"Los hijos del viento del norte" - Charlotte Loy

Os traigo hoy la opinión del último libro que he leído. Un libro que, os adelanto, me ha gustado mucho.

Charlotte Loy

Charlotte Loy, nacida en Manhattan en 1976, es licenciada en Derecho y especializada en Recursos Humanos desde hace más de una década.
De padre neoyorquino y madre española, ha veraneado desde la infancia en la Costa Brava, disfrutando de sus playas maravillosas y empapándose de sus costumbres.

Desde pequeña ha escrito relatos cortos, tan sólo leídos por sus familiares y amigos.

Destaca su especial interés por la literatura sobre vampiros, desde las narraciones góticas que arrancan popularmente con el Drácula de Bram Stoker hasta las más recientes y modernas interpretaciones del género, afición que le debe a su padre. Asimismo, le apasionan las novelas ambientadas en la historia clásica.

Los Hijos del Viento del Norte es su primera novela y forma parte de una extensa trilogía, de la cual está ultimando el segundo volumen en la actualidad.

Datos técnicos

Autora: Charlotte Loy
Colección: Círculo rojo - Novela
Páginas: 450
ISBN: 978-84-9991-316-2
Formatos: Edición Rústica con solapas
Tamaño: 15 x 21 cm
Editorial: Editorial Círculo rojo
Precio: 18 €

Argumento

Estamos en Nueva York en el año 2008.

Constance McIntyre, la protagonista de la historia, es una joven afortunada: abogada de éxito, trabaja en uno de los más prestigiosos bufetes de la ciudad y es muy buena en su trabajo. Adoptada a los tres años de edad por un galerista de arte, es muy querida por su padre y su hermano. Tiene un novio del que está profundamente enamorada y con el que se ha comprometido para casarse. Además, es guapa y rica. ¿Qué más se puede pedir?

Pues que todo siga así, eso sería lo ideal. Pero las cosas pueden cambiar de un momento a otro y lo que hasta ayer era una vida idílica puede convertirse en una pesadilla.

La ex mujer de su novio Tom, con ansias de vengarse, dispara a ambos. La intención era matar a Constance pero yerra los disparos y, si bien deja malherida a ésta, mata a Tom. Constance se despierta en el hospital donde tendrá que hacer frente, no sólo a una recuperación física sino también a su recuperación emocional porque no podrá olvidar al amor de su vida.

Cada vez soporta menos su trabajo. Odia tener que defender a hombres poderosos capaces de los más abyectos crímenes y su jefe tampoco es que ayude demasiado a hacerlo más soportable, siempre intentando ligársela… Al final, decide terminar con todo: se despide de su trabajo y se va a pasar una temporada a la casa que su padre tiene en la Costa Brava.

La Costa Brava

Ahí entablará amistad con su vecino, un neoyorkino como ella llamado Wesley. Pero Wesley no es una persona normal como tampoco lo son los de su clase. Él está enamorado de ella desde siempre, desde hace más años de los de Constance puede imaginar y, a pesar de que siempre está, ha estado y estará a su lado para protegerla, hay amores que matan…

Impresiones

¿Y si tu terrible destino estuviera escrito con sangre desde que tenías tres años de edad y no tuvieras oportunidad de cambiarlo?

¿Y si todos tus actos te condujeran finalmente al peor lugar y en la más aterradora de las compañías?

Aun así... ¿te rendirías?

Así intenta ganarnos la contraportada del libro y, desde luego, a mí me ganó. Había oído hablar de este libro más o menos desde que se publicó en Círculo Rojo y me había llamado la atención tanto su título como su portada, tan sobria ella en tonos blancos y negros con la única nota de color del nombre de la autora, subrayado por una franja roja. Tuve la suerte de que la propia autora me lo ofreciese para leerlo. Me lo pensé un poco no creáis, ¿por qué? Porque trata de vampiros y yo no soy muy aficionada a ellos. Aunque tampoco lo seáis, seguid leyendo, vale? Como digo, no soy aficionada a los vampiros (ni a los hombres lobos, ni a los zombies….), no me suelen llamar la atención ese tipo de novelas. Sin embargo, hace ya tres años disfruté como una enana con la saga Crepúsculo (a pesar de mis reticencias iniciales) y a partir de entonces me hice el firme propósito de dejarme de prejuicios y no negarme en redondo a nada por el simple hecho de que el tema no me vaya. Pero de esta novela había algo que me llamaba mucho, muchísimo. Llamadlo intuición o como queráis pero, fuera de vampiros o de lo que fuera, a mí me atraía. Así que le dije que sí y, muy amablemente, me la envió enseguida, dedicada y todo (muchísimas gracias Charlotte). Y, ¿sabéis que os digo? Que hay que fiarse de las primeras intuiciones porque el libro me ha encantado y lo he disfrutado un montón.  

