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sábado, 14 de enero de 2012

"Signatura 400" - Sophie Divry

Me gustan mucho los libros sobre libros. O sobre lectores. O sobre escritores. Me atraen como a las moscas la miel. Libros como “Firmin” de Sam Savage, “El cuento número trece” de Dianne Settefield, etc…, me han hecho disfrutar muchísimo. Por eso, cuando supe por alguno de los blogs que sigo de la existencia de este librito, no dude en apuntarlo y, hace poco, en mi última visita a la biblioteca, lo tomé prestado.

Sophie Divry

Escritora francesa, Sophie Divry es conocida a nivel internacional gracias a su primera novela, Signatura 400.

Ella misma se define de la siguiente forma: “Me gustan las berenjenas, el aceite de oliva y las mermeladas de mi madre, me horrorizan los coches, no tengo teléfono móvil, soy feminista y les tengo fobia a las puertas abiertas. Soy alérgica a los ácaros, los gatos y los sulfitos. Me gusta bañarme en el mar, los lagos y los ríos. Me parece que no se habla lo suficiente de Jacques Roubaud  de Claude Simon, y que hay demasiado ruido mediático en este mundo. NO me gusta comprar un libro sin saber lo que lleva dentro”
           

Datos técnicos

Editado por Blackie Books en mayo de 2011.
Tiene 106 páginas
Disponible, de momento, en edición de gran tamaño, tapa dura
ISBN: 9788493874544
Cuesta 17 euros

Argumento

Sabéis que me gusta poner mi propio argumento. Pero, en este caso, no lo voy a hacer y voy a copiar el que nos ofrece la propia editorial en la contraportada del libro. No es por vagancia sino porque me parece francamente bueno. Quizás dé demasiados datos, pero es muy certero –mucho más de lo que podría serlo yo- al describir un personaje tan peculiar como la bibliotecaria protagonista de este libro:

Ni siquiera tiene nombre. Y es que nadie habla con ella, como no sea para pedir libros en préstamo. Su consuelo: las buenas lecturas (siempre de autores muertos) y estar rodeada de seres incluso más tristes que ella.
Se pasa los días ordenando, clasificando, poniendo signaturas. No pensaba ser bibliotecaria, pero abandonó las oposiciones por un hombre. Ahora el amor le parece una pérdida de tiempo, un trastorno infantil. Claro que el deseo es muy traicionero, y ella guarda unos pendientes en el cajón.
Preferiría la sección de historia a la de geografía, allí en el sótano de una biblioteca de provincias, donde lleva la mitad de la vida, donde ya empieza a ser vieja, pero el anonimato al menos le concede pequeñas venganzas. De las que quizás solo ella se percata. Porque, además, en el orden de la biblioteca se cifran las jerarquías de la vida: la de los ricos y los pobres, los privilegiados y los subalternos, los que tienen un amor y los que no.
Pero cuando no hay nadie, cuando la biblioteca está cerrada, incluso puede -y sabe- darle voz a su neurosis, a sus angustias, al vértigo del saber libresco. Y entonces descubrimos que los neuróticos pueden ser buenos narradores, cosa no tan evidente. Cosa que tal vez logran, sobre todo, los buenos fingidores, los escritores que dan vida a los buenos personajes.
Sólo le queda, pues, la literatura. Para elevarse, dice ella. Los libros, los buenos libros. Y quizá, también, los buenos lectores, que van a la biblioteca en busca de algo más que calefacción o aire acondicionado, y que dan vida a las grandes historias, como el breve monólogo de esta mujer insignificante, que relata su desencanto con acritud y humor. ¿O es un diálogo? ¿O acaso la pregunta tiene sentido?




Impresiones

Me atrajo este libro desde el primer momento en que supe su existencia. Por su preciosa portada: unas estanterías llenas de libros y por su argumento, que parecía ser un alegato de amor hacia los libros. Estuve tentada muchas veces de comprarlo pero al final no me decidí y simplemente lo cogí en la biblioteca; y, ¿sabéis qué? Que me alegro porque, aunque me ha gustado, tampoco me ha parecido nada del otro mundo.

Ésta es una reseña que me cuesta hacer. Es muy fácil hablar de un libro que te ha fascinado; también lo es –aunque sea duro hacer reseñas negativas- reseñar un libro que no te ha gustado nada. Lo peor es en estos casos que ni fú ni fá; libros que me han gustado pero que pasan por mi vida sin dejar huella. Y, desgraciadamente, éste ha sido uno de ellos. En este caso voy totalmente a contra corriente porque todas las reseñas que he leído lo califican de “joyita”; a mí, sin embargo, me ha parecido un libro más…

La novela es un largo monólogo de una bibliotecaria cualquiera –ni siquiera llegamos a saber su nombre- de una biblioteca cualquiera de una capital de provincias. Lleva una vida anodina y poco tiene aparte de su trabajo. Está enclaustrada en el sótano de su biblioteca, encargada de los libros de geografía. No son los libros más glamourosos, ni los que más tirón tienen; ella preferiría estar en la sección de historia o en la de literatura pero tiene que conformarse con lo que hay. Un día, al llegar al trabajo desde casa, se encuentra con que el día anterior un lector - anónimo como ella – se ha quedado encerrado durante la noche y empieza a hablarle. Es un monólogo, como digo, no hay diálogo; y en este monólogo la bibliotecaria –y la propia escritora de la que aquélla parece un alter ego- nos va a contar sus ideas sobre muchas cosas: sobre los libros, sobre los lectores, pero incluso sobre cuestiones de índole política, histórica o social.

