“La novia gitana” - Carmen Mola

De primeras no me fijé en este libro pero, fue empezar a verlo circular por las redes sociales y leer comentarios entusiastas, que se me empezó a hacer la boca agua y ya no paré hasta que lo conseguí. Fue tenerlo en mis manos, empezar a leerlo y ventirlármelo en tan sólo dos días y medio

Éstas son mis impresiones


Datos técnicos

Título: “La novia gitana”

Autora: Carmen Mola (pseudónimo)

Editorial: Alfaguara

Páginas: 408

ISBN: 9788420433189

Precio: 19,90 euros



Argumento

«En Madrid se mata poco», le decía al joven subinspector Ángel Zárate su mentor en la policía; «pero cuando se mata, no tiene nada que envidiarle a ninguna ciudad del mundo», podría añadir la inspectora Elena Blanco, jefa de la Brigada de Análisis de Casos, un departamento creado para resolver los crímenes más complicados y abyectos.

Susana Macaya, de padre gitano pero educada como paya, desaparece tras su fiesta de despedida de soltera. El cadáver es encontrado dos días después en la Quinta de Vista Alegre del madrileño barrio de Carabanchel. Podría tratarse de un asesinato más, si no fuera por el hecho de que la víctima ha sido torturada siguiendo un ritual insólito y atroz, y de que su hermana Lara sufrió idéntica suerte siete años atrás, también en vísperas de su boda. El asesino de Lara cumple condena desde entonces, por lo que solo caben dos posibilidades: o alguien ha imitado sus métodos para matar a la hermana pequeña, o hay un inocente encarcelado.

Por eso el comisario Rentero ha decidido apartar a Zárate del caso y encargárselo a la veterana Blanco, una mujer peculiar y solitaria, amante de la grappa, el karaoke, los coches de coleccionista y las relaciones sexuales en todoterrenos. Una policía vulnerable, que se mantiene en el cuerpo para no olvidar que en su vida existe un caso pendiente, que no ha podido cerrar.

Investigar a una persona implica conocerla, descubrir sus secretos y contradicciones, su historia. En el caso de Lara y Susana, Elena Blanco debe asomarse a la vida de unos gitanos que han renunciado a sus costumbres para integrarse en la sociedad y a la de otros que no se lo perdonan, y levantar cada velo para descubrir quién pudo vengarse con tanta saña de ambas novias gitanas.


Impresiones

La BAC -Brigada de Análisis de Casos- es una brigada especial de la policía de Madrid que se encarga de los casos más difíciles. Como el asesinato de Susana Macaya quien, la noche de su despedida de soltera, es secuestrada delante de su casa y aparece muerta en el parque de la Quinta de Vista Alegre del barrio de Carabanchel dos días después. El método usado por el asesinato es de lo más peculiar; tan sólo ha sido utilizado en otra ocasión: hace siete años Lara Macaya fue asesinada de la misma forma. Precisamente, Lara era la hermana mayor de Susana y también se iba a casar en breve. El problema es que el asesino de Susana fue detenido y condenado a prisión, donde aún permanece sin que haya disfrutado siquiera de permisos de salida. ¿Un imitador? O ¿ha cometido un error la policía y quien está en prisión no es el verdadero asesino? Será la BAC, con Elena Blanco al frente, quien deberá investigar el/los asesinatos.

“La novia gitana” es una novela policíaca altamente adictiva. La empecé a lo tonto, compaginándola -como suelo hacer- con otras novelas pero pronto acaparó toda mi atención: las otras, pobres, tuvieron que quedarse un poco aparcadas para que yo pudiese centrarme en ésta ya que me era imposible parar de leer. Y en dos días y medio ya había caído.

La novela está dividida en cinco grandes partes, cada una de ellas subdividida en capítulos muy cortos, lo que dota a la novela de gran agilidad. La historia se narra en tiempo presente y lineal con una serie de excepciones dispersas a lo largo del texto. De vez en cuando, hay unas pocas hojas, no más de dos o tres, escritas en cursiva en las que vemos a un niño encerrado en una nave. No sabemos si esta subtrama se desarrolla también en el tiempo presente o en el pasado ni qué relación puede tener con la principal aunque, poco a poco, podremos ir atando cabos.

Será un narrador omnisciente quien nos irá contando toda la historia, focalizando en los diferentes personajes pero sobre todo en Elena Blanco, la encargada del caso. Una mujer muy peculiar que arrastra una pesada mochila personal. Poco a poco sabremos qué le ha ocurrido en el pasado y al final la autora deja la puerta abierta para lo que puede ser -y espero que sea – una segunda entrega de una serie. A mí, desde luego, el final me ha dejado con muchas ganas de seguir leyendo. No es un final abierto, la historia principal queda completamente cerrada pero de la personal de Elena está claro que tiene mucho que contarse.

Me han gustado mucho los personajes. El equipo al frente del cual está Elena Blanco es pequeño pero con miembros muy interesantes. Tenemos, por ejemplo, a Chesca y a Orduño, que suelen andar juntos y forman una pareja de lo más peculiar. Al forense Buendía. A la informática, que es lo más alejado de la típica imagen que dan las novelas y películas de los cracks informáticos. Y a Zárate, que no forma parte de la brigada pero que, por determinadas circunstancias, va a “adosarse” a ella en este caso particular. Los personajes están bastante bien desarrollados, especialmente Elena quien es la protagonista absoluta, no sólo por ser la jefa sino por esas circunstancias personales que os he mencionado. Todos son personajes que pueden dar mucho juego en posteriores entregas de la serie (repito, no tengo ni idea de si habrá una serie pero imagino que sí, tanto por el éxito que está teniendo esta novela como por la forma en que termina).

El crimen a investigar es de lo más peculiar. El método elegido por el asesino te deja con la boca abierta, es de lo más imaginativo (y un poco asquerosote, la verdad). Al alimón de la investigación, la autora (o quien sea, no sabemos quién se esconde detrás de Carmen Mola que es un pseudónimo) habla de otros temas como el lesbianimo, las relaciones entre gitanos y payos, las noticias falsas que se propagan por la red (muy interesante este tema por mucho que sólo sea un apunte…), etc.

Sí que, en mi caso, ha sido un poco previsible porque, más o menos, no demasiada avanzada la novela ya me he imaginado por dónde podían ir los tiros. Como veis por lo que os cuento y por la valoración que le doy, esto no ha empañado para nada mi disfrute de la misma pues, como se suele decir, la he disfrutado como una enana. Es una novela hecha para el disfrute, de muy sencilla lectura, con un ritmo realmente ágil, una novela que se pega a las manos y que es difícil parar de leer.

Por ponerle algún “pero”, hay que decir que la novela cae en algún que otro tópico: protagonista atormentada por un tema personal que se da a la bebida (aunque aquí el típico whisky se sustituye por la grappa, mucho más original), policía que defiende a capa y espada a su querido mentor… Pero también hay elementos que intentan salirse de lo habitual como esa informática que, ya os lo digo, no tiene nada que ver con la idea que todos tenemos del típico informático friki.


Conclusión final

He disfrutado muchísimo leyendo “La novia gitana”. Una novela policíaca escrita a ritmo de thriller que no da tregua. Un consejo: buscad el momento adecuado para leerla porque, una vez empezada, no podréis parar

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