“El secreto de Aurora Floyd” - Mary Elizabeth Braddon

Los libros de la editorial d’Época son un auténtico lujo. En todos los sentidos. Tanto externamente –no hay más que verlos- como internamente –con títulos escogidos con mucho cuidado entre la mejor literatura clásica. Hoy os traigo la reseña del último título que han publicado, “El secreto de Aurora Floyd”, una novela de misterio muy victoriana

Éstas son mis impresiones

Mary Elizabeth Braddon

Mary Elizabeth Braddon (1837-1915).

Figura clave en la escena literaria victoriana, fue elevada al más alto escalafón de la «intriga decimonónica» junto a Wilkie Collins, recibiendo por ello el título de «maestra en el arte del suspense y el misterio».

Se cuentan no menos de ochenta obras de su autoría, en su mayoría novelas, principalmente pertenecientes al género de la «sensation novel» en el que se encuadra una de sus obras más valoradas, El secreto de Aurora Floyd (1863), por las que obtuvo fama y reconocimiento en la segunda mitad del siglo XIX. Entre otras podemos destacar también, John Marchmont's Legacy (1862) ,Lady Audley's Secret (1862), Vixen (1879), London Pride (1896), etc.

También es destacable su incursión en la novela social, con The Doctor's Wife(1864), ficción claramente inspirada en Madame Bovary, y que supuso una gran contribución de Braddon para el conocimiento de la tipología «bovariense» en lengua inglesa, hasta ese momento desconocida.

La imaginación desbordante de Braddon le supuso la admiración de muchos escritores contemporáneos —entre otros— Tolstói, Henry James, Robert Louis Steventon, Wilkie Collins y William Thackeray, que afirmó sobre ella:

«Si fuera capaz de inventar intrigas como las de la señorita Braddon, sería el más grande escritor inglés».

Datos técnicos

Título: “El secreto de Aurora Floyd”
Autora: Mary Elizabeth Braddon
Traducción: Eva Mª González
Posfacio: Susanna González
Editorial: d’Época 
Colección Misterios de Época
ISBN: 978-84-938972-3-9
580 páginas
Tapa dura con sobrecubierta
P.V.P. 26,90 euros
(Incluye como obsequio marcapáginas personalizado y lámina réplica de la ilustración de cubierta)

Argumento

Aurora Floyd, la hija del rico banquero Archibald Floyd, es bella y rica. Dotada de un gran carácter guarda, sin embargo, un oscuro secreto.

Tras un año en una escuela de señoritas de París, Aurora vuelve a la casa familiar y allí conoce a dos hombres que se enamoran perdidamente de ella. Talbot Bulstrode es el heredero de una noble familia. Hombre con un acusado sentido del honor, estricto y rígido, no puede evitar enamorarse perdidamente de alguien que, por su carácter, sabe que no le conviene. John Mellish, un amigo del anterior, es también rico; pero su carácter es totalmente contrario al de Talbot. John es simpático, afable y alegre, siempre dispuesto a pensar bien de las personas, especialmente de su adorada Aurora.

¿Alguno de los dos permanecerá a su lado caso de descubrirse su secreto? ¿Qué puede ser tan horrible para ser guardado con tanto celo? ¿Qué consecuencias pueden derivarse de dicho secreto? ¿Quizás el asesinato?

El secreto de Aurora Floyd incluye elementos de misterio, chantaje, traición,
usurpación de identidades, crímenes, decadencia moral… y lo que constituye un «final escandaloso y subversivo» para la época, que hacen de esta célebre novela la quintaesencia del drama victoriano.


Impresiones

“El secreto de Aurora Floyd” es un libro bello, tanto por dentro como por fuera. Las ediciones de d’Época son perfectas y poseer cualquiera de sus libros es un auténtico lujo. En mi caso, al menos, es el libro mejor editado que tengo.

Esta editorial recupera libros clásicos, quizás los títulos no más conocidos de sus autores, de calidad contrastada y los envuelve en una preciosa edición, muy cuidada. Si tenéis la posibilidad de tener un libro de esta editorial en vuestras manos, no lo dudéis y echarle un vistazo. Son libros perfectamente encuadernados, en los que se ha utilizado material de gran calidad y, por supuesto, se ha cuidado la edición al máximo

En el caso del libro que hoy me ocupa, el volumen tiene tapa dura con sobrecubierta. Un detalle que siempre me gusta cuando se trata de libros con este tipo de encuadernación es que la tapa tenga la misma ilustración que la sobrecubierta. Me da mucha pena cuando la sobrecubierta es preciosa y la cubierta, sin embargo, va en un anodino color liso. La sobrecubierta puede romperse o extraviarse y en esos casos, el libro queda con una tapa anodina y bastante fea. En los libros en los que la cubierta viene también ilustrada, no corremos ese peligro.

