"Ana" - Roberto Santiago

Lo mío con esta novela fue amor a primera vista. Y ni siquiera una razón de peso (sus más de 850 páginas) impidió que consumáramos nuestro amor. Eso sí, pensaba que me iba a gustar pero no que me iba a gustar tanto tanto pero tanto

Éstas son mis impresiones


Roberto Santiago

Roberto Santiago es escritor, dramaturgo y director de cine. Ha escrito más de veinte novelas infantiles y juveniles. Entre otras, la colección Futbolísimos (Editorial SM), que se ha convertido en la saga de literatura infantil española más vendida en nuestro país en los últimos años, y que ha sido traducida a varios idiomas. Ha escrito y dirigido, entre otras, las películas El penalti más largo del mundo (nominada al Goya al mejor guion), El club de los suicidas, Al final del camino y la coproducción internacional El sueño de Iván. En teatro ha escrito las adaptaciones de Ocho apellidos vascos, El otro lado de la cama y Perversiones sexuales en Chicago, de David Mamet, entre otras. Ha participado en varias series de televisión; es profesor de la Escuela Oficial de Cine de la Comunidad de Madrid; y su cortometraje Ruleta fue el primer corto español en competir en la Sección oficial del Festival de Cannes. Ana, es su primera novela para adultos



Datos técnicos

Título: “Ana”

Autor: Roberto Santiago

Editorial: Planeta

Publicado por primera vez en febrero de 2017

Encuadernación: Tapa blanda con solapas

ISBN: 978-84-08-16658-0 

Páginas: 864

PVP: 21,90 Euros en papel



Argumento

Años atrás, Ana Tramel fue una brillante penalista a la que se disputaban los mejores despachos. Un oscuro suceso en su pasado cambió su vida y ahora pasa sus días entre recursos administrativos en un mediocre bufete, ahogándose en un vaso de whisky. Pero su vida da un vuelco cuando su hermano Alejandro, con el que no habla desde hace cinco años, la llama angustiado. Ha sido detenido por el asesinato del director del Casino Gran Castilla.

Ana pide ayuda a su jefa y vieja amiga, Concha. Necesita la estructura y recursos del despacho para llevar adelante una defensa en la que tiene prácticamente todo en contra. Acompañada de un peculiar equipo (un viejo investigador, una abogada novel y un becario ludópata) se enfrentará a las grandes empresas del juego.

Ana, un thriller absorbente protagonizado por una mujer inteligente pero acabada, brillante pero autodestructiva, única.

Un oscuro asesinato.
Una protagonista que dejará huella.
Una batalla que todos dan por perdida.
Un thriller que no podrás olvidar..



Impresiones

Ana Tramel es una abogada de unos cuarenta y tantos años que trabaja en un bufete que se dedica a la reclamación de multas. Hace años fue una penalista brillante, de las mejores, pero la traición de su ex marido la sumió en un camino de autodestrucción aderezado con bebida y pastillas. Ahora su querido hermano pequeño Alejandro, con el que hace años que no habla, le llama angustiado: ha matado a un hombre y le han detenido. Ella va a visitarle a la comisaría donde se encuentra detenido y decide llevar su defensa. Pero al día siguiente le comunican que su hermano se ha suicidado. Poco a poco, Ana se va enterando de lo que ha sido la vida de su hermano durante los años que no se han visto: tenía una esposa, un hijo pequeño y muchísimas deudas con el Casino del Gran Castilla (a cuyo director, precisamente, ha matado). Ana decide que va a demandar al casino por amenazas, coacciones e inducción al suicidio. Para ello meterá en el ajo a su jefa y amiga Concha y a varios de los miembros del despacho de reclamación de deudas en el que trabajaba.

Me encantan los thrillers jurídicos (y las películas de juicios). Deformación profesional, supongo, pero me encanta ver que algo tan aburrido como el Derecho (porque lo es, no os quepa duda, lo mismo que la práctica cotidiana de cualquier juzgado español) se llena de vida y ritmo en las manos de un buen escritor o guionista. Creo que fue John Grisham quien me hizo descubrir este género. Aunque el sistema jurídico americano –y el anglosajón en general- no tiene nada que ver con el nuestro.

Esta es una de las razones por las que este libro me ha encantado. Pero no la única porque, os guste o no el género, estoy convencida de que la novela encandilará a cualquier lector.

