"As de corazones" - Antonia J Corrales

Tenía una asignatura pendiente con esta escritora de la que tantas maravillas he oído hablar. Sus otras tres novelas están en mi kindle, esperando impacientes su turno. Pero ya sabéis cómo es la vida del bloguero: mucho “trabajo” pendiente, compromisos adquiridos, lecturas que se cruzan y a las que no dudo en apuntarme… Al final, libros que me apetece mucho leer se van quedando en el tintero. Pero nunca es tarde si la dicha es buena y, en este caso, lo ha sido. 
Fue la propia autora la que sugirió a la editorial que me enviara el libro. Yo ya lo había visto los días anteriores por las redes sociales y me había enamorado de su preciosa portada, así que fue un auténtico placer tenerlo en las manos; aunque nada comparado con el que supuso leerlo pues “As de corazones” me ha encantado.

Éstas son mis impresiones

Antonia J. Corrales

Antonia J. Corrales, tras años ejerciendo su profesión —administración y dirección de empresas— decidió dedicarse de lleno a su pasión: el mundo de las letras y la escritura.

Desde entonces ha trabajado como correctora, columnista en periódicos locales, articulista en revistas culturales, entrevistadora en publicaciones científicas y jurado en certámenes literarios.

Es autora de las novelas:

.- 'Epitafio de un asesino' (2005),

.-'La décima clave' (2008)

.- 'En un rincón del alma' (2011).

.- ‘As de corazones’ (2013)

Datos técnicos

Título: “As de corazones”
Autora: Antonia J. Corrales
Editorial: Vergara
Edición: rústica con solapas
Páginas: 368 
ISBN: 978-84-15420-66-8
Precio: 14.00 €

Argumento

Ya sabéis que suelo escribir siempre mi propia sinopsis de las novelas que reseño. Pero en esta ocasión no lo voy a hacer porque me gusta mucho la que proporciona la editorial. No dice mucho pero lo dice todo y, sobre todo, refleja muy bien el tono del libro…

Un broker que sueña con ser escritor, una enfermera que, a pesar de adorar a los niños, se niega a ser madre y una editora que jamás quiso serlo. Atrapados por un secreto inconfesable que dominará sus vidas. Amor, rencor, traición, superación personal, crítica social y la realidad más cruda y más hermosa.

Ayala, Samantha y él: Bastián. ¿Cuántas formas hay de amar? ¿Realmente el amor lo disculpa todo? ¿Es Dios el culpable de nuestras desgracias, o confundimos su nombre y en realidad es el Diablo?

As de corazones: tres vidas paralelas contadas en primera persona que encogerán tu alma y se harán un hueco en tu corazón.

Impresiones

“As de corazones” es un libro con el que he disfrutado muchísimo y que me ha encantado. Un libro que yo calificaría como especial y entrañable y que, por supuesto, está entre mis mejores lecturas del año.

Empiezo por lo que se ve a primera vista: la preciosa portada. A mí me encanta, me parece una portada muy alegre y que, por las flores, tiene mucho que ver con el contenido. Pero hay un problema: puede llevar a equívocos y causar que algunas personas -¿hombres especialmente?- rechazan el libro sin siquiera pararse a mirar de qué va. Y es que, tanto la portada como el título, parecen indicar que estamos ante una novela romántica. Y ello no es así; al menos, no lo es totalmente. Sí que hay amor y de varias clases además: tanto amor de pareja como amor fraternal. Pero no sólo hay amor y la novela no puede calificarse como estrictamente romántica. Es, eso sí, una novela que habla de sentimientos, de personas, de la vida. Y que, en mi opinión, no tiene un público objetivo sino que es apta para cualquier lector.

Y ahora vamos al contenido, que es lo más importante. La historia que narra “As de corazones” me ha parecido preciosa, casi tanto como la bella prosa que la enmarca.

La historia es, como digo, muy bonita. Y muy triste también, llegando a emocionarme y pellizcarme el corazón. El libro cuenta la historia de tres personajes; una vida dura para todos ellos, aunque por diferentes motivos. Bastián y Samantha son hermanos. Cuando eran niños (unos cuatro años Bastián, seis más Samantha), perdieron a sus padres en un trágico accidente de tráfico. Tuvieron que irse a vivir con sus abuelos maternos, con los que no había una buena relación antes del accidente ya que no soportaban al marido de su hija, quien, en su opinión, le había robado su maravilloso futuro. Aunque tratan bien a los hijos, no pueden evitar transmitirles su desagrado ante el recuerdo de su yerno el cual, obviamente, es el padre de los niños y a quiénes éstos adoraban. De tener una infancia alegre, con unos padres que les querían, que jugaban con ellos, que les mimaban y cuidaban, pasan a tener una infancia triste. Especialmente la mayor, Samantha quien va a intentar que su pequeño hermano, casi un bebé, no sufra, sacrificándose ella por el camino.

La relación de Samantha y Bastián es preciosa. Son dos hermanos que se adoran, uña y carne. Ella es como una madre para él aunque no le separan tantos años. Pero Samantha no duda en darlo todo por su hermano, y lo hará hasta el final, pese a quien pese, incluso si la que pesa es ella misma.

