"Mi vida (no del todo) perfecta - Sophie Kinsella

No suelo leer chick-lit aunque lo cierto es que la mayor parte de las veces que he leído algo de este género, lo he disfrutado. Sin embargo, las novelas de Sophie Kinsella me gustan mucho (aunque algunas, sobre todo las de la saga Loca por las compras, en mi opinión son más de humor que chick-lit). He leído todas o casi todas, por lo que no podía dejar pasar la última, que ha publicado hace un par de meses la editorial Lince


Ficha técnica

Editorial: Lince ediciones
ISBN 978-84-17302-07-8
384 páginas
Precio: 17,90


Sinopsis

La vida no siempre es tan perfecta como muestra nuestro muro de Instagram.

Katie Brenner, con 26 años, tiene una vida perfecta: un apartamento en Londres, un trabajo glamoroso y un canal de Instagram súper genial. Pero la verdad no es tan glamurosa, en realidad alquila una habitación que es diminuta sin espacio para un armario, tiene un trayecto diario con trasporte público eterno hasta llegar a su espantoso y humilde trabajo de administrativa en una empresa de comunicación, y la vida que comparte en Instagram no es realmente la suya… y espera que un día sus sueños se conviertan en realidad.

Y todo puede empeorar. Su vida (no tan) per­fecta se vendrá abajo cuando su jefa vaya a por ella, la despida y Katie no tenga más re­medio que regresar al campo de donde pro­cede y poner en marcha un nuevo negocio, un glamping, un camping glamuroso. Pero no contaba con que una de sus primeras clientas será su exjefa ni con todas las incóg­nitas que esa visita va a detonar.

Tal vez tienen más en común de lo que parece. ¿Y qué pasa si al fin y al cabo ninguna de las dos tiene una vida perfecta?


Impresiones

Katie Brenner, de 26 años, tiene un sueño: vivir en Londres. Y lo ha conseguido. Trabaja en una empresa que se dedica a lo suyo: la publicidad y el marketing y, aunque es el último mono, está contenta porque está aprendiendo mucho. A pesar de su jefa, que no es demasiado valorada por sus empleados (al menos en lo que al tema personal se refiere). Gana cuatro duros que le permiten vivir en una habitación minúscula de un piso compartido. Tarda hora y media en ir al trabajo. Su exiguo sueldo no le permite ningún lujo, ni siquiera un pequeño capricho. Pero ella está contenta o, al menos, así lo parece si veis sus fotos en Instagram...

Pero, como suelen decir, no te quejes... porque todo puede empeorar. Y, sí, empeora

"Mi vida (no del todo) perfecta" es una novela perfecta (aquí, sí, del todo) para estos calores veraniegos. Una novela fresca, divertida y entretenida. No es que os vayáis a reír a carcajadas, pero el pasar un buen rato está asegurado. Teniendo claro lo que se busca, esta novela os lo puede dar.

La novela se fundamenta en su protagonista, una chica absolutamente encantadora con la que he conectado desde el primer momento. Katie siempre ha sabido que quería vivir en Londres. No porque su pueblo de Somerset se le quedase corto, sino porque tiene una idea muy idealizada de lo que es la vida en la capital. Y, aunque su vida allí es de todo menos glamourosa, ella no se rinde y, a pesar de todas las dificultades, se encuentra a gusto. Eso sí, en su muro de Instagram disimula y enseña fotos de rincones bonitos de Londres, restaurantes con encanto que sólo puede ver desde fuera, etc... Sabe que vale para lo suyo y, aunque de momento es una simple administrativa, cree que puede conseguirlo. Como su jefa, la glamourosa, rica y superwoman Demeter. Al menos, así es como Katie (Cat) la ve: como la mujer perfecta que tiene un trabajo genial, un marido y unos hijos guapísimos, una casa preciosa... Su vida, desde luego, parece completamente perfecta y eso es a lo que Katie aspira.

