"Pasillo oculto" - ArnoStrobel

Os vengo hoy a hablar del último libro que he leído, “Pasillo oculto” de Arno Strobel, un thriller page-turner que, según la publicidad, desterró a la trilogía “Millenium” de Stieg Larsson del primer puesto en la lista de libros más vendidos alemana.

Así que ya os podéis ir haciendo una idea de qué tipo de novela es…

Arno Strobel

Arno Strobel nació en Sarlouis, Alemania, en 1962.

Informático de profesión, trabajó como consultor en la esfera de las tecnologías de la información hasta que, tras unos años de trabajo independiente, se trasladó a Luxemburgo para prestar servicios en un importante banco alemán.

Hasta cumplir los cuarenta no se decidió a poner a prueba sus inclinaciones literarias. Así, tras tres años de investigación surgió “Der Magus” (2007), que fue inicialmente rechazada por diversas editoriales. El autor decidió sacarla al mercado él mismo y en pocas semanas el libro se agotó, al igual que una posterior segunda edición. Entonces, Strobel recibió un aluvión de ofertas de editoriales alemanas de prestigio, y vendió los derechos de traducción a una decena de países. Su segunda novela Castello Cristo (2009) fue nuevamente un éxito editorial.

“Pasillo oculto” (2010), su tercera novela, logró desbancar de lo alto de las listas alemanas al Millenium de Larsson, vendiendo hasta la fecha más de 100.000 ejemplares

Datos técnicos

El libro ha sido publicado por ediciones Pàmies, en una edición de gran tamaño, tapa blanda con solapas.

Tiene 320 páginas.

ISBN: 9788496952843

Publicado en 2011

Cuesta 19,95 euros

Podéis leer el primer capítulo aquí

 

Argumento

Sybille Aurich se despierta en la cama de un hospital. No recuerda qué le ha pasado, por qué está allí; sólo sabe que alguien ha secuestrado a su hijo Lukas y que ella tiene que ir a buscarlo.

El doctor que acude a su llamada le cuenta que le han atacado y que lleva dos meses en coma. Y, lo más sorprendente de todo y que Sybille no puede aceptar, que no tiene ningún hijo.

Sybille consigue noquear al doctor y escapar de la clínica. Semidesnuda como está, tan sólo vestida con un camisión del hospital, llama la atención de todo el mundo en la calle. Afortunadamente, casi choca con un coche conducido por una jubilada de cabello rojo (Rosie) y ésta decide hacerse cargo de ella. La lleva a su casa y le da su número de teléfono por si en algún momento vuelve a necesitar su ayuda.

Cuando entra en su casa, su marido no la reconoce. Le dice que su mujer, efectivamente, ha desaparecido hace dos meses pero que ella no es Sybille. Y que, por supuesto, no tienen ningún hijo. Sybille ve en la casa fotografías de la boda y, ciertamente, la mujer que aparece en la fotografía no parece ser ella pero piensa que el accidente la habrá transfigurado. A pesar de que cuenta a Johannes, su marido, cosas íntimas que no debería saber nadie ajeno a la pareja, éste no la cree: piensa que han secuestrado a su mujer y que le han obligado a contarle todo tipo de cosas.

Hannes –Johannes- llama a la policía. Vienen dos policías, uno muy amable, otro un borde que sólo piensa en detenerla. Milagrosamente, consigue huir de nuevo y llama a Rosie quien la acoge en su casa.

Al día siguiente se encuentra con un hombre llamado Christian quien le dice que está buscando a su hermana, que también ha desaparecido en circunstancias parecidas a la suya y que quiere ayudarla; que no confíe en Rosie pues está con los secuestradores.

Sybille ya no sabe que pensar, no sabe quién está de su lado, ni siquiera sabe quién es realmente ella. Sólo sabe que no deja de pensar en su hijo, a pesar de que todo el mundo le jura y perjura que ella no tiene hijos.

En dos días frenéticos, Sybille, ayudada ora por Rosie, ora por Christian, tiene que averiguar qué le han hecho a ella y dónde está su hijo. Si es que existe, claro….

                                                                                                                                                        

Impresiones

Si tuviera que definir este libro en una sola palabra sería la de page-turner.  Se trata, efectivamente, uno de esos libros que engancha de mala manera, con una narración tan absorbente que parece que las hojas estuvieran encoladas, porque se te quedan pegadas a los dedos y no puedes soltar el libro. Así que cuidado si tenéis poco tiempo; no lo cojáis en época de examen o suspenderéis porque no podréis estudiar: querréis leer y leer y seguir leyendo para ver qué pasa. Es un libro tremendamente adictivo.

Pero, al mismo tiempo, se trata de un libro de lectura muy fácil. Se lee sin esfuerzo, sin darte cuenta. Lo coges en un ratito tonto con la idea de leer un par de páginas y, sin darte cuenta, resulta que ya te has leído 50!

