Hoy os traigo un libro que me llamó la atención a raíz de la reseña que de él hizo hace un tiempo albanta de Adivina quién lee. Vi que me podía gustar y, ya os lo adelanto, así ha sido
Éstas son mis impresiones
Mónica Rouanet
Mónica Rouanet nació en Alicante y desde los siete años vive en Madrid, donde estudió Filosofía y Letras. Especializada en Pedagogía por la Universidad Pontificia de Comillas, posteriormente cursó estudios de Psicología en la UNED. Desde hace más de diez años atiende a personas en riesgo y dificultad social.
Datos técnicos
Título: Donde las calles no tienen nombre
Autora: Mónica Rouanet
Editorial: Roca editorial
Edición rústica con solapas.
ISBN: 9788416306442
Páginas: 320
Fecha de lanzamiento en España: noviembre de 2015
Precio: 17,90 euros
Sinopsis
María del Pilar González de Ayala tiene 35 años cuando huye de la casa materna en el barrio de Salamanca, harta de una madre amargada, castradora y machista que la ha convertido en una "inválida social"
El accidente sufrido por su padre junto a su nueva pareja y el asesinato de Gonzalo, el pretendiente que la abandonó en vísperas de su boda, son otra motivación para iniciar una vida propia bajo un nuevo nombre: María González. María sospecha que su madre tuvo relación con esas muertes y, por ello, como detectiva improvisada, irá descubriendo toda una red de mentiras que implican a su familia, prototipo de aquella burquesía madrileña que enterró y nunca reconoció su apoyo al franquismo con la llegada de la Transición.
Impresiones
Tras este precioso título se esconde una igualmente preciosa novela llena de intrigas familiares.
María del Pilar González de Ayala tiene 35 años y ha vivido siempre a la sombra de su madre, una señora de alta cuna que se cree mejor que nadie y que dirige la vida de su familia con mano firme. Especialmente la de su hija, que siempre ha vivido con ella. Hace dos años su querido padre y la amante de ésta murieron atropellados en un accidente nada claro. Él era su único apoyo porque con sus dos hermanos mayores no tiene demasiado relación, especialmente con Javier, el mayor, un hombre tan rígido y dictatorial como su madre. El padre siempre le animó a independizarse y, por fin, harta del férreo control que sobre ella ejerce su madre, María del Pilar se decide a dar el paso: abandona su casa y la galería de arte que regenta y se va a vivir al piso que su padre compró para ella cuando era una niña y del que su madre desconoce la existencia. El siguiente paso es simplificar su nombre y pasarse a llamar María González.
Estando en su nuevo piso, contacta con el hijo de la amante de su padre, quien considera que sus padres fueron asesinados, que el atropello no fue un accidente. Y María y Alberto deciden investigar qué pasó realmente; María convencida de que su madre ha tenido algo que ver.
Si algo prima en esta novela es el entretenimiento y la intriga. Ya desde el primer momento, la novela engancha y envuelve en una red de secretos y de intrigas familiares. Pero, sorprendentemente, va a más. Reconozco que al principio me pareció una novela simplemente entretenida, cuyo misterio iba a ser de fácil resolución; pensé que me iba a agradar mucho, sin más. Pero me encontré con que la trama se iba haciendo cada vez más compleja, que no había atisbado más que la punta del iceberg y que, aparte del misterio que se nos deja entrever desde el principio, iba a haber muchos más.
Es ésta una novela con muy pocos personajes, todos ellos caracterizados a la perfección. María, su madre doña Pilar, sus hermanos Javier y Fernando, un ex novio llamado Gonzalo, Alberto y Gustavo el psicólogo de María. Y para de contar. Unos personajes que, además, dan mucho juego.
