"A la sombra del árbol kauri" - Sarah Lark

Hace un mes leí (y reseñé) el primer volumen de la nueva trilogía de Sarah Lark. Se titulaba “Hacia los mares de la libertad” y ya os dije que me encantó. Así que, en cuanto lo terminé, me puse con la segunda entrega, la que hoy os comento: “A la sombra del árbol kauri”

Éstas son mis impresiones

Sarah Lark

Sarah Lark trabajó durante muchos años como guía turística. Pronto descubrió su fascinación por Nueva Zelanda, cuyos paisajes asombrosos han ejercido desde siempre una atracción casi mágica sobre ella.

Sarah Lark es el seudónimo de una exitosa autora alemana que en la actualidad vive en España.

Con "En el país de la nube blanca", considerado el debut más exitoso de los últimos años en Alemania, sorprendió a crítica y lectores. No en vano lleva más de un millón de ejemplares vendidos. “La canción de los maoríes” y “El grito del cielo” ponen fin a la trilogía que dio carta de naturaleza a un nuevo género (o subgénero) literario, denominado “landscape” o novelas de viajes.

“La isla de las mil fuentes” y “Las olas del destino” forman la bilogía jamaicana.
Actualmente se está publicando una nueva trilogía situada en Nueva Zelanda, de la que ya se han publicado los dos primeros títulos “Hacia los mares de la libertad” y “A la sombra del árbol kauri”

Datos técnicos

Título: “A la sombra del árbol kauri”
Autora: Sarah Lark
Editorial: Ediciones B
Edición: de gran tamaño, tapa blanda con solapas
Publicado en noviembre de 2014 
Páginas: 808
ISBN: 978-84-666-5493-7
PVP: 21.50 €

Argumento

Un regreso inesperado a Nueva Zelanda marcará el destino de una familia…
Nueva Zelanda, 1875. Lizzie y Michael Drury han cumplido el sueño de tener una granja de ovejas, y ante ellos parece abrirse un futuro prometedor. Pero su vida se descontrola de repente cuando su hija mayor, Matariki, es secuestrada por un líder maorí. Mientras Michael hace todo lo posible por recuperar a su hija, en la familia Burton un acontecimiento sorprendente llena de alegría a Kathleen: su hijo Colin vuelve a Nueva Zelanda. Sin embargo, nadie sospecha las consecuencias de este regreso...

Por primera vez en todo el mundo un país permitió votar a las mujeres. Hoy Sarah Lark homenajea a todas esas pioneras que lucharon por su liberación. La trilogía que da voz a la mujer.

Sarah Lark ha seducido a siete millones de lectores en todo el mundo con sus grandes sagas familiares ambientadas en parajes exóticos. Ampliamente imitada, Lark ha sabido crear y consolidar un nuevo género narrativo, el landscape, en que sus heroínas viven unos destinos marcados por la aventura, los viajes, el romanticismo y la historia. Hoy las novelas de Sarah Lark han encontrado a más de un millón y medio de seguidores en castellano, convirtiéndose en un fenómeno global que ya viaja a todos los rincones del planeta.

Impresiones

“A la sombra del árbol kauri” es la segunda parte de la nueva trilogía de Sarah Lark en la que, como en la trilogía de la nube blanca, vuelve a Nueva Zelanda. La primera parte se titula “Hacia los mares de la libertad”. Aunque forman parte de una serie y comparten muchos personajes, en teoría podría leerse perfectamente la segunda parte sin haber leído la primera. Estas trilogías de Sarah Lark no dejan de ser una saga familiar y en cada volumen la autora se centra en una generación. En la primera entrega se centró en Lizzie, Elisabeth y Michael y en este segundo volumen lo hace en sus hijos, Matariki, Colin y Sean. Además, introduce un nuevo personaje: Violet.

Cuando hablamos de sagas y series, bilogías, trilogías y tetralogías, hay mucha gente que tiene miedo. Asusta pensar en un montón de tomos (más si son tochos como a los que nos tiene acostumbrados Sarah Lark). También solemos tener miedo al tiempo que tardan en publicarse las diferentes entregas: obviamente, si leemos hoy un libro y la siguiente novela no sale hasta el año que viene, para cuando la leamos, habremos olvidado muchas cosas de la primera y eso fastidia, a mí al menos. En el caso de las sagas de Sarah Lark este último problema no existe porque ya están escritas por lo que no hay que esperar años a que escriba nuevos libros. Además la editorial, Ediciones B, suele publicarlas bastante seguidas. En este caso, entre la primera y la segunda entrega pasaron sólo dos o tres meses y me imagino que algo similar ocurrirá con la tercera. Respecto al miedo por la cantidad de páginas que tienen estas series, es verdad que las tienen, eso es indudable. Entre unas cosas y otras, tenemos por delante unas 2.000 páginas. Pero os puedo asegurar que la lectura es tan amena, fluida y sencilla y la trama tan entretenida que te da pena cuando llegas al final.

Esta segunda entrega está situada unos años más tarde que la anterior. Concretamente, la historia comienza en el año 1875. La mayor parte de la historia transcurre en Nueva Zelanda aunque hay algunos capítulos del principio que transcurren en Inglaterra y algunos del final que transcurren en diferentes países europeos.