Ya veis en la foto cómo es la ilustración de la sobrecubierta y de la cubierta misma. Se trata de la reproducción de un óleo de Vittorio Matteo Corcos titulado Volto di donna. En ella vemos a una preciosa joven de pelo negro y preciosos ojos negros; exactamente como, según las descripciones de Braddon, es Aurora, la protagonista de la novela. Un detalle que la editorial tiene siempre con los compradores de sus libros: en el interior encontraremos una cartulina que es una reproducción del óleo y, por consiguiente, de la portada, así como un marcapáginas con el mismo motivo. La reproducción es muy bonita, apta para, por ejemplo, enmarcarla y colgarla en la pared. Un detalle precioso que hemos de agradecer a la editorial.

Siguiendo con los aspectos externos del libro, la calidad del papel es insuperable: unas hojas gorditas que rezuman calidad por los cuatro costados. La letra tiene un tamaño adecuado, el interlineado y, en general, todos los aspectos estéticos son los adecuados… En fin, que estéticamente no se le puede reprochar nada a este libro.

En cuanto al contenido, más de lo mismo. “El secreto de Aurora Floyd” cuenta una bonita historia que incluye elementos de diferentes géneros, lo que la hace apta para cualquier lector. En principio, la editorial la define como una novela de misterio victoriano o “sensation novel”. El misterio viene dado por el secreto de la protagonista, que se sugiere casi desde las primeras páginas y no conoceremos hasta el final y por un crimen que se comete ya en la segunda parte de la historia y que, como cualquier crimen, habrá que tratar de dilucidar. Pero no es sólo una novela de misterio. Durante gran parte de la novela, aunque el secreto al que hago referencia esté siempre presente, casi podíamos calificarla de romántica o de narrativa a secas.

“El secreto de Aurora Floyd” cuenta la historia de una joven rica, heredera única de su acaudalado padre. Una joven que no es como las típicas jóvenes de la época (pensad que nos encontramos en el siglo XIX), pues tiene un carácter muy marcado, un temperamento vivo y unas aficiones –como, por ejemplo, los caballos, que no solían interesar a las mujeres decimonónicas. La que sí es como se supone que debían ser las jóvenes de buena familia es la dulce, pusilánime y sumisa Lucy, prima de Aurora, que hace fuerte contraste con ella.

Aurora ha hecho algo en el pasado que disgustó tremendamente a su padre –y de lo que ella misma se arrepiente-. Algo que guardan celosamente como el más oscuro de sus secretos puesto que la cerrada sociedad de la época no debe saberlo.

Pero Aurora es también una joven casadera, muy atractiva, que levanta pasiones. Dos serán sus pretendientes. Por una parte tenemos a Talbot, orgulloso, recto y formal que, si bien ama profundamente a Aurora, sus convicciones no le permiten confiar ciegamente en ella. Por otra tenemos a Jhon, mucho más campechano; la ama tanto que puede entender y perdonar cualquier cosa. ¿Con cuál se quedará Aurora?

Los personajes están descritos a la perfección, hasta el mínimo detalle. Acabamos conociendo a todos ellos de tal manera que podemos anticipar sus decisiones. La mayoría de ellos son personajes de su época; y no los podemos sacar de su contexto porque, realmente, ¿alguien se imagina una Lucy o un Talbot hoy en día? Aurora es, quizás, la más compleja de todos ellos. Su comportamiento no es el típico de la época y supongo que entre cierto sector conservador, la novela tuvo que levantar ampollas. Aurora es una mujer de alta cuna a la que se le supone un comportamiento completamente decoroso y encorsetado. Ya sabéis que en aquella época las jóvenes no tenían más aspiración que casarse bien y pasar de obedecer a su padre a obedecer a su marido. Como Lucy, por ejemplo. Una mujer que leía, que pensaba por ella misma y que imponía su criterio, no estaba bien vista.

