Ya sabéis que la Segunda Guerra Mundial es uno de mis períodos históricos favoritos (hablando de novelas) y que cada cierto tiempo os traigo la reseña de una novela situada en este período. La de hoy es diferente.
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Libros de Seda
Páginas: 416
ISBN: 978-84-17626-97-6
Sinopsis
Una princesa italiana que pasó de vivir en los más fastuosos palacios a acabar en un campo de concentración nazi a la que la historia casi borró de sus anales: Mafalda de Saboya.
Weimar, 1945. Poco después de la liberación del campo de concentración de Buchenwald, siete hombres pertenecientes a la Regia Marina Italiana se adentran en el cementerio de la ciudad y se dirigen hacia una sórdida explanada cubierta de estacas numeradas. Una vez allí se sitúan delante de la que tanto trabajo y suerte, a partes iguales, les ha costado encontrar: la número 262, donde, según el registro, reposan los restos de una unbekannte Frau («mujer desconocida»). Al arrancarla, observan el nombre de pila que ha estado oculto hasta entonces y que les confirma el gran valor de su misión. Por fin, la sustituyen por una lápida y una cruz de madera de haya conseguida a base de trueques en esos primeros días de paz. La tumba, ahora sí, está completa y aquel número siniestro se había convertido en un nombre de alta alcurnia tallado con esmero: Mafalda de Saboya.
Impresiones
La novela nos narra la vida de Mafalda de Saboya, segunda hija del rey de Italia Victor Manuel III y de la princesa Elena de Montenegro, hermana del futuro rey Humberto II. Una auténtica princesa de sangre real que nació y vivió en palacios, rodeada de lujos, educada para emparentar con algún miembro de la realeza europea. Y así fue: conoció, se enamoró y se casó con el príncipe Philip de Hesse-Kassel, un noble alemán descendiente lejano de la reina Victoria. Los jóvenes se casaron en el año 1925 y en principio vivieron en Italia, cerca de los reyes. Philip tenía ideas fascistas y estaba próximo a la ideología de Mussolini. Como muchos otros nobles alemanes, acabó afiliándose al partido nazi y la familia se trasladó a Alemania donde Philip colaboró estrechamente con Hitler en contra de la opinión de Mafalda.
La novela comienza en el momento en el que Mafalda y Philip se prometen y durante más de la mitad de la misma asistiremos a su vida como princesa italiana. En esta primera mitad todos son días de vino y rosas. Mafalda se nos presenta como una buena mujer, con ideas claras, muy cariñosa con sus hijos, con sus padres y su hermana menor. Una mujer cercana a la que veremos como un personaje muy real, de carne y hueso. Creo que la autora ha hecho un buen trabajo a la hora de acercarnos al personaje histórico como una mujer real. Es cierto que pone en sus labios palabras y en su mente pensamientos que nunca sabremos si coinciden al cien por cien con lo que fue la realidad. Es una novela histórica, sí, pero no un manual ni un ensayo. Por lo que he leído y he ido investigando a la par que leía el libro, creo que Ana Andreu ha hecho un gran trabajo de documentación y que el fresco que nos ofrece tanto de la época como de los personajes históricos parece bastante fiel a la realidad. Y por cómo se comportó la princesa, veo muy coherente todo lo que cuenta, la forma en la que actúa, su manera de ser y de pensar.
Como siempre digo, me gustan las novelas sobre este período porque, además de emocionarme, casi siempre me descubren algo nuevo. La última que leí me habló de una matrona que consiguió traer al mundo a cientos, miles de bebés en un campo de concentración. Esta me habla de una princesa prisionera. No una princesa menor, sino la hija de un rey con corona en el momento de los hechos. Desconocía que una princesa hubiera sido llevada a un campo de concentración hasta que supe de la existencia de esta novela y tenía mucha intriga por saber cómo pudo acabar allí. Os recuerdo que Italia era amiga de Hitler, aliada. Si hubiese sido una princesa inglesa o polaca pues vale pero, ¿italiana? ¿Cómo fue posible que la hija del rey de Italia fuera recluida en un campo de concentración? Aunque es historia y podéis averiguarlo simplemente entrando en la Wikipedia, os aconsejo no hacerlo y leer el libro sin saber nada e ir averiguándolo como yo, a medida qué pasan las páginas.
