"La elegancia del erizo" es de esas que resultan aclamadas tanto por la crítica como por el público y que se convierten en un fenómeno editorial por el boca a boca, a pesar de que su autor no sea conocido. Yo lo leí hace como año y medio y os puedo decir que, si bien en su momento me gustó mucho, me dejó la sensación de que me hubiese podido gustar muchísimo más de haberla leído en otro momento de mi vida. Muchas veces, una lectura te gusta más o menos dependiendo del momento en que la leas. De hecho, año y medio después, tengo un buenísimo recuerdo de la misma.
"La elegancia del erizo" es obra de una escritora francesa, un poco en la línea de Amelie Nothomb o Anna Gavalda. Quizás porque no conozco muchas más escritoras francesas, no lo sé, pero lo cierto es que al principio de la novela me pareció que tenía similitudes con la obra de estas otras dos escritoras de su misma generación y país. Con Amelie Nothomb, el hecho de que las protagonistas son unas "descastadas" y su gusto por lo japonés; con Anna Gavalda, el amor inteligente que subyace en la novela…
Muriel Barbery
Es una de las nuevas promesas francesas. Es profesora de Filosofía (hecho que se refleja en la novela de la que voy a hablar, con muchos tintes filosóficos). La novela que le ha dado la fama es precisamente ésta, "La elegancia del erizo", que fue un fenómeno en Francia, con más de 600.000 ejemplares vendidos y que recibió el Premio de los Libreros. La novela ha sido traducida a 27 idiomas y se ha adaptado al cine. Casualmente, en estos días estoy viendo la peli (a trozos) y, si bien me parece bastante fiel, no me acaba de convencer...
Argumento
Renée es una mujer de cincuenta años, portera en el número 7 de la calle Grenelle de París. Una casa con apartamentos de lujo, de gente snob, que mira sin ver a la que consideran una simple portera. Pero Renée es una mujer inteligente, con un gusto exquisito por todas las manifestaciones del Arte, especialmente la Literatura, la Música o el Cine. Pero esconde su cultura detrás de una máscara de idiotez, que la hace impenetrable.Una de las habitantes del inmueble es Paloma, una niña de once años, super-dotada, que tiene pensado suicidarse en cuanto cumpla los doce. Eso porque es demasiado inteligente para la vida que le ha tocado vivir, una vida de ricos, pero vacía de todo contenido.
Tras la muerte de uno de los residentes del edificio, llega un señor japonés, Kakuro, que va a trabar amistad con la portera y con la niña.
Impresiones
Lo primero decir que el libro no me gustó tanto como debería. Lo leí en vacaciones, con el niño armando jaleo y con escasa o nula concentración; por eso, no pude saborearlo como tan deliciosa novela merece. No es este un libro para llevarse a la playa o a la piscina, sino que su lectura exige concentración. No es porque sea difícil de leer, que no lo es, sino porque para disfrutar plenamente la belleza de sus pasajes, es necesario estar relajado y sin pensar en otras cosas. Es una novela contemplativa, en la que apenas pasa nada, por lo que no me parece adecuado para cualquier persona. No hay acción, ni misterio, ni romance… sino que es una historia de personas, de un trocito de la vida de tres personas normales, vulgares. Es una novela de pensamientos, reflejados con bellísimas palabras por una auténtica filóloga. Lo mejor que tiene esta novela es lo bien que está escrita, con una prosa cuidadísima, que da lugar a muchísimas frases dignas de mención. He recogido dos, pero son muchas más las que se pueden entresacar:
.- "Ser pobre, fea y, por añadidura, inteligente, condena en nuestras sociedades a trayectorias sombrías y desengañadas a las que más vale resignarse lo antes posible. A la belleza se le perdona todo, incluso la vulgaridad. La inteligencia ya no se ve como una justa compensación de las cosas, una manera de restablecer el equilibrio que la naturaleza ofrece a los menos favorecidos de entre sus hijos, sino como un juguete superfluo que realza el valor de la joya. En cuanto a la fealdad, siempre se la considera culpable, y yo estaba condenada a ese destino trágico con el dolor que precisamente me confería mi lucidez".
