"El niño número 44" - Tom Rob Smith

Éste es un libro que leí hace como año y medio y que ayer recordé a raiz de una opinión que sobre él leí en Ciao. En su día me gustó muchísimo y me di cuenta de que no os había hablado de él, así que aquí tenéis la reseña.

Tom Rob Smith

Es un inglés licenciado en Literatura inglesa. Aunque ésta es su primera novela, tiene experiencia en este mundillo ya que ha trabajado como guionista de series de televisión. Los derechos de "El niño 44" han sido vendidos para su adaptación cinematográfica.

Argumento

Estamos en la Rusia soviética, en los últimos años de Stalin. El protagonista es Leo, un miembro del MGB, la policía de seguridad del Estado. Es un antiguo héroe de guerra que ha subido rápido en el escalafón, teniendo un puesto de importancia. A ello contribuye su obediencia ciega a las órdenes que recibe, las que nunca ha cuestionado. Pero cuando le ordenan detener a un supuesto espía, que resulta ser un inocente veterinario, toda su perspectiva del mundo cae y se da cuenta de que las cosas no son como parecen. Le ponen a prueba para ver su lealtad y, no habiendo resultado satisfactoria, Leo y su mujer Raisa son exiliados a una ciudad del interior donde ha de trabajar en uno de los puestos más bajos de la milicia. Allí va a descubrir que hay un psicópata matando niños, a los que roba el estómago y llena de tierra la boca. El problema es que en Rusia los asesinatos no existen, eso sólo existe en Occidente, y no se le permite investigar. Pero viendo que son muchísimos los niños asesinados, Leo y Raisa inician una investigación por su cuenta que, caso de ser descubiertos, les supondrá algo muchísimo peor que el exilio: ser ejecutados.

Impresiones

La novela me gustó mucho, la verdad. Por varias razones:

En primer lugar, porque es un thriller y éste es un género que me gusta. Como trhiller es bueno; no es el mejor que he leído, pero no está mal ni mucho menos. Es un argumento distinto, un asesino diferente, una forma de investigación radicalmente distinta a lo que solemos leer...

En definitiva, como thriller es original.

La localización. Acostumbrados a los asesinos en serie norteamericanos, el hecho de leer sobre unas muertes en la Rusia soviética dota a la novela de un exotismo curioso. Eso influye en la forma de investigar, sin duda. En aquella zona y aquella época, nadie era digno de confianza y de todo el mundo había que sospechar. El mismo Stalin lo dijo en 3 palabras: "Confía pero vigila". Todo el mundo vivía bajo sospecha, tanto los que daban motivos para desconfiar como los que, en apariencia, eran dignos de total confianza. Incluso los vigilantes eran a la vez vigilados y, en cualquier momento, la suerte de cualquiera podía cambiar. "La labor del investigador consistía en rascar la superficie de inocencia hasta descubrir la culpa. Si no aparecía la culpa, es que no se había rascado con la suficiente profundidad".

Rob nos enseña cómo era la vida en aquella época. Todos hemos oído hablar de las consecuencias de la revolución rusa y la venida del stalinismo pero, al menos yo, no había oído ni leído nada sobre la verdadera situación de los rusos, sobre su día a día. Con esta novela me he acercado un poco a su realidad que, la verdad, fue tremenda. No vivías dónde querías, sino donde el Estado te decía. La mayor parte de la gente es unos pocos metros cuadrados, ya que los apartamentos eran compartidos por varias familias. Cualquier motivo servía para considerar a un ciudadano un espía, o un enemigo del régimen, lo cual suponía el encarcelamiento durante años o la ejecución inmediata. Los delitos políticos eran los peores de todos, los que más miedo provocaban. Y eso porque "mientras que, por una parte, resultaba sencillo convencerse uno mismo de que nunca robaría, violaría o mataría, nadie podía estar seguro de no ser culpable de agitación antisoviética, de actividades contrarrevolucionarias o de espionaje pues nadie, ni siquiera Leo, podía estar nunca seguro del todo de en qué consistían exactamente aquellos crímenes". Esto es una de las cosas que más horripilantes me han parecido: el que tu vida y la de tu familia dependa siempre de un hilo. El que cualquier hecho, por nimio que sea, como que alguien crea que estás rezando lo que no debes o que hayas leído un libro occidental, pueda acabar con tu vida. O el hecho de que no se pueda confiar en nadie, porque cualquiera puede ser un informador. Lo peor de todo no son las malas condiciones económicas, la falta de comodidades básicas como luz o un cuarto de baño en tu propio apartamento, sino esta absurda inestabilidad.

Es un libro curioso porque al principio parece una cosa diferente de lo que al final resulta ser. El pequeño resumen de la contraportada no da demasiadas pistas y, más que referirse a un thriller de asesinatos en serie, parece que se refiere a una novela de espías. Y, de hecho, así resulta ser al principio. Aunque ya desde la primera hoja se nos dan detalles de lo que al final va a ser el libro, lo cierto es que luego se centra en las vivencias y los sentimientos de Leo, un jefe de la seguridad del Estado que empieza a cuestionarse su trabajo, por lo que se convierte la novela en una crítica contra el régimen soviético.

Es a partir de la mitad de la novela, cuando se centra en la investigación de los asesinatos. Esta curiosa estructura resulta chocante pero no le quita atracción a la novela porque ambas partes son buenas: buena es la parte de thriller pero también, y muy instructiva, la parte en la que se describe y critica la forma de vida soviética.

Hay algún pasaje algo fuerte, pero sin abusar.

Empieza con mucha fuerza. Ya en el primer capítulo, unos niños van al bosque a cazar el único gato que quedaba en el pueblo, para ver si con su carne pueden sobrevivir unos días más. Pero el problema es que, cuando no hay nada que llevarse a la boca, cualquier cosa puede ser apetitosa, incluso los propios niños. Esa escena pone los pelos de punta. Aunque el autor no lo avisa, al final, en la bibliografía, se dice que los asesinatos fueron reales y hay algún libro escrito sobre ellos.

El ritmo se mantiene a lo largo de toda la novela. No es frenético ni pausado, un término medio. No es de esos libros que se devoran pero casi. Resulta interesante y entretenido en todo momento.

Como he dicho, me ha gustado mucho. No es la novela del siglo pero es una buena opción para entretenerse un rato.

Ha sido editada por Espasa en el año 2008. Tiene 387 páginas