Samantha lo sabe todo y lo sufre todo. Bastián, en cambio, dentro de lo que ha ocurrido, lleva una vida relativamente feliz, arropado por su hermana. Al ser tan pequeño, no tiene demasiados recuerdos de sus padres y, por otro lado, su hermana le esconde todos los detalles escabrosos, ahorrándole disgustos. Así pasa por la vida sin darse cuenta en muchas ocasiones de lo que realmente sucede, con sus abuelos, su tío materno, etc…

Gracias a los sacrificios de su hermana, se ha convertido en un hombre de éxito. Un bróker, muy bueno en lo suyo, pero con aspiraciones a escritor.

En Italia, durante sus estudios universitarios, conoce a una chica de diecisiete años que ha ido con su madre, desde su Tenerife natal, a pasar unas vacaciones. Ambos se enamoran, con un amor intenso, para siempre. Un amor que, sin embargo, se queda en nada cuando la chica, Ayala, tiene que volver a casa y él no acude a la última cita.

Ayala vive con su madre, una mujer soltera que ni siquiera le ha dicho quién es su padre. No importa, porque en Italia conoce a un italiano que se convertirá en el amor de su vida y un padre para la joven. Ayala pinta y tiene una especial conexión con la naturaleza. Sus preferidas son las amapolas (de ahí el precioso campo de amapolas de la portada) “Desde aquel día tengo una predilección especial por las amapolas. Su color intenso, su forma de crecer sin ayuda de cultivo previo; su extraordinaria anarquía, las hacen especiales para mí. Creo que si su vida fuese más larga y su tallo más fuerte serían más preciadas que las rosas. Son como el amor, frágil, desordenado, bello, intenso, pero la mayoría de las veces fugaz, demasiado efímero. Tal vez ahí resida su encanto, aunque duela”.

Ayala y Bastián viven una gran historia de amor. Pero, como (casi) todas las grandes historias de amor, es una historia trágica y conmovedora (de la que no os voy a contar nada más)

Los personajes se muestran muy cercanos. Es realmente una historia de personajes donde los tres protagonistas llevan todo el peso de la acción. Ello es posible porque la autora ha diseñado unos personajes creíbles, cercanos, que nos abren su corazón para mostrarnos lo que hay dentro.

El libro se divide en dos partes. La primera, más extensa, ocupa hasta el capítulo 21 y la segunda va del capítulo 22 al 33. Son capítulos cortos y cada uno de ellos lleva el título de uno de los tres protagonistas: Samantha, Bastián o Ayala. Por lo tanto, cada capítulo se centra en uno de ellos de tal manera que se consigue con ello que cada uno de los personajes tenga un peso similar en la acción, que ninguno destaque por encima de los otros dos.

Cada capítulo viene narrado por la persona que le da el título. Cada uno de los protagonistas nos cuenta su historia, desde su punto de vista, tal y cómo la vivió. A veces se narran los mismos hechos por dos de los protagonistas aunque enfocándolos de forma distinta; otras cada uno de ellos cuenta una parte de la historia de tal manera que, entre los tres, van tejiendo –como la manta que elabora la madre de Ayala- la historia de su vida.

La historia no está narrada de una forma lineal sino que alterna el presente y el pasado pero no de forma lineal y organizada, sino al hilo de los acontecimientos. Empieza en el presente para ir retrotrayéndose al pasado, según los recuerdos de los personajes. La autora va tejiendo, poco a poco, una historia de emociones intensas, de dolor y sufrimiento, de amor y desamor. Y lo hace añadiéndole un poco de misterio: pronto sabremos que hay un secreto, algo que no se nos cuenta y que tendremos que llegar al final para descubrirlo. He de decir que, más o menos, imaginé qué podía ser, pero eso no le quitó ni un punto de emoción al descubrimiento. De hecho, el secreto, la intriga no es lo importante de la novela; lo importante son los sentimientos de los personajes y el modo en cómo viven su historia y se relacionan entre ello; así que da igual que lo anticipemos o no.

La prosa de Antonia Corrales me ha enamorado. Con un lenguaje muy cuidado, que muchas veces roza lo poético, Antonia te envuelve en tus redes y, lo más importante, consigue que su historia te llegue. No es un libro que deje indiferente; todo lo contrario, te metes tanto en la acción, conectas tanto con los personajes que llegas a sufrir con ellos.

“Aunque el destino habría jugado de igual forma conmigo porque él, el destino, siempre se sale con la suya. El es el mejor escritor de suspense que existe, el más imprevisible. Vayas donde vayas, hagas lo que hagas, siempre te estará esperando. Es como la muerte, implacable e ineludible, al menos para mí.”…

Finalmente, comentar un detalle. Bastián, el bróker, acaba reconvertido en escritor y la autora aprovecha la ocasión para hacer unas interesantes reflexiones sobre el arte de escribir, la publicación y edición de libros. Muy interesante lo de que, normalmente, venden más los escritores extranjeros por la creencia popular de que todo lo de fuera es mejor (herencia de la carestía sufrida tras años de represión y dictadura y del desprecio inculcado a nuestros creadores, muchos de ellos desterrados o fusilados por sus ideas)

Conclusión final

“No quería publicar simples historias de ficción, quería dar a los lectores un pedazo de alma, un puñado de ilusión, cobijo y ganas de seguir adelante. Historias en las que sus personajes estuvieran llenos de vida” (Antonia, sin duda, lo has conseguido)

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