“El signo del dragón” - Ricardo Alía

Hay muchos motivos para elegir leer un libro y no otro. Uno de ellos es el lugar en el que transcurre la historia. Si éste es conocido por ser nuestra ciudad, un lugar al que soñamos ir o, por lo que sea, un lugar al que tenemos especial cariño, el libro tiene ya la mitad del trabajo hecho. Por la localización elegí esta novela y es que transcurre en mi ciudad, San Sebastián. Además, es novela negra, así que tenía que leerlo sí o sí

Éstas son mis impresiones


Ricardo Alía

(San Sebastián,1971) Tiene dos grandes pasiones: el ajedrez y la literatura. Dejó de competir en torneos internacionales de ajedrez para concluir sus estudios y acabó licenciándose en Ciencias Químicas por la Universidad del País Vasco.

En la actualidad trabaja como químico en Barcelona, ciudad donde reside junto a su familia.

Gran lector de novela negra, escribe en secreto y normalmente guarda los manuscritos en un cajón, pero en este caso ha decidido sacarlos a la luz. El signo del dragón es la primera novela de La trilogía del Zodíaco.

Datos técnicos

Título: “El signo del dragón”

Autor: Ricardo Alía

Editorial: Maeva

Publicado por primera vez en abril de 2016

Encuadernación: Tapa blanda con solapas

ISBN: 978-84-16363-84-1

Páginas: 360

PVP: 19,90 Euros en papel



Argumento

Enero de 2012, comienza el Año del Dragón, el único animal mi­tológico del Zodíaco chino, que representa la sabiduría, el poder y la riqueza. Después de que ETA anuncie el cese definitivo de su actividad armada, la vida en la idílica ciudad de San Sebas­tián discurre serena y sin delitos graves. Pero la situación cambia drásticamente cuando se halla el cuerpo decapitado de un joven estudiante de bachillerato en la Facultad de Ciencias Químicas. La investigación recae en Max Medina, inspector de Homicidios de la Ertzaintza, cuya fuerte personalidad chocará con la de una nueva compañera recién graduada, Erika López, y con la del agente de la científica Joshua O´Neill.

Los crímenes se sucederán en el Año del Dragón, un signo pro­penso a catástrofes naturales y acontecimientos trágicos.



Impresiones

En la facultad de Químicas de San Sebastián aparece el cuerpo decapitado de un joven estudiante de bachillerato quien, habiendo visitado el edificio con su clase, se había quedado en el mismo, junto a un amigo, tras el cierre de las puertas para robar lo que pudieran. El amigo está gravemente herido pues saltó por la ventana. ¿Para escapar de qué?

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Peine de los vientos

l inspector de la ertzaintza Max Medina será el encargado de llevar a cabo la investigación acompañado en esta ocasión de Erika López, una agente novata pero con fuerte personalidad.

Lo que más destaca en esta novela es su buena ambientación, tanto espacial como temporal. Que Ricardo Alía conoce Donosti es evidente; nació aquí y estudió, precisamente, en la facultad de Químicas del campus de Ibaeta (que es uno de los personajes de la novela). Así que la conoce a la perfección y eso se transmite en la novela. Es una de esas novelas en las que la localización geográfica es importante. “El signo del dragón” transcurre aquí porque no podría transcurrir en ningún otro sitio. Los que conocemos la ciudad la veremos perfectamente reflejada en la historia; los que no, tras leerla será como si conocierais una buena parte. El autor aprovecha para llevarnos de paseo por algunos de los sitios más emblemáticos de la ciudad como el famoso Peine de los Vientos de Chillida, el puerto, el Palacio de Miramar o los bares de lo viejo (que sí, que los bares de lo viejo son un lugar emblemático, creedme jajaja). También por otros menos frecuentados como el campus de Ibaeta. Yo estudié allí, en una Facultad que está justo enfrente de la de Químicas pero, curiosamente, nunca entré en ésta así que no conozco personalmente ese edificio que el autor describe como laberíntico

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Facultad de Químicas

ero no sólo es buena la ambientación espacial, sino también la temporal. Y es que la historia no transcurre en la actualidad sino en enero de 2012. Hacía poco que ETA había dejado definitivamente las armas. Por eso el autor –me dijo en la entrevista que le hice- eligió ese año ya que quería que la ertzaintza pudiese centrarse en la investigación de los horribles crímenes que se producen en la facultad de Químicas sin que el terrorismo viese de alguna manera enturbiada su misión. Así que, no, no es éste un libro sobre el terrorismo aunque éste se cite para encuadrar la época en la que la historia tiene lugar.