El título ya es toda una declaración de intenciones: “Ana”. Más corto imposible ni más fidedigno a su contenido. Porque esta novela es, toda ella, Ana y sólo Ana. La historia tiene chicha, sin duda, pero sin un personaje como Ana no sería lo que es. Y es que Ana es mucho; mucho de todo. Un gran personaje literario donde los haya. Una mujer con mil aristas. No es una heroína ni mucho menos y veremos que hace mil cosas que no contarán con nuestra aprobación. Pero también hará otras tantas que aplaudiremos. Y, sin duda, empatizaremos con ella y nos pondremos de su parte. Sí, aunque el juicio sea una especie de David contra Goliath y sepamos que todo está en su contra, que es imposible que gane, que se la van a comer con patatas…; a pesar de todo, si tenemos que apostar por alguien lo haremos por ella, no lo dudéis

Por supuesto, el personaje de Ana está desarrollado a la perfección. Y es que no sólo es protagonista, también es la narradora de toooodooo el libro. Pero Roberto Santiago no podría haber elegido mejor voz para contar su historia. Nos adentraremos en su psique, veremos qué piensa y qué siente y por qué lo piensa y siente. Es un personaje muy complejo, que no se calla nada y nosotras la vamos a conocer desde dentro. Aún así, en varias ocasiones nos sorprenderá lo que hace (especialmente al final).

Junto a ella hay otros personajes también sin desperdicio. Concha, por ejemplo, es su mejor amiga y jefa en la asesoría de multas. Ella sirve al autor para introducir una subtrama, también jurídica, pero relacionada con los malos tratos y las separaciones matrimoniales. Una parte que, más o menos, se irá alternando con la demanda principal que es la que llevan contra el casino. Una trama interesantísima que está tratada de una forma perfecta, yendo directo a los sentimientos.

También tenemos a los dos abogados jovencitos que se lleva Ana a su propio bufete (me ha gustado sobre todo la chica), la peculiar secretaria o el investigador que contratan (todo un personaje también, uno de mis preferidos), el denunciado Moncada, el policía que detuvo a Alejandro, la dulce viuda, el niño…

La historia es interesantísima y te atrapa desde el minuto uno. Roberto Santiago tiene una forma de narrar muy cinematográfica y visual, muy ágil. Parece mentira que sean casi novecientas páginas, porque se leen en un suspiro y no me hubiese importado que hubiera más. Y es que no cansa, te pones a leer y te lees cien páginas sin esfuerzo y sin notar que ha pasado el tiempo. Hay mucho diálogo, varias subtramas laterales, giros y sorpresas inesperadas… Y encima todo se acelera al final con unas sorpresas que, yo al menos, no me esperaba en absoluto y que me dejaron aplaudiendo con las orejas

Todo lo relacionado con el mundo del juego me ha resultado sumamente e instructivo y apasionante. Es increíble la adicción que puede provocar, las fortunas que la gente puede gastarse, lo fácil que es caer y no poderse levantar. Desconocía que había cosas como, por ejemplo, las órdenes de autoalejamiento por las que una persona pide que no se le deje entrar en un salón de juego (y los casinos han de cumplirlo)

Y, algo para mí importante, la parte jurídica es impecable. Al principio pensé que el propio autor era jurista; luego he visto en su biografía que no pero desde luego lo parece. Supongo que habrá estado muy bien asesorado, que habrá leído documentación jurídica, asistido a juicios…; no sé cómo lo ha hecho pero puedo decir que se mete en mil berenjenales y que sale de todos sin mancharse. Y es que hay novelas en las que se toca algún tema jurídico, o en las que hay una parte de juicio pero es que en ésta lo jurídico lo es prácticamente todo. El juicio dura páginas y páginas pero es que además asistiremos a su preparación, a conversaciones jurídicas… No os asustéis si no os gusta o no conocéis el tema: tras leer la novela vais a conocer bastante mejor cómo funciona el sistema penal español pero es que, además, os vais a entretener muchísimo con una lectura sumamente absorbente, adictiva y entretenida



Conclusión final
Sin duda, no puedo sino recomendar “Ana”. No me lío más y lo resumo en una frase: probablemente el mejor thriller judicial que haya leído nunca.

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