Inma Chacón es una gran narradora de historias. He leído sus últimas cinco novelas y la experiencia ha sido siempre muy satisfactoria.
Éstas son mis impresiones de su última novela.
Ficha técnica
Editorial: Contraluz
ISBN: 978-8419822451
Sinopsis
La Hacienda de la Cumbre está marcada por la tragedia. Años atrás, su propietario, el vizconde de Altaslomas, perdió a su mujer en un incendio que también arrebató la vista a su hija. Ahora, una noche de diciembre de 1870, un grito desgarrador procedente de la casa vuelve a acabar con la paz en Aldea del Risco.
La hermana del terrateniente ha encontrado a su sobrina de dieciocho años asesinada. Todo ha pasado muy rápido. Apenas la ha dejado sola cinco minutos para ir a rellenar de aceite el quinqué y, cuando ha vuelto, la ha encontrado en un charco de sangre, reclinada sobre la mesa, con un corte limpio en el cuello.
Todos callan y todos mienten. Pero algo parece estar claro, el padre de la víctima tenía una relación muy extraña con su hija y no colabora con la investigación. Los indicios apuntan hacia el entorno familiar. Sin embargo, la tía de la víctima, la única testigo de los hechos, recuerda que vio a dos hombres embozados saliendo del patio. ¿Conseguirá descubrir la Guardia Civil la verdad?
Impresiones
“ Mi niña, mi niña, mi niña”. Los gritos desgarradores de la tía Julia quiebran la calma de la Hacienda de la Cumbre. No es para menos: su joven sobrina Bruna ha sido decapitada. El padre de la joven, el vizconde de Altaslomas, como alcalde de la población asume la investigación. A las pocas semanas considera culpables a un padre y su hijo. Pero el juez instructor no está conforme y manda a la Hacienda dos guardas civiles para que investiguen el caso.
La historia comienza en el año 1870 con el asesinato de Bruna pero hay constantes flashbacks al pasado que nos hablarán de tres vizcondes de Altalomas, todos llamados Humberto. El actual es el vizconde hijo. El pasado del vizconde padre y del vizconde abuelo nos hablarán de descubrimientos, ingenios y progreso. Ambos hombres eran adelantados a su tiempo y estaban muy al tanto de las invenciones que empezaban a desarrollarse por toda Europa. Humberto hijo, en cambio, no tiene nada que ver con sus antecesores, ni en intereses ni en carácter. Cuando Bruna tenía ocho años, la madre de esta murió en un incendio en la Hacienda y Bruna quedó ciega. La hermana del vizconde, la tía Julia, llegó a la Hacienda para ayudarla y entre ambas se formó una preciosa relación.
Estamos ante una novela de intriga y secretos familiares situada en un ambiente de ficción histórica. La ambientación es muy buena. La autora da unas notas de la situación en el país y el enfrentamiento entre isabelinos (liberales) y conservadores así como de la revolución a nivel industrial y de pensamiento que estaba teniendo lugar en toda Europa. Los primeros trayectos en trenes, los primeros ingenios mecánicos, etc… Toda esta parte me ha resultado muy interesante.
La ambientación en la Hacienda es también muy buena, llegando a ser casi claustrofóbica en algunos momentos. Un ambiente cerrado, un jefe (el vizconde) muy especial, una servidumbre que hereda sus oficios de una a otra generación, un pacto de silencio… A los dos guardias civiles les va a resultar muy difícil sacar algo en claro. Parece que todo el mundo les miente o, como mínimo, oculta cosas. La trama avanza de interrogatorio en interrogatorio. Los guardias hacen ir al salón a toda la servidumbre y, sentados en el sillón del señor, serán interrogados; algunos varias veces.
Con los interrogatorios van saliendo a la luz la historia y los secretos de tres generaciones de vizcondes, de “Humbertos”. Sus esposas, su descendencia, sus intereses… Aunque la labor de los guardias es averiguar quién mató a Bruna, pronto veremos que eso no es lo único que deberán sacar a la luz. Tratan con una familia poderosa que guarda muchos secretos y habrá que ver si alguno tiene que ver con la muerte de la joven. Algún secretillo se puede ir adivinando según vas leyendo, otros resultan más sorprendentes… pero he de decir que no tenía claro quién era el asesino/a. Sí tenía mis teorías y mis sospechosos pero dudé hasta el final.
La forma de escribir de Inma Chacón es exquisita. Lenguaje muy cuidado y elegante, buenas descripciones de escenarios y personajes (estos dentro de lo requerido por la trama, obviamente). No es una novela de ritmo rápido; más bien al contrario. La trama avanza poco a poco, especialmente al principio. Ya llegando al final va cogiendo algo más de ritmo pero, ya os digo, es una novela que requiere calma en su lectura. Eso sí, es un placer adentrarse en una trama bastante compleja y, junto a los dos guardias, ir desenredando la madeja de mentiras y secretos que se han ido formando a través de los años en la Hacienda de la Cumbre
Conclusión final
“Los ojos de Bruna” no es solo una novela de misterio. Es una novela de secretos familiares, de venganzas, de malentendidos, de rencores acumulados, de palabras no dichas y, sobre todo, de una gran tragedia. Una historia muy bonita.