“Hotel Borges” - Francisco Manuel Granado Castro

Descubrí a Francisco Granado con su primera novela, “La cabeza de Diana” y desde entonces le soy fiel; por ello, no podía dejar de aparecer por aquí la que, hasta ahora, es su última novela: “Hotel Borges”



Francisco Manuel Granado Castro

Es natural de Guillena, villa situada en las postrimerías de la vega sevillana. Abogado, colabora en la revista La Toga, que edita el Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla.

Es uno de los miembros fundadores de La Tertulia El Porvenir Siglo XXI, círculo literario que se reúne mensualmente en Felipe II.

Resultó finalista del Premio Guadalquivir con su primera novela, que se titulaba “La más bella amante”.

Además de “Hotel Borges”, ha escrito “La cabeza de Diana” , “Regreso a Venecia” y “Tres muertes en Estambul”


Datos técnicos

Título: “Hotel Borges”

Autor: Francisco Manuel Granado Castro

Editorial: Ediciones En Huida, colección El Refugio

Primera edición: octubre de 2016

Formato: rústica, con solapas

ISBN: 978-84-946099-1-6

Páginas: 288

Precio: 15 euros



Argumento

Un cadáver que huye, un escritor que esquiva a sus lectores, un amor que consigue reabrir el pasado para descubrir mundos paralelos.

Un investigador honesto lo que de verdad persigue es el rastro de sus propias culpas. Mientras, en algún lugar, el asesino se entrega su redención. Porque en este hotel, nadie es lo que dice ser.

Historia de una persecución a lo largo de una ciudad que borra las huellas, Hotel Borges refleja el ansia del arrepentido por desandar sus pasos, y la insaciable búsqueda de la verdad en medio del caos que poblamos, bajo las cambiantes máscaras de la comedia humana.



Impresiones

Arianna, la señora de Giral, cita a Julio Castro en el hotel Alfonso XIII; tiene un encargo que hacerle. Cuando acude a la cita, Arianna le dice que sabe que es amigo de Héctor Siena. Le confiesa que Héctor era su amante, (cosa que Julio ya sabía) y que un día apareció muerto en la habitación de un hotel de Madrid. Pero que no se ha hecho investigación porque el cadáver despareció a las pocas horas. Ella quiere saber qué pasó y quién mató a Héctor y, como no puede implicarse en el asunto por ser la conocida mujer de un famoso empresario de los medios de comunicación, le encarga a él la investigación. Julio es profesor, no policía ni investigador pero, en nombre de la amistad que le unía al finado, Arianna cree que puede llevar a término la misión.

J

Tertulia literaria

ulio acepta el encargo y se traslada a Madrid donde pronto descubrirá que su amigo acudía periódicamente a unas reuniones que se celebraban en el hotel donde supuestamente murió: unas reuniones de escritura creativa. A Julio todo esto le suena bastante raro; Héctor era periodista y no cree que necesitara asistir a ese tipo de cursos. Pronto descubrirá que hay muchas cosas turbias relacionadas con su amigo

Conocí a Francisco Granado con “La cabeza de Diana” un libro que me sorprendió gratamente, no sólo por la bonita e interesante historia que contaba sino, especialmente, por la forma en la que lo hacía pues el estilo de Paco, ya os lo adelanto, es de lo mejorcito que podemos encontrar en la literatura actual. Un año después viajé con él a la maravillosa Venecia con “Regreso a Venecia” que me resultó fascinante (y que, hasta ahora, es mi novela preferida de las cuatro que he leído); “Tres muertes en Estambul” me trasladó a una ciudad y a un período muy interesantes y me hizo vivir entre espías como si de una película en blanco y negro se tratara. Con “Hotel Borges” Paco repite edición con En Huida y, no recuerdo si lo hice en la reseña anterior, pero si no lo hago ahora: ¡chapeau por la edición, tan elegante y cuidada!

