"La isla de las mil fuentes" - Sarah Lark

Mi experiencia con las landscape en este mes temático dedicado al género no puede ser mejor: si “El reino del azahar” de Linda Belago me gustó muchísimo, “La isla de las mil fuentes” de Sarah Lark me ha gustado incluso más. Al leerla puedo entender perfectamente el éxito de la trilogía de esta autora (El país de la nube blanca y las dos novelas que continúan la saga). Si bien tengo esas tres novelas en mis estanterías, todavía no he encontrado el hueco necesario para leerlas. Así que no puedo comparar esta nueva novela con las anteriores; pero, con que sean la mitad de buenas que esta novela que acabo de leer, no dudo de que serán buenísimas.

Sarah Lark

Sarah Lark trabajó durante muchos años como guía turística. Pronto descubrió su fascinación por Nueva Zelanda, cuyos paisajes asombrosos han ejercido desde siempre una atracción casi mágica sobre ella.

Sarah Lark es el seudónimo de una exitosa autora alemana que en la actualidad vive en España. 

Con "En el país de la nube blanca", considerado el debut más exitoso de los últimos años en Alemania, sorprendió a crítica y lectores. No en vano lleva más de un millón de ejemplares vendidos. “La canción de los maoríes” y “El grito del cielo” ponen fin a la trilogía que dio carta de naturaleza a un nuevo género (o subgénero) literario, denominado “landscape” o novelas de viajes.

“La isla de las mil fuentes” es el inicio de una nueva saga que, en este caso, constarán tan sólo de dos entregas.

Datos técnicos

Título: “La isla de las mil fuentes”
Autora: Sarah Lark
Editorial: Ediciones B
Edición: de gran tamaño, tapa blanda con solapas
Páginas: 656
ISBN: 978-84-666-5323-7
Precio: 21.00 €

Argumento

Nora es una joven londinense de diecisiete años enamorada del contable de su padre, Simon Greenboroug. Simon es noble, pero el suicidio de su padre agobiado por las deudas, le ha dejado en muy mala posición económica. Debe trabajar ahorrando hasta el mínimo chelín para saldar las deudas y, además, sufragar los gastos de su madre y su hermana, que explotan al pobre joven. Lo único bonito en su vida es Nora, con la que tiene un bonito sueño: casarse e irse a vivir a Jamaica, donde construirán una cabaña en la playa. Pero cuando Simon pide al padre de Nora la mano de su hija éste se la niega: él es un rico comerciante y desea alguien mejor para su hija. Piensa que su hija, a la que adora, es muy joven y que esto no es más que un encaprichamiento.

Simon cae gravemente enfermo. Las condiciones de insalubridad en las que vive en una mísera buhardilla, sin apenas poner la calefacción para ahorrar, hacen que coja una enfermedad pulmonar de la que no podrá recuperarse. Nora se escapa de casa de su padre y se va a cuidar a Simon, pero no puede hacer nada para evitar su trágico final.

Tras la muerte de Simon, Nora vuelve a su casa pero pasan los meses y no se recupera de su inmensa tristeza

Tiene que pasar mucho tiempo hasta que, un día, decide aparecer en una fiesta que organiza su padre. Allí conoce a Elías, un viudo propietario de una plantación de azúcar en Jamaica. Todo lo que le cuenta sobre la isla fascina a Nora así que, cuando Elías pide a su padre la mano de Nora, ésta decide aceptar: sabe que no podrá volver a amar a nadie pero así, al menos, podrá ir al lugar de sus sueños y llevar allí el espíritu de Simon

En Jamaica Nora se convertirá la dueña de una inmensa plantación de caña de azúcar y, por lo tanto, de un montón de esclavos. A Nora le repugna la idea de la esclavitud y decide tratar bien a sus esclavos, ayudándoles en todo lo que pueda. Incluso se convierte en enfermera para cuidar de su salud.

Pero no todo es idílico en su vida. La fijación que con ella tiene Akwasi, un esclavo que se crió con Doug, el hijo de Elías, y la atracción que este mismo, su hijastro y Nora experimentan hacen que todo se complique muchísimo. Además hay que tener en cuenta a los cimarrones, esclavos liberados que viven en las Blue Mountain, formando una especie de reino propio, con los que, algo que jamás pensó, Nora se va a ver obligada a vivir una temporada…

Impresiones

“La isla de las mil fuentes” es la primera parte de una bilogía (dos entregas) de la nueva saga de Sarah Lark, que se hizo mundialmente famosa con “El país de la nube blanca” y las dos novelas que le siguieron, las cuales cosecharon muy buenas críticas y altas cifras de ventas. Antes de nada, un consejo: que no os asuste que sea una primera parte. La novela tiene un buen final y lo cierto es que podría quedarse como está ya que todo lo que se ha ido planteando a lo largo de la historia queda satisfactoriamente resuelto. Si no supiésemos desde el principio que habrá una segunda parte, yo ni me lo habría planteado. No es de esas novelas que terminan dejando cosas a medias buscando en el lector (equivocadamente, en mi opinión) la necesidad de leer la novela siguiente. Nada me da más rabia que los finales abiertos y en modo “continuará”. (atención, que esto no es lo mismo que decir que no me gusten las series porque no sería cierto: no me importa, como por ejemplo en las series policíacas, que la historia personal continué siempre que la trama principal quede completamente resuelta; lo que no me gusta es que me dejen a medias con tramas que han sido objeto principal de una novela, eso me parece una tomadura de pelo). Yo he terminado esta novela satisfecha de cómo acaba. Por supuesto, cuando se publique la segunda parte ahí estaré para leerla porque me ha encantado el estilo de la autora, la historia y los personajes y me gustaría saber cómo continúa su vida; pero eso no implica que si al final Sarah Lark decidiese no escribir una continuación yo no me quedaría igualmente satisfecha ya que, como digo, la novela termina adecuadamente.