Dentro de las novelas sobre este período las hay muy duras y las hay más suaves. Esta es de las segundas. Primero porque más de la mitad de la novela transcurre fuera del campo e incluso años antes de la guerra y nos habla de otras cosas que nada tienen que ver con el horror. Pero también porque, una vez nos metemos en la parte del campo de concentración, veremos que nada tiene que ver con las novelas que hemos leído de este tipo. Y es que en todas partes hay clases. Y los “casos especiales” (como el de Mafalda de Saboya) recibían un trato diferente. Su vida en el campo no fue ni mucho menos similar a la del 99,9% de los recluidos, incluso vivía en una especie de casita con jardín, recibiendo alimentos, sin trabajar, sin que siquiera le raparan la cabeza y le pusieran un pijama de rayas. Pero también hay que saber estas cosas.
En ese sentido me ha resultado interesante porque siempre había leído sobre el otro lado, el peor. Por eso, no es una novela tan dura como otras del estilo y es más asequible para cualquier persona, incluso para quienes no gustan de este género.
Prácticamente todos los personajes que pueblan esta novela son reales. Conoceremos a la familia real italiana así como a políticos del mismo país y a muchos alemanes. Personajes tan de sobra conocidos como Goering, por ejemplo, son aquí personajes secundarios más a los que conoceremos fuera de sus trabajos como personas que dan fiestas, que tienen familias, que se relacionan con otras personas. Choca un poco tratar más o menos en la intimidad a quienes conocemos como monstruos pero ya os digo que resulta también muy interesante. Es otra perspectiva muy diferente a la que yo había tocado hasta entonces y por eso me ha gustado mucho.
Por otro lado, la historia está contada por un narrador omnisciente y no por la propia Mafalda, que también podría haber sido así. Con un estilo cuidado, con un gran trabajo de documentación detrás que se nota y no se nota: quiero decir, que es evidente que la autora se ha empapado de la época y de los diferentes personajes pero no abruma con datos ni con escenas históricas sino que vamos conociendo los hechos y los personajes a medida que suceden los primeros y según cómo se van comportando los segundos. Ello hace que sea una novela amena, entretenida y de sencilla lectura.
Conclusión final
Me ha gustado mucho “La princesa de Buchenwald”, una novela histórica narrada casi como si fuera una biografía de Mafalda de Saboya, segunda hija del rey de Italia que, de un palacio pasó a vivir y a morir en un campo de concentración. Una novela bien escrita, muy bien documentada, que nos muestra unos hechos bastante desconocidos y nos da una visión diferente del tema. Muy recomendable.
Si os ha gustado la reseña podéis haceros con el libro a través de los siguientes enlaces:
Puede ser interesante conocer esa otra parte de los campos de concentración, de la que no sabía nada, la verdad. La novela está en mi lista hace un tiempo. A ver si la voy sacando a la superficie.
ResponderEliminarUn beso.
Creo que somos muchos los que desconocíamos esa faceta. Mira que yo leo un montón de novelas sobre esa época y nunca me había encontrado con ninguna referencia a una princesa.
EliminarTe iba a decir que aún tengo demasiado presente lo dura (y bella) que fue la lectura de "La enfermera de Auschwitz" pero veo que esta es suave, así que mucho mejor.
ResponderEliminarBesitos.
Sí, esta es más suave. Es otro punto de vista. Además de que más de la mitad de la novela ocurre fuera del campo de concentración
EliminarApuntada queda. Un beso
ResponderEliminarEspero que puedas leerla
EliminarEs muy interesante lo que nos cuentas sobre esta princesa y su reclusión en un campo de concentración. Entiendo que es una novela testimonial, por lo que comentas sobre la labor de documentación de la autora y la presencia de un elenco de personajes reales en la trama. La leería, sin duda alguna. Besos.
ResponderEliminarEstoy segura de que te gustaría, Paco
EliminarMe pareció muy interesante tu análisis, voy a buscar el libro, gracias. :)
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