La novela es una larga parrafada. Sin capítulos. Sin tan siquiera puntos y aparte. A pesar de ello, su lectura resulta fácil y amena ya que la autora utiliza un lenguaje sencillo y directo.

El libro resulta instructivo cuando nos habla del sistema de catalogación de libros, el sistema Dewey, que los clasifica en signaturas, teniendo en cuenta su género o clase. Tiene mucho de crítica: la bibliotecaria nos habla de sus filias y sus fobias en relación a muchos aspectos de la vida. Por ejemplo, nos habla de literatura para criticar a los lectores de best-sellers y libros de moda, para expresar sus preferencias por Guy de Maupassant y su odio a Balzac (en el que no estoy para nada de acuerdo); nos habla de Historia, poniéndose de parte de la Revolución francesa e incluso de Robespierre pero criticando duramente a Napoleón. Habla de política para criticar a los políticos actuales que no se muestran a favor de la cultura ni de las bibliotecas, etc… Así que la novela tiene mucho de crítica social; muchas veces desde un punto de vista muy particular que personalmente no comparto.

A través de sus frases vamos conociendo a la bibliotecaria o, al menos, nos vamos haciendo una idea de cómo es. Una mujer ya entradita en años, un tanto amargada, que llegó a la ciudad en la que vive por amor y encontró en ella el desengaño, que está secretamente enamorada de uno de los que frecuentan la biblioteca y que se considera a sí misma “una mujer invisible”. Una mujer con carácter e ideas muy definidas, algunas de las cuales me han parecido interesantes y otras que no he compartido en absoluto.

De la novela me ha gustado el amor que destila por los libros y un montón de frases dignas de subrayar con rotulador fosforito (si es que yo subrayase los libros, cosa que evidentemente no hago…). Frases como:

"La escritura solo llega cuando algo no funciona. Si todo el mundo fuese feliz en la tierra, no se escribiría más que recetas de comida y tarjetas postales, no habría libros, ni literatura, ni bibliotecas."

"Los dos juntos, libro y lector, en el momento adecuado de la vida de cada uno, eso puede producir chispas, una llamarada, una hoguera, puede cambiar una vida."


“Saber orientarse en una biblioteca es dominar la cultura en su conjunto y, por tanto, el mundo.”

“En mi oficio, ¿sabe?, no hay nada más emocionante y gratificante que juzgar la clase de persona que tienes delante, tantear su expectativas, dar entre las estanterías con el libro que anda buscando y hacer que se encuentren. Los dos juntos, libro y lector, en el momento adecuado de la vida de cada uno, eso puede producir chispas, una llamarada, una hoguera, puede cambiar una vida.”

No lo digo por usted, lo digo en general: en el fondo, el lector sólo viene a la biblioteca a desordenar. Por eso, para limitar los daños es necesario vigilarlo de cerca. Mi misión puede resumirse así: impedir que los lectores perviertan el perfecto orden de mi sótano.

Arrancar las páginas, cada vez que lo pienso, ¡cuando una fotocopia sólo cuesta siete céntimos de euro! Siempre son hombres. Como los maniáticos del subrayado, siempre hombres

Todo ser humano mínimamente culto debe medir alguna vez el alcance de su profunda impotencia.

Conclusión final

Se trata de una novela muy cortita que se lee en un par de ratos. Es de lectura fácil y sencilla y aporta unas cuantas ideas interesantes. Destila mucho amor por los libros por lo que es adecuada para quienes los amamos profundamente.

Y, sin embargo, no me ha convencido. Me ha parecido una novela entretenida sin más; no va a ser una de esas novelas que recuerde pasado un cierto tiempo. Y no sé muy bien deciros el motivo. Quizás porque, debido al carácter de la bibliotecaria no he conectado con ella y no me ha sabido transmitir; o quizás porque le ha faltado profundidad; o quizás porque, tras leer tantas reseñas que la ponían como una auténtica joya me ha decepcionado… No lo sé, la verdad, lo cierto es que me ha parecido una lectura más, una buena lectura, sí, pero no imprescindible.

Podéis comprarla en Popular libros


Retos: 
75 lecturas en 2012: lectura nº 3
Reto continental: Europa - Francia

jueves, 28 de abril de 2011

"Una lectora nada común" - Alan Bennett



Éste es un libro que leí hace como un par de años, atraída por su título. Como buena lectora, me encantan los libros que tratan sobre libros, lectores o escritores y éste prometía ser uno de ésos. Leí el argumento de la contraportada y lo cogí. Lo leí en una tarde, ya que son sólo 119 páginas.


Ayer vi alguna reseña o comentario sobre él (no recuerdo dónde) y me acordé que no había colgado reseña en el blog. A continuació os la dejo aconsejandoos que, si no lo habéis leído, vayáis corriendo a por él porque estoy segura de que os va a encantar.

Alan Bennett


Por lo que parece, es un personaje bastante conocido, al menos en su país. Lamento decir que a mí no me sonaba de nada. Sí conozco a un Bennett escritor, pero no a éste.