“La isla de las mil fuentes” supone un viaje en el tiempo y en el espacio: con ella viajaremos al Caribe, a Jamaica más en concreto, a principios del siglo XVIII. La ambientación tanto espacial como temporal me ha gustado mucho: las descripciones de lugares y de los modos de vida son tan buenas que una realmente logra hacerse una idea cabal de cómo era la vida en aquella época y lugar.

“La isla de las mil fuentes” es una landscape, sin duda, pero también puede clasificarse en muchos otros géneros: es una''' novela histórica, una novela de amor, una novela de aventura… porque de todo eso y mucho más vamos a encontrar en ella'''.

Es histórica porque nos traslada al del siglo XVIII y a la Jamaica colonial y nos cuenta la forma de vida en uno y otro lugar. En la primera parte (unas 100 páginas más o menos) conoceremos cómo se vivía en Londres a finales siglo XVIII: cómo vivían los ricos, con todos sus privilegios, pero también como vivía el grueso de la población: con sus casas cochambrosas e insalubres, usando cerveza o incluso ginebra para beber y cocinar porque no había agua corriente, las aguas del Támesis bajaban sucias y el agua mineral era incluso más cara que las bebidas alcohólicas. En todo el resto del libro, veremos la forma de vida en las colonias, el cultivo de la caña de azúcar y, sobre todo, el tema de la esclavitud.

Blue Mountains

La semana pasada reseñé “El reino del azahar” de Linda Belago y ya hice allí algunas consideraciones sobre la esclavitud; en las que me reafirmo totalmente tras leer este libro. Aquí este tema está incluso más profundamente tratado pues los esclavos van a ser grandes protagonistas de la historia; al igual que lo serán los famosos cimarrones, esclavos huidos a las montañas que van a llegar a firmar un tratado de paz con los blancos. Me ha gustado muchísimo saber más cosas de la forma de vida de los esclavos, de las penosas condiciones a los que los sometían los “piadosos” blancos; claro, que, como ya sabéis, carecían de alma así que todo estaba justificado… También me ha gustado mucho ver la vida de los cimarrones, los que antes habían sido esclavos y comprobar que da igual que se sea blanco o negro, al final, el que tiene la posibilidad de dominar a otro lo hace, independientemente del color de la piel (debe ser cosas de la condición humana). 
La parte que transcurre en las Blue Mountains me ha parecido apasionante.

Uno de los pilares en los que se fundamenta el novelón que construye Sarah Lark es el personaje de Nora. De Nora sólo puedo decir que me ha encantado: es un gran personaje. Una jovencita que, a pesar de haber vivido entre algodones, tiene la cabeza muy bien amueblada y que es capaz de pensar, incluso a contracorriente de su época. Me ha gustado mucho su humanidad, su humildad, su flexibilidad para adaptarse a lo que la vida le va poniendo por delante… La verdad es que de Nora me ha gustado todo; es un personaje que no olvidaré fácilmente.

Me ha gustado mucho como la autora ha construido los personajes pues todos los que tienen un papel relativamente importante, aparecen descritos a la perfección, con caracteres marcados y perfectamente distinguibles los unos de los otros. Además, son personajes muy reales, muy vivos, que van cambiando según sus vivencias, sobreviviendo como pueden.

También me ha encantado el estilo de la autora que ha conseguido un libro bien escrito, con un argumento y un desarrollo muy interesante, una prosa fluida y de lectura sencilla y un ritmo constante. El libro podríamos decir que contiene 3 partes: Inglaterra, la plantación y las Blue Mountains y ambas me han atrapado por igual. Lógicamente, por el exotismo que les corresponde, me ha interesado más la vida en la colonia que en la metrópolis, pues ésta ya ha sido objeto de multitud de novelas pero, aún así, las 100 páginas situadas en Londres, están llenas de interés. 

Pasan muchas cosas, de tal forma que el ritmo y mi interés como lectora no ha decaído en ningún momento. Hay un poco de todo como ya he dicho al principio: mucho de costumbres, una parte de aventuras y una preciosa historia de amor. Bueno, historias de amor porque hay varias, ya lo comprobaréis si decidís leer el libro. La parte romántica tiene más peso que en “El reino del azahar” pero, aún así, no me ha parecido empalagosa por lo que no le tengáis miedo si no sois aficionados a las novelas de amor porque aún así creo que podría gustaros

Conclusión final

En fin, como os digo, una novela que he disfrutado de principio a fin: me ha entusiasmado, con todas las letras. Va a estar, sin duda, entre las mejores lecturas del año.

Una novela con personajes interesantes, amores y desamores, malos y buenos, luchas y traiciones, amos y señores… y todo ello en un exótico país que de esta forma podremos conocer un poco más

En mi opinión, una novela imprescindible.