Toti Martínez de Lezea es mi escritora de novela histórica preferida. Ésta es su última novela.
Toti Martínez de Lezea
Nació en Vitoria en 1949. Trabajó como traductora y en el teatro y la televisión, escribiendo y dirigiendo más de mil programas infantiles.Como digo, es mi escritora de novela histórica preferida. Salvo algunas excepciones, en que ha tocado otros géneros, todas sus novelas son históricas y la mayoría están situadas en un período muy concreto de la historia española: la medieval. Muchas de ellas se sitúan en el País Vasco y la mayoría hablan de la "pequeña historia". Salvo "La abadesa", que habla de la vida de una hija ilegítima de Fernando el Católico la mayoría habla de personajes ficticios o que, aunque existieron, no son conocidos por la posteridad (salvo en sus propias ciudades; por ejemplo, algunos de los personajes secundarios de "La calle de la judería" tienen una calle en alguna ciudad vasca…). Sus historias nos hablan de la vida diaria, de personajes que vivieron y sufrieron hace siglos. Pero la ambientación es magnífica.
Bibliografía:
.- La calle de la judería : la difícil convivencia en Vitoria entre judíos y cristianos. Quizás porque fué de las primeras que leí , pero sigue siendo mi preferida
.- Las torres de Sancho: ésta aún no la he leído pero tengo que hacerlo; además, está disponbile en edición de bolsillo así que cualquier día de éstos la compro
.- La herbolera: sobre una chiquita, curandera de profesión, acusada de brujería. Aunque hay gente que dice que es de las mejores, a mí no me gustó tanto como "La calle de la judería" o "La brecha", quizás porque ya tengo muy visto el tema.
.- Señor de la guerra, no la he leído
.- La abadesa:sobre una hija ilegítima de Fernando el Católico: no está mal, se deja leer, pero es de las que menos me gustaron
.- Los hijos de Ogaiz ( la primera que leí, me gustó mucho)
.- La voz de Lug (ésta me gustó menos). Está situada enntre los astures así que atención la gente de esa zona porque seguro que disfrutais mucho con ella.
.- La comunera : sobre la mujer de uno de los comuneros. Me gustó bastante
.- El verdugo de Dios: No la he leído aunque sí la que es su continuación "El jardín de la oca
.- La cadena rota: tampoco la he leído
.- A la sombra del templo: continuación de La calle de la judería pero que me gustó menos que ésa
.- La brecha: de mis preferidas aunque reconozco no ser imparcial porque está situada en mi ciudad y conozco todos los escenarios de la novela; eso siempre suma puntos.
.- El mensajero del rey (novela infantil)
.- El jardín de la oca: sobre el Camino de Santiago. No está mal pero tampoco me emocionó especialmente
.- La hija de la luna (también novela infantil). La leí hace mucho y no guardo ningún recuerdo de ella
.- Los libros de relatos "Los graffitis de mamá"; en plan gracioso cuenta las tribulaciones de una mujer de cincuenta años: prefiero sus novelas historicas) y "Leyendas de Euskalheria".
.- "Placeres reales"
.- "La flor de la argoma": me ha encantado.Ha recibido diversos premios, entre ellos el premio al libro más vendido de las ferias del libro de San Sebastián (en el año 2000) y Bilbao (2001).
Argumento
Estamos en los años 1872 y siguientes en el pueblo guipuzcoano de Oñate. Los Urrondo son una familia vasca que vive en su caserío desde tiempos inmemoriales. La muerte prematura de los padres deja a cuatro hijos huérfanos, todos aún pequeños, y el párroco de la aldea los envía a estudiar internos con los jesuitas.Cuando Bittor, el mayor y heredero del caserío, cumple la mayoría de edad los cuatros abandonan el colegio y se van a vivir al caserío.
Bittor en un joven serio, taciturno, que apenas habla y de actitud inflexible. Eladio, el que le sigue en edad, es más amable y agradable, más dicharachero pero tiene un cierto resquemor hacia Bittor quien, por el hecho de haber nacido un año antes, se convierte en propietario de todo quedándole a él sólo la posiblidad de servirle.Son años convulsos en los que se produce el tercer levantamiento carlista. Los vascos son básicamente carlistas porque entienden que el pretendiente será el mejor defensor de sus fueros, frente a los liberales que quieren que todos los hombres sean iguales.