Es un hombre polifacético, ya que ha escrito obras teatrales, guiones cinematográficos y películas para la televisión. No sólo escribe, sino que también actúa.

Como novelista, ha publicado "Con lo puesto" y "La ceremonia del masaje", ambas novelas cortas publicadas en España por Anagrama.


Argumento


La protagonista absoluta de esta novela corta es la reina Isabel II de Inglaterra. Paseando con sus perros por los jardines, un día éstos la llevan a un lugar que no suele frecuentar: la zona delante de las cocinas. Allí hay un autobús-biblioteca ambulante. La reina entra allí para disculparse por el alboroto que han armado sus canes y se encuentra, además de con el bibliotecario, con un joven pelirrojo que está leyendo. Éste es un pinche de cocina llamado Norman. Ya que está allí, le parece de mal tono no coger un libro prestado. Pero, curiosamente, Su Majestad, que lee continuamente documentos, informes y discursos, no ha leido nunca un libro. En sus habitaciones, empieza a leerlo y disfruta con la experiencia. La semana siguiente, acude de nuevo a la biblioteca para devolver el libro y no puede evitar coger otro. Allí se encuentra también Norman y la reina empieza a hablar con él, percatándose de que tiene muchos conocimientos literarios. Este segundo libro apasiona a la reina y es el inicio de una gran afición a la lectura. Asciende a Norman y le hace su asesor personal en materia literaria.

Desde ese momento, la reina no puede evitar leer libros a todas horas. Empieza a ser una obsesión que no gusta a sus asesores. Siempre que sale lleva un libro debajo del brazo; incluso se acostumbra a, cuando está en la carroza, saludar con la mano derecha mientras con la izquierda sostiene el libro…


Impresiones


El libro me ha gustado mucho. Supongo que porque me he sentido reflejada en muchas de las cosas que dice como:

.- "…estaba descubriendo que un libro llevaba otro nuevas puertas se abrían dondequiera que mirase y los días no eran lo bastante largos para leer todo lo que ella quería". A mi me pasa muy a menudo: leo un libro, me gusta, y decido leer más de ese autor; o bien, en un libro se cita otro y me entra la curiosidad de leerlo.


.- "Tras haber descubierto los placeres de leer, a Su Majestad le encantaba transmitírselos a los demás". A mí no sólo me gusta leer: me encanta que la gente lea. Como un libro me guste, enseguida estoy contándoselo a mis amigos e intentando convencerlos para que lo lean. Uno de mis logros es que mi madre y mi tía -que hasta hace diez años no habían leído nunca un libro- se hayan convertido en buenas lectoras…

.- "¿Pasatiempo?... Los libros no hablan de pasar el tiempo. Hablan de otras vidas. Otros mundos. En vez de querer que el tiempo pase, ojalá dispusiéramos de más…"
Nunca es suficiente el tiempo que tenemos disponible para leer con la cantidad de libros que hay en el mundo que seguramente nos gustarían…


.- …"Había algo inapazable en la literatura. A los libros no les importaba quién los leía o si alguien los leía o no… La literatura es una mancomunidad, las letras, una república. .. Los libros no se sometían. Todos los lectores eran iguales y esto le remontaba a los comienzos de su vida"

.- "Un libro es un artefacto para encender la imaginación"


.- "Leer era, entre otras cosas, un músculo que ella, al parecer, había desarrollado". Completamente de acuerdo. Para convertirse en un gran lector, hay que practicar y, cuanto más lees, más quieres.

Aparte de las frases tan interesantes que se pueden entresacar del texto y el argumento tan original, el libro es una novela bien escrita, fácil de leer y entretenida. Se lee en un suspiro, gracias a su longitud y su letra bastante grande. El único problema es, quizás, que es demasiado corta: al menos, yo me he quedado con ganas de más.


Es una especie de comedia ácida e incisiva. Recoge los tópicos sobre la Reina de Inglaterra y les da una vuelta de tuerca. Me ha parecido una novela aguda e inteligente, que dejará un buen sabor de boca a los que os guste leer. No sólo es adecuada para buenos lectores, su longitud y facilidad de leer, hace que sea adecuada para todo el mundo.

Datos técnicos


Ha sido publicada por la editorial Anagrama, con el número 694.


Su ISBN es el 978-84-339-7475-4.


Cuesta 13 euros


Conclusión final


Ya sabéis: es una lectura imprescindible para todo amante de los libros y la lectura.


Valoración: 9/10



Saludos.
..

domingo, 14 de noviembre de 2010

"84 Charing Cross" - Helene Hanff



Normalmente eligo un libro por alguna de las siguientes razones:

.- Por el autor: es el criterio principal. Si alguna novela me gusta, intento buscar más del mismo escritor.
.- Por el título: hay libros cuya portada llama al ojo. Algunos están diciéndome "tómame"; yo les hago caso, los ojeo, miro el argumento...

.- Por referencias: en blogs, en Ciao, en revistas, de amigos, etc...
No había, de no haber sido por referencias, ninguna posibilidad de que hubiese elegido este libro. La escritora era absolutamente desconocida para mí, El título no me decía nada (es el nombre de una calle de Londres, qué me va a decir a mí?) y, de haber leído a pesar de todo el argumento, tampoco me hubiese atraído, ya que el género espistolar no es santo de mi devoción. La portada tampoco ayuda demasiado y es que Anagrama es una editorial que jamás me ha atraído estéticamente. Tiene buenos autores y buenos títulos pero sus libros en los estantes no me llaman la atención.

