“Un lugar a donde ir” - María Oruña

El año pasado leí la primera novela de María Oruña: un libro que fue todo un éxito y que, personalmente, me gustó mucho. Así que tenía muchas ganas de reencontrarme con su prosa, sus historias y sus personajes

Éstas son mis impresiones

María Oruña

María Oruña (Vigo, 1976), gallega de padre cántabro, desde pequeña visita con frecuencia Cantabria. Allí ha ambientado Un lugar a donde ir y su novela anterior, Puerto escondido (Destino, 2015), un exitoso debut en el género negro que ha sido traducido al alemán, el francés y el catalán. En ambas novelas los protagonistas son los paisajes cántabros y el equipo de la teniente Valentina Redondo, que se ha ganado el cariño de miles de lectores. Oruña es abogada y actualmente compagina esta profesión con la escritura. Ya está trabajando en su próxima novela.

@maria_oruna



Datos técnicos

Título: “Un lugar a donde ir”

Autora: María Oruña

Editorial: Destino, colección Áncora ¬Delfín

Edición: de gran tamaño, tapa blanda con solapas

Publicado en febrero de 2017

Páginas: 520

ISBN: 978-84-233-5185-5 

PVP: 19€ en papel



Argumento

Han transcurrido varios meses desde que Suances, un pequeño pueblo de la costa cántabra, fuese testigo de varios asesinatos que sacudieron a sus habitantes. Sin embargo, cuando ya todo parecía haber vuelto a la normalidad, aparece el cadáver de una joven en La Mota de Trespalacios, un recóndito lugar donde se encuentran las ruinas de una inusual construcción medieval. Lo más sorprendente del asunto no es que la joven vaya ataviada como una exquisita princesa del medievo, sino el objeto que porta entre sus manos y el extraordinario resultado forense de la autopsia.

Cuando hasta los más escépticos comienzan a plantearse un imposible viaje en el tiempo, comienzan a ocurrir más asesinatos en la zona que parecen estar indisolublemente unidos a la muerte de la misteriosa dama medieval.

Mientras Valentina Redondo y su equipo investigan los hechos a contrarreloj, Oliver Gordon, ayudado por su viejo amigo de la infancia, el músico Michael Blake, buscará sin descanso el paradero de su hermano Guillermo, desaparecido desde hace ya dos años, y descubrirá que la verdad se dibuja con contornos punzantes e inesperados.



Impresiones

En la Mota de Trespalacios ha aparecido el cadáver de una mujer. Es bellísima y aparece vestida con ropajes medievales, teniendo todo el aspecto de una auténtica princesa de época. Además, en la mano lleva una moneda muy antigua y, cuando se le hace la autopsia, sus resultados son sorprendentes. Valentina Redondo será la encargada de llevar a cabo la investigación, que aparenta ser muy complicada. Más cuando empiezan a aparecer más cadáveres con un nexo común

P

Mota de Trespalacios

or otro lado y como una especie de subtrama, Oliver Gordon va a intentar descubrir qué fue de su hermano. Hace años que Guillermo desapareció en Canarias y no se ha vuelto a saber más de él aunque en su momento se realizó una investigación exhaustiva. Oliver y su padre lo pasaron y lo pasan muy mal aunque hace tiempo que le dan por muerto pero, aún así, quieren saber qué pasó y Oliver tiene alguna idea nueva de la que poder tirar. Así que llevará a cabo una pequeña investigación personal ayudado por su gran amigo Michael Blake, que pasa una temporada en su hotel amenizando las veladas de los clientes con su música.

