"El enigma de Rania Roberts" - Javier Bernal

Hacía ya unos meses que tenía pendiente este libro que tan buenas reseñas ha acaparado. Ganas de leerlo no me faltaban, al contrario; de hecho, ha estado en varias ocasiones en mi planificación mensual pero lecturas conjuntas, simultáneas, mala planificación…, lo que fuera, hacían que no me diese nunca tiempo a leerlo. En agosto, mes del thriller, me dije: “de ésta no pasa”. Y así fue. Os adelanto que me ha encantado.

Éstas son mis impresiones

Javier Bernal

Javier Bernal nació en Valencia. Ha vivido en Barcelona, Londres y Nueva York. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona y MBA por el IESE de la Universidad de Navarra.

Está casado, tiene tres hijos y está esperando el cuarto. Actualmente reside en Madrid donde es directivo de una importante entidad financiera global.

El enigma de Rania Roberts es su primera novela.

Datos técnicos

Título: “El enigma de Rania Roberts”
Autora: Javier Bernal
Editorial: Suma de letras
Edición: tapa blanda, con solapas
Fecha de publicación: febrero de 2014
640páginas
ISBN: 9788483656211
Precio: 19 € edición en papel / 8,99 euros el ebook

Argumento

La apasionante historia de una mujer capaz de desentrañar el hilo invisible que une religión, política y finanzas.

Jericó, 2010. Rania, una joven y humilde chica de padre palestino y madre americana, lleva una plácida existencia, disfruta del amor puro de Abdul y sueña con un futuro junto a él. Pero un brutal suceso rompe su vida.

David Ackermann, capitán del ejército israelí, se encuentra en una situación de emergencia. Uno de sus hombres ha huido y se dirige a Jericó armado, borracho y ciego de ira. Cuando lo localiza se enfrenta a una inesperada y dramática decisión.

Max es un exitoso trader que vive al límite en Nueva York junto a sus amigos y su novia, Debra Williams, famosa reportera. Recibe la llamada del financiero más poderoso de Wall Street; le propone dirigir un nuevo fondo de inversión. Es la oportunidad de su vida, que acepta sin dudar. Todo es dinero, lujo y derroche a su alrededor. Pero nada volverá a ser igual.

Javier Bernal construye un apasionante thriller internacional con matices políticos, financieros y religiosos. Un universo desde el que analiza la actitud de los hombres más influyentes de Wall Street y las luchas de poder, los servicios secretos, el Mossad y la manipulación de la opinión pública. Una obra imprescindible, reflexiva, que nos habla de la soledad, de la compasión y del amor como vía de escape a la barbarie. Y que nos desvela la verdadera cara del mundo actual.

Impresiones

Mucho esperaba de este libro pues todo el mundo decía que era un thriller absorbente; y no me ha decepcionado, en absoluto, pues he disfrutado muchísimo leyéndolo.

Me ha encantado cómo empieza: en Jericó, con el conflicto árabe-israelí de telón de fondo y una historia de amor truncada por medio. Casualmente, poco después de leer “El príncipe” de Salva Rubio y encontrarme allí con el tema de los hombres-bomba; sin esperarlo, me encuentro aquí lo mismo. Sin duda, es un tema que me atrae por aquello de intentar comprender lo incomprensible. En esta novela, no se mete tanto el autor en la mente del suicida, ya que todo se ve desde el punto de vista de otra persona pero, aún así, una vez más, como en la otra novela que os comento, vemos que es un chico normal, muy apreciado por su familia y amigos; lo que hace, les sorprende a todos y eso demuestra el lavado de cerebro que pueden llegar a realizar esta gentuza…

La

El árbol de Jericó

parte que transcurre en Jericó me ha encantado. El personaje de Rania, que se hace de querer desde el primer momento. El soldado israelí-americano, con el que es fácil empatizar, Jasmine la amiga de Rania, las familias de ambos… Son todos personajes que me han gustado. La ambientación es también muy buena y una puede llegar a sentir cómo se vive en medio de tanto conflicto.

Y luego, cuando menos me lo esperaba, un cambio de escenario radical: nos vamos a Estados Unidos! Casi, como si nos hubiéramos ido a otro planeta. Al principio me dio un poco de miedo: me estaba gustando tanto la novela, tal y como era hasta entonces, que no tenía yo muy claro que me fuese a seguir gustando una historia que, era evidente, ya no podía ser igual. Y, efectivamente, no es igual, pero tampoco peor. Porque, una vez que conocí a los nuevos personajes y me hice de nuevo con la situación, me gustó de la misma manera.

