"La quinta víctima" - J. D. Barker

“El cuarto mono”, que leí el año pasado por estas fechas, me encantó y me dejó con muchas ganas de ver cómo continuaba la historia. Así que no tardé en hacerme (y devorar) con la segunda parte, ésta que hoy reseño

Éstas son mis impresiones

Ficha técnica

Editorial: Destino

Páginas: 608

ISBN: 978-84-233-5568-6


Sinopsis

El FBI ha retirado del caso Anson Bishop (el asesino de El Cuarto Mono) a Porter y su equipo, que pronto se enfrentan a una nueva serie de asesinatos: tras estar desaparecida durante tres semanas, el cuerpo de Ella Reynolds aparece en un estanque del Parque Jackson, aunque el agua hace meses que se heló. Además, lleva la ropa de otra joven desaparecida hace tan sólo dos días. Porter y su equipo empiezan a reconstruir las pistas de este nuevo caso y, al mismo tiempo, en secreto, Porter sigue el rastro de Anson. Cuando sus superiores lo descubren, Porter queda suspendido de sus funciones mientras Clair y Nash buscan al asesino del lago. La pista de Anson llevará a Porter desde Chicago hasta Nueva Orleans y a Carolina del Sur. A cada paso que da, Anson parece estar manipulando los acontecimientos, siempre un paso por delante y Porter se da cuenta de que el único lugar más oscuro que la mente de un asesino en serie es la de la madre que le dio la vida.

Impresiones

Tras los hechos ocurridos en la novela anterior, Frank Porter, Nash y Clair son apartados del caso que pasa a ser competencia del FBI. Será este cuerpo quien seguirá investigando todo lo acontecido con el cuarto mono. Eso sí, en un despacho contiguo al de los policías. Mientras tanto, la policía de Chicago se enfrenta a un nuevo caso: otro asesino en serie anda suelto y parece que se ceba en chicas muy jovencitas.

Pero Porter no puede dejar de lado al cuarto mono, se ha convertido en una obsesión para él por lo que, a pesar de la prohibición expresa de sus superiores, seguirá investigándolo de forma extraoficial

“La quinta víctima” es la continuación de “El cuarto mono”. No una segunda entrega de una serie de novelas policíacas sino una auténtica y verdadera continuación. Por lo que hay que leer ineludiblemente la primera para poder leer esta segunda parte. Y si se hace de forma más o menos seguida mucho mejor (porque yo hace un año que la leí y había cosas que se me habían olvidado)

En esta ocasión, la historia se va a desarrollar a través de tres tramas. Por una parte, tenemos la investigación del FBI que seguirá tirando de los hilos para averiguar dónde se esconde Bishop, el cuarto mono. Por otro, la investigación de la policía de Chicago de la nueva ola de crímenes. Finalmente, de forma extraoficial, la investigación de Porter. Las tres tramas se val alternando y complementando porque, por ejemplo, las investigaciones de Porter y del FBI, siendo sobre el mismo sujeto, ya veremos que van a ir por caminos muy diferentes.

La novela se desarrolla en la actualidad y de forma lineal en muy pocos días (pero intensísimos). Se estructura a través de capítulos muy cortos encabezados por el día y la hora en la que tienen lugar.

A los personajes ya les conocimos de la entrega anterior y prácticamente van a ser los mismos: unos policías muy centrados en su caso, casi obsesionados, y uno de los mejores asesinos en serie que he conocido –literariamente hablando- nunca. Bishop ya me conquistó en la entrega anterior (¡qué mal queda decir esto jajaja!) y aunque en ésta va a tener un protagonismo un poco inferior, no por ello se queda de lado. De hecho, vamos a conocerle más íntimamente a través de los extractos de su diario. Y, sobre todo, conoceremos su pasado para intentar entender por qué es cómo es. Igualmente, conoceremos un poco más a su encantadora familia.

El libro es un thriller en toda regla; tan thriller como novela negra, negrísima. El estilo es muy fluido y sus seiscientas páginas se devoran gracias a esos capítulos tan cortos, la abundancia de diálogo, la alternancia de tramas y el horror con el que no podemos evitar seguir leyendo. A pesar de que hay cosas que ya conocemos, la tensión y la intriga se siguen manteniendo a tope y, por supuesto, habrá unas cuantas sorpresas y giros inesperados.


Conclusión final

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. No es el caso, en mi opinión, de esta novela que me ha gustado tanto como la primera. Un único “pero” le puedo poner: no termina, deja todo sin resolver, y la tercera y última parte no está publicada aún. Y os aseguro que cuando llegas al final y ves cómo acaba, te dan ganas de matar al autor. Esperemos que no nos haga sufrir demasiado con la espera.

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