"Una mamá española en Alemania" - Fátima Casaseca

Muchos no sabréis que, además de este blog, tuve hace años uno sobre maternidad. Lo inauguré cuando estaba embarazada de mi hija pequeña, para contar cosas sobre el embarazo, mi experiencia como madre, etc…. Al final, lo privaticé porque éste, el literario, me acabó por absorber y no me dejaba tiempo para llevar en condiciones el otro.

Pero durante los dos años más o menos que lo tuve, fue una experiencia muy satisfactoria, que me dio a conocer un mundo precioso y a un montón de mamás como yo. Una de ellas es mamá española en Alemania. Su blog es uno de los más divertidos y originales de la blogosfera maternal. Si queréis que os diga la verdad, siempre pensé que sus peripecias podían ser llevadas a un libro (como lo pienso de otro, Historias de papá lobo, divertidísimo –a ver si algún día lo vemos también en papel-), por lo que no me extrañó nada cuando la autora desveló en su blog que así iba a ser.

A pesar de que he leído la mayoría de sus post, supe enseguida que quería leer también el libro y así fue. Durante este mes, a ratitos, compaginándolo con otros, he echado unas risas con “Una mamá española en Alemania” . Y éstas son mis impresiones.

Fátima Casaseca

Fátima Casaseca Muñoz (Madrid, 1981) es licenciada en Filosofía y Teología protestante por la Universidad Humboldt de Berlín. Ella nunca pensó en quedarse a vivir en Alemania y lo que en realidad le llevó a ese país fue la intención fallida de obtener una beca Erasmus.

Sin embargo, por problemas formales con el nivel idioma (es autodidacta y aprendió alemán sola en su casa, pero no tenía ningún título oficial que lo acreditase) su petición fue denegada. Ella, según sus propias palabras es una persona muy obstinada, y no se arredró hasta que consiguió el traslado de expediente y la admisión en la Universidad para cursar estudios en Berlín.

Mientras hacía la carrera, conoció en una fiesta al que poco después se convertiría en su marido. Vivieron en Berlín los cuatro primeros años, y posteriormente se trasladaron a un bucólico pueblecito de Baden Württenberg, lugar donde su suegro tiene un negocio que espera el relevo generacional de su hijo tras una próxima jubilación. 

Los niños fueron haciendo tempranamente acto de presencia en el matrimonio, y lo que en principio parecía un impedimento para su desarrollo profesional —la maternidad—, se terminó convirtiendo en un inesperado elemento de proyección social gracias a un blog que adquirió popularidad muy rápidamente.

Fátima Casaseca trabaja, además, en el departamento internacional de una PYME de aquel país, a lo que sin duda ha contribuido su amplio domino de idiomas: español y francés, en los que es bilingüe, y alemán e inglés a un nivel casi similar.

Datos técnicos

Título: “Una mamá española en Alemania”
Autora: Fátima Casaseca
Editorial: Planeta
Edición: tapa blanda con solapas
Fecha de publicación: 11/04/2013
272 páginas
ISBN: 978-84-08-11254-9
Precio: 16,95 euros

Argumento

En lo que dura un parto, tu vida cambia para siempre. Una especie de ansiedad existencial se apodera de ti mientras intentas comprender por qué la vida sigue igual y a la gente le importa un bledo que te hayas reproducido: no han desaparecido los atascos, el pan sube periódicamente y tus amigos se van de copas como siempre. (Y el padre de la criatura, con un par, lo intenta.)

Para colmo, resulta que sigues en Alemania, negociando procesos educativos con un teutón. Deberías haberlo intuido después de observar cómo friegan aquí los platos o su tendencia a combinar el mayor número de colores posibles en su look; pero una, cuando de amor se trata, no suele darle importancia a las minucias y cree que con resolver si os casáis o si se bautiza al vastaguillo se asegura una robusta armonía familiar

Las divertidas aventuras de la popular blogger española y madre de familia afincada en Alemania mientras intenta sobrevivir a los mitos y los fríos de los teutones.

Fátima Casaseca es una española que se fue a estudiar a Alemania. Allí se enamoró de un teutón, se quedó embarazada, tuvo a Mayor, se casó, se fue a vivir a un “mierdapueblo” del sur, tuvo a Destroyer, tuvo al del Rizo y, entremedias, le dio tiempo a escribir un blog contando sus peripecias.

Su blog es: http://mamaenalemania.blogspot.com.es/

Impresiones

Como ya había leído casi todos los post del blog de la autora, sabía perfectamente lo que me iba a encontrar: un libro divertido, fácil de leer, que me haría pasar muy buenos ratos. Y así ha sido, por supuesto, aunque me he divertido incluso más de lo que esperaba. No es lo mismo leer un post de vez en cuando que varios capítulos seguidos: la concentración favorece el divertimento.

El libro es pura diversión.''' La autora es certera en sus apreciaciones y cuenta las cosas con mucha gracia''', de tal manera que no puedes evitar echar unas risas al imaginarte las diferentes situaciones planteadas.

Fátima se va a Berlín, siendo muy jovencita, a estudiar Filosofía y Teología (¡olé!). Allí conoce al Maromen y se queda embarazada. Se casa con él y empiezan a traer hijos al mundo. Primero en Berlín, ciudad moderna y cosmopolita. Pero luego, por cuestiones de trabajo del Maromen, se trasladan a un pueblo del sur, donde vive su familia. Un pueblo precioso, sí, pero pueblo al fin y al cabo con todo lo que eso conlleva: menos posibilidades de todo tipo (culturales, laborales, de ocio y esparcimiento…) y una especial idiosincrasia que hace que a Fátima le resulte difícil hacerse un hueco entre las Úbermutter del lugar. Por eso el pueblo será conocido en nuestros lares como el “mierdapueblo”.

Con dos niños y otro en camino, “machen” todos ellos, para desahogarse y para contar las cosas como realmente son por allí y no como nosotros pensamos por aquí que son, Fátima abrió un blog con el fin de contar sus experiencias. Y su gracejo para contar las cosas y la originalidad de lo que contaba, hizo que el blog creciese y creciese hasta convertirse en un libro.

En el libro, que es una recopilación de los post del blog y algo más, Fátima nos cuenta sus experiencias como madre, como esposa, como hija, como trabajadora, como española en Alemania, con una ironía y un humor fino que hace que no podamos evitar soltar más de una carcajada.

Nos hablará, así, del Maromen, su marido. Que no es el típico alemán rubiales de ojos azules, porque ya nos cuenta ella que podría hacerse pasar por español. Pero en la forma de hablar sí que es alemán y muy alemán:

- Cariño, ¿me traes unas zanahorias de la despensa?
- Ja klar, ¿cuántas quieres?
- Pues tres o cuatro
- ¿tres o cuatro?
- Sí, tres o cuatro
- ¿tres o cuatro?
- Que sí, koñen, tres o cuatro
- A ver, ¿tres? ¿cuatro?

También nos hablará de sus tres “polluelen”. El Mayor, más asentado de todos, que ya va al colegio (allí los colegios comienzan a los seis años y apenas van los niños tres horas por las mañana). El mediano, Destroyer, el menos guapo de los tres pero cuyo encanto personal conquista a todas. El del rizo, aún en pañales, que viene requeteaprendido de sus hermanos mayores.

Las que arman estos tres pitufos que apenas se llevan tiempo entre ellos, son de órdago. Una, como lectora, no puede evitar sonreír al leer sus ocurrencias pero, como madre, me imagino a la pobre Fátima ¡y se me ponen los pelos de punta!