En fin, resumiendo. Dado que, salvo una, todas las opiniones que había leído sobre este libro eran positivas o muy positivas, me decidí a cogerlo en la biblioteca. En cuanto lo pedí, la bibliotecaria me dijo: "ah, sí, es un libro muy bueno, que se presta mucho". Así que se ve que tiene un cierto predicamento en círculos literarios...
Helene Hanff
Es lo primero que leo de ella (y lo último, supongo, por el tipo de cosas que ha escrito) y lo que puedo contar es lo que viene en el propio libro y lo que de la lectura del libro he sacado.

Es americana y nació en 1918. Tal y como en las cartas que conforman el libro nos cuenta, fue escritora de guiones para series de televisión, obras de teatro, libros infantiles, etc...La fama le llegó con este libro.

Génesis del libro
"84, Charing Cross road" es una recopilación de las cartas escritas entre Helene Hannf y Marks & Co, una librería de libros de segunda mano situada en esa calle.Hanff oye hablar bien de ellos, como una librería seria y con buenos títulos y decide escribirles pidiéndoles que le envíen varios ejemplares en buen estado.

Un tal Jack Doel le responde enviándole los libros, ella responde a su carta y así sucesivamente, iniciándose una correspondencia que va desde 1949 hasta 1969.En 1969 a Helene se le ocurre que las cartas pueden publicarse y se las da a un amigo a ver qué opina. El amigo, entusiasmado, las lleva a una editorial y allí deciden publicarlas en forma de libro.

El éxito del libro fue inmediato, manteniéndose hasta hoy.
Dio origen a una obra de teatro y a una película (¿alguien la ha visto? porque no puedo imaginarme cómo se ha podido realizar la adaptación...)

Argumento
Poca cosa puedo decir, ya que el argumento es muy sencillo: las cartas entre una librería inglesa y una lectora americana. Son cartas de pedidos de libros pero en las que también se habla un poco de literatura y de cosas personales. Así, se nos relata la situación de Inglaterra tras la Segunda Guerra Mundial: los racionamientos, la escasez de productos, etc... También vemos las complicaciones por las que pasa Helene para abrirse paso en la vida, las penurias laborales por las que pasa, etc...
Impresiones
El libro me ha gustado aunque no entusiasmado. Eso sí, me alegro de haberlo leído porque he disfrutado con su lectura.

Intentaré transmitiros qué es lo que más me ha gustado y qué lo que menos. Empiezo por lo negativo.

Cosas negativas del libro
.- Lo que menos me ha gustado de él es los libros sobre los que versa. Helene odia la novela (sólo menciona Orgullo y prejuicio, creo recordar) y habla siempre de libros tipo ensayos. Es my libre, por supuesto, cada uno tiene sus gustos. Pero es que no coinciden en absoluto con los míos. A mi me gusta casi exclusivamente la novela. Teatro también me gusta aunque hace tiempo que no leo y poesía poco (por ignorancia: por regla general no llego a entender su belleza); pero si hay algo que no me gusta, es el tipo de libros al que el libro se refiere.

Es por eso que no he llegado a conectar del todo con la novela. No me gusta los libros que la protagonizan.

.- La protagonista Helene Hanff tampoco me ha resultado especialmente simpática. Tiene un humor, más que negro amarillo, sumamente especial. Es cínica y me ha resultado algo fría y más bien antipática. Y, claro, cuando no logras conectar con la protagonista de una novela, es difícil que llegue a entusiasmarte.
.- Lo corto que es. Siempre he preferido las novelas largas. Permiten meterse más en la historia, en los personajes, etc... Ésta es tan corta (son 122 páginas pero, al consistir en cartas, algunas no llegan a ocupar la cara entera) que hace que todo sea un poco superficial.

No se recogen todas las cartas que se intercambiaron. A veces vemos lagunas de una a otra; referencias a hechos o a cosas que no han sido recogidas antes. Supongo que serían cartas que entendieron carecían de interés.Esas son las tres cosas que no me han gustado del libro. Voy ahora con las que sí me han gustado:

Cosas positivas del libro

.- Su lectura es sumamente sencilla. No supone ninguna complicación: se lee rápido y sin esfuerzo, por lo que es apta para épocas de stress, para leer en el autobús, etc...A mí me han enganchado. El estilo es tan ameno que no cansa y quieres seguir leyendo.
Habré tardado dos o tres horas a lo sumo en terminarla.
.- El amor por los libros. Ya lo dije hace poco: me gustan las novelas que hablan de libros y que denotan amor por los libros porque yo también lo siento.

