El año pasado por estas fechas leí “La hija española”, novela basada en la historia de una joven española llamada Puri que viaja a Ecuador. Me sorprendió ver hace unas semanas que esa novela tenía continuación pues, evidentemente, mientras vida hay esperanza y siempre que los personajes de una novela acaban vivos la misma, cabe volvérselos a encontrar en una posterior entrega. Pero, la verdad, es que no me lo esperaba. Eso sí, fue una sorpresa agradable.
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Libros de Seda
Páginas: 384
ISBN: 978-84-19386-61-8
Sinopsis
Colombia, 1925. Martín Sabater ha conseguido su sueño; ser el dueño de una plantación de cacao en el valle del Cauca. Una noche, durante una gran fiesta, desaparece. Con el tiempo, la que un día fue una maravillosa hacienda acaba por convertirse en un hospital católico que atiende enfermos en una pandemia que asola el país. Entre las enfermeras se encuentra «sor Puri», que oculta bajo su disfraz de novicia quiere descubrir la verdad que se esconde detrás de la desaparición de Martín.
Un amigo de la infancia de Martín, Lucas Ferreira, fotógrafo de profesión, tiene sus propias razones para colaborar con la bonita y decidida novicia. Sin embargo, es alguien que guarda sus propios secretos; unos secretos que podrían resultar letales.
Para sor Camila, la enfermera jefe, Martín era el único hombre del mundo pero… Un error desafortunado lo cambió todo para siempre.
¿Lograrán los tres, Puri, Lucas y Camila, dar con el paradero de Martín? Y, cuando lo hagan, ¿podrán sobrevivir a la verdad que descubran?
Impresiones
La novela se sitúa en esta ocasión en Colombia, en una gran plantación de cacao. La misma pertenece a Martín Sabater quien, desgraciadamente, desapareció hace unos meses durante una fiesta, dándosele por muerto. De hecho, la hacienda ha sido reconvertida en hospital católico dirigido por un médico amigo de Martín llamado Farid y su hermana monja católica, Camila.
Puri, la protagonista de “La hija española” viaja a Colombia con la intención de reencontrarse con Martín. En su hacienda ecuatoriana deja a su pequeño hijo. Cuando llega a la hacienda de Martín y se entera de que este ha desaparecido, todos sus desvelos serán dirigidos a saber qué le pasó. Para ello, adopta el papel de monja y se dedicará a trabajar como enfermera a las órdenes de Camila. Le ayudará en sus pesquisas Lucas, un paciente del hospital que se está recuperando y que, casualmente, es amigo de Martin y del director del hospital.
“La reina del valle” recupera a la protagonista de “La hija española”, Puri. Una protagonista a la que cogí mucho cariño en la primera novela y que en esta ocasión me encuentro en circunstancias muy diferentes. Aunque esta novela es segunda parte, podría leerse sin haber leído la anterior (me consta que hay gente que lo ha hecho así y que no ha tenido ningún problema). La historia es diferente y realmente no es necesario saber lo qué pasó en la anterior novela para entender esta; además, la autora ya da las suficientes notas tanto para quienes la hemos leído y no nos acordamos de todos los detalles como para quienes no la han leído. Y, en todo caso, es una historia diferente que, básicamente, se centra en la desaparición de Martín y la “investigación” que al respecto van a realizar Puri y Lucas.
Estamos ante una novela de difícil catalogación. Por un lado es ficción histórica: nos muestra la situación de las haciendas colombianas a principios del siglo XX; la forma de vida en ella. También la gestión de un hospital. Por otro, hay relaciones de amistad y enemistad, amor, familia… No falta una nota de misterio que, si bien no la convierte en una novela de intriga, sí le da un toque interesante que mantiene en vilo al lector.
En la anterior novela Puri era la única protagonista. En esta comparte protagonismo con Camila y Lucas. Los tres, además de personajes, son narradores en primera persona. El cuarto protagonista sería Martín que, si bien está desaparecido, vertebra toda la historia. Los personajes/narradores se van alternando en los diferentes capítulos. Cada capítulo se inicia con el nombre del narrador en cuestión para que no haya confusión posible.
Si bien en la anterior novela al principio ocurren muchas cosas y solo queda esperar cómo va desarrollándose todo, en esta otra la trama tarda algo más en despegar. Los primeros capítulos son bastante introductorios de la situación, de los personajes y del escenario, tomándose la autora su tiempo para desarrollarlos bien. Por eso, al principio el ritmo es pausado. Poco a poco, la madeja se va desenredando (o más bien enredando) y el lector se va dando cuenta de todo lo que hay detrás, varias subtramas paralelas referidas a los distintos personajes. Todo va adquiriendo complejidad y el ritmo narrativo va en aumento. Como suele ser habitual, finalmente hay algún giro aunque en esta ocasión yo he podido adivinarlo.
Conclusión final
De nuevo, Lorena Hughes hace gala de un estilo elegante y cuidado. Con una prosa bonita y una buena descripción de personajes y escenas, “La reina del valle” es una bonita novela que recomiendo leer.