María es la protagonista absoluta pues, entre otras cosas, es quien nos cuenta la historia en primera persona. Un acierto en este caso la elección de la primera persona como voz narrativa. Y, además, creo que hasta necesario para que podamos empatizar con una mujer que, de otra forma, igual no nos habría caído tan simpática. Porque hay que reconocer que, de primeras al menos, se te hace raro que una mujer de treinta y cinco años, rica, con su trabajo, su carrera, sin ningún problema psicológico ni de otro tipo, no sea capaz de plantar cara a su madre. Por muy señorona que sea doña Pilar, María ya no es una niña y debería ser capaz de sacarse las castañas del fuego. Pero al contar la historia en primera persona, podemos ver de primera mano cómo es María y qué es lo que su madre ha hecho con ella desde muy pequeñita. Y así entenderemos cómo es posible que le haya aguantado tanto. Su madre es manipuladora, castradora…, en una palabra: una auténtica maltratadora psicológica. Según iba leyendo y sabiendo cómo había sido su relación, me daba cuenta de que María no era tan diferente de muchas mujeres maltratadas psicológicamente por sus parejas. Cuando alguien te mete en la cabeza desde pequeña que eres débil y frágil, que no sirves para nada, que nadie te quiere… pues tenemos mujeres que se dejan maltratar por su marido o, en este caso, que siguen atadas a su maltratadora madre.
Doña Pilar es rica, de familia poderosa (su padre era un militar franquista de algo rango) y con muchos aires de grandeza. Para ella todo son las apariencias, vive de eso, de cara a la galería y tiene muy claro cómo tiene que comportarse una mujer. Sus ideas ni qué decir que son de otra época; no se ha dado cuenta de que ahora las cosas se hacen de otra manera y ha educado a sus hijos para que se comporten como ella cree que deben hacerlo. Unas maneras muy machistas y prepotentes que os aseguro que te dejan más de una vez con la boca abierta. Sinceramente, es un horror de madre, un personaje odioso del que sabes que puedes esperar lo peor
Javier, el hermano mayor está hecho a imagen y semejanza de su madre. El segundo, Fernando, aunque María no tiene mucha relación con él, parece que es más normal y asequible. Luego tenemos a Alberto, Gonzalo y Gustavo. Con ellos, prácticamente todo el elenco de personajes está ya dibujado. Como digo, todos ellos están muy bien trabajados, con caracteres que en algunos casos son extremos y en otros nos irán dando alguna que otra sorpresa a medida que vayan mostrando su verdadera personalidad.
Como he dicho antes, María es la narradora en primera persona. Ello, es un acierto que consigue acercarnos al personaje. Pero está claro que la elección de la primera persona tiene sus limitaciones, cuando se trata de enfrentarnos a hechos que es imposible que ésta conozca. Esos casos los salva Mónica Rouanet con la utilización, cuando la ocasión lo requiere, de un narrador omnisciente que, desde fuera, complementa y completa la visión que María tiene de la historia, dejándonos ver así todas las facetas de ésta.
Me ha gustado mucho la forma en la que está escrita la novela. Aunque la trama principal es la que es, la autora va incluyendo pequeñas subtramas, relacionadas con la principal, que la complementan y permiten ir encajando las múltiples piezas de las que está compuesta esta novela-puzle. Las piezas van encajando con precisión, sin dejar nada sin resolver, dando respuesta a todos los interrogantes que se han ido planteando a lo largo de la novela. Y, cuando la terminamos, nos damos cuenta de que es mucho más compleja de lo que en un principio parecía.
La autora tiene una prosa sencilla y directa. El ritmo, rápido sin llegar a ser vertiginoso, se mantiene constante a lo largo de toda la novela para, como suele ser normal, acelerarse hacia el final. En la novela hay narración pero también bastante diálogo que, junto con las diferentes sorpresas que nos iremos encontrando y el manejo adecuado de la tensión narrativa, hace que las páginas vuelen entre nuestras manos. Y así llegamos al final; un final tenso, inesperado y redondo.
