“La chica que dejaste atrás” - Jojo Moyes

Hace varios años leí la novela con la que Jojo Moyes se presentó en sociedad en España: la preciosa “Yo antes de ti” (que, aunque no hayáis leído, seguro que os suena porque ha sido llevada a la gran pantalla). Esa novela me gustó muchísimo y me propuse leer más cosas de la autora pero, por unas cosas o por otras, no lo he hecho hasta la semana pasada en la que leí su última novela publicada en España (aunque creo que la escribió antes de “Yo antes de ti”): la que hoy reseño, “La chica que dejaste atrás”

Éstas son mis impresiones

Jojo Moyes

Jojo Moyes es autora de novelas que han recibido maravillosas críticas e incluyen best sellers como Uno más uno (Suma de Letras, 2015) y el fenómeno internacional Yo antes de ti (Suma de Letras, 2014), que ha vendido más de siete millones y medio de ejemplares, ocupó el número 1 de las listas en nueve países y ha sido convertido en una película de éxito. Su continuación, Después de ti, fue publicada en 2016. Jojo vive en Essex con su marido y sus tres hijos.

Datos técnicos

Título: “La chica que dejaste atrás”

Autora: Jojo Moyes

Editorial: Suma 

Edición: tapa blanda con solapas

Precio: 19,90 euros en papel /9,99 euros el ebook

Páginas: 528

Editado en marzo de 2017 

ISBN: 9788491290803


Argumento

En 1916 el artista francés Édouard Lefèvre ha de dejar a su mujer, Sophie, para luchar en el frente. Cuando su ciudad cae en manos de los alemanes, ella se ve forzada a acoger a los oficiales que cada noche llegan al hotel que regenta. Y desde el momento en que el nuevo comandante posa su mirada en el retrato que Édouard pintó a su esposa nace en él una oscura obsesión que obligará a Sophie a arriesgarlo todo y tomar una terrible decisión.

Casi un siglo más tarde, el retrato de Sophie llega a manos de Liv Halston como regalo de boda de su marido poco antes de su repentina muerte. Su belleza le recuerda su corta historia de amor. Pero cuando un encuentro casual revela el verdadero valor de la obra, comienza la batalla por su turbulenta historia, una historia que está a punto de resurgir, arrastrando con ella la vida de Liv.



Impresiones

Nos encontramos en la Francia ocupada de la Primera Guerra Mundial. Sophie es la esposa de un pintor llamado Édouard Lefèvre que está luchando por su país y del que hace meses no sabe nada. Cuando comenzó la guerra y Édouard se fue al frente, Sophie decidió irse a vivir con su hermana Heléne, sus dos hijos y su hermano pequeño Aurelién a un pequeño pueblo al norte de París. Allí regentan un hostal llamado Le coq rouge que ahora mismo funciona sólo como cafetería. Sus vidas transcurren en un precario equilibrio con los alemanes que ocupan el pueblo, preocupándose de no cruzarse en su camino y de conseguir algo que llevarse a la boca. Un día, el nuevo Kommandant decide que sus hombres irán a cenar al establecimiento de Sophie y Heléne; para ello, les proveerá de las provisiones necesarias. En el pueblo no es bien visto que las chicas den de cenar a los alemanes, pero ¿qué remedio les queda? El kommandant resulta ser un hombre culto y formal, al que le gusta el arte. No puede evitar fijarse en el cuadro que preside el hostal: un cuadro pintado por Lefèvre con Sophie como modelo. En él, la mujer aparece como un ser fascinante dotado de mucha fuerza y herr kommandant cae rendido a sus encantos ¿a los del cuadro o a los de la modelo?

E

St Péronne

n una segunda línea argumental, nos encontramos en la actualidad (en el año 2006 en realidad). Liv es la joven viuda de quien fue un brillante arquitecto y diseñó una casa de cristal en el centro de Londres, la casa en la que Liv vive. Una casa minimalista en la que apenas hay decoración; casi el único adorno es un pequeño cuadro de una chica pelirroja: La chica que dejaste atrás. Ese cuadro se lo regaló David al poco de casarse, como regalo de bodas, y de la forma más casual; en un viaje a Barcelona, una americana estaba desalojando de enseres la casa donde vivió su madre y se lo vendió por menos de diez mil pesetas. Ni David ni Liv sabían que estaban comprando una auténtica obra de arte que en los últimos años se ha revalorizado muchísimo: una obra perdida de un pintor francés llamado Éduard Lefèvre. Pero unos franceses descendientes del pintor reclaman la pintura entendiendo que fue robada por los alemanes y, basándose en las leyes de recuperación de obras expoliadas en la guerra, pretenden que les sea devuelta.

