Hoy os traigo la reseña de la última novela de Salvador Navarro, un autor al que leo desde hace unos cuantos años, que siempre me sorprende y nunca me decepciona: “El niño del beso”.
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: autopublicado en Amazon
Páginas: 309
ISBN: 979-8397365246
Sinopsis
Un cuarto de siglo después de una escena dramática de su adolescencia, Pablo regenta una librería que le permite una vida acomodada en torno a una red de amigos que lo idolatran, relaciones sexuales sin compromiso y mucha calle, sin saber que en el otro lado del planeta alguien se apropió de ese lejano capítulo de su juventud para convertirse en una celebridad.
Una mañana de primavera, un anónimo introduce bajo su puerta el regalo con el que Pablo siempre había soñado; la misma mañana en la que aparece incendiada su librería en el centro de la ciudad.
¿Quién le quiere tanto? ¿Quién le quiere tan mal? ¿Por qué al mismo tiempo?
A Pablo no le queda sino descifrar el origen de ese tsunami emocional, sin imaginar hasta qué punto él es protagonista de la historia de los demás.
Impresiones
Pablo tiene unos cuarenta años, vive en Sevilla donde posee y regenta una librería café. Querido por todos, con una amplia red de amigos aunque algún recuerdo malo de una adolescencia un tanto complicada, se puede decir que Pablo lleva una vida feliz y tranquila. Hasta que una mañana pasan dos cosas. La primera es que alguien ha deslizado bajo la puerta de su casa un sobre con unos billetes de avión para Japón. La otra es que su librería ha sido incendiada y buena parte de los libros se han perdido. Qué casualidad que ambas cosas ocurran a la vez, ¿o no?
Siempre que reseño un libro de Salvador Navarro me encuentro con el mismo problema, ¿qué contar? Si cuento poco y me quedo corta, igual pensáis que es un libro que no os dice nada y que hay que dejar pasar. Si cuento más me estaré metiendo en camisa de once varas porque lo bueno de los libros de este autor es descubrirlos por nosotros mismos, sin apenas saber nada de ellos. Dejarnos llevar por sus sorpresas, que las tienen.
“El niño del beso” es un libro de Salvador Navarro. Es su estilo, es su típica historia, son sus personajes. El autor ha descubierto un estilo propio, no solo a la hora de escribir sino también por el tipo de historias que cuenta y creo que sería capaz de identificar una novela suya aunque no viniese firmada. ¿Y qué las hace tan diferentes de las demás? A ver si consigo explicarme…
Por de pronto, siempre me pasa lo mismo al principio. Leo los primeros capítulos y me gustan pero no me parecen nada del otro mundo. Bien escritos, eso sí, pero la historia en sí me parece normal. Aquí por ejemplo: alguien quema la librería de Pablo y alguien le regala un viaje a Japón. Curioso sí, pero ¿puede dar mucho juego? La respuesta es que en la mayoría de las manos no daría mucho de sí, como mucho para un relato. Pero en las manos de Salvador todo cambia. Al principio lees tranquila, más bien despacio porque no es una historia con demasiado ritmo. Te gusta lo que lees pero no sabes dónde te quiere llevar el autor. Y llega un momento (en este caso un poco antes de la mitad) en que, de repente, el autor te da una pieza del puzle y todo cambia. Te das cuenta de que la historia “normalita” que estabas leyendo, no tiene nada de normal. Que todo está planificado y bien planificado y que al principio solo te han dado el tablero con unas cuantas piezas que no te permitían ver la imagen global . Pero cuando vas descubriendo y encajando algunas piezas más, todo cobra sentido. Entonces te das cuenta de lo que realmente quería contarte el autor y la historia ya no es, para nada, “normalita” sino bastante compleja.
