadado. Lo que no se imagina es que alguien no quiere que se remueva el pasado y que su propia vida puede estar en peligro.

La novela empieza fuerte, con un primer capítulo que, casi a modo de prólogo, transcurre durante el día 14 de febrero de 1945. En ese capítulo sabremos que una joven ha sido asesinada y que Ángel Turumbay, el practicante del pueblo, es detenido por la policía pues se cree que ha tenido algo que ver con el crimen.

A continuación, y ya hasta el final, nos trasladamos al presente con la llegada de Rebeca a Cárcar con su Mini rojo

Cárcar es un pueblo pequeño situado en Navarra, en la merindad de Estella, a medio camino entre esta localidad y Olite. Apenas habitado por 1200 personas, mantiene el encanto de los pueblos pequeños. En estos pueblos la vida es diferente, más calmada. La gente se conoce íntimamente y forman una especie de gran familia en la que todos saben todo de todos (a veces demasiado). Yo pasé mis veranos en un pueblo aún más pequeño de Valladolid y he visto reflejada la forma de vivir en un pueblo en esta novela. No conozco Cárcar pero sí Estella, y sobre todo Olite, un pueblo precioso con uno de los castillos más encantadores que conozco y que os aconsejo visitar si tenéis ocasión.

Una de las cosas que más me han gustado ha sido, precisamente, la ambientación, muy conseguida. La autora nos traslada realmente al pueblo, con su calle arriba y su calle abajo, su iglesia, su casa rural y su casa de ancianos. Por no faltar, ni siquiera falta el mercadillo en el pueblo de al lado (en mi pueblo tampoco jijiji). Los habitantes son los típicos que podemos encontrar en cualquier pueblo español. Sobre todo los ancianos. Los vejetes salen a pasear en cuanto hay una brizna de sol y conocen todo de todo el mundo; y si no lo conocen, lo preguntan.

Rebeca llega al pueblo un poco con los prejuicios de cualquiera que ha vivido siempre en una gran ciudad, cosmopolita y moderna. Considera a los carcareses “de pueblo” y no deja de tener algún “prejuicio” contra ellos. Pero eso no le impide irse haciendo un hueco y entablar relación con algunos de ellos, básicamente con dos jóvenes de su edad – Víctor y Jonás- y con tres o cuatro ancianos que, al final, le ayudarán a descubrir quién fue su abuelo.

En cuanto a los escenarios, prácticamente toda la historia transcurre en Cárcar, en las cuatro calles del pueblo y en los alrededores, donde se encuentra la cueva del ángel caído donde fue encontrada Celia Urbiola. Pero la autora aprovecha para hacer “turismo cultural” y hacernos pasar siquiera unos minutos en localidades cercanas como Pamplona o Fuenterrabía. Los Sanfermines en el primer caso, el preciosísimo pueblo guipuzcoano en el segundo, son dos lugares que, sin duda, merecen la pena conocer. Como conozco ambos pues, qué queréis, siempre es un plus para disfrutar más de la lectura.

Por lo que se refiere a los personajes, no son demasiados. Rebeca es la protagonista absoluta. Junto a ella se sitúan Víctor y Jonás así como varios ancianos: Daniel el Gallardo, el Gitano, Marecelo o Anastasia. Todos están bastante bien perfilados, incluso los secundarios dentro del papel que tienen, lógicamente. Lo mejor es que parecen personajes reales, que si vamos a Cárcar y preguntamos por ellos en la residencia de ancianos, realmente vamos a poder charlar un rato con ellos.

La autora hace gala de un lenguaje sencillo y una prosa ágil y amena. Con un equilibrio adecuado entre narración y diálogo sabe imprimir a su novela un ritmo e interés constante. Sin ser uno de esos libros de ritmo vertiginoso, se lee de forma muy amena y el interés de la historia incita a seguir leyendo. Al ser un libro más bien corto (no llega a las trescientas páginas), es lectura de tres o cuatro días a lo sumo.

Como toda novela de misterio que se precie, tendremos que exprimirnos las neuronas para saber qué pasó. Para saber quién mató a Celia y quién está amenazando a Rebeca. ¿Puede ser, tras sesenta años, la misma persona? Y, ¿por qué la gente se cierra en banda y no quiere ni oir hablar del tema? El misterio está asegurado y también las sorpresas.

Formalmente, el libro se divide en 32 capítulos de corta extensión. Salvo el primero, que se sitúa en el año 1945, los demás se sitúan en el presente (año 2010). La historia está contada por un narrador omnisciente que, en tercera personal, nos hace partícipes de los descubrimientos y lo que le va sucediendo a Rebeca

Finalmente, hay una pequeña subtrama, no exenta de interés, relativa a Dalí y a las falsificaciones de cuadros. Muy interesante

Conclusión final

“El próximo funeral será el tuyo” es una novela de misterio, llena de secretos, incluso familiares, que me ha encantado.

Muy amena y entretenida, se lee sola y deja muy buen sabor de boca.

Una reflexión: ¿está surgiendo algo así como una novela negra navarra? En un plazo de dos meses he leído dos libros situados en esta Comunidad (Ofrenda en la tormenta es el otro) y me acabo de enterar de la reciente publicación de otro situado en Pamplona. Curioso.

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