Sinopsis
Colombia, 1925. Martín Sabater ha conseguido su sueño; ser el dueño de una plantación de cacao en el valle del Cauca. Una noche, durante una gran fiesta, desaparece. Con el tiempo, la que un día fue una maravillosa hacienda acaba por convertirse en un hospital católico que atiende enfermos en una pandemia que asola el país. Entre las enfermeras se encuentra «sor Puri», que oculta bajo su disfraz de novicia quiere descubrir la verdad que se esconde detrás de la desaparición de Martín.
Un amigo de la infancia de Martín, Lucas Ferreira, fotógrafo de profesión, tiene sus propias razones para colaborar con la bonita y decidida novicia. Sin embargo, es alguien que guarda sus propios secretos; unos secretos que podrían resultar letales.
Para sor Camila, la enfermera jefe, Martín era el único hombre del mundo pero… Un error desafortunado lo cambió todo para siempre.
¿Lograrán los tres, Puri, Lucas y Camila, dar con el paradero de Martín? Y, cuando lo hagan, ¿podrán sobrevivir a la verdad que descubran?
Impresiones
La novela se sitúa en esta ocasión en Colombia, en una gran plantación de cacao. La misma pertenece a Martín Sabater quien, desgraciadamente, desapareció hace unos meses durante una fiesta, dándosele por muerto. De hecho, la hacienda ha sido reconvertida en hospital católico dirigido por un médico amigo de Martín llamado Farid y su hermana monja católica, Camila.
Puri, la protagonista de “La hija española” viaja a Colombia con la intención de reencontrarse con Martín. En su hacienda ecuatoriana deja a su pequeño hijo. Cuando llega a la hacienda de Martín y se entera de que este ha desaparecido, todos sus desvelos serán dirigidos a saber qué le pasó. Para ello, adopta el papel de monja y se dedicará a trabajar como enfermera a las órdenes de Camila. Le ayudará en sus pesquisas Lucas, un paciente del hospital que se está recuperando y que, casualmente, es amigo de Martin y del director del hospital.
“La reina del valle” recupera a la protagonista de “La hija española”, Puri. Una protagonista a la que cogí mucho cariño en la primera novela y que en esta ocasión me encuentro en circunstancias muy diferentes. Aunque esta novela es segunda parte, podría leerse sin haber leído la anterior (me consta que hay gente que lo ha hecho así y que no ha tenido ningún problema). La historia es diferente y realmente no es necesario saber lo qué pasó en la anterior novela para entender esta; además, la autora ya da las suficientes notas tanto para quienes la hemos leído y no nos acordamos de todos los detalles como para quienes no la han leído. Y, en todo caso, es una historia diferente que, básicamente, se centra en la desaparición de Martín y la “investigación” que al respecto van a realizar Puri y Lucas.
Estamos ante una novela de difícil catalogación. Por un lado es ficción histórica: nos muestra la situación de las haciendas colombianas a principios del siglo XX; la forma de vida en ella. También la gestión de un hospital. Por otro, hay relaciones de amistad y enemistad, amor, familia… No falta una nota de misterio que, si bien no la convierte en una novela de intriga, sí le da un toque interesante que mantiene en vilo al lector.
En la anterior novela Puri era la única protagonista. En esta comparte protagonismo con Camila y Lucas. Los tres, además de personajes, son narradores en primera persona. El cuarto protagonista sería Martín que, si bien está desaparecido, vertebra toda la historia. Los personajes/narradores se van alternando en los diferentes capítulos. Cada capítulo se inicia con el nombre del narrador en cuestión para que no haya confusión posible.
Si bien en la anterior novela al principio ocurren muchas cosas y solo queda esperar cómo va desarrollándose todo, en esta otra la trama tarda algo más en despegar. Los primeros capítulos son bastante introductorios de la situación, de los personajes y del escenario, tomándose la autora su tiempo para desarrollarlos bien. Por eso, al principio el ritmo es pausado. Poco a poco, la madeja se va desenredando (o más bien enredando) y el lector se va dando cuenta de todo lo que hay detrás, varias subtramas paralelas referidas a los distintos personajes. Todo va adquiriendo complejidad y el ritmo narrativo va en aumento. Como suele ser habitual, finalmente hay algún giro aunque en esta ocasión yo he podido adivinarlo.
Conclusión final
De nuevo, Lorena Hughes hace gala de un estilo elegante y cuidado. Con una prosa bonita y una buena descripción de personajes y escenas, “La reina del valle” es una bonita novela que recomiendo leer.
Si os ha gustado mi reseña podéis adquirir el libro en papel o en digital
Me alegra que te hayas llevado esa sorpresa y lo hayas disfrutado. A mí no me atrae :/
ResponderEliminarLa verdad que todo lo define la palabra bonita, a pesar de las desgracias y demás, el sabor de boca final es muy bueno. Besos
ResponderEliminarUna buena sorpresa. Me alegra que la hayas disfrutado aunque esta vez no me tienta.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me alegro que te haya gustado pero lo voy a dejar pasar que no me termina de llamar.
ResponderEliminarSaludos