“La voz de los árboles” - Tracy Chevalier

Hace bastantes años leí una novela histórica que me gustó muchísimo. Se trataba de “La joven de la perla”, de Tracy Chevalier. Una novela que tuvo mucho éxito en su momento (incluso se llevó al cine), totalmente merecido por otra parte. Tan buen sabor de boca me dejó que pensé leer más novelas de la autora; han tenido que pasar bastantes años para que lo hiciera, con la que es la última novela publicada en España: “La voz de los árboles”

Éstas son mis impresiones

Tracy Chevalier

Tracy Chevalier creció en Washington. Se mudó a Inglaterra a los 22 años y trabajó durante un tiempo como editora. En 1994 se graduó en la Universidad de Anglia del Este con un máster de escritura creativa. Su novela La joven de la perla es un bestseller internacional. Fue adaptada al cine, con una película que estuvo nominada al Óscar y cuyos protagonistas son Colin Firth y Scarlett
Johansson; también se llevó al teatro para el West End. Sus siguientes novelas han sido aclamadas por la crítica y gozan de un gran éxito entre los lectores.



Datos técnicos

Título: “La voz de los árboles”

Autora: Tracy Chevalier

Traducción: Juanjo Estrella

Editorial: Duomo, colección Nefelibata

Edición: tapa blanda con solapas

Publicado en agosto de 2017

Páginas: 352

ISBN: 978-84-16634-39-2

PVP: 18,50 € en papel /9,99 en digital



Argumento

Un homenaje a los hombres y mujeres que forjan la historia

La familia Goodenough ha dejado atrás la Nueva Inglaterra del siglo XIX para instalarse en los pantanos de Ohio y lleva

consigo algunas ramas de su manzano favorito. Pero en el huerto que plantan se hunden también las semillas de la discordia entre James y Sadie Goodenough. Mientras James adora las manzanas dulces, Sadie prefi ere refugiarse en la sidra.

Esas diferencias irreconciliables afectan a sus hijos y obligan al menor de ellos, Robert, a abandonar Ohio y buscar fortuna. El amor hacia los árboles, heredado de su padre, le acompaña en su viaje hacia el Oeste. Allí descubre el amor de la mano de una vivaz cocinera y, gracias a un comerciante de semillas, los secretos de las poderosas secuoyas.

Entre estos árboles centenarios de California, encuentra consuelo y, con el tiempo, algunas respuestas.

Una epopeya histórica fascinante



Impresiones

La familia Goodenough ha emigrado de su lugar de origen, Nueva Inglaterra, a un territorio en expansión: la zona pantanosa de Ohio. James y Sadie junto a su numerosa prole, adquieren un terreno que el gobierno cede a fin de que lo trabajen y pueblen la zona. La ley requiere la plantación y mantenimiento de al menos cincuenta árboles para que los terrenos les sean definitivamente cedidos y eso se convierte en la única finalidad de James en la vida: cuidar de sus manzanos. Manzanos que adquiere a un vendedor ambulante pero también un manzano de una variedad muy especial que su familia trajo de Inglaterra

La vida allí, en el “pantano negro”, es muy dura. Las condiciones climatológicas son difíciles, viven aislados y van a tener que pagar un alto peaje: la vida de algunos de sus hijos. James se refugia en el trabajo y en sus manzanos mientras que Sadie lo hace en la sidra, que bebe sin medida.

“La voz de los árboles” es una novela de ficción, con un cierto toque histórico por aquello de que transcurre en los años 1838 y siguientes y nos cuenta las condiciones de vida de los colonizadores de ciertas zonas de Estados Unidos, así como -aunque sea en parte- la fiebre del oro y, en general, una forma muy determinada de vida. Y lo hace teniendo siempre como telón de fondo el cultivo de los manzanos.

La parte que más me ha gustado es aquélla en la que se describe la forma de vida en el pantano negro, una zona inhóspita, nada buena para vivir. Una zona llena de mosquitos, con una tierra difícil de trabajar, enfermedades que se llevan a los más débiles. Una tierra, en definitiva, nada hospitalaria. Hay una frase que lo describe a la perfección:

“No vivíamos con la tierra, sino que estábamos vivos a pesar de ella. Y es que quería matarnos a cada oportunidad que tenía: cuando no eran los mosquitos, era la fiebre o el fango o la humedad o el calor o el frío.”

Me ha parecido interesantísima esta parte. Recuerdo en mi infancia ver las típicas películas del Oeste (no las de indios, sino las otras) en las que familias enteras se iban en sus carretas cargadas hasta los topes de enseres domésticos y se internaban en las inmensas llanuras americanas buscando un futuro mejor. El libro, en cierto sentido, me ha recordado a esas películas aunque la zona a la que se traslada esta familia Goodenough es bastante peor que los escenarios de mis recuerdos. En todo caso, he de destacar la ambientación que no puedo sino calificar como magnífica

Eso y la caracterización tan perfecta es lo que más me ha gustado de la novela. Lo demás, me temo que no me ha gustado demasiado

Me explico.

Los personajes están muy bien trazados pero me han resultado un poco fríos. Los padres me han caído fatal, especialmente la madre, una mujer que no me podía imaginar como cabeza de familia. No he encontrado por ninguna parte esa mujer fuerte pero cariñosa que esperaba encontrar, sino una mujer egoísta, fría y rencorosa con la que no he podido sentir la más mínima afinidad. No me ha gustado nada. El padre me ha gustado un poco más pero tampoco he podido empatizar con esa obsesión que tiene con los manzanos. Los hijos un poco mejor, especialmente Robert, quien va a protagonizar la segunda parte. Segunda parte que me ha parecido un poco más movida pero que tampoco me ha llegado a convencer. En definitiva, unos personajes muy bien dibujados pero que no me han llegado

Tampoco la historia me ha gustado. Al principio no pasa casi nada y, si bien se nota que hay ahí alguna cosilla que deberemos descubrir, no he encontrado el suficiente interés cómo para seguir leyendo (lo he hecho por cabezonería y no por deseo de saber qué pasaba). Cuando la historia se centra en Robert pasan más cosas pero no sé si para entonces ya estaba tan fuera de la historia que me daba igual o qué, tampoco he podido disfrutarla

Me ha gustado mucho cómo escribe Tracy Chevalier, ya la conocía como autora y su estilo me convence. Lo que no me ha convencido nada es la historia, totalmente falta de interés y de ritmo. Se lee fácil pero se me ha hecho pesada, se repite mucho, le cuesta avanzar y, para cuando lo hace, ya era demasiado tarde para mí. Quizás si se hubiese centrado menos en los árboles y más en las condiciones de vida de los Goodenough me hubiera gustado más, quién sabe.



Conclusión final

Lamentablemente, no me ha convencido esta novela. Una novela muy bien escrita y con unos buenos personajes pero cuya historia me ha llegado a aburrir. Una pena

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