Finalmente, decir que el título me parece un acierto. Probablemente os suene como título (en inglés) de una famosa canción de U2 a la que es evidente que la autora quiere hacer un homenaje. Pero, además, está muy relacionada con el contenido de la novela porque no es lo mismo nacer en una calle con nombre (léase calle Velázquez, Paseo del Prado, etc, etc) que cualquier otra calle de esas cuyo nombre no indica nada, que hasta es intercambiable con el nombre de otras. El nombre de ciertas calles ya dice mucho acerca del status social de una persona y , si me apuras, de su forma de ser...
Mónica Rouanet nació en Alicante y desde los siete años vive en Madrid, donde estudió Filosofía y Letras. Especializada en Pedagogía por la Universidad Pontificia de Comillas, posteriormente cursó estudios de Psicología en la UNED. Desde hace más de diez años atiende a personas en riesgo y dificultad social.
Datos técnicos
Título: Donde las calles no tienen nombre
Autora: Mónica Rouanet
Editorial: Roca editorial
Edición rústica con solapas.
ISBN: 9788416306442
Páginas: 320
Fecha de lanzamiento en España: noviembre de 2015
Precio: 17,90 euros
Sinopsis
María del Pilar González de Ayala tiene 35 años cuando huye de la casa materna en el barrio de Salamanca, harta de una madre amargada, castradora y machista que la ha convertido en una "inválida social"
El accidente sufrido por su padre junto a su nueva pareja y el asesinato de Gonzalo, el pretendiente que la abandonó en vísperas de su boda, son otra motivación para iniciar una vida propia bajo un nuevo nombre: María González. María sospecha que su madre tuvo relación con esas muertes y, por ello, como detectiva improvisada, irá descubriendo toda una red de mentiras que implican a su familia, prototipo de aquella burquesía madrileña que enterró y nunca reconoció su apoyo al franquismo con la llegada de la Transición.
Impresiones
Tras este precioso título se esconde una igualmente preciosa novela llena de intrigas familiares.
María del Pilar González de Ayala tiene 35 años y ha vivido siempre a la sombra de su madre, una señora de alta cuna que se cree mejor que nadie y que dirige la vida de su familia con mano firme. Especialmente la de su hija, que siempre ha vivido con ella. Hace dos años su querido padre y la amante de ésta murieron atropellados en un accidente nada claro. Él era su único apoyo porque con sus dos hermanos mayores no tiene demasiado relación, especialmente con Javier, el mayor, un hombre tan rígido y dictatorial como su madre. El padre siempre le animó a independizarse y, por fin, harta del férreo control que sobre ella ejerce su madre, María del Pilar se decide a dar el paso: abandona su casa y la galería de arte que regenta y se va a vivir al piso que su padre compró para ella cuando era una niña y del que su madre desconoce la existencia. El siguiente paso es simplificar su nombre y pasarse a llamar María González.
Estando en su nuevo piso, contacta con el hijo de la amante de su padre, quien considera que sus padres fueron asesinados, que el atropello no fue un accidente. Y María y Alberto deciden investigar qué pasó realmente; María convencida de que su madre ha tenido algo que ver.
Si algo prima en esta novela es el entretenimiento y la intriga. Ya desde el primer momento, la novela engancha y envuelve en una red de secretos y de intrigas familiares. Pero, sorprendentemente, va a más. Reconozco que al principio me pareció una novela simplemente entretenida, cuyo misterio iba a ser de fácil resolución; pensé que me iba a agradar mucho, sin más. Pero me encontré con que la trama se iba haciendo cada vez más compleja, que no había atisbado más que la punta del iceberg y que, aparte del misterio que se nos deja entrever desde el principio, iba a haber muchos más.
Es ésta una novela con muy pocos personajes, todos ellos caracterizados a la perfección. María, su madre doña Pilar, sus hermanos Javier y Fernando, un ex novio llamado Gonzalo, Alberto y Gustavo el psicólogo de María. Y para de contar. Unos personajes que, además, dan mucho juego.