En América vamos a conocer personajes totalmente distintos aunque, por suerte, los dos que más me gustaron de la primera parte, Rania y David, seguirán estando ahí. Los protagonistas de esta segunda parte son newyorkinos típicos: guapos, trabajadores de éxito, con un buen nivel de vida… Aquí conoceremos a la periodista Debra, encantadora; al trader Max que se va a ver visto en un lío descomunal, a la agente del FBI y amiga de Debra Heather…

Si en Jericó teníamos una situación tensa por el conflicto árabe-israelí, en EE.UU, también tendremos conflictos y situaciones tensas y peligrosas pero, en este caso, derivadas de la economía. Y es que hay gente que, cuanto más gana, más quiere ganar y no para en nada para obtener ganancias descomunales. ¿Qué hay que manipular la economía para conseguirlo? ¡Pues se hace, faltaría más! Me ha resultado muy interesante la forma en la que se manipulan los mercados y la información; me he dado cuenta, una vez más, de que somos títeres, que hacen con nosotros lo que quieren y encima no nos enteramos y que, una vez más, cuando surgen los problemas, al final pagamos nosotros mientras que los poderosos siempre encuentran una manera de salvarse…

Hay muchas cosas que me han gustado de esta novela. Me ha gustado, en primer lugar, la radical diferencia entre las dos partes, la que transcurre en Jericó y la que transcurre en Nueva York. Dos ciudades, dos países, pero también dos culturas, dos formas de ver la vida totalmente distinta. ¿Cuál es mejor, cuál es peor? Obviamente, por raíces culturales y salvando las distancias, me siento más próxima a Nueva York y, sobre todo siendo mujer, me quedo, sin duda, con la cultura occidental. El papel de la mujer árabe es tremendo; no me veo yo casándome con quien me digan mis padres y subordinada toda mi vida a un hombre, primero mi padre y hermanos, luego mi marido. Vale que el poder de la mujer se da en la sombra, pero aún así… No he entendido a la madre de Rania que es una americana que se enamoró de un palestino y se fue a vivir con él. Hasta ahí todo bien, el amor es así; pero que cambie de religión y se amolde tan completamente a la cultura árabe hasta el punto de criar a su hija (con salvedades) en ella, se me hace muy cuesta arriba: a mí se me caería el alma si tuviera que ver a mi hija con velo y yo misma tuviera que elegir a su marido…

Me

Nueva York

ha gustado también que, a pesar del cambio tan radical de historia que ocurre en la segunda parte del libro, me haya enganchado de tal manera. La primera me resultó muy interesante pero la segunda, en otro estilo radicalmente distinto, también. Sin duda, es algo arriesgado por parte del autor pero que soluciona con indudable éxito.

Me han gustado mucho los personajes. Especialmente la Rania del título, una joven encantadora que tiene que pasar por unas experiencias horribles pero que sabe adaptarse y superarlas (no siendo nada fácil debido a su educación). Los personajes están bastante bien descritos porque, además, no son muchos teniendo en cuenta que el libro es realmente largo.

La novela está dividida en 114 capítulos de corta extensión, algo típico en los thrillers. Narrada con mucho ritmo, con un lenguaje sencillo y una prosa ágil y directa, es realmente un libro “page-turner” de ésos que se pegan a las manos y que se leen rápido y sin esfuerzo a pesar de tener más de 600 páginas. No he encontrado altibajos en la narración; quizás durante unas páginas, al cambiar de escenario y de personajes, en los que descoloca un poco; pero enseguida retoma el ritmo y el interés.

En la trama hay sorpresas, giros inesperados y una tensión constantes hasta el vertiginoso y sorprendente final, que hacen que no puedas parar de leer.

Conclusión final

Conflicto palestino-israelí, hombres-bomba, amores truncados, servicios secretos, militares, periodistas, agentes del FBI, tiburones de Wall Street y, por encima de todo, una dulce y bella joven cuya vista se ha visto truncada de repente pero que quiere, ante todo y sobre todo, sobrevivir.

Una historia que atrapa y sorprende y que a mí, personalmente, me ha encantado.

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