En este caso, como he dicho en los aspectos negativos, no compartimos el amor por ese género de libros pero, aún así, me ha gustado leerlo. Además, no se trata sólo de títulos sino de ediciones. Me explico: ya no basta, por poner un ejemplo, con leer "El Quijote", sino de tener la edición del año tal encuadernada de una determinada manera... Pasamos ya casi al ámbito del coleccionismo.
Yo no colecciono libros de esa manera. Los elijo por los títulos y me da igual la edición de que se trate ya que no tengo los libros para que hagan bonito sino para leerlos: con que se puedan leer, me basta, pero me ha resultado curioso que en los dos libros que he leído este fin de semana los protagonistas coleccionen libros.
.- El género epistolar. No es un género literario que me guste. Y es curioso porque antes me encantaba escribir y recibir cartas. Desgraciadamente, por culpa del mail, el móvil, etc... es una costumbre que he perdido. Normalmente no suelo leer libbros que sean recopilación de cartas y por eso, porque a pesar de no gustarme el género, el libro sí lo ha hecho, le doy más méritos.

.- Me ha gustado también el hecho de que en las cartas se comenten libros. Porque yo lo suelo hacer con mis amigos, normalmente a través del mail o de SMS.En fin, voy terminando.
Recapitulo: el libro me ha gustado, me alegro de haberlo leído y lo recomiendo. Pero no es el mejor libro sobre libros que he leído. Tiene cosas buenas pero también aspectos negativos.
Le doy un 7/10

Saludos a todos

jueves, 30 de septiembre de 2010

"Imprenta babel" - Andreu Carranza


Hace un tiempo que una buena amiga me recomendó este libro calificándolo como "maravilloso". Como ella lo tenía, no lo cogí en la biblioteca ni nada sino que esperé a quedar con ella para que me lo prestara. Quedé el mes pasado y éste ha sido uno de los libros que me dejó y el primero que he leído, tras terminar el porrón de libros que no pude evitar coger en la biblioteca.

He de decir, que tenía razón: es un libro precioso, que he disfrutado leyendo y que creo que me dejará huella.

Andreu Carranza

Estudió Filosofía. Ejerció numerosísimos y variados oficios, antes de dedicarse a escribir. Colabora en varios periódicos y revistas, como La Vanguardia, Presencia y La Veu de l´Ebre, especialmente en temas ecologistas. Durante algún tiempo se dedicó a la música.
Es autor de relatos cortos, poemas y novelas.

Se hizo conocido para el gran público por la novela "La clave Gaudí", un bestseller escrito mano a mano con Esteban Martín. Yo la leí hace un par de años pero no me acabó de convencer, quizás por eso de que se notaba que estaba escrita a cuatro manos. Ésta, sin duda, me ha gustado muchísimo más.

Argumento

Los Albión son una familia de impresores y de su imprenta, la imprenta Babel, salieron muchísimas obras literarias, de todo tipo, hasta que la Guerra Civil y la censura franquista les cortó las alas.

Pol es un niño que vive en un orfanato hasta que sus tíos Luis y Magdalena se hacen cargo de él. Por entonces tiene unos siete años y no habla. Con el cuidado y cariño de sus tíos, va cogiendo confianza y , poco a poco, empieza a hablar y a relacionarse con sus iguales.
En el colegio hace amigos: una pandilla en la que todos sus miembros tienen motes de animales: Rana, Conejo, Mariposilla, Hormiga.... Él va a ser el único que llevará un mote diferente: Mississipi. Vamos a asistir a las aventuras y desventuras del Décimo, la citada pandilla, en un pueblo tarraconense donde las libertades -como en el resto del país por otra parte- brillan por su ausencia.

De la mano de su tío, Pol aprende a amar la lectura y todo lo relacionado con los libros. Sueña con ser en un futuro un gran escritor.

También asistiremos a su primer amor. Casi desde siempre Pol está enamorado de Alba (Mariposilla) la hija del alcalde pero saben que nadie puede enterarse de este amor porque el alcalde y su cuñado, el hombre más rico del pueblo, se la tiene tomada a la familia Albión.
Pol no sabe por qué. Tampoco sabe quiénes fueron sus padres, ni cómo murieron ni cómo él fue a parar al horfanato. Todo lo relacionado con su primera infancia y su pasado es un gran misterio, que sus tíos no le quieren revelar.

Cuando, pasados muchos años, Pol es ya un reconocido escrito, su tío muere y Pol decide investigar quién fue su familia. En su viaje hacia el pasado va a descubrir un mundo de secretos ocultos que le llevaron a ser quién ahora es.

Datos técnicos

Editado por Temas de Hoy. Libro de granformato en tapa dura con sobrecubierta. en el año 2009

ISBN: 978-84-8460-772-4

Tiene 378 páginas más un prólogo final

Cuesta 19,50 euros

Libros sobre libros y lectores

Éste libro pertenece a ese subénero de novela que tratan sobre libros, o escritores o lectores. Los escritores no son tontos y saben que a los que amamos la lectura nos gustan este tipo de libros que destilan amor por la literatura por los cuatro costados, por lo que es un género que abunda cada vez más. Con mayor o menor fortuna porque, si bien la mayoría diría que son libros muy buenos, también hay algunos que no valen para nada.

De este tipo de libros se me ocurren:

.- El cuento número trece, que me encantó.

.- Firmin, que me gustó mucho pero no tanto como había pensado que me gustaría. Quizás me hice demasiadas ilusiones con él tras leer un montón de críticas buenas.

.- El códice secreto: un auténtico bodrio. Aburridísimo a pesar de que por el argumento prometía mucho.