Pero, por determinadas circunstancias, Katie tiene que volver a su pueblo natal y, mientras consigue volver a Londres, va a ayudar a su padre y la pareja de éste en su nuevo proyecto: un gampling glamouroso en sus terrenos.

La novela ofrece lo que podríamos esperar: una lectura sin mayores complicaciones, con personajes un tanto estereotipados pero con encanto, una lectura fluida y con ritmo, alguna sorpresa, alguna situación graciosa, un poco de amor... Es una lectura de evasión, poco profunda pero amena, agradable y muy entretenida. A mí me ha gustado mucho

Y, aunque es poco profunda y los personajes tampoco es que estén demasiado desarrollados -lo justo para lo que pide la historia-, no deja de tocar temas de cierto calado. Por ejemplo, nos habla de la absurda vida que algunos llevan (por cierto, no me incluyo) con esos trabajos esclavos a mucha distancia de sus viviendas; trabajos mal pagados en muchos casos, o bien en otros pero sin que dejen tiempo para disfrutar de ese dinero que tan duramente se ha ganado. También de las relaciones en el trabajo, de la jerarquía jefes-empleados y la forma de vivir esta relación. O de la apariencia: de la diferencia tan grande que hay muchas veces entre lo que mostramos al mundo, lo que la gente ve de nosotros, y lo que realmente somos. A veces, cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia. Al alimón de esto último, tenemos nuestra presencia en las redes sociales donde hay gente que se muestra tal y como es (en ocasiones mostrando demasiado de su vida personal a quien ni siquiera conoce), mientras que otras se muestran de forma totalmente distinta o dan una versión distorsionada de quiénes o cómo son. Aquí este tema de las redes sociales se muestra de una forma amable y sin mayores historias pero no hay que olvidar que ese es uno de los grandes riesgos de las redes sociales: que cada uno dibuja ahí su imagen tal y cómo quiere que los demás la vean.

Me ha resultado curioso el tema del gampling. No lo había oído nunca y, para quienes tampoco sepáis qué es, os diré que deriva de las palabras camping + glamour. O sea, una especie de camping de lujo. Puede ser en caravanas, en tiendas (incluso tipo indias como en la novela), etc... pero, vamos, la esencia es la del camping de toda la vida (eso sí, pagando precios astronómicos tipo 135 euros la noche, como en un hotel de 4 estrellas o más). Como no sabía que existía y se me pasó por la cabeza que pudiera ser una invención de la autora, fui a mirar en google y, sí, existe (en nuestro país hay varios sitios). Así que, ya sabéis, si queréis hacer un turismo un poco diferente, ésta puede ser una buena alternativa.

Los personajes, como he dicho unos párrafos más arriba, no están demasiado desarrollados. Ni falta que hace, la verdad; no es el tipo de novela que requiera una gran construcción psicológica. Obviamente, la mejor desarrollada es Katie-Cat quien, además, es la narradora. Es una chica encantadora, que te cae bien desde el primer momento. Junto a ella tenemos un número no demasiado elevado de personajes secundarios entre los que destacan Demeter, Alex (el hijo del dueño de la empresa para la que trabaja), el padre de Katie, la pareja de éste y algunas compañeras de trabajo. De estos secundarios, la que más me ha gustado y la que más juego da es Demeter. Si leéis la novela, ya sabréis por qué.

Será la propia Katie-Cat quien, en primera persona, nos irá contando sus historias. Con un lenguaje sencillo y coloquial, con mucho diálogo y bastante ritmo, la novela se lee fácil y de forma muy fluida. Hay alguna escena divertida, sobre todo en la segunda parte, y el final es de lo más satisfactorio. Como suele pasar en el chick-lit, hay una parte romántica que, si bien es previsible, resulta bonita.


Conclusión final

Una vez más, una novela de Sophie Kinsella me ha convencido. Me lo he pasado francamente bien leyéndola así que os la recomiendo

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