Es muy fácil meterse en la acción. Yo ya lo estaba en el primer párrafo que os trasncribo: “Sybille presenció cómo su hijo era arrastrado al interior de aquel automóvil desconocido, pero fue incapaz de reaccionar. Tuvo la certeza de que su corazón dejaría de latir en aquel mismo instante. Alcanzó aún a oir el ahogado grito de Lukas antes de que un brazo tatuado procedente de las entrañas del vehículo cerrara la puerta con un fuerte golpe. Se percató de que el tatuaje azul cubría por completo el brazo y parte del dorso de una mano. Segundos después, el automóvil desapareció a toda velocidad con un chirriar de ruedas y sólo entonces Sybille logró vencer su aturdimiento y echó a corre, gritando con todas sus fuerzas”. ¿No me digáis que a vosotros no os ha dado ganas de seguir leyendo y ver qué pasa con Sybille y Lukas?

Lo bueno, como veis, empieza enseguida, desde la primera línea. Y la acción no decae hasta el final. En  ningún momento pierde ritmo la trama, sino que mantiene la tensión sin ningún problema.

Tensión acrecentada por el hecho de que el lector, al igual que Sybille, no sabe a qué atenerse. La primera pregunta que nos hacemos es si Sybille está o no loca? Yo desde el principio tendí a creer en su versión pero nunca se sabe… Pero, ¿y el resto? ¿Quiénes son los buenos y quiénes los malos en esta historia? Que Hans, el imperturbable ex – legionario de ojos fríos que la sigue es malo lo sabemos desde el principio porque él mismo nos lo cuenta. Pero los demás, no tenemos ni idea y, al igual que Sybille, cambiamos constantemente de opinión sobre ellos. Rosie parece un encanto de mujer y da la impresión de que sólo quiere ayudar a nuestra protagonista. Pero, ¿por qué? ¿No es extraño que haya gente así, dispuesta a darlo todo por alguien a quien acaba de conocer? O, ¿será que es alguien que han puesto los malos para vigilar a Sybille? Y el tal Christian. Al principio, como a Sybille nos parece muy sospechoso que aparezca de la nada pero está claro, con el tiempo, que quiere ayudarla…, o no? Y los policías? Tenemos al poli amable, que parece que cree a Sybille y la quiere ayudar; de hecho, gracias a él consigue escapar en una ocasión. Pero, qué raro es eso, no? Y el otro, su superior? Por que quiere, a toda costa y cuanto antes, detenerla y retirarla de la circulación? No le guiarán motivos más espúreos que la mera detención de una criminal?

La situación de Sybille es angustiosa y el autor sabe transmitirla al lector. Vamos a estar tan desconcertados como ella, sopesando opciones, cambiando de pensamientos a cada momento, sin saber a qué banda quedarnos. Con todo ello, os quiero transmitir que una no puede dejar de involucrarse en la historia y estar pendiente de lo que le pasa y lo que le ha pasado a Sybille; como ella, necesitamos saber…

En la portada del libro, se dice que está en la línea de “El psicoanalista” de John Katzenbach, libro que leí hace ya bastantes años y que me encantó. Y, sí, podríamos decir que está en la línea, sobre todo en la forma que está escrita, con ese estilo tan adictivo. ¿Sabéis a qué otra novela me ha recordado mucho? A “No confíes en nadie” de S. J. Watson, que tuve la ocasión de leer hace un par de meses y me encantó. El estilo literario es indudablemente parecido; incluso la historia tiene puntos en común con esas mujeres totalmente desconcertadas que acaban por no estar seguras ni de quién son y esas conexiones cerebrales: amnesia en el caso de No confíes en nadie y… lo que ocurre en Pasillo oculto, que no os lo voy a precisar, obviamente, pero que es evidente que tiene que ver con el cerebro (no desvelo nada, no os preocupéis, es algo que no es difícil adivinar, basta ver la portada de la novela…).

En cuanto al estilo literario, el autor utiliza un lenguaje sencillo, rápido y sin florituras. La novela está escrita en tercera persona y está protagonizada, más o menos, al 95% por Sybille, en cuyo punto de vista se sitúa el espectador. Casi todo es narración pero, de vez en cuando, se introducen unas líneas en cursiva que recogen los pensamientos de Sybille. Ocasionalmente, hay un capítulo corto protagonizado por Hans, visto desde su perspectiva. Como ya os he dicho, éste es el único personaje que sabemos positivamente desde el principio que es malo.

No es una novela en la que los personajes tengan una gran importancia; lo realmente importante es la acción y lo frenético de ésta. A pesar de todo, los que aparecen están bastante bien caracterizados –no sólo la protagonista- en el sentido de que se identifican claramente y, cuando tras algunas páginas de ausencia, vuelven a aparecer no tenemos que andar buscando en capítulos pasados quién es.

Por ponerle alguna pega, diría que alguna parte del final me ha parecido un poco fantasiosa (pero, ojo, tiene un buen final; todo queda cerrado y bien explicado), lo mismo que el personaje de Rosie; no me ha parecido demasiado real, no creo que se puedan encontrar demasiadas personas que actúen como ella lo hace

Conclusión final

Es evidente que recomiendo la lectura de esta novela. Al menos si lo que buscáis es un thriller adictivo, con ritmo, que os entretenga, que sea fácil de leer y que os depare alguna que otra sorpresa.