De las cuatro novelas que he leído del autor, ésta es la más diferente en mi opinión. Más literaria, en un escenario español y situada íntegramente en el presente. Además, en ella el autor hace gala de un fino sentido del humor

Reconozco que en esta ocasión me costó un poco más que en las tres anteriores cogerle el hilo a la novela. No porque tenga una especial dificultad, ya que su lectura es sencilla, pero, no sé bien por qué, no acababa de situarme en la trama. No obstante, cuando por fin me situé, reconozco que la disfruté un montón.

Aunque haya diferencias con las novelas anteriores, sí que hay elementos comunes. Por ejemplo, la prosa tan rica de Francisco Granado. O la mujer. En todas sus novelas podemos decir eso de “cherchez la femme”, buscad a la mujer. Y es que en todas ellas hay una mujer fascinante. En este caso, es Arianna, una mujer con mucho por descubrir. Una mujer muy bella por fuera pero con un pasado que le ha hecho ser lo que es y cómo es. Es el personaje que más me ha gustado de todos por el mimo con el que la trata el autor.

Y la prosa. La prosa de Francisco es elaborada, muy cuidada y elegante, rica, culta. Hay muchas frases para subrayar porque su forma de decir las cosas es preciosa. No se encuentran muchos escritores como éste en la literatura actual. Pero, aunque la calidad de la prosa de Paco sea muy superior a la media, no os esperéis encontraros una lectura difícil o farragosa porque sus libros son muy fáciles de leer y muy entretenidos. Además, en este caso, he encontrado un cierto toque de humor: fino, elegante, inteligente, muy sutil, pero ahí está

Os dejo algún ejemplo de la forma tan peculiar que tiene de escribir:

“Luego, con una falta de modales atroz, aparecieron los charcos, esos cómplices del fango. Traté de no mancharme los zapatos. NO sé qué demonio despiertan los zapatos sucios en la gente, que te mira como a un paria venido a menos. Traté de saltar un charco sin ninguna convicción olímpica y otro lo rodeé, vadeando su orilla con la precisión de un geógrafo aficionado. Qué diferencia de los niños que hacen cuestión de honor pisarlos. Creo que aún no ha nacido el chico que no meta los pies en ellos. Sí, la evolución se resiste a introducir ciertas mejoras en la especie. Los charcos ofrecen al niño, en el peor de los casos, un espejo a ras de suelo, lo cual es una novedad; en el mejor un vivero de seres inclasificables y con océano en miniatura para cruzarlo con las botas de agua, que siempre necesitan su botadura legal.
La gente que corre sin paraguas bajo la lluvia siempre produce una cómica ternura. Salvo que seas tú el que huye; entonces el estado de ánimo resulta todo lo contrario a la simpatía. Solo un paraguas te permite caminar educadamente bajo el aguacero, de una manera civil. Pero como todo lo humano, resulta un invento frágil. Basta que el chaparrón arrecie un poco o sople el viento de través para que el agua llegue a lugares inauditos de tu persona. Ah, y cuando más apurado andes, el paraguas no dudará en suicidarse ante tus ojos para convertirse en un haz de jirones y varillas. Artefacto desleal donde los haya”.
“La luz de la tarde pende, inmóvil. Su violenta piedad duda por un instante de nosotros. Tal vez no existimos, solo creemos que lo hacemos, soñamos la vida. Oscilamos bajo la luz, y nos aferramos a ella. La luz es todo, es la esencia misma de Dios, como adivinó san Juan”

“Hotel Borges” es una novela peculiar. Una novela de intriga en la que se investiga un asesinato de una forma bastante peculiar (y perdonadme la repetición pero es que es el adjetivo que más le cuadra); con unos personajes curiosos y diferentes, un importante toque metaliterario y una prosa bellísima



Conclusión final

De nuevo Francisco Granado me ha convencido con esta novela que, aunque diferente de sus tres libros anteriores, mantiene las notas características de la casa e incluye algunas nuevas como el toque de humor.

Si no habéis leído nada de este autor, os invito a mirar la sinopsis de sus cuatro novelas y a elegir la que más os llame la atención.

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