.- El club Dante, que me resultó un poco espeso por lo que no he tenido ánimo para enfrentarme a las otras dos novelas de Mathew Pearl pese a los títulos tan atractivos que tienen: La sombra de Poe y El último Dickens

.- La ladrona de libros, que aún no he leído pero tengo en casa en mi interminable lista de espera.
.- La casa de papel de Carlos María Domínguez: un libro curioso en el sentido de que le da una utilidad diferente a los libros. Si queréis saber cuál es tendréis que leerla, es una novelita cortita que se lee en un santiamén.

.- Una lectora nada común: me encantó y si no la habéis leído, os la recomiendo. Como la anterior, se lee en un tris y es muy divertida.

Impresiones

Ésta es una novela que destila amor por los libros. Se sitúa en un período de nuestra historia -el franquista- en el que, entre otras libertades, se vulneró continuamente la libertad de expresión. Había cosas que no se podían decir ni se podían escribir. Para evitar que las ideas no acordes con el régimen se propagaran, el régimen creó a los censores, gente culta que tenía que analizar atentamente cualquier libro para ver si era contrario a los principios del régimen. Y por contrario no penséis en un libro abiertamente anti-franquista, que defendiera principios comunistas o socialistas, o que pusiera a parir a Franco. No, antifranquista podía serlo casi cualquier cosa. La novela más inocente del mundo, pensada y escrita en un país que no tenía nada que ver con el nuestro y seguramente con cualquier intención diferente a la de atacar a un país que al escritor ni le iba ni le venía, podía ser tachada de ilegal y, por lo tanto, retirada de la circulación.
Un ejemplo sacado del libro:

"Un espacio en blanco puede contener una protesta, una ofensa contra el régimen. PUeden ser códigos secretos de organizaciones clandestinas. Hay que escudriñar los mensajes encriptados en los textos, en los juegos literarios. Por ejemplo, cuidado con la sinuosidad de la letra S, el símbolo de la serpiente. Y cuidado con la K, la consonante de Kafka. Fíjate bien en su nombre, es un anatema, ¡una blasfemia en sí mismo! COntiene dos K y dos A con una F en medio. Es casi un palíndromo, obsceno, grotesco, irreverente... ¡Incluso ha llamado K a algunos de sus personajes! Y no sólo estas dos consonantes. Por norma, hay que tener cuidado con las letras aisladas y en mayúscula, y más si están situadas en las cubiertas. De igual forma, atento a los puntos suspensivos, son signos ortográficos ambiguos, se prestan a la interpretación. Imagínate que con unos puntos suspensivos se está convocando una huelga. ¡Imagínate!"

Ya veis que desde este punto de vista, casi cualquier libro puede ser considerado no afín al régimen.

Por ello, tanto los escritores como los editores estaban en el punto de mira. Editores como la familia Albión, protagonista de la novela.

Como siempre pasa en estos casos, no queda más remedio que dar rienda suelta a la clandestinidada. Un amante de los libros no puede permitir que obras de arte desaparezcan Por eso, la familia Albión, como muchos otros editores, rescataba e imprimía obras prohibidas y las editaba en otros países. Lo cual hacía que siempre estuviesen en la picota, a punto de ser descubiertos.

La novela es un canto de amor a los libros y es,´también, un recorrido por la infancia. Es una novela con niño. Con Pol (Pablo para los del régimen, un nombre catalán en aquélla época también estaba prohibido), vamos a asistir a la aventura de crecer. Pol es un niño inteligentísimo y sensible, al que su tío inculca un amor inconmensurable por los libros; tanto que su sueño es ser escritor lo que, como vamos a comprobar desde ya las primeras hojas, consigue: Pol va a ser un escritor de éxito. Entre sus lecturas, están los clásicos juveniles de siempre: Stevenson, Dumas, etc... van a desfilar por las páginas de la novela de la mano de nuestro amigo. Con él vamos a asisstir al milagro de la amistad: Pol se hace amigo de una cuadrilla, la del Décimo, y con él podremos disfrutar de sus correrías por el pueblo en el que viven. Esta parte (la más larga de la novela) me ha encantado, porque me ha recordado muchísimo a los veranos de mi infancia en el pueblo de mi madre, con mi cuadrilla, nuestras historias, nuestras cosas...
También con Pol asistiremos a su primer amor; el mejor de todo, el que te marca para siempre, el que jamás se olvida. Y menos cuando se da en unas circunstancias tan trágicas y a la vez tan bonitas como las de esta novela. El amor de Pol y Mariposilla es trágico ya que sus familias les separan, como si se tratara de dos modernos Romeo y Julieta. Pero es tan dulce, tan puro y tan de verdad, que es imposible no conmoverse con él. Se trata de una historia de amor simplemente preciosa.

Aparte de las correrías de un chiquillo, la novela tiene una cierta dosis de intriga. No es una novela de misterio ni mucho menos pero ya desde el principio sabemos que en el fondo late un secreto familiar, secreto que Pol arde en deseos de conocer pero que nadie quiere contarle. Por su protección sabremos al final. Pero no sólo es él el que tendrá interés en conocerlo, en saber quién es, quiénes fueron sus padres, el porqué de todo. No, nosotros también lo deseamos. Y no lo sabremos hasta el final, un final que vemos adelantándose y que nos hace devorar las últimas páginas de una sentada. Así que, si la historia en sí ya es bonita, este ingrediente misterioso la hace aún más apetecible.