Tampoco os vayáis a pensar en cosas raras que visto la actuación de Aurora desde el punto de vista actual, su comportamiento resulta bastante inocente; pero en la encorsetada alta sociedad inglesa del siglo XIX –que, probablemente, sus miembros serían los únicos que leyeron el libro pues el vulgo ni sabía leer, ni tenía dinero para comprar libros ni tiempo entre tanto trabajo para leerlos- comportamientos como el de Aurora y novelas que lo contasen, debieron ser muy rompedora. A las hijas se les conminaba a comportarse como Lucy. Una Lucy que, personalmente, también me ha gustado. Choca mucho, he de reconocer, cómo una mujer podía ser tan frágil pero, al mismo tiempo, me ha gustado su forma de actuar, tan representativa de toda una clase social y toda una época.

En el apartado hombres, tenemos tres principalmente: el padre de Aurora, Talbot y John. El padre de Aurora, pienso yo, no es tampoco el típico personaje decimonónico. Quiere tanto a su hija –que se quedó huérfana de madre el mismo día de su nacimiento- que le consiente todos los caprichos y le perdona todos sus errores. Creo que en la alta sociedad no eran normales comportamientos tan cariñosos, siendo más bien frecuente que el padre dirigiese la familia con mano tan férrea como la que tenía al dirigir sus negocios.

Talbot, de primeras, parece un príncipe azul. Guapo, rico, varonil…, normal que tanto Aurora como Lucy se enamorasen de él. Talbot es el noble inglés estirado y estricto típico. No es un personaje que se haga mucho de querer, la verdad, sobre todo al principio. Aunque a lo largo de la historia evoluciona y acaba por redimirse ante los ojos del lector.

John es todo lo contrario. Si bien tiene también los convencimientos morales de Talbot –incluso estudiaron juntos- es mucho más flexible y sabe adaptarse a las circunstancias. Y, sobre todo, sabe discernir qué o quién es lo realmente importante en su vida. Si bien no es tan guapo como Talbot, es adorable y mi cariño lector pronto se decantó por él

Además de estos personajes, que son los principales protagonistas, tendríamos también unos cuantos miembros del servicio y dos hombres de los que no os voy a hablar pues están relacionados con la parte de intriga de la novela: el idiota y Conyers

No son muchos los personajes que pululan por esta novela –larga-, por lo que sus caracteres están trazados con todo detalle y acabamos conociendo a todos en todos sus aspectos.

La ambientación es perfecta. La autora nos deja entrever cómo era la vida en una familia rica inglesa en el siglo XIX. Todo está descrito con muchísimo detalle. La autora no ahorra palabras en describirlo todo con esmero, sin dejar ningún aspecto a la imaginación. Así, la novela resulta ser, sobre todo, descriptiva. Abunda más la narración que el diálogo. Ello hace que sea una novela para leer despacio, parándose en los detalles, imaginándose en la mente lo que la autora nos está describiendo. No es una novela lenta, no, pero no es de ésas que uno devora sin saber casi lo que lea; el estilo de la autora requiere una lectura pausada y atenta, disfrutando de lo que se lee; las prisas están de más.

Pero es una novela de misterio y eso hace que siempre lata esa sensación de que hay algo que no sabemos y que debemos descubrir, por lo que querremos seguir leyendo para hacerlo. La autora sabe ''dosificar la intriga'''. Además, hay que tener en cuenta que esta novela se fue publicando por entregas, por lo que los capítulos terminan con una cierta dosis de intriga para dejar atrapado al lector y que sienta la necesidad de leer la entrega siguiente.

'''La prosa de la autora es cuidada, elegante, depuradísima'''. La lectura de “El secreto de Aurora Floyd” es un auténtico placer, por lo que se agradece que el estilo descriptivo requiera esa lectura pausada de la que os he hablado, y nos permita disfrutar de ella durante largo tiempo. No he leído yo apenar novela clásica inglesa –en su día, me decanté por los clásicos franceses y los españoles, dejando muy olvidad la inglesa-, pero sí que he leído algo; lo suficientemente al menos para ver que, en cuanto a la forma, esta novela pertenece, sin ningún género de dudas, a la literatura victoriana. No tanto en cuanto al fondo porque, como os he dicho, la protagonista que elige Braddon es rompedora, no es la típica heroína victoriana. Me ha resultado curioso que, en todo momento, la autora se dirige al lector, como si nos estuviese contando la historia a nosotros, buscando nuestra complicidad.

Conclusión final

“El secreto de Aurora Floyd” es una '''preciosa novela de época''', que cuenta una bonita historia de amor y de misterio, dramática en muchos momentos, con una bellísima prosa y que la editorial d’Época nos ofrece en el más bello envoltorio. Una delicia

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