“Los grafitis de mamá, ahora abuela” - Toti Martínez de Lezea

Ya sabéis que soy fan total de Toti Martínez de Lezea; como escritora y como persona. Me encantan sus historias y cómo las cuenta por lo que he leído casi todo lo que ha publicado.

Hace un par de meses tuve la suerte de acudir a la presentación del libro que hoy os comento y, aprovechando el mes del humor, lo he leído.

Éstas son mis impresiones.

Toti Martínez de Lezea

Toti Martínez de Lezea. (Vitoria-Gasteiz, 1949). Escritora. Vive en Larrabetzu, pequeña población vizcaína. En 1978, en compañía de su marido, funda el grupo de teatro Kukubiltxo. Entre los años 1983 y 1992 escribe, dirige y realiza 40 programas de vídeo para el Departamento de Educación del Gobierno Vasco y más de mil para niños y jóvenes en ETB.

En 1986 recopila y escribe Euskal Herriko Leiendak / Leyendas de Euskal Herria. En 1998 publica su primera novela La Calle de la Judería. Le siguen Las Torres de Sancho, La Herbolera, Señor de la Guerra, La Abadesa, Los hijos de Ogaiz, La voz de Lug, La Comunera, El verdugo de Dios, La cadena rota, Los grafitis de mamá, el ensayo Brujas, La brecha, El Jardín de la Oca, Placeres reales, La flor de la argoma, Perlas para un collar, La Universal, Veneno para la Corona, Mareas, Itahisa, Enda e y todos callaron.

Autora prolífica, ha escrito literatura para jóvenes con títulos como El mensajero del rey, La hija de la Luna, Antxo III Nagusia y Muerte en el priorato. En el tramo infantil, Nur es su personaje estrella, inspirado en su propia nieta. Ha publicado además ocho cuentos para contar bajo el Titulo genérico de Érase una vez…

Ha sido traducida al euskera, francés, alemán, portugués y ruso. Habitualmente colabora con diferentes medios de comunicación escritos y da charlas en universidades, asociaciones culturales y centros educativos.

http://martinezdelezea.com/

Datos técnicos

Título: “Los grafitis de mamá, ahora abuela”

Autora: Toti Martínez de Lezea

Editorial: Erein

Edición: tapa blanda con solapas

Publicado el 31 de mayo de 2017

Páginas: 136

ISBN: 978-84-9109-208-7

Precio: 17 €



Argumento

Un ama de casa, en términos de la universal Wikipedia, es en la cultura tradicional, la mujer que tiene como ocupación principal el trabajo en el hogar, con quehaceres domésticos tales como: el cuidado de los hijos, la limpieza de la casa, la compra de víveres y otros artículos, la preparación de los alimentos, la administración parcial o total del presupuesto familiar, la supervisión de trabajos y de tareas en el ámbito del hogar, y un largo etcétera. Una ocupación invisible que se prolonga 24 horas durante los 365 días del año, que no disfruta de vacaciones y donde no existe el despido.
Han pasado unos años desde que Toti escribió Los grafitis de mamá, un texto humorístico sobre los avatares de una mujer “corriente”, ama de casa, sin trabajo fuera de ella. Una mamá, ahora abuela, que ha puesto al día esta nueva edición revisada y ampliada.



Impresiones

Paqui es una mujer que acaba de cumplir sesenta y seis años. Hoy es precisamente el día de su cumpleaños y en, un largo monólogo que dura toda la novela, nos va a contar sus cosas.

Como os dije en el post de presentación de la novela, "Los grafitis de mamá, ahora abuela" es una reedición revisada de una novela que publicó hace diez años la editorial Maeva. Fue un libro que funcionó bien pero, como suele pasar, no se reeditó y ahora es difícil encontrarlo. Mucha gente le preguntaba por la forma de conseguirlo, así que se le ocurrió revisarlo y adaptarlo (han pasado diez años, ella ya no es sólo madre sino también abuela y hay algunas cosas que han cambiado, en su vida y en la sociedad). Se lo propuso a Erein, ésta aceptó y aquí está: "Los grafitis de mamá, ahora abuela" editado simultáneamente en castellano y en euskera.

