De Belinda Alexandra había leído “La lavanda silvestre que iluminó París”, “Secreto de hermanas” y “Melodía en la Toscana”. Los tres me gustaron mucho así que no dudé cuando vi que Roca publicaba una nueva novela de la autora: “La invitación”
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Roca
Páginas: 442
ISBN: 9788418417467
Sinopsis
París, 1899. Emma Lacasse ha estado separada de su hermana mayor durante casi veinte años, ya que Caroline se casó con un estadounidense rico y se fue de Francia. Así que cuando Emma recibe la petición de Caroline de encontrarse con ella, esto la intriga. Caroline invita a Emma a visitarla en Nueva York con una condición: Emma debe dar clases particulares a su tímida sobrina, Isadora, y ayudarla a prepararse para su debut en sociedad.
Caroline vive una vida de excesos y opulencias inimaginables como todas las millonarias de la era dorada de Nueva York, y Emma pronto se verá inmersa en un mundo de lujo más allá de sus sueños más salvajes, muy alejado de su estilo de vida bohemio como arpista y escritora con su amante, Claude, en Montmartre.
Emma espera que el encuentro con su única familia sea emotivo, pero en lugar de eso, se encuentra con los vicios de su hermana carismática y manipuladora, que se deleita con las maquinaciones de los ultra ricos. Cuando Emma comienza a cuestionar los verdaderos motivos de su hermana, se desata un desastre y la sociedad de Nueva York queda al descubierto: debajo del reluciente exterior hay un nido de engaño, traición, corrupción moral... y tal vez incluso de asesinato.
Impresiones
La novela comienza en París en el año 1899. Emma Lacasse es una joven escritora. Huérfana desde muy pequeña, su hermana mayor Caroline y ella fueron criadas por su querida abuela. Caroline hace años que se casó con un neoyorquino muy rico y Emma no la ha visto desde entonces. Su abuela enfermó gravemente y Emma tuvo que pedir créditos para costearle el tratamiento. Ahora, muerta su abuela y sola en el mundo salvo por su amante el pintor Claude, las deudas la asfixian y, de seguir así, va a perder el piso familiar.
Caroline siempre se ha negado a prestarle ayuda pero Emma lo tiene que intentar por última vez. Y esta vez sí, Caroline le dice que pagará sus deudas si da clases a su hija Isadora. Esta es una joven que va a ser presentada en sociedad y Caroline quiere que Emma le de esa pátina de glamour francés que su hermana Emma derrocha a raudales. A Emma no le queda más remedio que aceptar y se traslada a casa de su hermana en Nueva York.
La familia de Caroline es una de las más ricas de la ciudad y, sin embargo, no es aceptada en todos los lugares por ser “dinero nuevo” y por carecer de título. Pero Caroline es mucha Caroline y a ella no le basta ser una de las personas más importantes de la ciudad: tiene que ser la “más” importante y si para ello ha de desbancar a los Rotschild o a quien quiera que se le ponga por delante, lo hará sin que le tiemble el pulso.
He disfrutado mucho con esta novela que nos traslada a París y a Nueva York de 1899. París me parece una de las ciudades más fascinantes del mundo y más en aquella época. Igualmente, Nueva York en aquellos años tenía una libertad y una forma de vida que no se veían en ninguna otra parte. Actualmente, creo que las distancias entre unas ciudades y otras, entre países y culturas ha disminuido pero en aquella época, finales del siglo XIX y principios del XX, las diferencias eran abismales. La autora se sitúa perfectamente en el contexto y nos muestra dos formas muy diferentes de vida. Por un lado tenemos el París más bohemio y glamouroso. Emma es escritora, su amante pintor y los amigos de la pareja se mueven también en esos círculos. Unos círculos libres e independientes que permitían, por ejemplo, a una mujer tener abiertamente un amante y vivir con él sin casarse. En Nueva York, en cambio, subimos un peldaño más en la escala social para trasladarnos arriba del todo: al escalón de la alta sociedad neoyorquina que es como decir la alta sociedad mundial. La autora nos muestra las diferencias de clase, ya no sólo con las clases más bajas, sino entre la misma clase alta. Porque no es lo mismo ser un Vanderbilt o un Rotschild que un hombre podrido de dinero como el marido de Caroline pero sin un pasado familiar –o un título- detrás. La autora nos muestra una clase alta podrida en la que la apariencia es todo y en la que en una fiesta se podían gastar el dinero que no ganaba una familia pobre en todo un año. Y es que no todo el mundo vive como la familia de Caroline; al contrario, en aquella época había mucha emigración y América no paraba de recibir emigrantes italianos, irlandeses, etc… que malvivían en condiciones casi infrahumanas. Además, no sólo nos muestra una sociedad falsa y asentada sobre la base del dinero sino también corrupta y miserable.
