“La guerra de las dos rosas. Trinidad” - Conn Iggulden

El año pasado leí el primer volumen de esta serie de novela histórica: “La guerra de las dos rosas. Tormenta” que me gustó mucho. Estaba deseando leer su continuación, ésta que hoy os traigo

Éstas son mis impresiones



Conn Iggulden

Conn Iggulden nació en Londres en 1971. Estudió Filología Inglesa en la Universidad de Londres y fue docente durante siete años, hasta
que decidió dedicarse a la escritura de manera exclusiva.

Irrumpió con fuerza en la escena literaria con sus novelas históricas, convirtiéndose en uno de los autores más leídos del momento.

Sus libros combinan imaginación, historia y aventuras.

Ha escrito sobre Gengis Kan y el Imperio Romano, entre otros temas
Vive en Hertfordshire con su esposa y sus hijos.



Datos técnicos

Título: “La guerra de las dos rosas. Trinidad”

Autor: Conn Iggulden

Traductora: Gemma Deza, Miguel Alpuente

Editorial: Duomo

Publicado por primera vez en noviembre de 2016

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta Colección: Los imperdibles

ISBN: 9788416634491

Páginas: 528

PVP: 19,90 Euros en papel




Argumento

UN REINO. DOS FAMILIAS.
TREINTA AÑOS DE GUERRA.

1454. Mientras los traidores avanzan, la reina debe resistir. ¿Quién ganará la batalla por el trono? ¿Qué sacrificarán las casas de los York y de los Lancaster en nombre de Inglaterra? Cada uno debe decidir dónde yace su lealtad y dónde su renuncia.

UN TRONO POR EL QUE SE VIVE
O SE MUERE.



Impresiones

Han pasado unos doce años desde los hechos relatados en “Tormenta” y ahora nos situamos justo a mitad del siglo XV, en el año 1454. Enrique VI sigue en el trono pero en un estado aún peor que años anteriores. Está aún más débil y enfermizo y, de hecho, va a pasar como un año y medio “ido”, siendo poco más que un muñeco al que alimentan, lavan y en general cuidan como a un bebé; no puede hablar ni, por supuesto, gobernar. El duque de York se autonombra protector del reino pero la reina Margarita no puede ni verlo; cree que lo hace por sus intereses personales y sus aspiraciones a la corona, no por el bien del país. Aunque, lo cierto, es que el tiempo de su protectorado es un período de bonanza, paz y tranquilidad. Margarita sigue siendo una mujer muy joven pero ya no es aquella chiquilla de apenas catorce años que llegó a Inglaterra desde su Francia natal. Es una mujer valiente y tenaz que, desde luego, “lleva los pantalones” mucho mejor que su marido.

A lo largo de las páginas del libro, asistiremos a las constantes luchas entre la casa de York y la casa de los Lancaster (la del rey). Trifulcas continuas, luchas armadas incluso, que sumieron al país en una inestabilidad política tremenda.

Obviamente, la novela recupera muchos de los personajes de la anterior. Ha sido bonito reencontrárselos y ver cómo han evolucionado. Mi favorita, sin duda, sigue siendo Margarita, que se ha convertido en una mujer de armas tomar. Ahora, además, es madre así que ha de velar no sólo por sus intereses y los de su marido sino por los del heredero al trono. Si a su hijo y a su marido les pasase algo, la corona recaería en Richard duque de York y eso ella no lo puede permitir. Desconozco cómo habrá pasado Margarita a la historia (ya os dije en la reseña del anterior libro que apenas conozco la historia de Inglaterra); me imagino que será considerada como una mujer fría, dura y cruel. Puede ser. Pero creo que el autor es benevolente con ella y da una visión muy positiva de ella. Ella al fin y al cabo defiende lo que es suyo; su marido, su hijo y su reino. Es verdad que él es un rey débil y, sin duda, no lo que necesita el país y, objetivamente hablando, al país le vendría mejor un hombre fuerte y valiente como el duque de York. Pero las cosas como son: en ese momento el rey es Enrique y cualquier intento de apartarle del trono no puede considerarse sino como traición. En todo caso, me ha gustado mucho la forma en la que el autor describe a la reina, cómo intenta meterse en su cabeza y contar lo que hizo; luego ya es cuestión de que cada lector saque sus conclusiones y decida si actúo bien, si actúo por su país o por su propio bien. Lo mismo respecto al duque de York por cierto: en puridad, lo suyo es una traición de manual pero, ¿lo hacía por sus intereses personales o por el bien del país? Me gusta la perspectiva desde la que el autor aborda el conflicto y lo bien que se mete en la piel de los personajes para hacernos sentir partícipes de sus pensamientos.

