Hacía años que quería leer algo de Susana Fortes y, de hecho, tenía apuntada varias de sus novelas (especialmente “Quattrocentro”). Al final me he estrenado con su última novela pensando que sería una novela negra género al que, como sabéis, soy incapaz de resistirme
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Planeta
Páginas: 312
ISBN: 978-84-08-26188-9
Sinopsis
La tarde del 12 de agosto de 1979, los hermanos Nicolás y Hugo y la pequeña Blanca desaparecen en una localidad del Baixo Miño. La niña es encontrada a la mañana siguiente dentro de una cesta de mimbre en la orilla opuesta del río sin recordar nada de lo ocurrido. Pese a la intensa búsqueda, los cuerpos de los dos niños nunca aparecen.
Veinticinco años después el hallazgo de unos restos óseos en un yacimiento arqueológico apunta a que se trata de los dos hermanos desaparecidos. A partir de entonces, Blanca y el periodista Lois Lobo inician una compleja búsqueda para descubrir qué sucedió a través de los caminos engañosos de la memoria y de los tabúes de una sociedad hermética acostumbrada a que los trapos sucios se laven en casa.
Impresiones
En un yacimiento arqueológico de la comarca del Baixo Miño se han encontrado unos huesos. Unos huesos que parecen tener unos veinticinco años de antigüedad y que pronto son identificados como los restos de dos hermanos que desaparecieron en el año 1979. Efectivamente, el 12 de agosto de 1979 los dos hermanos Nicolás y Hugo y un amiga llamada Blanca desparecieron; todos eran niños. A la mañana siguiente Blanca es encontrada sin recordar nada de lo sucedido. Los niños nunca fueron encontrados, ni vivos ni muertos.
Al encontrarse los huesos, un periodista llamado Lois Lobo decide investigar lo que pasó para intentar averiguar qué les pasó a los pequeños. Para ello, se pondrá en contacto con Blanca, ya una mujer. Blanca decide volver a Galicia y ayudar a Lois en su búsqueda.
He tenido mis más y mis menos con esta novela y todo ha sido debido a que he partido de una premisa incorrecta: pensar que ésta era una novela encuadrable en el género negro, de intriga, misterio, policíaco o como queráis llamarlo. Al leer que trataba de la desaparición de unos niños y que un periodista y una mujer investigaban la desaparición me hice yo misma la idea de que era una novela de misterio. Y, no, en mi opinión no lo es. Es cierto que hay una cierta intriga pero tan pequeña que no sirve para calificar a la novela de negra. Es más una novela de descubrimiento interior, encuadrable en el género de narrativa (ese saco en el que metemos todo lo que no sabemos dónde meter) e, incluso, podría ser calificada de novela intimista. Ni mejor ni peor pero sí diferente a la idea que yo me había hecho. Y eso me ha pesado a la hora de leerla. Porque me esperaba una novela intrigante, con giros, que me atrapase desde el principio hasta el final y no me he encontrado eso. No es una novela de ritmo lento pero tampoco rápido y sorpresas no hay demasiadas. Es más una investigación de Blanca de su propia vida que otra cosa. Y es que Blanca, mujer ahora adulta, sigue sin acordarse de lo que pasó aquel lejano día y la investigación va a ir sacando a flote sus recuerdos y lo que pasó aquel verano.
Me he encontrado también otro problema: el final es semi abierto. He leído en alguna entrevista realizada a la autora que a ella como lectora no le gusta que le den las cosas mascadas y que como escritora prefiere que el lector vaya atando cabos. No es mi caso: yo siempre he tenido problemas con los finales abiertos, no me gustan. Necesito saber qué pasó, que den respuestas a todos los interrogantes que se han planteado y, cuando no es así, me quedo con las ganas y con la sensación de que me falta algo, que me han dejado a medias. Este no es un final completamente abierto, creo que más o menos se puede dilucidar qué pasó pero, como lectora de novela negra, sé que al final siempre puede haber un giro inesperado que deje todo patas arriba: incluso después de terminada la historia y aparentemente resuelto todo, hay novelas en las que se da un giro que deja todo patas arriba. Y a mi eso me encanta. Pero, claro, esta no es una novela negra y en cosas como esta se nota. Yo hubiese necesitado un epílogo final en el que alguien, de alguna manera, confesase algo o qué sé yo. Me he quedado a medias y no me gusta esa sensación.
