"Alegres y compañía" - Alexander McCall Smith

Hace un par de días, Kayenna de Negro sobre blanco, reseñó la primera novela de esta serie: "La primera agencia de mujeres detectives". Como visteis si leisteis la reseña (y, si no, os aconsejo que lo hagáis porque es tan maravillosa como todas las que nos tiene acostumbrados) a ella le gustó mucho. La misma me hizo recordar uno de los libros de este autor que leí hará 3 o 4 años y cuya reseña recupero de Ciao (pues el libro lo tengo ya totalmente olvidado). Os copio lo que en su momento dije:

Ya he hablado en alguna ocasión de cuáles son los motivos que me hacen elegir un libro concreto (autor, recomendación, título, argumento…). Uno de ellos, no el más frecuente, es la portada del libro. Esta  novela  la elegí precisamente por la portada. No es que la portada me haya gustado o me haya dejado de gustar pero, es que es tan curiosa, que no pude evitar verla colocadita en las baldas. Es muy colorida: en ella podemos ver una cebra, sobre un fondo de hierba y flores moradas. El título y el nombre del autor aparece en rojo y, a lo largo, una tira en color morado con dibujos africanos. La cogí para ver de qué iba, leí el resumen de la contraportada y me pareció curiosa, así que la cogí en préstamo en la biblioteca.

Alexander McCall Smith

.Nació en Zimbabwe aunque su origen es escocés. Estudió y fue profesor de Universidad en Edimburgo y, como profesor, regresó a África, concretamente a Botswana y Suazilandia. Desde el año 2005 se dedica única y exclusivamente a la escritura.  

Ha publicado más de sesenta libros (¡qué curioso que hasta ahora nunca hubiese oído hablar de él…!). Entre ellos, destaca la serie protagonizada por Mma. Ramotswe, fundadora de la Primera Agencia de Mujeres Detectives de Bostwana.

Argumento

.Precious Ramotswe trabaja junto a Mma. Makutsi, su ayudante, en la Primera Agencia de Detectives de Bostwana compartiendo local junto a su reciente marido, el señor J.L.B Matekoni, mecánico del automóvil.

En esta novela se enfrentan a varios problemas. Por una parte, deben encontrar a un financiero de Zimbawe que ha huído con dinero que no es de su propiedad. Por otra, Charlie, uno de los ayudantes del señor J.L.B. Matekoni, está teniendo una relación adúltera con una mujer mayor, y las detectives se ven en la obligación de hacer que vuelva al redil. Finalmente, aparece el primer marido de Mma. Ramotswe, de quien ésta "olvidó" divorciarse y le chantajea, exigiéndole dinero a cambio de mantener en silencio su bigamia.

Impresiones

.La verdad es que es una novela que no merece demasiado la pena. No es que sea mala, pero tampoco buena. No se pierde mucho tiempo al leerla, porque son 400 páginas escritas con letra grande, así que si tenéis curiosidad, podéis hacerlo sin mucha pérdida, pero es una novela que no aporta gran cosa.

A mí me gusta la novela negra y me encantan los escenarios exóticos. Apenas he leído nada situado en el África profunda, y me pareció que esta novela podía ser interesante para acercarse a la vida cotidiana africana pero con el plus de entretenimiento que promete una novela negra. Además, los extractos de crítica que vienen en el libro, me animaron a leerla, con cosas como "Es difícil concebir a un autor contemporáneo más auténticamente cautivador… Sus novelas son, además, extraordinariamente divertidas: me resulta imposible pensar en ellas sin sonreir" (Craig Brown escribiendo para el Mail on Sunday) o "…autor de impresionante éxito en todo el mundo".

Pero, en fin, mi conclusión es que poco de lo prometido: ni novela negra, ni risas, ni cautivada me he quedado.

Novela negra no es. Cierto que las protagonistas son dos mujeres detectives, pero eso no hace que la novela sea de misterio. Realmente, no hay una trama ni una investigación, ni un misterio a resolver. Lo poco que pasa, es más una excusa para presentarnos un trocito de vida africana mientras nos tomamos un té rooibos.

Divertida, tampoco. Al menos, yo no me he reído, ni siquiera sonreído. Sí es entretenidilla, pero sin más. Ni engancha ni cautiva, aunque se lee muy fácil, eso sí, y no resulta para nada aburrida.

Algo sí se aprende de las costumbres de Bostwana: la formalidad con la que la gente se trata (incluso entre esposos, la protagonista, siempre se refiere a su marido como al señor J.L.B. Maketoni y éstos, entre sí, se tratan de usted.), cómo la gente está al tanto de la vida de los demás y no les importa preguntar sobre temas muy personales, la inocencia de la sociedad, la influencia anglosajona (en nombres tanto de personas como de lugares, etc)…

Lo que me ha parecido muy curioso es el tono tan inocente que rezuma toda la novela. Desconozco si será así la propia sociedad de Bostwana pero, si lo es, qué maravilla. Por ejemplo, uno de los problemas que se encuentran en un pueblo es que los profesores invitan a las chicas a ir a bares, donde les sirven una copa y les hacen bailar con ellos. Ojalá nuestras adolescentes tuvieran esos problemas, ¿no os parece?. Otro ejemplo: una de las protagonistas se compra unos zapatos rojos con hebillas doradas. Reconoce que son unos zapatos atrevidos y decide que se los pondrá "cuando tenga que ver a hombres problemáticos; ellos quedarían hipnotizados por las hebillas, lo cual le daría a ella el punto de ventaja necesario para tratar con esa clase de sujetos". En fin, si un hombre problemático se queda obnubilado con unos zapatos hasta el punto de poder hacer con él lo que se quiera… creo que mañana mismo me voy a vivir a Bostwana.

Creo que ya os podéis hacer una idea de cómo es la novela, Me parece demasiado simplona, en algunos momentos da la impresión de que está escrita para niños. No es que haya perdido mucho leyéndola, pero estoy segura de que dentro de tres meses no recuerdo ni el título. Yo, desde luego, no pienso leer ninguna otra de la saga y no os recomiendo hacerlo.

Podéis encontrarla en Popular libros