En mi sección infantil os traigo hoy un cuento de una de las ilustradoras más reconocidas en literatura infantil: Emil Gravett. Son varios los cuentos que de ella tenemos en casa y todos destacan por las preciosas ilustraciones que tienen y las bonitas historias que cuentan. Como éste.
Sinopsis
Cyril es la única ardilla que vive en el parque. Se siente aburrido y triste, hasta que un día aparece Renata. Cyril está entusiasmado con su nueva amiga: juegan juntos, hacen travesuras, gastan bromas a las palomas y se protegen mutuamente cuando el perro Slim los persigue. Sin embargo, parece que al resto de los animales no les parece bien esta amistad… Y es que Cyril no se había dado cuenta, pero Renata es una rata. Y las ratas no le gustan a nadie.
Con su habitual mezcla de sentido del humor y emotividad, Emily Gravett nos presenta una nueva historia que habla de tolerancia y aceptación de la diversidad. A través de la actitud de Cyril, que no ve por qué una ardilla y una rata no pueden ser amigas, los más pequeños recibirán un mensaje a favor de la diversidad cultural y contra la xenofobia.
Impresiones
Cyril es la única ardilla que vive en el parque y se siente muy solo; necesita compañía. Un día aparece Renata y se hacen muy amigos. A partir de ese día se pasan el día juntos, jugando y charlando. Y ello a pesar de que los demás animales del parque no parecen comprender -ni aceptar- esa amistad porque Renata es una rata.
¡Pobre Cyril, qué solo está! |
¡Qué historia tan bonita cuenta este libro y qué mensaje más importante para los niños! (y adultos)
Cyril y Renata son animales de dos especies distintas: él es una ardilla, ella una rata. Él pertenece a una especie que a todo el mundo gusta; ella a una especie que todo el mundo odia. Ardilla, rata... pero también podemos aplicarlo al mundo de los humanos, ¿no creéis? Podemos sustituir las diferentes especies por diferentes razas, o diferentes colores de piel, o diferentes lo que sea...
Hay razas, países, colores de piel... mejor "valorados" que otros. Algunos humanos seríamos los equivalentes a las ardillas, otros a las ratas.
Pero, la amistad entre diferentes especies/razas/colores/nacionalidades/clases sociales, etc, etc... es posible. Al menos, sin abandonamos nuestros prejuicios, si no nos sentimos superiores a nadie o si no creemos a otros inferiores, no hay personas mejores ni peores por su pertenencia a una u otra "especie".
No me digáis que no es una forma bonita de hablar de los prejuicios, la xenofobia, el racismo... Los niños, cuando son pequeños, no tienen este tipo de prejuicios, sino que los "aprenden" con la edad. Para que no los aprendan, para que sepan que todos los niños que se puedan encontrar son iguales a ellos, este cuento nos puede venir fenomeanl
Las ilustraciones son una monada; si por algo destacan los libros de Emily Gravett es, precisamente, por ellas.
En fin, como veis, un cuento precioso y con un mensaje importantísimo
Si os ha gustado, podéis comprarlo en el siguiente enlace de Amazon:
Ains qué monería de ardillas *.*
ResponderEliminar¡Qué bello! Más para la lista de mi pequeña...
ResponderEliminarHe visto antes otra reseña y me ha parecido una maravilla ;)
ResponderEliminarBesotes.
Qué bien te lo debes pasar con estos libros. BEsos
ResponderEliminarQue monería! Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarUn saludo!