María es la protagonista absoluta pues, entre otras cosas, es quien nos cuenta la historia en primera persona. Un acierto en este caso la elección de la primera persona como voz narrativa. Y, además, creo que hasta necesario para que podamos empatizar con una mujer que, de otra forma, igual no nos habría caído tan simpática. Porque hay que reconocer que, de primeras al menos, se te hace raro que una mujer de treinta y cinco años, rica, con su trabajo, su carrera, sin ningún problema psicológico ni de otro tipo, no sea capaz de plantar cara a su madre. Por muy señorona que sea doña Pilar, María ya no es una niña y debería ser capaz de sacarse las castañas del fuego. Pero al contar la historia en primera persona, podemos ver de primera mano cómo es María y qué es lo que su madre ha hecho con ella desde muy pequeñita. Y así entenderemos cómo es posible que le haya aguantado tanto. Su madre es manipuladora, castradora…, en una palabra: una auténtica maltratadora psicológica. Según iba leyendo y sabiendo cómo había sido su relación, me daba cuenta de que María no era tan diferente de muchas mujeres maltratadas psicológicamente por sus parejas. Cuando alguien te mete en la cabeza desde pequeña que eres débil y frágil, que no sirves para nada, que nadie te quiere… pues tenemos mujeres que se dejan maltratar por su marido o, en este caso, que siguen atadas a su maltratadora madre.
Doña Pilar es rica, de familia poderosa (su padre era un militar franquista de algo rango) y con muchos aires de grandeza. Para ella todo son las apariencias, vive de eso, de cara a la galería y tiene muy claro cómo tiene que comportarse una mujer. Sus ideas ni qué decir que son de otra época; no se ha dado cuenta de que ahora las cosas se hacen de otra manera y ha educado a sus hijos para que se comporten como ella cree que deben hacerlo. Unas maneras muy machistas y prepotentes que os aseguro que te dejan más de una vez con la boca abierta. Sinceramente, es un horror de madre, un personaje odioso del que sabes que puedes esperar lo peor
Javier, el hermano mayor está hecho a imagen y semejanza de su madre. El segundo, Fernando, aunque María no tiene mucha relación con él, parece que es más normal y asequible. Luego tenemos a Alberto, Gonzalo y Gustavo. Con ellos, prácticamente todo el elenco de personajes está ya dibujado. Como digo, todos ellos están muy bien trabajados, con caracteres que en algunos casos son extremos y en otros nos irán dando alguna que otra sorpresa a medida que vayan mostrando su verdadera personalidad.
Como he dicho antes, María es la narradora en primera persona. Ello, es un acierto que consigue acercarnos al personaje. Pero está claro que la elección de la primera persona tiene sus limitaciones, cuando se trata de enfrentarnos a hechos que es imposible que ésta conozca. Esos casos los salva Mónica Rouanet con la utilización, cuando la ocasión lo requiere, de un narrador omnisciente que, desde fuera, complementa y completa la visión que María tiene de la historia, dejándonos ver así todas las facetas de ésta.
Me ha gustado mucho la forma en la que está escrita la novela. Aunque la trama principal es la que es, la autora va incluyendo pequeñas subtramas, relacionadas con la principal, que la complementan y permiten ir encajando las múltiples piezas de las que está compuesta esta novela-puzle. Las piezas van encajando con precisión, sin dejar nada sin resolver, dando respuesta a todos los interrogantes que se han ido planteando a lo largo de la novela. Y, cuando la terminamos, nos damos cuenta de que es mucho más compleja de lo que en un principio parecía.
La autora tiene una prosa sencilla y directa. El ritmo, rápido sin llegar a ser vertiginoso, se mantiene constante a lo largo de toda la novela para, como suele ser normal, acelerarse hacia el final. En la novela hay narración pero también bastante diálogo que, junto con las diferentes sorpresas que nos iremos encontrando y el manejo adecuado de la tensión narrativa, hace que las páginas vuelen entre nuestras manos. Y así llegamos al final; un final tenso, inesperado y redondo.
