Me gustan los libros que edita Impedimenta. Además del cuidado con el que lo hacen, siempre me sorprenden con autores que no conocía y con libros que se salen un poco de lo que suelo leer normalmente. Tenía ganas de leer algo de Graeme Macrae Burnet (tengo anotados todos sus libros) y finalmente me he animado con su último libro, de reciente publicación.
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Impedimenta
Páginas: 352
ISBN: 978-84-18668-56-2
Sinopsis
En la primavera de 2020, Graeme Macrae Burnet recibe la carta de un desconocido que lo informa de la existencia de unos cuadernos que, según él, podrían «ser la base de un libro interesante». Intrigado, Macrae se sumerge en el material, fechado en los años sesenta, y descubre la historia de una mujer que, en el Londres de la época, parece albergar sospechas de que el suicidio de su hermana fue incentivado por su psiquiatra, el famoso terapeuta A. Collins Braithwaite, «un contemporáneo de R. D. Laing y una especie de enfant terrible del movimiento de la antipsiquiatría de los años sesenta». Decidida a descubrir la verdad, la mujer asume una identidad falsa, un nuevo nombre, adopta una nueva personalidad y acude a la consulta de Braithwaite para someterse a terapia. O, mejor, a «antiterapia». Comienza así una persecución de tintes hitchcockianos, punteada de destellos de humor negro, en la que doctor y paciente, narrador y personaje, cazador y cazado, se confunden en una trama propia del noir más clásico.
Impresiones
Hace dos años el autor recibió un correo electrónico de un tal Martin Grey. En él le informaba de la existencia de unos cuadernos manuscritos por su prima que podrían dar lugar a un libro interesante. También le decía que había llegado hasta él por una entrada que había publicado en un blog sobre un psicoterapeuta de los años sesenta llamado Collins Braithwaite y, precisamente, en los cuadernos se vertían una serie de acusaciones sobre dicha persona. El autor se implica, el desconocido le envía los citados cuadernos y, analizando los dos libros publicados por el psiquiatra más algunas cartas que se conservan, escribe este libro.
¿O no?
No es un libro sencillo de reseñar pero voy a intentar hacerlo de la mejor manera.
La trama tiene como base el suicidio de una mujer joven llamada Verónica. Se tiró de un paso elevado a la salida de una sesión con su psicoterapeuta Collins Braithwaite. Su familia ni siquiera sabía que acudía a consulta. Su hermana no se lo puede creer: Verónica no estaba deprimida y no era de esas personas que se suicidan. Ella está convencida de que fue inducida al suicidio y que el culpable de su muerte es el propio terapeuta así que se inventa una personalidad y acude ella misma a consulta con la intención de desenmascararle.
La historia se divide en dos tramas. Por una parte asistimos a la “investigación” de la hermana pequeña de Verónica, su vida, su desdoblamiento en otra persona, sus sesiones con Braithwaite. Por otra, vamos a ir conociendo al propio terapeuta: su infancia y adolescencia, su familia, sus estudios en Oxford, su particular forma de ejercer la psiquiatría… Braithwaite no fue un psiquiatra al uso –podríamos decir que fue un antipsiquiatra-, controvertido, raro, revolucionario.
Ambas tramas se van alternando y ambas van avanzando y retrocediendo en el tiempo para mostrarnos diversos momentos de la vida de los protagonistas. Son diversas las técnicas narrativas utilizadas por el autor. Por una parte tenemos los “Cuadernos” redactados por la hermana pequeña de Verónica. A la manera de diarios, en primera persona por tanto, nos va contando sus historias, actos, pensamientos y sentimientos. En estos cuadernos transcribe algunos capítulos del libro “Antiterapia” de Braithwaite. En esos capítulos se habla de distintos pacientes del doctor, con nombre ficticio. Ella está convencida de que uno de esos pacientes es su hermana fallecida.
Por otro lado, tenemos las partes protagonizadas por Collins Braithwaite narradas por un tercero omnisciente. El estilo es diferente, cercano al periodístico o biográfico.
El autor nos hará dudar de todos, incluido el mismo. A ver, ¿cómo podemos fiarnos de un escritor que empieza diciendo que alguien le escribe para hablarle de unos cuadernos que pretende hacerle llegar? Este hecho es creíble, sí. Pero es que ahí mismo, en el correo electrónico, le hablan del tal Braithwaite, que el autor ya conocía y del que había leído “Antiterapia”. Y tú, inocente lector, te vas a buscar el libro y su autor y resulta que ninguno existen. Braithwaite no existe pero sí otro psiquiatra (R. D. Laing) del que también habla el autor. La propia hermana de Verónica tampoco es nada fiable; de hecho, asume una personalidad distinta para sus encuentros con Braithwaite y, sinceramente, llegas a dudar de su propia cordura. Si una de las dos protagonistas –y narradora en primera persona- no es fiable; si el propio escritor nos miente en las primeras líneas, ¿de qué o quién podemos fiarnos? La respuesta es que de nadie.
Todo esto hay que vivirlo en el contexto de la Inglaterra de los años sesenta, una época de cambio a muchos niveles que, a pequeña escala, está bien definida en la novela. Se citan a personajes reales como el actor Dird Bogarde o a Paul McCartney que, una vez más, nos hacen dudar qué es real y qué no lo es.
Conclusión final
“Caso clínico” es un magnífico juego psicológico que el autor se trae con el lector. Una novela que os hará dudar de todo y de todos.
Si os ha gustado mi reseña podéis haceros con el libro a través de los siguientes enlaces:
Hola! No conocía este libro pero esta vez no me atrae en exceso y tengo miles de pendientes así que creo que lo voy a dejar pasar, al menos por el momento. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
No conocía al autor. Pinta bastante bien esta novela, así que tomo nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues creo que es el tercero que publica Impedimenta.
Eliminar