Fátima también nos hablará de su''' familia política''' (“lo sé, lo sé, la familia política es primero política y ya si eso quizás familia), especialmente de su biocuñada, “la hierbas”, que cree a pie juntillas –como la mayor parte de los alemanes- en esas bolitas blancas que lo curan todo. A los españoles, acostumbrarnos a medicarnos por todo y a tener el ibuprofeno o el paracetamol pegado a las manos, no puede dejar de chocarnos (como les choca a ellos, por otra parte, nuestra afición a los medicamentos)

Y, por supuesto, nos habla también de su familia, de su madre especialmente, que es como todas las madres (¡cuántas veces me he visto identificada con ella!) y no puede evitar meterse en todo y criticarlo todo pero, por supuesto, también cuidar a sus nietos y a su propia hija como si de un bebé se tratara y llegar a Alemania cargada de tuppers y comida española, de la de verdad.

Creo que lo mejor del libro, además de la gracia con la que cuenta las cosas la autora, es que''' rezuma sinceridad''' por todos los poros. En algunos de estos blogs de maternidad parece como si en la maternidad todo fuera precioso, todo se viera de color de rosa y los niños no dieran ningún problema. Y luego una mira a los suyos (en mi caso, sobre todo a la bruja de la pequeña y piensa. ¿seré yo? ¿será que no sé educarles?). Pero los niños, más trastos o más tranquilos, son todos iguales: bichos que están viendo cómo te la pueden liar. Y la maternidad es preciosa, sí, y no creo que (casi) nadie que sea madre, si pudiera volver atrás, se plantearía la idea de no serlo. Pero que a veces las madres estamos hasta la coronilla de nuestros muybienamados hijos también es verdad, que a veces dudamos entre si tirarlos por el balcón o tirarnos nosotras mismas, también lo es (mi frase preferida es “me voy a tomar un litro de lejía a ver si me ingresan cinco días en la UVI, qué lujo, cinco días sin ruidos y sin que nadie me moleste!). Y Fátima no tiene pelos en la lengua para decirlo. Por supuesto, con su característica gracia y añadiendo al final una coletilla en la que demuestra lo mucho que se le cae la baba con ellos

El libro contiene 82 capítulos, 82 post, en los que Fátima habla de todos los temas que os he comentado. Cada post tiene unas tres páginas, por lo que se lee enseguida y resulta un libro muy adecuado para ir “picando”, leyendo un día sí y otro no, un solo capítulo o varios de seguido. Yo lo he leído de a pocos, por lo que me ha durado un mes. El libro me pedía ser leído así, dosificándolo, para estirar la diversión. 

Especialmente me han gustado las referencias a la Alemania de la Merkel, al motor de Europa, al país que mejor va y que nos quiere decir cómo tenemos que hacerlo. Un país al que Fátima ama pero del que, por supuesto, ve tanto sus virtudes como sus defectos. Y es que no es todo tan bonito como lo pintan. Así, por ejemplo, la cifra de parados es tan baja porque directamente pasan de apuntar a ciertas personas al paro (como pretende hacer, por otra parte, nuestro querido gobierno con la lista de mujeres maltratadas, ya veréis qué números tan bonitos quedan cuando se apruebe definitivamente la ley que no cuenta como maltratadas a aquéllas que no requieran hospitalización…), la conciliación familiar directamente no existe, el machismo campa por doquier, la limpieza… ejem, ejem (lo de bañar los platos y cómo se lava a los bebés, tiene delito… Un montón de cosas que nos chocan pero, como dice ella, también a los alemanes les chocan muchas de las nuestras. Y si nos miramos objetivamente y con perspectiva, veremos que hay motivos para ello.

Conclusión final

En fin, que me ha encantado el libro. No tenía ninguna duda que iba a ser así, iba sobre seguro. La lectura ha supuesto para mí un repaso de cosas que no sabía.

Y si a mí me ha divertido, creo que a quien no haya leído el blog, le resultará aún más divertido.

¿A qué esperáis? Ir haciendo boca y leyendo algunos de sus post.

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