En la novela hay dos líneas argumentales, una situada en el pasado y otra en el año 2006. La novela comienza con la parte del pasado la cual ocupa toda la primera parte, más o menos un tercio del libro. Esa parte es preciosa y a mí me ha recordado mucho a “El ruiseñor” de Kristin Hannah: Francia ocupada (aunque en este caso es la Primera Guerra Mundial y en la de Hannah fue la Segunda), dos hermanas protagonistas, sobrevivir a los alemanes… Hasta en el estilo tan emotivo se parecen las dos novelas. Es cierto que existen muchas novelas sobre la 2ª GM pero hay menos sobre la 1ª y en este sentido me ha gustado ver que las cosas, en ciertos lugares, no fueron tan diferentes. Porque aquí también podemos ver cómo tuvieron que vivir los franceses cuando sus ciudades fueron ocupadas por los alemanes, vemos también que a los prisioneros de guerra los alemanes les llevaron a campos (claros precursores de los famosos campos de concentración de la Segunda).. Esa parte es muy emotiva y francamente bonita.

De hecho, cuando terminé la primera parte y me trasladé al siglo XXI me dio mucha pena; no quería separarme de Sophie y menos sin saber qué había sido de ella. Además, la historia de Liv al principio no me pareció nada especial –al menos comparándola con la de Sophie- , una historia bonita, sí, una historia de amor, pero me costó más conectar con ella que con Sophie. Pero lo cierto es que, pasados unos capítulos, la historia de Liv va cogiendo fuerza e interés y al final me llegó a gustar casi tanto como la de Sophie. Sobre todo cuando, de alguna manera, los destinos de las dos mujeres se van a entrecruzar y desde el presente vamos a conocer qué fue de Sophie y de los demás personajes del pasado.

La novela se basa, en buena medida, en la fuerza de sus dos protagonistas Sophie y Liv. Sophie no es sólo protagonista sino también narradora de toda la primera parte. Sophie es un personaje con muchísima fuerza, como sólo puede serlo quien fue musa de un gran pintor. Una mujer valiente, un poco rebelde y sobre todo muy enamorada de su marido a quien quiere recuperar a toda costa. Liv, en cambio, de primeras es bastante más débil. Hace cuatro años que es viuda y apenas está saliendo del agujero en el que le dejó la muerte repentina de su marido. Con problemas económicos, sin casi familia ni amigos, su vida es bastante triste. Lo único que le da fuerza es la mirada decidida del retrato de mujer que cuelga de su dormitorio. Cuando se lo pretenden arrebatar, sale la fuerza que dormitaba en su interior y saca las uñas.

Ambos personajes están muy bien desarrollados y llegan al lector, es casi imposible no empatizar con ellos. Sophie me pareció tan real que tuve que buscar en google si existieron ella y su marido y, por supuesto, su retrato (me temo que no). También los personajes secundarios tienen entidad suficiente y entre ellos hay alguno muy interesante.

L

Casa de cristal

a historia me ha gustado muchísimo. Es, en esencia, una novela romántica pero Jojo Moyes tiene algo que hace que sus novelas sean mucho más que eso. Son novelas muy emotivas y especiales que te llegan muy adentro. En ella hay varias historias de amor pero también hay mucho más. Hay, por ejemplo, una parte histórica pues, como he dicho, veremos cómo se vivió en la Francia ocupada de la primera gran guerra. También hay muchas referencias al expolio de obras de arte efectuado por los nazis. Es cierto que ocurrió durante la segunda guerra y que los procedimientos para recuperarlas se han limitado por regla general a los robos efectuados durante ella pero qué duda cabe que en cualquier guerra muchos arramblan con lo que pueden. La autora habla del procedimiento legal para recuperar obras robadas, de las investigaciones que algunas empresas especializadas realizan, de los motivos que muchos tienen para recuperarlas (en muchos casos no son motivos sentimentales sino puramente económicos). Todo esto dota de mucho interés a la trama.

Reconozco que me gustó más la parte del pasado que la del presente (normalmente suele ocurrirme esto en novelas del estilo) pero el final es tan tan bonito que me dejó totalmente emocionada.

Jojo Moyes escribe muy motivo. Con palabras y expresiones sencillas, consigue conectar con el lector y llevarle a su terreno, haciendo que vivas las historias que cuenta, que te involucres en la trama, que rías y llores con sus personajes y que, en definitiva, te emociones.



Conclusión final

En definitiva, me ha gustado mucho y no dudo en recomendar “La chica que dejaste atrás”

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