Para mí, el libro está dividido en dos grandes partes. No son partes físicas pero sí que he visto diferencias entre ellas. Al principio, hasta poco antes de la página 200, es una historia realista. No aparecen por ninguna parte ni vampiros ni ningún otro ente paranormal. Se trata de una historia más bien dramática, de una persona que pierde lo que más quiere en la vida y tiene que rehacerse como puede. Me enganchó desde el primer momento; me sentí cercana a la protagonista, me identifiqué con sus cuitas y me preocupé por su bienestar por lo que tenía que seguir leyendo, cada vez más ávidamente, para ver en qué paraba todo eso. Si no fuese porque en la contraportada del libro se hace referencia a que es una historia de vampiros, no me lo hubiese imaginado para nada durante esas 200 primeras páginas. Y es que, como digo, esa primera parte es simple narrativa, de lo más realista. La acción está narrada en primera persona, por la propia Constance, por lo que podemos llegar a conocerla muy bien, saber cómo se siente e identificarnos fácilmente con ella. A pesar de que en esa parte la novela podría calificarse como dramática, el estilo de Charlotte es relativamente ligero: no se regodea en las desgracias por lo que el libro no nos va a hacer sufrir en ningún momento.

La segunda parte (división mía, repito) ocupa algo más de la mitad del libro. Empezaría cuando Constance descubre que Wesley es un vampiro. Quizás han sido impresiones mías pero me ha parecido que el estilo literario cambia en esta parte para hacerse más ligero. Tanto la autora como la propia Constance se toman con un poco de ironía el tema de los vampiros, frivolizándolo en cierta forma, lo que hace que en esta parte haya algún toque de humor. Esto quizás no guste a los fans de la novela vampírica tradicional pero creo que sí que gustará a los que no lo somos. Estos vampiros vienen a estar en un término medio entre los malos malosos de Drácula o Entrevista con el vampiro y los descafeinados de Crepúsculo. Charlotte Loy se nos muestra como una gran conocedora de la literatura vampírica y mezcla características de unos y otros para mostrarnos lo que ella entiende como vampiro. Así, por ejemplo, estos vampiros soportan la luz del sol (salvo excepciones puntuales), no temen al ajo ni a la plata, necesitan beber sangre humana para vivir (no les sirve la de animales) pero pueden controlarse y no matar a sus víctimas, etc.. Los hay mejores y los hay peores, como en todo pero, en general, no son unos vampiros que den miedo. Esto para mí es muy importante porque no me gustan las novelas de terror así que , si se hubiese tratado de unos vampiros al estilo tradicional, seguramente la novela no me hubiese gustado tanto.

Un punto fuerte de la novela es el tema de los personajes, que están muy bien caracterizados y conseguidos. Constance sobre todo (por algo es la narradora de la historia) pero también Wesley, el padre de Constance, su amiga…; en general todos son personajes con una entidad propia y con apariencia real (sí, sí, incluso los vampiros)

Interesante son también los escenarios de la novela. Las influencias de Charlotte se notan: su padre es neoyorkino, su madre española y ha veraneado durante su infancia en las playas catalanas de la costa brava. Así, Manhattan y Sa Fosca son los dos principales escenarios, a los que se unen las tierras altas de Escocia. La escenificación es muy buena de tal manera que, al leer, podemos “ver” los lugares en los que se desarrolla la acción.

Manhattan

El ritmo es muy ágil y no da tregua en ningún momento. Es un libro que engancha por la forma en la que está narrado: narración en primera persona, bastante diálogo, trama interesante, cosas que ocurren continuamente. La lectura es asombrosamente fácil y hace que, a pesar de ser un libro relativamente largo (más de 400 páginas) se lea enseguida.

Forma parte de una trilogía llamada Trilogía del Viento. Con lo bueno y lo malo que tiene esto. Bueno porque, si os gusta tanto como a mí, no querréis que termine la historia y desearéis encontraros con los personajes. Malo porque, aunque el segundo volumen ya está a la venta, para leer el tercero habrá que esperar. Pero también os digo una cosa: la primera novela termina bien. Sabemos que hay una segunda parte pero, si no lo hubiéramos sabido, podríamos pensar que todo termina ahí porque la historia es relativamente cerrada. Me explico: puede perfectamente continuar porque “mientras hay vida hay esperanza”: mientras sigan vivos unos personajes puede seguir la historia, eso es indudable; y más en este caso donde es evidente que los personajes pueden vivir muchas aventuras más. Pero, al mismo tiempo, todos los interrogantes que se plantean a lo largo de la novela, las tramas abiertas…, se explican y se cierran. Con lo cual se puede leer este libro y no leer los siguientes sin que os deje a medias.

Conclusión final

En definitiva, una novela que me ha gustado mucho. Es puro entretenimiento, una novela para disfrutar. Hay novelas que dan la impresión de que al auto ha sufrido escribiéndolas, como si se tratara de un parto; y, normalmente, cuando eso es así, al lector también le cuesta mucho leerlas (como la que estoy leyendo yo en estos momentos). Y otras en las que se nota que el escritor ha disfrutado; en estos casos es casi inevitable que su entusiasmo se transmita en cada una de sus líneas y que, consecuentemente, el lector disfrute de la misma manera. Cosa que me da la impresión ha pasado en este caso.

Así que, por favor, dejaos de prejuicios, olvidaos –si nos os gustan- de que es una historia de vampiros y tened en cuenta tan sólo que es una novela para leer por el simple placer de leer, que os entretendrá y que os hará pasar un gran rato.