"Buenaventura" - Toni Aparicio

En una de mis visitas a una librería me fijé en este libro. Atraída por su evocadora portada, leí la sinopsis y vi que era un libro que me podía gustar. Tuve suerte y a los pocos días nos ofrecieron, a otras blogueras y a mí, organizar una lectura conjunta del mismo a la que rápidamente me apunté

Una vez leído, os adelanto que he disfrutado mucho con su lectura aunque hay algunos “peros” que hacen que no haya sido una novela tan redonda como esperaba

Éstas son mis impresiones

Toni Aparicio

Toni Aparicio nació en Albacete y desde muy pequeño se sintió atraído por la literatura, los cómics y el cine. Estudió diseño gráfico y publicidad. Realizó algunos cortos e incluso escribió y dirigió un largometraje, que consiguió estrenar en Hollywood.

“El secreto de Elisa Lecrerc” fue su estreno como novelista.

Buenaventura es su segunda novela.

Podéis saber más de él y su obra en su página web www.toniaparicio.com

Datos técnicos

Título: “Buenaventura”
Autor: Toni Aparicio
Editorial: Suma de letras
Edición: rústica, con solapas.
Año de edición: febrero de 2015 
Páginas : 436
ISBN: 9788483653593
Precio: 19 euros en papel / 8,99 el ebook

Argumento

UN SECRETO FAMILIAR SILENCIADO...

Santamaría de la Villa, 1933. La vida de Esperanza cambiará para siempre. Se dirige hacia la mansión de los Campoamor, una de las familias aristócratas más respetadas de Asturias. Lleva consigo una maleta, el peso de los recuerdos y un extraño presentimiento. Está allí porque ha sido contratada como dama de compañía de la señora, pero se da cuenta enseguida de que no es bien recibida...

UNA MISTERIOSA DESAPARICIÓN...

El paso de los días acrecienta esa sensación y aumenta el desasosiego. Esperanza está convencida de que hay algo más, y las horas se vuelven insoportables. Descubre que hay un secreto que todo el personal guarda y que está relacionado con Buenaventura, hija y única heredera de doña Rosario, que al parecer ha desaparecido en circunstancias extrañas.

Y LA LUCHA DESESPERADA CONTRA EL DESTINO...

Sabe que ni don Manuel, el médico, ni Diego Carreño, el administrador de la finca, ni la señorita Agustina, la férrea ama de llaves se lo pondrán fácil, pero está decidida a descubrir la verdad. En ese camino se chocará con los fantasmas de su pasado y descubrirá el precio de una vida nueva.

Narrada con un estilo envolvente que recuerda a Rebeca, a Jane Eyre o a El jardín olvidado, Toni Aparicio construye con maestría una novela magnética que envuelve y golpea, que descubre las aristas de los secretos y sus peligros, y que retrata la violencia de unos seres que luchan por hacerse hueco. Una novela de ambientes, de estilo gótico, de miradas y silencios. Un misterio familiar que nos traslada al mundo rural gobernado por los instintos primarios donde la pureza y los sueños luchan por abrirse camino.

Impresiones

La novela tiene, en principio, todo para gustarme: secretos familiares, misterio, una buena ambientación, sucede en el pasado … En mi caso fue imposible resistirse a ella.

Esperanza es una jovencita que ha sido contratada como dama de compañía de doña Rosario Campoamor, una adinerada mujer que vive en una casona asturiana. Esperanza es una muchacha tímida y apocada, que apenas sabe nada de la vida y que no tiene las armas suficientes para enfrentarse a los demás trabajadores de la mansión que, desde el principio, ve claramente que están en su contra. También ve que hay un secreto en torno a la hija de doña Rosario, Buenaventura, que ha desaparecido hace un año.

Lo mejor de la novela es, sin duda, la lograda ambientación. El autor consigue trasladarnos a una vieja casona asturiana, que yo me he imaginado un tanto oscura y siniestra. Consigue, también, hacer sentir desde el principio una sensación de desazón y desasosiego. Realmente al principio no pasa nada pero sientes que algo va a pasar y que no va a ser nada bueno, por lo que la novela se lee en tensión y en vilo. El paisaje asturiano, lluvioso e invernal, el bosque que rodea la finca Campoamor…, todo contribuye a esa sensación oscura e inquietante. La novela en sí me ha recordado a Rebecca, la novela de Daphne du Maurier tan magistralmente llevada al cine. Y la casa, obviamente, me recordó a Manderley, ya sabéis, aquélla de “Anoche soñé que volvía a Manderley”.

También consigue el autor enganchar al lector desde el principio. A mí, al menos, ya me tenía ganada con las primeras hojas. Me metí pronto en la historia y el misterio latente suscitó mi curiosidad de tal manera que las hojas volaron entre mis manos. Contribuye a ello, además de los secretos y misterios por desvelar, una prosa fluida y de fácil lectura y un ritmo constante y mantenido.

En la novela hay pocos personajes. Prácticamente se limitan a la protagonista, Esperanza, Agustina el ama de llaves, el administrador Diego Carreño y el doctor que cuida a doña Rosario don Manuel. Algún personaje del servicio y un hombre del pueblo un poco atrasado completan el elenco de personajes.

Esperanza es un personaje apocado y tímido. No sabe imponerse, ni siquiera cuando está en su derecho y deja que la temible doña Agustina la maneje a su antojo. Es un personaje que no me ha caído ni bien ni mal; como se suele decir, me ha parecido un tanto “sinsorga” para mi gusto. Y, respecto a ella, va mi primer “pero”. Hay una escena, en la última parte de la novela, en la que Esperanza reacciona de una manera que no le corresponde. Ya sabemos que las personas podemos reaccionar de formas inesperadas cuando estamos sometidas a una gran tensión o peligro pero es que lo que hace Esperanza en cierto lugar, no corresponde para nada con la chica apocada y cobarde que hasta ahora se nos había mostrado. No ha habido evolución en su personaje que justifique una salida como ésta. Además de que, realmente, la escena en la que reacciona de tal forma podría haberse obviado pues, además de no aportar nada a la trama principal, trae a colación un personaje y un hecho del que hasta entonces (salvo que a mí se me haya pasado, que creo que no) nada sabíamos. De incluir esta escena pienso que, aunque sea de pasada o de forma velada, tenía que haber habido alguna referencia con anterioridad para que el lector pudiese decirse “ah, claro, cómo no me había dado cuenta”. Pero, de esta manera, me parece una escena forzada y que desde mi punto de vista sobraba.

La novela se estructura en tres grandes partes más un epílogo final. Cada parte está compuesta de capítulos cortos, en un total de cuarenta y ocho. Respecto a las dos primeras partes, nada que objetar. A mí la historia me atrapó desde el principio y me parece que mantiene bien tanto la intriga como la tensión y el ritmo narrativo. El problema me lo he encontrado en la última parte pues el final no me convence. Por dos motivos. Primero porque la prosa clara, concisa y directa del autor se transforma en este momento. Empiezan a mezclarse momentos del pasado y del presente sin solución de continuidad de tal manera que hay escenas en las que no llegas a saber en qué momento te encuentras. No me supuso gran problema pues con leer un par de veces algunos párrafos, el asunto quedó solucionado. Entiendo que es una táctica para mantener un poco más el suspense y la tensión pero no me parece que quede del todo bien. Supone un corte, una diferencia en el estilo narrativo y pienso que podría haberse realizado de forma más adecuada. Pero, vamos, que como digo tampoco supuso mayor problema para mí. El problema ha sido que el final no me ha convencido por no estar a la altura de las expectativas que me había creado. Quizás sea porque soy lectora amante del género negro, pero me había creado unas teorías bastante más truculentas de lo que realmente fue aquel gran secreto que tan celosamente guardaban Agustina, el doctor y Carreño. Una vez sabido se me quedó cara de “¿y por esto guardáis tanto secreto y estáis incluso dispuestos a…?”. Sinceramente, creo que el gran secreto no es tan grande sino un simple secretillo. Por todo ello, sin ser un mal final, me parece que no está a la altura del resto de la novela. Con un final más potente y rotundo, la novela me habría parecido casi redonda y eso hace que me quede un regusto agridulce

Conclusión final

En definitiva, a pesar de los tres “peros” que le he puesto la novela, no os quedéis con la idea de que no me ha gustado porque no es el caso. Me ha gustado y he disfrutado mucho leyéndola; sabiendo lo que sé, la volvería a leer. He disfrutado mucho durante, aproximadamente, el 80% de la novela y es de justicia reconocerlo. Pero, eso sí, tiene algunas cosas que no me han acabado de convencer y que hacen que no me haya parecido una novela redonda. No obstante, el resultado final ha sido satisfactorio.

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