Finalmente, como otra pequeña subtrama del pasado, conoceremos a un grupo de arquéologos y espeólogos que investigan grutas, restos, etc…

En esta novela, María Oruña recupera los dos protagonistas de “Puerto escondido”: la policía Valentina Redondo y el inglés Oliver Gordon, que regenta un hotel con encanto en Suances. En la novela anterior fueron el centro de una trama de asesinatos que me encantó y ya dije que me gustaría verles en otras novelas. Afortunadamente, ha sido así y “Un lugar a donde ir” recupera a ambos personajes en otra historia de tintes policíacos que, no obstante, es independiente de la anterior por lo que se puede leer sin haber leído “Puerto escondido”. Obviamente, para conocer mejor la trayectoria de los personajes, mejor leerlas en orden pero, de no hacerlo, tampoco os vais a encontrar con mayores problemas

La novela comienza fuerte, con el descubrimiento del cadáver de lo que parece una princesa medieval en las primeras páginas. La escenificación y el lugar en el que aparece ya suscita nuestra curiosidad, la cual se ve acrecentada cuando conocemos la forma –francamente original- en la que ha sido asesinada. En la anterior ocasión, los bellos escenarios cántabros tuvieron un papel muy protagonista y en ésta no va a ser diferente. Lugares como la neocueva de Altamira o, el que a mí más me ha gustado porque lo desconocía, la Mota de Trespalacios. Unos restos que datan del siglo X u XI y que constituyen una construcción nada habitual ni en Cantabria ni en España (podéis saber más, pinchando en este enlace de la Wikipedia

L

Sótano de las Golondrinas

a autora describe muy bien tanto los lugares como las escenas, resultan una novela muy visual que podemos “ver” perfectamente en nuestra imaginación. Pero, si podéis, echad mano de Google para ver “in situ” todos los lugares mencionados y ya veréis cómo coincide con la idea que os hayáis podido hacer leyendo la novela. Lo bueno es que María no abruma con datos y salpica la narración con anécdotas y datos interesantes que, aunque sitúan bien los lugares, no ralentizan el ritmo

La autora alterna entre diferentes voces narrativas. Hay una parte de la novela, que ocupa pocas páginas y que aparece aquí y allá entre la historia principal, que consta de una serie de reflexiones que hará “El viajero del sótano”. Como reflexiones que son, será una persona (desconocida) quien las haga en primera persona. El resto del libro está narrado por un tercero omnisciente, tanto las partes del presente (focalizando en este caso en Valentina y su equipo y en Gordon y su investigación personal), como las del pasado (situadas unos cinco años atrás). Estas voces narrativas se corresponden con los tres planos temporales: el presente (Valentina y compañía), el pasado (los geólogos) y las reflexiones que no tienen una fecha concreta. La parte del presente es la que más páginas ocupa pero dentro de cada capítulo –de extensión más bien larga- podemos encontrar las tres: el presente, el pasado y una corta reflexión

En total son quince los capítulos en los que se divide la novela. Son capítulos numerados pero sin titular, precedidos de una cita literaria.

Con una prosa sencilla, concisa y directa, la autora se maneja bien tanto en la narración como en los diálogos, manteniendo siempre el ritmo narrativo y con un objetivo claro: el entretenimiento. Se permite variaciones de estilo, como ya hizo en “Puerto escondido”. La parte del presente es más sencilla y tiene más ritmo. En la parte del pasado encontramos muchas explicaciones de carácter geológico, arqueológico, etc. He leído en alguna reseña que estas explicaciones frenan el rimo de la novela. Y reconozco que sí, que un poco lo frenan, pero me han parecido tan interesantes que yo las he leído con avidez. Y, finalmente, tenemos esas “reflexiones” en la que la autora desarrolla un estilo más “rebuscado” y personal

E

Neocueva de Altamira

n general, no es una novela con un gran ritmo –tampoco lenta, en absoluto-. Tiene su propio ritmo, como ya lo tenía “Puerto escondido”. Su lectura resulta sencilla, interesante y muy entretenida.



Conclusión final

He disfrutado muchísimo leyendo “Un lugar a donde ir”. Una novela en la que se puede ver claramente la evolución de su autora: ésta es ya una segunda novela y en estos temas la experiencia es un grado.

Por cierto, como en la anterior ocasión, el título muy acertado (pero no os diré por qué, será cuestión de que lo descubráis leyéndolo)

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