En la villa de Oñate hay un abogado, Zabala, que se erige en defensor de los hermanos. Su ahijada Julia es una preciosa chica de la que tanto Bittor como Eladio se enamoran en cuanto la ven. La ven en unas circunstancias muy extrrañas, además, porque ambos muchachos han sido llevados a la villa para reclutarlos para el servicio militar. Bittor finalmente se libra por ser el cabeza de familia y tiene la posibilidad de librar a Eladio pagando una cantidad de dinero pero, al ver que también va a intentar ir a por Julia, decide no pagarla y así librarse de la competencia.Siguen unos años convulsos en que la guerra y los rencores y venganzas entre los habitantes del pueblo y la propia familia van a convulsionar la vida de todos.
Impresiones
Es de las novelas de esta escritora que más me ha gustado, casi tanto como "La calle de la judería" o "La brecha". Intentaré contaros por qué.
En cuanto al estilo y tal, nada nuevo: Toti escribe siempre igual de bien. Sus novelas son de lectura fácil y amena, con ritmo y siempre alguna sorpresa.
El que nos dé información histórica no convierte a sus novelas en pesadas o aburridas; al contrario: a pesar de que con ellas aprendes, lo haces sin darte cuenta, de forma como subliminal, mientras te entretienes y disfrutas con una buena historia. "La flor de la argoma" no es la excepción. Además de entretenida y de fácil lectura, es quizás una de las novelas más instructivas que ha escrito porque nos da una verdadera lección de la historia de las guerras carlistas en el País Vasco. Luego os hablaré más de esto.
Como siempre, si bien situando en un contexto histórico, Toti se fija en la gente de a pie. Yo creo que es por eso que sus novelas me gustan tanto. Las novelas puramente históricas pueden estar bien si el personaje en cuestión o la época, batalla, hecho, etc que describen te interesa pero, ¿y si no te interesa en absoluto? Personalmente, no me interesan las guerras carlistas, ni el pretendiente Carlos, ni el general Serrano o cualquiera de los protagonistas de aquella época y nunca hubiera leído, de motu propio, una novela que los tuviera por objeto. Pero en "La flor de la argoma", si bien salen todos ellos, no son los protagonistas principales. Los protagonistas principales son una familia ficticia pero que bien pudo existir. Toti describe perfectamente la vida en un caserío vasco perdido en las montañas. Describe a una famlia y a sus allegados, a los vecinos de un pueblo, a un cura de aldea... a personas que sí pueden llegar a interesar a cualquiera en un momento dado.Otra de las buenas cosas que tiene Toti es que se mantiene imparcial ante los hechos históricos. Esto que debería ser una perogrullada es evidente que no siempre es así. Muchos historiadores interpretan la historia, dan su punto de vista y eso nunca debería ser así: no podemos ponernos de parte de un bando en una guerra, ni considerar que un bando es bueno o malo. La historia es la que es y ha de contarse como realmente ocurrió, sin importar las ideas políticas o de otro tipo que el historiador (o novelista en este caso) tenga. Esa parcialidad tiene lugar en muchísimas de las novelas que sobre la Guerra Civil española se ha escrito: para la gran mayoría de novelistas los rojos son santos y los nacionales encarnación del mismo demonio. Yo no soporto que se sea tan simplista. Toti es vasca y desconozco cuáles pueden ser sus implicaciones políticas. Y lo desconozco porque no se refleja en sus novelas, que es como debe ser. Aquí está hablando de las guerras carlistas que tienen mucho que ver con el nacionalismo vasco actual; sin embargo, no sabemos de qué parte está: bueno, sí lo sabemos, está de parte de la historia. En su novela no todos los carlistas son buenísimos y los liberales malísimos, sino que hace ver cómo en ambos bandos, como en cualquier guerra s cometen tropelías por ambas partes y quien al final resulta perdedor es el pueblo llano.