.- "Ser pobre, fea y, por añadidura, inteligente, condena en nuestras sociedades a trayectorias sombrías y desengañadas a las que más vale resignarse lo antes posible. A la belleza se le perdona todo, incluso la vulgaridad. La inteligencia ya no se ve como una justa compensación de las cosas, una manera de restablecer el equilibrio que la naturaleza ofrece a los menos favorecidos de entre sus hijos, sino como un juguete superfluo que realza el valor de la joya. En cuanto a la fealdad, siempre se la considera culpable, y yo estaba condenada a ese destino trágico con el dolor que precisamente me confería mi lucidez".
.- "Los que saben hacer las cosas, las hacen; los que no saben, enseñan a hacerlas; los que no saben enseñar, enseñan a los que enseñan, y los que no saben enseñar a los que se enseñan, se meten en política".
Otro de los atractivos de la novela es que a Renée le encanta leer, así que en la novela hay muchas referencias literarias. Lo que más le gusta es la literatura rusa clásica, especialmente Anna Karenina, de la que se recogen algunas frases; pero sus gustos también se acercan a la novela negra contemporánea con nombres como Henning Mankell (mi favorito) o Michael Connelly. A los que compartimos esa pasión por la lectura, siempre nos gusta encontrarnos entre "colegas"…La novela es bastante filosófica. La autora es profesora de Filosofía y eso se nota: a lo largo de ella, se pueden ver varios acercamientos a las cuestiones más importantes de la vida desde un punto de vista filosófico; pero explicado o dicho con mucha sencillez, de tal forma que incluso a quienes no nos gusta nada la Filosofía, no se nos hace pesado sino interesante.
La novela es pausada, para leer despacio. No es de esas que enganchan, porque es que en realidad no pasa apenas nada. Se lee bien, fácil, pero puede hacer que mucha gente la abandone a las primeras de cambio por esa falta de acción; sin embargo, aconsejaría ir hasta el final porque es Literatura con mayúsculas y de vez en cuando merece la pena leer una verdadera obra de Arte.
Este es uno de los que tengo pendiente de leer, a ver si me animo porque después de varias recomendaciones parece que merece la pena.
ResponderEliminarSiento no estar de acuerdo contigo pero no creo que Amelie Nothomb y la autora de este libro tengan demasiado que ver, ni si quiera en su forma de escribir. Que a las dos les gusta lo japonés, de acuerdo pero en estilos diferentes. Ya quisiera Nothomb crear personajes como los que ha creado Barbery. :P
ResponderEliminarY volviendo a “La elegancia del erizo” he de reconocer que me sorprendió muy gratamente, no esperaba encontrarme con un libro así, prejuicios de best sellers XDD pero me impresionó y me conquisto. Hasta he sido capaz de derramar una lagrimita al final, porque tanto me había metido en la historia que no me paré a pensar en el desenlace y me pilló por sorpresa.
También he de decirte que al final he visto la peli y no me ha gustado nada. Creo que se han desvirtuado los personajes y no lo entiendo. La escena del pez con paloma es totalmente desafortunada, la hace parecer una desequilibrada cuando no lo es y el que no se aclare el porqué de la conducta de Renée también es absurdo y deja al personaje cojo para quien no haya leído el libro.
Pero el libro quizás cobra así más importancia porque está bien hilado y la historia en principio sencilla da lugar a un montón de preguntas a un montón de conclusiones, no en vano su autora es profesora de filosofía y eso se nota en el libro desde la primera a la última página.
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http://lallavedelbaul.wordpress.com/
la verdad es que a mi este libro no me gustó nada, no lo he terminado todavía, supongo que algún día lo haré...pero de momento no!, me resulto pesado y un tanto pedante, pero intentaré darle otra oportunidad algún día.....
ResponderEliminarSaludos!