“Una promesa en el fin del mundo”” - Sarah Lark

Sarah Lark, la reina de la novela landscape, es una asidua de este blog desde que la descubrí con la bilogía jamaicana. Me gustó tanto que he leído todas las novelas que se han publicado desde entonces. Sólo me falta por leer (aunque la tengo desde hace años) la primera trilogía, la de la nube blanca.

Este mes Ediciones B ha empezado a publicar una nueva serie (que desconozco de cuántas entregas estará compuesta): una serie que podríamos considerar una especie de spin off de la trilogía de la nube blanca. Como os digo, no he leído ésta y lo cierto es que no he echado nada en falta, así que se puede leer perfectamente sin haber leído la anterior



Sarah Lark

Sarah Lark trabajó durante muchos años como guía turística. Pronto descubrió su fascinación por Nueva Zelanda, cuyos paisajes asombrosos han ejercido desde siempre una atracción casi mágica sobre ella.

Sarah Lark es el seudónimo de una exitosa autora alemana que en la actualidad vive en España.

Con "En el país de la nube blanca", considerado el debut más exitoso de los últimos años en Alemania, sorprendió a crítica y lectores. No en vano lleva más de un millón de ejemplares vendidos. “La canción de los maoríes” y “El grito de la tierra” ponen fin a la trilogía que dio carta de naturaleza a un nuevo género (o subgénero) literario, denominado “landscape” o novelas de viajes.

“La isla de las mil fuentes” y “Las olas del destino” forman la bilogía jamaicana.

La segunda trilogía situada en Nueva Zelanda, la del árbol kauri, consta de “Hacia los mares de la libertad”, “A la sombra del árbol kauri” y “las lágrimas de la diosa maorí”

La trilogía del fuego está compuesta por “La estación de las flores en llamas”, “El rumor de la caracola” y “La leyenda de la montaña del fuego”

Con “Una promesa en el fin del mundo” da inicio a una nueva serie, secuela de la primera de las trilogías



Datos técnicos

Título: “Una promesa en el fin del mundo”””

Autora: Sarah Lark

Editorial: Ediciones B

Edición: tapa dura, tamaño pequeño

Páginas: 440

Publicado por primera vez en marzo de 2017

ISBN: 978-84-666-6039-6

PVP: 19.00 €



Argumento

Sarah Lark vuelve con la esperada continuación de la trilogía de la Nube Blanca…

En plena Segunda Guerra Mundial, dos hermanas polacas, Helena y Luzyna, lo han perdido todo. Sin padres ni un hogar adonde ir, son embarcadas hacia un campo de refugiados de Irán, donde sobreviven como pueden. Pero al saber que algunos huérfanos están siendo recolocados en Nueva Zelanda, Helena alberga esperanzas de ser uno de los niños seleccionados, hasta que los oficiales le informan de que solo hay espacio para su hermana pequeña, Luzyna.

La mañana en que Luzyna debe embarcar, Helena se hace pasar por ella. Pero los horrores de la guerra –y la culpa por haber abandonado a su hermana– siguen a Helena en su viaje hacia una nueva vida, que se acrecientan cuando un hombre relacionado con su pasado se cruza en su camino.

Una vez en Nueva Zelanda, donde se siente bien acogida, los traumas que Helena ha sufrido alteran su paz y marcan su pasión por James McKenzie, el encantador y joven piloto de las fuerzas aliados. Pero ella intentará eludir la sombra de su pasado y construir un futuro que asegure un nuevo amor, una nueva familia y, en definitiva, una nueva vida en esa nueva patria.



Impresiones

Nos encontramos en plena Segunda Guerra Mundial. Helena y Luzyna son dos hermanas polacas que, tras perder a sus padres en Siberia, permanecen actualmente en un campo de refugiados de Irán. Al propagarse la noticia de que algunos niños huérfanos están siendo enviados a Nueva Zelanda, una nueva tierra muy alejada de la vieja Europa asolada por la guerra, deciden intentar que les envíen allí. El problema es que Helena es ya mayor de edad. Pero como prometió a su madre en su lecho de muerte proteger siempre a su hermana menor, decide seguir adelante como si ambas hubieran sido elegidas para viajar a Nueva Zelanda. No obstante, el día de la partida Luzyna, que en realidad no quiere ir, no se presenta en el lugar y Helena, sin casi pensarlo, decide asumir su lugar.

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Campo de refugiados polacos en Irán

partir de ahí, veremos las visicitudes que tiene que sufrir la pobre Helena en el penoso viaje desde Irán hasta Nueva Zelanda y qué ocurre cuando llega a su país de acogida.

Por otro lado, un joven piloto neozelandés llamada James McKenzie, que se alistó voluntariamente para luchar en Europa, es obligado por sus padres a regresar a su país. Por supuesto, no lo hace a gusto aunque en un determinado momento su camino se cruza con el de Helena y eso cambiará la vida de ambos jóvenes.

No es ésta una historia de la Segunda Guerra Mundial, aunque ésta sea el punto de partida que hace que los personajes acaben encontrándose en Nueva Zelanda. Siempre he dicho que la guerra da mucho juego literariamente hablando pues hay mil anécdotas que contar que hacen que raramente una novela sobre el tema se parezca a las miles de otras obras escritas. Y siempre se aprende algo. Por ejemplo, me ha dejado estupefacta que hubiera polacos refugiados en Irán. Y más que algunos de ellos fueran enviados a la otra punta del mundo, a Nueva Zelanda. Pero, como explica al final Sarah Lark, éste es un hecho completamente cierto. Y es que esta autora, a pesar de escribir novelas landscape –que, en principio, podríamos calificar de románticas y de aventuras- siempre las sitúa en un entorno histórico y nos da muchas notas que nos permiten descubrir cosas interesantes sobre los lugares donde sitúa sus novelas.

Las novelas de esta autora son siempre unas novelas de personajes y ésta no es ninguna excepción. La protagonista es Helena, la joven polaca que desde el campo de refugiados de Irán se va a trasladar a Nueva Zelanda. Helena es ya mayor de edad pero no deja de ser una niña, huérfana, que ha vivido los horrores de la guerra, que ha sido desplazada, que ha visto morir a sus padres y que encima tiene que cuidar de su hermana Luzyna. Ésta es una joven de diecisiete años, guapa y alegre, bastante despreocupada y rebelde que sólo quiere vivir la vida; en estos momentos junto a su novio. Sin duda, Helena me ha gustado mucho: por su carácter, por su fortaleza, y por lo que a la pobre le va a tocar vivir. Obviamente no os voy a contar qué es pues es algo que tendréis que descubrir leyendo la novela (cosa que, obviamente, os aconsejo). Por otro lado, tenemos a James, un joven piloto neozelandés perteneciente a una familia acomodada que va a ser reclamada por ésta para que vuelva a casa. Es un personaje que también me ha gustado mucho con ese aire despistado con el que yo me lo he imaginado. Éstos son los personajes principales pero hay también una serie de personajes secundarios muy interesantes. Entre ellos, la familia de James que –me imagino- son personajes que aparecieron en la trilogía de la nube blanca. En esta ocasión aparecen como padres o como tíos de James; por eso, no hace falta para nada leer las novelas anteriores que supongo nos descubrirán su historia, en ésta serie los que importan son Helena y James y, me imagino, sus descendientes.

En todo caso, los personajes están trazados con mimo y mueven al amor o el odio, según decida la autora.

Como cualquier novela landscape que se precie, “Una promesa en el fin del mundo” bebe de muchos géneros. Amor, odio, aventuras, saga familiar, historia, guerra…, son libros en los que hay de todo. Es por eso que son aptas para casi cualquier tipo de lector. Si habéis leído alguna novela de esta autora, ya sabéis lo que os vais a encontrar porque Sarah Lark (con este nombre, pues también escribe con otros) es fiel a su estilo y, en este sentido, todas sus novelas son muy similares. Así que, si os gusta una, os gustarán las demás. Son novelas muy entretenidas y fáciles de leer, que te mantienen atenta en todo momento y que te dejan con muy buen sabor de boca.

Últimamente Ediciones B ha variado las ediciones de las novelas de esta autora. De las novelas de gran tamaño y tapa blanda, pasamos a las novelas de tamaño más reducido y en tapa dura con sobrecubierta. En esta ocasión, tenemos una novela de formato bolsillo y tapa dura, muy manejable. La portada, como siempre, una preciosidad. Como diferencia con las anteriores, destaca su extensión: poco más de 400 páginas cuando la mayoría de las otras rozan las ochocientas. Esto hace que se lea en un suspiro



Conclusión final

Como siempre, Sarah Lark no decepciona. “Una promesa en el fin del mundo” es una novela francamente bonita, de muy sencilla y entretenida lectura, con unos personajes que llegan y una historia que me ha dejado con ganas de más.

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