Matariki es la hija mayor de Lizzie, la cual tuvo con un jefe maorí pero que a todos los efectos ha sido criada como hija de Michael, su marido. Matariki es una bella adolescente, guapa como su madre pero con rasgos exóticos heredados de su padre. Una chica abierta y natural, más libre que la mayoría de las jóvenes de su edad. Pero como hija de un jefe maorí, éstos creen que tiene un destino que cumplir, por lo cual su vida va a dar un giro radical.

Violet vive en Inglaterra. Con un padre que bebe y pega a su madre, consideran que la mejor opción es escapar. Pero hay una desgracia y la madre muere por lo que Violet y su hermana pequeña tienen que volver con su padre y su hermano. Surge la ocasión de emigrar a Nueva Zelanda y allá se embarcan todos tras conocer a Elisabeth y su marido.

árbol kauri

Como siempre cuando se trata de esta autora, en la novela se desarrollan dos historias paralelas que se cruzan en varios momentos para acabar confluyendo en una sola. Por un lado, la historia de Violet y su familia; por otro la de Matariki y todos los relacionados con ella: sus padres y hermanos pero también Elisabeth y su familia. Las historias se van alternando, mediante escenas que se refieren a cada uno de los personajes, dentro de un mismo capítulo.

Así como en la entrega anterior las dos entregas paralelas –simplificando, la de Elisabeth y la de Lizzie- me gustaron de la misma manera sin que pudiera decantarme por una de las dos, en esta ocasión me ha gustado un poco más la historia de Violet que la de Matariki. Y eso que, en cierta forma, la de Matariki es más original que la de Violet, la cual, tiene similitudes con las historias que transcurrieron en el libro anterior. Pero he empatizado más con Violet que con Matariki, me he sentido más interesada por sus historias y por ver la forma en la que podía salir de su mísera vida que por las aventuras –que son muchas también- de Matariki. Es por eso que, aún gustándome muchísimo esta novela, me ha gustado un pelín menos que la anterior.

La novela plantea dos temas muy interesantes, ambos de contenido histórico. Por un lado, la lucha de los maoríes por independizarse de los pakeha (los blancos); por otro, la lucha de las mujeres en aras a conseguir el derecho al voto.

La maorí es la tribu originaria de Nueva Zelanda aunque, como veremos en la novela, no todos los maoríes son iguales; hay algunos más pacíficos, otros más belicosos; unos que siguen más a rajatabla que otros las antiguas tradiciones, etc… Pero lo que tienen todos claro es que no pueden seguir tolerando los abusos de los pakeha quienes han ido a su país, han tomado las tierras que les han apetecido y, en fin, como suele hacer siempre los europeos, han arramblado con todo creyéndose una raza superior. En esta entrega hay ya algunas luchas entre pakehas y maoríes y, supongo, en la tercera entrega sabremos más del asunto.

Por otro lado, y éste es un tema que me ha parecido muy interesante, tenemos la lucha de algunas mujeres pakeha por conseguir el derecho al voto. Probablemente no sepáis que Nueva Zelanda fue el primer país en el que se concedió a la mujer el derecho al voto. Sí, sí, antes que Inglaterra que yo hasta ahora consideraba que fue el pionero. En Nueva Zelanda se permitió a la mujer votar en 1893 mientras que en Inglaterra y Alemania no se consiguió hasta 1919. Unas adelantadas, sin duda.
Matariki será, en esta novela, quien nos mostrará los esfuerzos de algunas mujeres en aras a conseguirlo. Veremos cómo los hombres eran reacios a dárselo más que nada porque creían que una de las primeras medidas que tomarían sería prohibir el consumo de alcohol. Pero, poco a poco, se fueron consiguiendo avances.

Como veis, la novela tiene un importante contenido histórico referido a estos dos elementos: el voto femenino y las luchas maoríes por la independencia.

Pero la novela no es sólo histórica. También es, como la mayoría de las landscape, una novela de amor, una saga familiar y una novela de aventuras.

Hay historias de amor pero también de desamor. Me ha dado mucha pena todo lo que le pasa a la pobre Lizzie quien se ve obligada a casarse con alguien que bueno…, le hizo lo que le hizo (no digo más para no soltar ningún spoiler). Incluso hay amor entre mujeres

También es la continuación de la saga familiar que se inició en “Hacia los mares de la libertad”. Si en la primera conocimos a los padres, en la segunda conoceremos a los hijos; sin olvidar a los padres, de quiénes seguiremos sabiendo.

Finalmente, es una novela de aventuras pues a los protagonistas les pasan un montón de cosas: amores, desamores, secuestros, violaciones… Hay de todo, como en botica

Con estos ingredientes la autora hace un guiso de lo más entretenido.

Los personajes están muy bien trazados, con caracteres claros y definidos. Es una novela coral en la que además de Michael, Kathleen y Lizzie –ya viejos conocidos – tendremos a Matariki, Violet, Colin, Sean Coltrane… Y junto a ellos hay un buen elenco de personajes secundarios con entidad suficiente para que podamos identificarlos.

El libro está bien escrito, con un argumento y un desarrollo muy interesante, una prosa fluida de lectura sencilla y ritmo constante. Pasan muchas cosas, de tal forma que el ritmo y mi interés como lectora no ha decaído en ningún momento. Hay un poco de todo: mucho de costumbres, una parte de aventuras y una interesante historia de amor. La parte romántica tiene bastante peso pero no es para nada empalagosa. De hecho, yo diría que queda un poco diluida en el conjunto final pues la autora, en mi opinión, se fija más en el aspecto costumbrista de la historia.

Conclusión final

Una segunda entrega al nivel de la primera. Deseando saber cómo acaba todo

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