Me ha gustado muchísimo encontrar anécdotas y chascarrillos sobre mi ciudad. Algunos los conocía (como que en la actual plaza del Chofre del barrio de Gros estuvo situada antiguamente una plaza de toros o que la Brecha se llama así porque fue donde se abrió una grieta –una brecha- en la muralla cuando la guerra contra los franceses (para saber qué ocurrió, os recomiendo la preciosa novela de Toti Martínez de Lezea titulada, precisamente, “La brecha”); pero otros muchos no los conocía y me han encantado. He disfrutado como una enana averiguando pequeñas anécdotas de sitios en los que he estado y que conozco perfectamente pero de los que no conocía alguna cosilla de su historia (algo así os ocurrió a los madrileños con “Madrid, la novela” de Antonio Gómez Rufo)

Los personajes me han gustado mucho. Destaca entre ellos Max Medina quien, me imagino, será igualmente protagonista de las dos entregas posteriores (y es que estamos ante una trilogía como luego comentaré). Max fue antes policía nacional pero es un hombre al que le gusta ir por libre y hacer las cosas como le parece que deben hacerse y no como sus superiores le ordenan hacer y, claro, eso tiene sus inconvenientes. Así que hace unos años que decidió pedir traslado a San Sebastián donde, más o menos, se lleva bien con su comisario. Eso sí, tiene sus cosas y una de ellas es que le gusta trabajar solo. Así que cuando se le asigna una nueva compañera no le hace mucha gracia. Erika, que así se llama, es una nueva agente que está en el cuerpo por vocación y que se ha cambiado el apellido Zurutuza por el más anodino de López. Y es que los Zurutuza son una de las familias más ricas de la ciudad y a ella no le gusta que le identifiquen con su padre. Erika es un personaje que creo que va a dar mucho juego, habrá que esperar a ver qué pasa con ella en las entregas posteriores. Además de estos dos personajes que, junto a alguno más, estoy segura de que aparecerán en la segunda y tercera entrega, hay algunos personajes secundarios directamente relacionados con el caso y de los que, obviamente, no os voy a decir nada porque entre ellos podría estar el sospechoso

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Palacio de Miramar

os personajes, en general, están muy trabajados; incluso los secundarios (siempre dentro de lo permitido por la necesidad de mantener la intriga, claro está). Son personas reales, a las que, aparte de su trabajo, les ocurren cosas como al resto: amistades, enemistades, enamoramientos, en definitiva, vida

La trama principal es la que ya os he contado pero, a la vez, tendremos, de forma paralela, varias subtramas que enriquecen la historia y le dotan de mayor fuerza. En su mayoría están relacionadas con algunos de los personajes. Además, hay una especie de “supertrama” que pulula por encima de todo y que, entiendo yo, seguirá presente en el resto de la trilogía.

Y es que, ya lo he apuntado antes, estamos ante una trilogía: la trilogía del Zodíaco. Éste es el primer título y acaba de publicarse. El segundo será “El vuelo de la serpiente” que se publicará en septiembre y el tercero “El salto del caballo” que saldrá a la venta en enero del 2017. El caso principal investigado empieza y termina en cada novela así que podéis leer éste y no seguir con la trilogía si se da el caso. Los personajes principales y esa “supertrama” de la que os he hablado están presentes en los tres libros así que, si tenéis intención de leerlos, sin duda mejor hacerlo en orden

Como anécdota, decir que Ricardo Alía es un gran jugador de ajedrez (compitió en torneos hace año) y eso se nota en la novela donde se pueden encontrar algunos guiños a él relativos

La novela me ha sorprendido por lo trabajada y bien escrita que está. Es una trama relativamente compleja que, en ocasiones, se retrotrae al pasado (me encanta que los hechos actuales sean consecuencia de acontecimientos del pasado). Ricardo Alía es muy detallista en cuanto a descripciones y en cuanto a la forma de engarzar todos los flecos que tiene la trama. Se nota que se ha documentado bien para “adornar” la historia con datos curiosos que enriquecen la trama principal y que da gusto leer. La historia se lee bien; sin tener un ritmo endiablado, su lectura resulta sencilla y ágil. Mantiene en todo momento la intriga y la tensión narrativa y, por supuesto, hay giros y sorpresas como en cualquier novela negra que se precie de serlo.



Conclusión final

Me ha gustado mucho esta primera entrega de la trilogía del Zodíaco y no dudaré en leer las siguientes. “EL signo del dragón” es una buena novela negra, con una trama compleja y bien desarrollada, unos personajes potentes y un escenario de excepción: la bella Easo

Aquí podéis leer la mini entrevista que hice al autor

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