Finalmente, decir que el título me parece un acierto. Probablemente os suene como título (en inglés) de una famosa canción de U2 a la que es evidente que la autora quiere hacer un homenaje. Pero, además, está muy relacionada con el contenido de la novela porque no es lo mismo nacer en una calle con nombre (léase calle Velázquez, Paseo del Prado, etc, etc) que cualquier otra calle de esas cuyo nombre no indica nada, que hasta es intercambiable con el nombre de otras. El nombre de ciertas calles ya dice mucho acerca del status social de una persona y , si me apuras, de su forma de ser...
Conclusión final
Si os gustan las novelas llenas de intriga y tensión narrativa; si os gustan los secretos familiares; si os gusta disfrutar con una historia sencilla y compleja a partes iguales, dadle una oportunidad a “Donde las calles no tienen nombre” que no os vais a arrepentir.
Podéis comprarla en Popular libros
Un personaje que tiene buena pinta (si consigue solucionar con éxito sus problemas) y un título precioso como bien dices. La tendré en cuenta.
ResponderEliminarSaludos
Ya sabes que también me gusto mucho.
ResponderEliminarLa verdad es que le tengo muchas ganas. Todos los lectores están quedando más que satisfechos con ella.
ResponderEliminarBesos
Creo que la apunté cuando la reseñó Albanta, pero lo verifico porque me encantan este tipo de historias :)
ResponderEliminarBs.
Esta es de las mías, si tiene secretos familiares seguro que me gusta
ResponderEliminarBesos
No conocía la novela pero me la apunto. Besinos.
ResponderEliminarHabía leído cosas buenas de esta novela, ahora ya lo tengo claro...la apunto.
ResponderEliminarUn beso!
Impecable reseña, como todas las tuyas. Tengo que leer a Mónica ¡pero ya!
ResponderEliminarUn abrazo.
No pinta mal, no descarto leerlo :)
ResponderEliminarA esta autora le tengo ganas, y este título tiene pintaza.
ResponderEliminarBesos.
También me ha gustado mucho y he encontrado más que mero entretenimiento.
ResponderEliminarUn beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe apeteció en cuanto enseñaste esa portada y ese título en Twitter. A ver si me hago con ella.
ResponderEliminarBesos.
Pues sí que tiene una pinta estupenda. Además el título me encanta. Besos.
ResponderEliminarMe la llevo apuntada para leerla en un futuro. Besos
ResponderEliminarPaso por encima de tu reseña que la estoy leyendo ahora mismo y llevo 100 páginas y me está gustando. Un besote
ResponderEliminarRecuerdo haber leído una reseña para él y coincidía contigo, a ver si consigo dar con él por aquí, creo que podría gustarme. Gracias por la reseña :)
ResponderEliminarBesos.
Ya sabes que también me gustó mucho!
ResponderEliminarBesos
De primeras no me entusiasmaba, pero por lo que cuentas pinta genial
ResponderEliminarApuntada queda
Besos
Tal y como la pintas es difícil resistirse a ella. Besos.
ResponderEliminarEsta la dejo pasar. Un beso ;)
ResponderEliminarCreo que la dejo pasar, no me acaba de llamar la atención.
ResponderEliminarMuchas gracias por la reseña.
No tiene mala pinta, me lo apunto.
ResponderEliminarSaludos
Hola! La verdad es que no termina de convencerme aunque me alegra que a ti te haya gustado. Muy buena reseña como siempre.
ResponderEliminarUn saludo!
Qué buena pinta! Bien apuntado me llevo este título, que no lo conocía.
ResponderEliminarBesotes!!!
Veo que te ha gustado mucho pero a mi no termina de llamarme.
ResponderEliminarBesotes.
Con ese título tan de U2 como para no querer leerlo. Besos!
ResponderEliminarHola, gracias por la reseña, se ve un buen libro.
ResponderEliminarBesos
Pues me lo llevo apuntadísimo =)
ResponderEliminarBesotes
Lo leí, y me gustó, pero un poco menos que a ti
ResponderEliminarBesos