"Las otras niñas" - Santiago Díaz

El año pasado disfruté mucho con “El buen padre”. Me gustó la novela (muchísimo) y me gustó (muchísimo también) su curiosa protagonista, la inspectora Indira Ramos. Por eso, en cuanto se publicó “Las otras niñas”, la segunda entrega de la serie, me hice rápidamente con ella.

Éstas son mis impresiones

Ficha técnica

Editorial: Reservoir Books
Páginas: 416
ISBN: 9788418052651


Sinopsis

La inspectora Indira Ramos apura sus últimos días de excedencia en un pequeño municipio de Extremadura. Cuando, después de casi tres años, llega el momento de abandonar su retiro y regresar a su trabajo en Madrid, se ve incapaz de enfrentarse al subinspector Iván Moreno, al que oculta un enorme secreto.

Pero ambos tendrán que volver a trabajar mano a mano para resolver el mayor rompecabezas criminal de la historia contemporánea de España: en una gasolinera han aparecido las huellas dactilares del que fue durante muchos años el hombre más buscado del país.

El brutal asesinato que cometió ha prescrito y la policía ya no tiene razones para mantener detenido al principal sospechoso, que lleva tiempo viviendo bajo una identidad falsa. Pero la inspectora Ramos está convencida de que un asesino como él ha tenido que volver a matar, así que solo necesita encontrar un crimen del que no quede impune.

Impresiones

La inspectora Indira Ramos lleva un tiempo de excedencia. Tras terminar el caso de “El buen padre” y descubrir cierta cosa personal, se retiró a vivir con su madre en un pequeño pueblo de Extremadura. Sabe que no puede estar allí indefinidamente y también sabe que tiene que hablar de lo que pasó con el subinspector Iván Moreno, pero nunca ve el momento.

Aunque finalmente, pasados tres años, Indira vuelve a Madrid y allí se encuentra a Iván como inspector, con la misma categoría que ella. El comisario les encargará uno de los casos más complicados y mediáticos de los últimos años.

En realidad en “Las otras niñas” va a haber una doble investigación. Y a ver cómo lo explico yo sin decir nada más allá de lo que, con buen tino, dice la sinopsis. Sé que por las redes se ha hablado y mucho del asesino que puebla las páginas de esta novela pero, por si desconocéis quién es, no seré yo quien lo vaya a mencionar. La cuestión es que, como consecuencia de un robo en una gasolinera que termina en asesinato, las huellas de uno de los criminales más buscados de España son encontradas en el lugar. El comisario encarga a Indira e Iván que lo detengan, cosa que no resulta difícil. El problema es que el crimen es muy antiguo y ya ha prescrito. Uno de los crímenes más execrables de la historia negra de España, la policía tiene en sus instalaciones al asesino y no puede llevarlo a prisión. ¿Os imagináis qué frustración? Indira e Iván tendrán que buscar alternativas para que toda la fuerza de la justicia recaiga sobre el asesino.

He dicho que el asesino detenido es el responsable de uno de los crímenes más execrables de la historia negra de España. Y no lo he dicho en sentido literario o figurado sino real: el autor parte de un crimen real, de sobra conocido por todos los que ya tenemos unos añitos: un crimen que nos conmocionó en aquel momento y que nos sigue conmocionando cada vez que de alguna manera sale a la palestra. El autor del crimen nunca cumplió pena y, en realidad, no se sabe qué pasó con él aunque la principal teoría es que murió. Santiago Díaz parte del supuesto de que no murió y que aún sigue vivo, tendría unos cincuenta años. Me parece una propuesta arriesgada la de Santiago Díaz y no exenta de polémica pues sé que a mucha gente no le ha convencido el partir de un hecho real (de ese hecho real, precisamente). No ha sido mi caso. El autor, aunque habla del crimen para poner en situación a los lectores más jóvenes que es probable que no hayan oído hablar de él pero la novela no va sobre el crimen sino sobre un supuesto ficticio: que el criminal siga vivo. Y ahí construye una historia de ficción que a mí me ha tenido completamente en vivo.

Pero he dicho un poco más arriba que no hay una sola investigación sino dos. Si Indira e Iván, los jefes, se encargan del caso más relevante, el resto del equipo se encargará de otro asesinato: un arquitecto ha aparecido desnudo con un tiro en la boca. Aunque esta investigación no ocupa tantas páginas como la principal, no está exenta de casi tanto interés como aquella; sobre todo por las personas involucradas. En esta trama he podido averiguar lo que había pasado: se me pasó de refilón por la cabeza la posibilidad de… y a partir de ahí ya iba leyendo todo teniendo en cuenta esa posibilidad. ¡Y bingo!

“Las otras niñas” me ha resultado una novela sumamente adictiva. Tanto que la devoré en menos de cuarenta y ocho horas. Hay que reconocer que estaba confinada en una habitación y tenía tiempo para leer pero, aún así, es que no podía parar. Literalmente. Una novela negra escrita a ritmo de thriller que a mí me ha dejado muy buen sabor de boca y esperando una tercera entrega (ojalá la haya)

Por otro lado, la historia personal de Indira e Iván me está gustando mucho. Indira es una mujer sumamente especial, ya la conocimos un poco en la primera novela. Pero ahora sus circunstancias han cambiado mucho y tiene que adaptarse; os aseguro que no es fácil para alguien de sus características.

Conclusión final

“Las otras niñas” es una novela negra y un thriller que me ha tenido absorta entre sus páginas durante los escasos dos días que me duró su lectura. Una trama arriesgada que es probable que no guste a todo el mundo pero que a mí me ha convencido por completo

Si os ha gustado mi reseña, podéis haceros con la novela a través de los siguientes enlaces: