"Roma soy yo" - Santiago Posteguillo

Así como en película sí me van, en literatura “las de romanos” me dan mucha pereza. Sin embargo, he de confesar que cuando me he animado a leer algún libro del género lo he disfrutado mucho.

En este caso, la pereza fue aún más grande porque leer “Roma soy yo” significaba embarcarse en una serie compuesta de seis libros y para cuyo final tendríamos que esperar diez años; toda una vida. Sin embargo, el autor era Posteguillo y todos los libros que he leído suyos (incluidos dos “de romanos”, “Yo, Julia” y su continuación) me encantaron. Así que vencí mi pereza y me dispuse a leerlo. Resumiendo: me ha encantado.

Éstas son mis impresiones

Ficha técnica

Editorial: Ediciones B
Páginas: 752
ISBN: 9788466671781

Sinopsis

Roma, año 77 a.C. El cruel senador Dolabela va a ser juzgado por corrupción, pero ha contratado a los mejores abogados, ha comprado al jurado y, además, es conocido por usar la violencia contra todos los que se enfrentan a él. Nadie se atreve a ser el fiscal, hasta que de pronto, contra todo pronóstico, un joven patricio de tan solo veintitrés años acepta llevar la acusación, defender al pueblo de Roma y desafiar el poder de las élites. El nombre del desconocido abogado es Cayo Julio César.

Combinando con maestría un exhaustivo rigor histórico y una capacidad narrativa extraordinaria, Santiago Posteguillo logra sumergir al lector en el fragor de las batallas, hacerle caminar por las calles más peligrosas mientras los sicarios de los senadores acechan en cualquier esquina, vivir la gran historia de amor de Julio César con Cornelia, su primera esposa, y comprender, en definitiva, cómo fueron los orígenes del hombre tras el mito.

Impresiones

Nos encontramos en Roma, año 77 antes de Cristo. Un jovencísimo César asume el papel de fiscal acusador en un juicio que va a tener lugar contra el corrupto senador Dolabela. Son los macedonios quienes han decidido denunciar sus tropelías cuando fue gobernador de la región. Ellos no pueden actuar en juicio en Roma, sólo puede hacerlo un patricio. Y logran convencer a César para que lo haga. Es un juicio perdido: los jueces –pertenecientes a la misma clase que el acusado- no van a condenar a uno de los suyos. Pero César es digno heredero de su tío, el gran Mario y, pese a todos los consejos en contra de asumir la acusación, decide hacerlo.

La novela está contada en varios tiempos. El punto de partida es la trama judicial, a partir de la cual se vertebra todo. El momento del juicio es el “presente” de la novela. A partir de ahí habrá saltos continuos al pasado que nos explicarán por qué se llegó a esa situación. En ese pasado conoceremos a Mario y sus gestas así como los primeros años de la vida de César, desde el mismo momento de su nacimiento.

He de decir que al principio tanto cambio temporal me tuvo descolocada. Me costó entrar en la historia, quizás cien o doscientas páginas (tranquilos, no es demasiado en una novela de setecientas cincuenta). A ello se sumaba que a mí lo que más me llamaba era el juicio (¡cómo no!). Pero finalmente entré en la trama y a partir de ahí fue un disfrute total. Si no le he dado cinco estrellas es por esos primeros capítulos que me costaron un poco más.

En esta novela Santiago Posteguillo novela los primeros veintitrés años de la vida de César y lo hace exhaustivamente pues incluso conoceremos los previos a su concepción y nacimiento. Luego veremos a un César niño, cómo conoció a la que sería su mujer, su matrimonio y cómo empieza a ser lo que su familia y mucha más personas ven en él: un hombre que influirá en el futuro de Roma.

A pesar de que la infancia y primeros años de César no están muy documentados, Posteguillo hace milagros, como siempre. Al final ya no es que conozcas a César, es que parece que viviste allí con él, que conociste a su familia, que te paseaste con él por Roma, que te pusiste la toga para defender a los macedonios. La ambientación espacio temporal es magnífica y, sin sacrificar en ningún momento el entretenimiento, acabas sabiendo mucho de Historia, tanto del personaje como de su familia como de otros personajes históricos que vivieron en la época como Dolabela, Mario o Sila. Conoceremos las dos corrientes existentes en la época entre los Optimate y los Populares que pretenden más reconocimientos para el pueblo (bando representado primero por Mario y luego por César). “Roma soy yo” es, sin duda, una gran lección de historia.

Pero también una novela sumamente entretenida. En ella hay de todo: cuestiones familiares, amores, traiciones, venganzas, batallas (una de ellas impresionantemente narrada, tened cuidado no os salpique la sangre) y juicio. El juicio lo vertebra todo y es una auténtica lección de Derecho Romano (la base del nuestro). Esa parte procesal me ha encantado pero el resto también. Es una novela super entretenida, que se lee con muchísimo gusto. Mantiene la tensión narrativa en todo momento sin que haya pérdidas de ritmo y el resultado final es sumamente satisfactorio.

Agradecer a la editorial los “complementos” que nos ofrece como un Dramatis personae, un glosario de términos latinos y unos preciosos mapas históricos.

Conclusión final

“Roma soy yo” es un novelón histórico. Un libro sumamente recomendable. Que no os asusten sus muchas páginas ni que sea la primera de seis novelas. Terminada ésta os lamentaréis de que no esté publicada ya la segunda porque el cuerpo te pide seguir con la historia de este gran personaje.

 1/2

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