En cuanto al estilo, es una novela que destila emoción por los cuatro costados. No os digo más que al final me ha hecho llorar. Siempre lo digo y lo repetiré hasta la saciedad: lo que busco en una novela es que me emocione. Si consigue emocionarme, provocarme cualquier emoción del tipo que sea, probablemente será una novela que me costará olvidar. Hay otras novelas que se disfrutan mucho mientras se leen, porque son amenas, divertidas, entretenidas o "atrapantes" pero que al día siguente de haberlas terminado, casi ya no las recuerdas. Para que un libro quede en mi memoria, ha de tocar de alguna manera mi fibra sensible; como ésta lo ha hecho. En tres frentes además: por su amor por los libros, por la historia de amor entre Pol y Mariposilla y por el final, cuando queda explicado todo el misterio.

Es una novela bastante fácil de leer, lo cual no implica que sea facilona, ya que tiene bastante contenido. Aunque se lee fácil, no es de esas novelas que te enganchan sin remedio, que tiran de tí hacia adelante, sino que más bien apetece leer de forma pausada.

Conclusión final
Le he dado cinco estrellas así que es evidente que la recomiendo. De todos modos, no es una novela redonda, de diez.. Yo le daría más bien un 9, que tampoco está nada mal. Y es que, si bien acaba de diez, el principio es más flojillo: no es malo pero le cuesta un poco entrar en materia. Sin embargo, va de bien a mejor y luego a muchísimo mejor así que el sabor de boca que queda al terminarla es buenísimo.

Ya me diréis si os animáis a leerla qué os parece.
Valoración: 9/10

viernes, 5 de marzo de 2010

"El cuento número trece" - Diane Setterfield


Si hay algo de lo que me siento muy orgullosa es de haber adquirido, desde muy pequeña, el hábito de leer. Siempre tengo un libro (si no dos) empezados. Creo que el leer es un hábito muy aconsejable, no sólo porque tenga indudables ventajas mentales (ayuda profundizar conocimientos, a aumentar vocabulario, a expresarse mejor) sino porque, ante todo, es una diversión fácil, al alcance de todos y en cualquier momento. Y la costumbre de leer se convierte en un auténtico placer cuando en mis manos caen libros como éste que estoy comentando.
"El cuento número trece" es uno de esos libros que hay que leer.

Se ha convertido en un best-seller en el sentido literal de la palabra: uno de los libros más vendidos del año en que se publicó. A veces el término best-seller tiene un sentido peyorativo: parece que los lectores no tengamos ningún tipo de criterio y que haya que denostar a los libros que se venden bien. Nunca lo he entendido, en serio. Yo leo de todo: novela histórica, negra, de aventuras…; lo que cae en mis manos; a veces, autores desconocidos, que me llaman la atención por el título de su libro o por el resumen del argumento; otras autores consagrados y considerados "buenos" como Saramago; pero también best-sellers. Y me atrevo a decir, sin ruborizarme, que me encantó "El código da Vinci", lo mismo que los libros de Ken Follett o de Matilde Asensi, lo que no deja que también haya leído -y disfrutado- "El Quijote" o "Crimen y castigo". Creo que hay momentos para todo y que casi cualquier libro puede aportar algo, aunque sea entretenimiento (que ya es bastante). Nunca rechazo de plano un best-seller porque si tanta gente coincide en comprarlo -y, espero, leerlo- será por algo, ¿no creéis?. Libros como "El código da Vinci" han conseguido que gente que habitualmente no lee lo haya hecho y eso, para mí, es un mérito tremendo.En fin, que me estoy enrollando. Todo esto viene a cuento de que "El cuento número trece" no es un típico best-seller pero se ha vendido como rosquillas y, hasta donde yo sé, no ha decepcionado a nadie.

Diane Setterfield
Poco se puede decir de ella, ya que ésta es su primera novela. Sólo que decir que este hecho no hace sino reafirmarme en la idea de que "El cuento número trece" es una muy buena novela. Hay libros que se venden solo por su autor; si un libro nos gusta, tendemos a buscar más obras de su autor. Por eso, hay novelas que tienen el éxito asegurado aún antes de empezar a escribirse. Pero, cuando una escritora novel pone su primera obra en el top ten de los más vendidos en un montón de países, será por algo.
Según la solapa, Diana Setterfield nació en Berkshire (Inglaterra). Se licenció en literatura francesa en la Universidad de Bristol, especializándose en la obra de André Gide.

Argumento
Margaret Lea es una joven que trabaja junto a su padre en la librería de viejo familiar. Es una apasionada de la literatura inglesa del siglo XIX y prácticamente desconocedora de la de este siglo.Un día le llega una carta de la escritora Vida Winter, la más famosa novelista del siglo, diciendo que la ha elegido para escribir sus memorias. Picada su curiosidad, Margaret empieza a leer las obras de Vida y no puede evitar sentirse atraía por su personalidad oscura y misteriosa. Así que al final se traslada a la casa de la escritora, una casa aislada en los páramos ingleses.
Allí se encuentra con una Vida Winter muy mayor y enferma que le empieza a relatar su vida y la de su familia, una vida muy muy misteriosa.
Impresiones
Por si no lo habíais adivinado, me ha encantado. He disfrutado con su lectura de principio a fin.
Una de las primeras cosas que me atrajo fue que en el fondo de la historia subyacía el amor de la autora, de Margaret y de Vida Winter por los libros. Esta novela es una oda a los libros, hecha por alguien que, indudablemente, ama leer y adora los libros. Como es mi caso, me he sentido muy identificada desde el primer momento.La protagonista, Margaret Lea, se confiesa una adicta a las novelas inglesas del siglo XIX, tipo "Cumbres borrascosas", "La dama de blanco", "Jane Eyre", etc… Y su novela guarda muchas similitudes con la obra de las Brönte, Wilkie Collins, etc. Perfectamente, podría haber sido escrita por una de ellas.