El personaje principal, Bittor, se hace profundamente antipático. Es un personaje huraño, cerrado, que hace cosas realmente malas. Pero he conseguido cogerle al final un poco de cariño. En primer lugar, porque el amor que siente hacia Julia le redime al final. Y también porque, en el fondo, muy en el fondo, es una buena persona, que sólo pretende vivir la vida tal y como le parece, al que no le gusta que le ordenen lo que tiene que hacer y que pensar pero que también está ahí cuando su familia le necesita. Y, sobre todo, que si bien parece al principio superinflexible, al final, la vida le lleva por unos derroteros tales que acaba adaptándose como un junco.A mí la historia de amor con Julia sí me ha parecido real. Quizás porque conozco a personas que tienen un carácter similar a Bittor. Yo vivo en San Sebastián y no conozco demasiado el interior de Guipuzcoa. Me da hasta vergüenza decirlo, pero jamás había estado en Oñate o en el Monasterio de Aranzazu (hasta que, tras leer la novela, no tardé ni dos semanas en dejarme caer por allí). Pero es cierto que mucha gente del interior, especialmente quienes viven en caseríos aislados, tiene un carácter muy similar al del protagonista de la novela. Ahora hay carreteras y buenas vías de comunicación y, a pesar de eso, sigue habiendo caseríos casi totalmente aislados en la ladera de los montes. Desde algunos de ellos no se ve ninguna otra casa en los alrededores. Si eso es así ahora, imaginaos hace un siglo, con caminos de cabra para acceder a ellos. Los caseros eran gente totalmente aislada, cerrada, apegados a sus costumbres, a sus tierras, con una falta de querencia total hacia los extraños. Y muchas veces me he preguntado cómo hacían para perpetuar la raza y el apellido, ja, ja, porque de tan cerrados que son parecen no tener corazón. Por eso, la historia de amor entre Julia y Bittor me ha parecido real.
Os voy a hablar tamibén un poco del contexto histórico para que os situéis. Cuando murío Fernando VII su hija, la que sería ISabel II, sólo tenía tres añitos de edad. Fernando había estado casado durante muchos años sin tener descendencia y todos esos hechos, fue heredero su hermano Carlos. Cuando nació la pequeña, el rey abolió la Ley Sálica que impedía reinar a las mujeres y nombró a su hija heredera. Lógicamente a su hermano no le hizo ni pizca de gracia y eso dio lugar, a la muerte del rey, a las guerras carlistas: los defensores de Carlos frente a los defensores de Isabel. El asunto no era sólo cuestión de quién tenía más derecho a reinar, sino también de ideas: los isabelinos eran liberales y respetaban la Constitución; los carlistas eran absolutistas. En el País Vasco se pusieron mayoritariamente del bando carlista. No sé si por ser más tradicionales, religiosos o conservadores o si por defender sus fueros. Los fueros son unos priviliegios que sólo tenían los vascos (en materia de impuestos, aduanas, servicios militares, etc...) y que por nada del mundo querían perder
Finalmente, en cuanto al título tan curioso que tiene la novela, os diré que es un arbusto que hay bastante por aquí aunque yo desconocía su nombre. Tiene unas flores pequeñas de un amarillo intenso y Julia, una de las protagonistas es muy aficionada a ellas. Os pongo un enlace donde aparece una fotografía de esta plata sencilla pero bonita: http://www.ingeba.euskalnet.net/argazkia/veget/argoma/argoma.htm. No sé si hay por toda España o sólo es típica de aquí porque las primeras páginas que me han salido al teclear argoma en google son todas vascas.En fin acabo, que estareis cansados de leerme.
Lo recomiendo fervorosamente.
Saludos a todos
Voy a tener que darle una oportunidad a esta autora, porque no he leído nada suyo aún. Y mira que me gusta la novela histórica... Un beso.
ResponderEliminarMe encanta esta autora! tengo pendiente esta novela suya!
ResponderEliminarNo conocía esta autora, pero leyendo tu reseña me lo apunto en la lista de lecturas futuribles sin dudarlo!
ResponderEliminarGracias,
Inma
Discrepo en que Bittor se haga profundamente antipático al lector. Para mi ha sido todo lo contrario. Es fiel a su tierra, a sus principios y a sus tradiciones, y sobre todo es indómito y por ello profundamente libre.Como somos la gente de aquí. De poco hablar y de buen hacer. Yo soy Navarra y me ha encantado el libro. No había leído nada de Toti aunque me la habían recomendado muchas veces. Además me he quedado enamorada de Bittor. Lo reconozco en mucha gente de por aqui.
ResponderEliminarMuy recomendable.