Otra de las características típicas de las novelas de Salvador es que todas están relacionadas entre sí aún siendo independientes. Vamos, que podéis leer esta novela sin haber leído ninguna otra y no pasará nada porque esta no es continuación de ninguna otra. Pero si habéis leído las anteriores, os sonarán los personajes secundarios. Y es que me da la impresión de que los puzles no se limitan a cada novela individual sino que estamos ante un puzle global en el que cada novela es tan solo una pieza. Y cuando leamos todas las que tenga previstas el autor veremos una escena distinta, un mundo literario formado por las piezas –los protagonistas- de cada novela. Así, Pablo salió en las otras novelas como personaje secundario. Un librero simpático y dicharachero que era amigo de los protagonistas. En esta ocasión es él el protagonista y los que fueron protagonistas de sus anteriores novelas tan solo son en esta personajes secundarios. Amigos de Pablo como Lara y Andrius, por ejemplo. O como Reyes. Personajes que ya conocemos los que hemos leído las anteriores novelas y que nos hace ilusión reencontrarnos. Personajes que descubriréis los que no hayáis leído ninguna novela de Salvador y que probablemente no penséis que fueron protagonistas de otras novelas porque no echaréis en falta ningún tipo de información. He de reconocer que me encanta esto, el ir conociendo por dentro a cada personaje que antes he conocido solo superficialmente.
En esta ocasión, como digo, Pablo toma el protagonismo absoluto. Hasta ahora lo habíamos visto como un hombre amable y simpático pero ahora también conoceremos su lado más oscuro. Que lo tiene, como todo el mundo. Le viene desde la adolescencia cuando descubrió su orientación sexual y cuando le negaron su primer beso (de ahí el título). Esas cosas marcan y en este caso marcaron a los dos protagonistas: Pablo y otro, del que no os hablaré y dejaré que descubráis por vosotros mismos. Conoceremos a estos dos personajes/narradores (habrá varios narradores, cinco si no me equivoco) y también a algunos más que tienen relación directa con ellos y con lo que está pasando. Algo que viene del pasado y es que las cosas que se dejan inconclusas, se quedan metidas bien dentro y muchas veces influencian todo tu futuro. A través de estos dos personajes y algunos más, veremos el pasado y el presente de la homosexualidad en diferentes países. Orientación prohibida por los gobiernos o, si no prohibida no bien vista por la sociedad en el pasado, padres que reniegan de sus hijos, padres que les apoyan, compañeros que les miran con asco, grupos que se apoyan entre sí, gente que manifiesta abiertamente lo que es y gente que lo niega ante los demás e incluso ante sí mismo, etc… Es un libro luminoso a veces y oscuro y duro en otras pues no falta el desprecio y la violencia.
Conclusión final
Como ya nos tiene acostumbrados, en “El niño del beso” Salvador Navarro nos ofrece una historia potente y llena de sentimientos que se te mete muy adentro. Con un protagonista encantador que se nos muestra a pecho descubierto y una trama que, como siempre, guarda muchos secretos que tendremos que descubrir. Muy recomendable.
Si os ha gustado mi reseña podéis adquirir el libro a través del siguiente enlace:
Hola, aún no me he estrenado con el autor y eso que todas sus novelas me apetecen, me apunto también está. Besos.
ResponderEliminarEsta novela no la conocía. Qué difícil es decidir hasta donde podemos contar ¡¡¡ A mi también me pasa. Me dejas con ganas de conocer a Pablo en su faceta amable y no tan amable. Por cierto, estoy disponible para que me regales un viaje a Japón. Besos. jajaja.
ResponderEliminarAy, qué bien escribe este hombre. Te deja sin palabras, porque va jugando contigo y te da un par de vueltas o más. Con sus libros pasa eso, qué cuentas, solo puedes hablar de sensaciones porque son un puzzle que es complicado diseccionar. Ya me tienes salivando. besos
ResponderEliminarPues no me importaría nada leer este libro, que me gusta lo que cuentas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues tiene muy buena pinta, me gustaría probar con el autor ^^
ResponderEliminarHola guapa! No conocía esta novela y la verdad es que no pinta nada mal. Ya sabes que tengo mucho pendiente pero no me importaría leerla! Un besote!
ResponderEliminarMe pasa lo mismo que a ti con las novelas de Salvador Navarro: se disfruta de la trama de turno mientras se lee, pero cuesta trabajito reseñarla. Creo que este es uno de los grandes atractivos de las historias que escribe. A lo que acabo de comentar hay que añadir su estilo narrativo, con el que atrapa al lector irremediablemente. Besos.
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