Hay muchos personajes en esta novela. Varias casas nobles. Unas se pondrán al lado de los Lancaster y otros pelearán junto a la casa de York. Veremos por qué lo hace cada uno, si por afinidad o por egoísmo y rencillas personales. No os voy a hablar de todos ellos porque son bastantes entre los que destacan Salisbury, March, Percy y, por supuesto, uno de los personajes más interesantes de la entrega anterior: Derry Brewer, el único de los ficticios en tener un papel destacado. Es, junto a la reina, el personaje que más me ha gustado por su papel en la historia.

É

Castillo de Ludlow

sta es la segunda novela de lo que tengo entendido es una trilogía. Los hechos que relata son históricos y, obviamente, podemos conocerlos buscándolos en google. Pero no lo hagáis por favor. El autor, a pesar de hablar de hechos supuestamente conocidos (ya os digo que no es mi caso), logra mantener una constante intriga narrativa y hay momentos en los que estuve tentada de buscar información para ver cómo acababan ciertas batallas pero me impedí a mí misma a hacerlo y seguir leyendo jajaja.

Conn Iggulden contempla esta serie como novelas que pueden leerse de forma independiente sin haber leído las anteriores o sin leer las posteriores. Digamos que la trama principal empieza y termina en cada novela aunque, obviamente, es Historia y mientras vivan los personajes podrá seguir hablándose de ellos. Pero no creo que nadie que se anime a leer “Trinidad” sin haber leído “Tormenta” se vaya a encontrar con ningún tipo de problema. No pasa nada por no conocer el asunto con Francia de la novela anterior o cómo se realizó el matrimonio entre Enrique y Margarita. Mejor ver la historia desde el principio hasta el final, obviamente, pero tampoco hay problema si decidís no hacerlo así.

La ambientación es magnífica. Casi se pueden ver los diferentes lugares donde transcurre la historia, los castillos, las poblaciones, las batallas… Se nota que el autor se ha documentado muy bien sobre el período histórico y ha sabido trasladar al papel no sólo los hechos concretos sino, en general, todo el ambiente de la época. La verdad es que he podido ver en la imaginación todo lo que Iggulden me iba contando y al buscar luego imágenes en google he visto que la idea que me había formado no difería demasiado de la realidad. En esta ocasión visitamos unos cuantos castillos que con lo que a mí me gustan, me han hecho disfrutar mucho

Por la novela pasan una buena cantidad de personajes tal y como ya he comentado más arriba. Afortunadamente, la editorial ha tenido de nuevo el acierto de incluir al principio una Lista de personajes en las que, de forma muy sucinta, se nos dice quién es cada personaje que aparece en la novela. También ha incluido la genealogía de las principales casas inglesas: la de Eduardo III, la casa de York, Lancaster, Neville, Percy y Tudor. Así se consigue que no se pierda el lector porque, si bien los personajes principales están bastante bien caracterizados y no es fácil confundir unos con otros, con los que sólo aparecen muy de vez en cuando corríamos el riesgo de perdernos. También incorpora un mapa de cómo era Inglaterra en la época en la que está situada la novela.

L

Torre de Londres

a novela está estructurada en un prólogo, dos partes subdivididas a su vez en capítulos (con un total de 33) y un epílogo. La primera parte ocupa los años 1454 y 1455 y la segunda de 1459 a 1461. Al final del todo, encontramos una nota histórica del autor, muy interesante y de imprescindible lectura.

Será un narrador omnisciente el encargado de narrarnos la historia desde todos los puntos de vista posibles. A pesar de que se dan bastantes datos históricos, la lectura se hace muy amena y sencilla. Por ponerle un “pero”, algunas escenas de batallas se me han hecho un tanto pesadas. Es una apreciación totalmente personal porque las batallas y guerras, en general y en particular, no me gustan nada. Y la verdad es que esta novela está llena de ellas. Pero hay que reconocer que Iggulden consigue hacer la narración entretenida



Conclusión final

Me ha gustado mucho esta segunda entrega de “La guerra de las dos rosas”. Quizás me gustó más la primera pero hay que reconocer que es una serie muy interesante con la que estoy aprendiendo mucho.

Podéis comprarla en Popular libros