Antes de meterme con la novela en sí, dejadme felicitar a Erein por esta edición ilustrada de lujo. En este caso, la editorial donostiarra se ha alejado de las ediciones que suele publicar y se ha marcado una novela preciosísima, que es un placer tener en las manos. La calidad de los materiales empleados es superior a la que suele utilizar, la portada es una monada (me recuerda a algunas de Impedimenta), y las ilustraciones a cargo de Estíbaliz Jalón son maravillosas. En ellas podemos ver a Paqui/Toti, en las diferentes situaciones que cuenta. Son ilustraciones muy simpáticas y certeras de una gran belleza.

En el primer “Los grafitis de mamá”, Toti contaba las vivencias de una mujer que estaba en los cincuenta y tantos. Una mujer que era esposa y madre y que se dedicaba a “sus labores”. Han pasado diez años para la novela y para Paqui/Toti por lo que, aunque sigue dedicándose a lo mismo, la circunstancias han cambiado un poco: tres de sus hijos han volado del nido, Manu y ella son ya abuelos y, ya no sólo tiene que cuidar a sus hijos sino también a sus nietos; ya no da de comer a una familia de seis sino que en muchas ocasiones se unen a la fiesta sus hijos, yernos, nueras, nietos… Sin duda, el trabajo se ha duplicado. Porque aunque Manu ya está jubilado, de todo lo de la casa se sigue ocupando ella. Y, aunque supuestamente, “no hace nada”, no para en todo el día: que si lavar, limpiar, cocinar, acompañar a alguien al médico, hacer la compra, cuidar a un nieto, cuidar a otro…

Pero hoy es su día y lo va a dedicar a ella misma. ¿Un baño relajante? ¿Comprarse algún capricho? ¿Quedar con las amigas? ¿Vendrá alguien de la familia a felicitarle y habrá que sacarle algo de comer? Al final, las cosas se acabarán complicando y ya no será sólo un día para ella sola jajaja

La novela es un monólogo. No hay separaciones en capítulos ni en subcapítulos, ni siquiera en escenas. Paqui suelta las cosas tal y como se le ocurre, como las piensa. Tal y como haríamos cualquiera de nosotros, saltando de una a otra según van surgiendo. Y, como no podía ser de otra forma, habla de lo divino y de lo humano: lo mismo habla de depilarse, como de cocinar, de sexo, de la vecina de enfrente, de la educación de los hijos, de las relaciones con su marido… De lo que viene a ser la vida de cualquier persona normal

Es un libro escrito con mucho humor con el que probablemente no vamos a soltar carcajadas pero sí que vamos a esbozar muchas sonrisas. Pero además de humor, hay mucha crítica social. Y una acérrima defensa de esas mujeres que no trabajan fuera de casa (o sí) pero que no paran de trabajar ni un momento: que son enfermeras, cuidadoras, gestoras, cocineras, limpiadoras, amenizadoras de fiestas… Vamos, como lo somos o lo seremos la mayoría de las mujeres. Como lo fueron nuestras madres (un olé por ellas y un gran abrazo). No es un libro para mujeres ni mucho menos, ni tampoco un libro para mujeres mayores. Yo aconsejaría leerlo a todo el mundo porque ya sea como abuelos, como padres o como hijos (y eso lo somos todos) nos vamos a ver reflejados en muchas de las situaciones descritas.

Como nos dijo Toti en la presentación, todas las anécdotas que cuenta son reales: de sí misma, sus familiares, sus amigas...

Paqui es un encanto, dan ganas de darle un achuchón. Es una mujer normal, con una mente abierta y un carácter muy tolerante. Acepta a sus hijos y a sus hijos políticos como son sin querer cambiarlos, respetando a todo el mundo.



Conclusión final

Leí “Los grafitis de mamá” hace bastantes años y ahora he leído y disfrutado por igual “Los grafitis de mamá, ahora abuela”. Un libro muy divertido, de lectura ágil, entretenida y rápida (tiene poco más de cien páginas) que estoy segura de que os hará pasar un muy buen rato

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