No es una novela histórica pero sí una novela muy bien situada en su contexto histórico. Una novela que nos muestra la forma de vida en París y en Nueva York (sobre todo en esta última) y que nos da, aquí y allá, datos sobre acontecimientos y personas reales. Es la que se conoce como Edad Dorada (Belle Epoque en Francia, época victoriana en Inglaterra) y que sólo fue dorada en su superficie o para algunos.
La novela se estructura en treinta y cuatro capítulos de extensión media. Es la propia Emma, protagonista indiscutible de la novela, la que nos va contando su historia en primera persona. Lo hace con un estilo elegante y distendido, cuidado y agradable de leer. Con una adecuada combinación del diálogo y la narración, la lectura resulta sencilla y fluida. Su personaje está muy bien desarrollado y, como los demás de la historia, parece real. Es una persona con la que resulta muy fácil empatizar, ya desde el primer capítulo te pones de su parte. Igualmente me ha gustado su sobrina, Isadora. Por el contrario, he odiado profundamente a Caroline, un ser repulsivo que da tanto asco como pena en realidad.
Conclusión final
Leer a Belinda Alexandra siempre es un placer. En esta ocasión me he encontrado con una novela sobre historias familiares muy bien ambientada en París y, sobre todo, en el Nueva York dorado de finales del siglo XIX y principios del XX. Con una narradora protagonista fascinante, la historia está bien desarrollada y deja un muy buen sabor de boca.
Si os ha gustado podéis adquirir el libro a través de los siguientes enlaces:
Hola, no he leído nada de la autora y este tiene muy buena pinta, tal vez me anime con ella. Besos.
ResponderEliminarOtra para mi larga lista, creo que me gustaría y lo valoro porque se sale un poco del thriller, que es mi zona de confort.
ResponderEliminarBesitos.
Hola! No había visto todavía reseñas de este libro y aunque parece entretenido tampoco es de los que más me atrae y tengo tantos pendientes que no sé si me animaré con él. Me alegra que tú lo hayas disfrutado. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
De la autora he leído La gardenia blanca de Shangai, que me gustó mucho. No me importaría animarme con éste si se cruza, que tiene buena pinta también.
ResponderEliminarBesotes!!!
La portada te transporta a esa época y es una trama que pinta bien no me importaría leerlo porque suelo disfrutar de este tipo de libros =)
ResponderEliminarHola. Qué apetecible lectura, muchas gracias por tus impresiones. Me alegra mucho que nos contagies las emociones sentidas con tu lectura.
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana.
La verdad es que tiene buena pinta :)
ResponderEliminarBuenas tardes:
ResponderEliminarMe gustan mucho las novelas bien recreadas y con atmósferas creíbles. Me llevo este título para leer cuando necesite desconexión.
Un abrazo y feliz finde!!
No conozco a la autora de antes, pero me ha gustado lo que has contado de la historia y creo que podría gustarme. Yo también creo que París tiene algo especial, da igual la época.
ResponderEliminarBesos!
De la autora leí el de la Toscana. Me gustó pero luego no me ha dado por continuar leyéndola. Ya veo que tú sí la disfrutas. De momento, la voy a dejar pasar que, como siempre, la lista de pendientes me rebosa. Besos
ResponderEliminar