Para acabar con los “peros” hay una cierta relación (amorosa o más bien sexual) que me ha sobrado completamente.
Por lo demás, me ha gustado la forma en la que escribe Susana Fortes. Cómo dibuja los personajes, cómo describe los escenarios (una vez más un pueblo gallego con sus peculiaridades). También la forma en la que va configurando la historia, con la narración de la propia Blanca y continuos flashbacks al pasado a medida que va recordando cosas. No obstante, a pesar de ser Blanca la narradora, no la he acabado de conocer del todo: me han faltado datos que me hagan entenderla como persona. Es verdad que es una novela corta pero, aún así, la protagonista – como el final- me ha quedado un tanto en el aire.
Conclusión final
Esta novela no ha sido lo que esperaba. Quizás si la empezáis sabiendo que no es un thriller (ni mucho menos), que las dosis de misterio no son altas y que estamos más ante una novela de carácter casi intimista os pueda gustar más que a mí.
Si os apetece adquirir el libro podéis hacerlo a través de los siguientes enlaces:
Buenos días, Laky.
ResponderEliminarEs un fastidio cuando inicias un libro esperando algo de él y no te lo da. Tomo buena nota de los pros y contras de la novela. Muchas gracias por tu opinión.
Un abrazo!!
Hola, de Susana Fortes yo he leído dos novelas: El azar de Laura Ulloa y El amante albanés y me gustaron mucho, claro que yo sabía el tipo de novela con la que iba a encontrarme. En caso contrario también me hubiera llevado una desilusión. Me la llevo apuntada. Besos.
ResponderEliminarHala. No aguanto los finales semiabiertos. Es que la autora ahí se equivoca, que te den mascado todo es una cosa y no cerrar es otra muy distinta. Porque aunque tú pienses que has atado bien los cabos luego nunca sabes si has acertado o no. A mí eso no me gusta nada y me parece hasta una tomadura de pelo. Leí Quattrocento hace mucho y ahora solo recuerdo que me gustó. Aunque mi favorito siempre ha sido El azar de Laura Ulloa, que también tiene un final un poco desdibujado pero es distinto porque no es algo que resolver, es más la interpretación que le quieras dar.
ResponderEliminarTambién me gustaron mucho Esperando a Robert Cappa y El amantes albanés.
Yo también pensaba que era de misterio y novela negra porque de hecho lo ojeé en la librería y está en esa sección. Que sea intimista me gusta todavía más, pero que me chuleen con el final, de ninguna manera.
Besos
Hola! No la conocía pero lo cierto es que tenía buena pinta pero viendo que no es lo que parece y el final... y como tengo tantos pendientes... creo que esta vez la dejo pasar. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Lo de los finales semiabiertos, en mi caso depende de la novela en sí. Hay novelas que un final así les viene muy bien y en otras ocasiones, necesitas un final bien cerrado. Pero por lo que cuentas,no creo que me anime con esta historia.
ResponderEliminarBesotes!!!
Mejor la dejo pasar que tengo mucho y bueno por leer. Un beso
ResponderEliminarNo me termina de convencer la nueva novela de Susana Fortes, por lo que nos comentas en tu reseña. Sin embargo, me gustaron mucho Septiembre puede esperar y El amor no es un verso libre.
ResponderEliminarNo he leído nada de ella, y creo que por lo que cuentas, seguiré sin estrenarme. Prefiero ir a algo que me llame más. Besos
ResponderEliminarMe encantan las desapariciones, así que este es de los míos ^^
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