Como en ellas, las protagonistas son mujeres. También como en ellas, la acción transcurre en una casa solariega de los páramos ingleses, aislada y sometida a las inclemencias del tiempo. Igualmente aparecen personajes oscuros, trastornados, con un punto de locura y una joven protagonista que es la que pone el contrapunto de normalidad.Tiene el punto justo de misterio para hacernos devorar las hojas deseando llegar a la explicación del porqué pasa lo que pasa. Deciros que yo no pude adivinarlo, ni por asomo, así que el final me resultó sorprendente.

Como los clásicos libros ingleses, es una novela "redonda", estructurada en inicio, nudo y desenlace aunque, como concesión a la modernidad, tras el desenlace, comienza un nuevo "inicios".En fin, un placer que os invito a descubrir a todos los que amáis la lectura.

jueves, 4 de marzo de 2010

"Firmin" - Sam Savage


Sam Savage

Americano doctorado en Filosofía, ésta es su primera novela, después de haber realizado trabajos tan dispares como profesor de Universidad, mecánico de bicicletas, carpintero o topógrafo.

"Firmin" ha llegado a ser un éxito editorial gracias al boca a boca. A pesar de haberse publicado por una pequeña editorial, las recomendaciones de libreros y lectores, así como los premios conseguidos, la han colocado en las listas de libros más vendidos.

Hace unos meses se publicó en nuestro país su segunda novela "El lamento del perezoso" que, por las opiniones que he leído, no parece estar a la altura. Pero supongo que lo acabaré comprobando por mí misma...

Argumento

Firmin es una rata americana. El más débil de trece hermanos, no siendo suficiente la leche que logra sacar de su madre, empieza a devorar libros. Primero en un sentido literal, masticando las hojas hasta formar una pringosa pasta de papel; luego en sentido figurado: cuando se da cuenta de que sabe leer, sus ansias literarias son irreprimible. Ayuda el hecho de que viva en los sótanos de una librería, con sus paredes llenas de baldas y éstas llenas de libros.

Impresiones

Es, básicamente, un libro para amantes de los libros por cuanto pienso que éstos somos los que más podemos disfrutarlo. No es, sin embargo, un libro para todo el mundo. En realidad ningún libro lo es pero, si clasificamos los lectores, en un sentido muy generalista, en lectores de best-sellers y cosas ligeras por un lado y lectores sesudos, en busca de cosas profundas por otro, en mi opinión, Firmin se queda a medio camino entre los dos. No es un best-seller, a pesar de que esté en las listas de libros más vendidos. No es de esos libros que enganchan desde el principio, que se leen muy fácil y rápidamente, sin esfuerzo. Su lectura requiere tiempo, dedicación y atención. Tampoco engancha irremediablemente: hay libros que una vez que lees las primeras líneas, estás perdido: sigues y sigues para ver cómo continúa y las horas se te pasan volando, sin darte cuenta. En mi opinión, Firmin no es así. Es un libro que ha de ser leído despacio, para saborearlo y padalearlo. Es un libro muy lineal: en él no se producen altibajos, ni momentos de tensión o de emoción sino que la historia se va desarrollando lentamente y de forma coherente, sin grandes sorpresas.

Es también un gran homenaje a los libros. En él hay continuas referencias a autores y obras clásicas o que con el tiempo lo serán.

Me ha gustado mucho pero también me ha decepcionado un poco. Es lo que pasa cuando se ponen demasiadas expectativas en algo, que corres el riesgo de que cuando al fin lo tienes -lo lees, en este caso, puede parecerte que no era para tanto. Yo tenía unas ganas enormes de leerlo; un amigo me lo había definido como un libro maravilloso, de los mejores que había leído. Y a mí, sin embargo, me ha gustado pero no me ha encantado; no puedo decir que sea uno de los diez mejores libros que he leído, ni siquiera el que más me ha gustado de los que leí el año pasado. Lo cual no es malo, pero es que me había hecho a la idea de que me iba a encantar. Las opiniones que sobre él había leído y el hecho de que sea un libro sobre libros o sobre lectores así hacían parecerlo, pero…. Quizás por esperar demasiado, quizás por el momento en que lo he leído… No sé como explicarlo, la verdad. Esperaba un libro de diez y mi impresión ha sido de que no es para tanto, un notable y no más. De todos modos, por supuesto que lo recomiendo. Ya digo que le doy un notable, y esa es mi buena nota. No pasará a mis anales como uno de los mejores libros que he leído, pero eso no quita que sea bueno, que se lea con ganas y que deje un buen sabor de boca.

Para acabar, deciros que ha sido editado por Seix Barral y que tiene 220 páginas.
Valoración: 8/10