“Las lágrimas de Claire Jones” - Berna González Harbour

Este libro llegó a mí por sorpresa; así supe de Berna González Harbour y de su serie policíaca protagonizada por la comisaria María Ruiz. Serie de la que esta novela supone la tercera entrega. Pese a no haber leído las anteriores, me adentré en la lectura de ésta ya que, normalmente, en este tipo de series los casos son independientes y pensé que bien podría leerla sin haber leído la primera y segunda entrega

Éstas son mis impresiones


Berna González Harbour

Berna González Harbour es escritora de novela negra, creadora de la comisaria Ruiz y está considerada una de las voces más actuales y representativas del género hoy en España

Con Verano en rojo (2012) y Margen de error (2014) dio vida a este personaje inolvidable cuya serie continúa con Las lágrimas de Claire Jones. También es autora de la novela Los ciervos llegan sin avisar (2015).

Es periodista, analista política y colaboradora cultual. Trabaja en la sección de opinión de El País, donde anteriormente ha sido editora de Babelia, subdirectora del diario y enviada especial a numerosos países en conflicto. Escribe en las secciones de cultura y opinión, y también en Babelia, y participa habitualmente en la tertulia de Hora 25 en la Cadena Ser.

Datos técnicos

Título: “Las lágrimas de Claire Jones”

Autora: Berna González Harbour

Editorial: Destino, colección Áncora Delfíb

Publicado por primera vez en mayo de 2017

Encuadernación: Tapa blanda con solapas

ISBN: 978-84-233-5241-8

Páginas: 350

PVP: 18,50 Euros en papel



Argumento

La comisaria María Ruiz se encuentra desterrada en una de las provincias españolas más tristes para una investigadora criminal. En Soria el último suceso irresuelto del que se tiene noticia ocurrió en 1954, cuando una mujer que presuntamente asesinó a su marido con matarratas desapareció para siempre. De estar viva, tendría 101 años. Desde que la destinaron a Soria, sacándola de la fiebre de Madrid, la comisaria Ruiz viaja todos los fines de semana a Ávila, donde acompaña en su trance entre la vida y la muerte a su compañero Tomás, que está en coma. Su viejo amigo, el comisario Carlos, finalmente ha conseguido convencerla para que un fin de semana se airee y vaya a visitarlo a Santander. Pero lo que tenían que ser un par de días de tranquilidad se convierte en el mejor incentivo para la comisaria Ruiz. El nuevo caso que Carlos tiene entre manos arranca con un coche abandonado en la zona del puerto. En el maletero, una chica muerta, y en el asiento del copiloto, un ejemplar del periódico The Times con fecha del 15 de octubre de 1998 y una noticia recortada. A estas pistas tendrá que enfrentarse una comisaria a quien el caso no le pertenece, pero que ella sí que necesita para no perder la cabeza y volver a sentirse realmente en activo y cercana a la realidad que mejor la define.



Impresiones

María Ruiz, comisaria de la policía, se encuentra prestando servicios en Soria. Algo pasó en el pasado que hizo que se le atribuyese ese destino tan poco atractivo para ella. En Soria nunca pasa nada y ella necesita acción. Dado que no hay ningún crimen actual que resolver, decide rescatar del archivo los casos nunca resueltos. Bueno, el caso no resuelto ya que sólo hay una: en el año 1954 una mujer envenenó a su marido con matarratas y desapareció; nunca más se supo de ella. María desempolva el expediente decidida a, si aún vive, encontrar a la asesina.

Por otro lado, su antiguo mentor y amigo personal, el comisario Carlos, que se encuentra convaleciente tras un infarto, le pide que vaya a visitarle en su retiro en Santander. Pero, por fin, en Santander encuentra un poco de movimiento pues se encuentra en el maletero de un coche inglés abandonado el cadáver de una mujer y Carlos y María deciden investigar el caso (por mucho que María no tenga competencia para ello)

En “Las lágrimas de Claire Jones” nos vamos a encontrar a María Ruiz en la que será su tercera aventura tras “Verano en rojo“ y “Margen de error”. Al empezar por la tercera entrega, lógicamente, hay cuestiones personales que me he perdido. No sabía, al empezar la lectura, qué había pasado en el caso anterior -que hizo que María fuese “desterrada” a Soria. No sabía que pasó con Tomás ni qué relación tenía/tiene María con él. No conocía a Carlos ni a los demás policías que aparecen en esta novela. Quizás por eso me costó un poco hacerme con el tono de la novela. Hay muchas referencias al caso anterior, a María y a Tomás y, aunque te puedes hacer una idea de lo que pasó, sí que al principio anduve un poco perdida. Nada importante ni transcendental: simplemente, tardé unos pocos capítulos en meterme en la historia cosa que no hubiera ocurrido si las hubiese leído (así que, aunque los casos son independientes y realmente se puede leer esta novela sin haber leído las dos anteriores, si tenéis ocasión de hacerlo, mejor empezar por la primera novela).

La novela gira en torno a dos tramas: la que se desarrolla en Soria y la que tiene lugar en Santander. Más o menos se van alternando aunque la que más miga tiene es la cántabra pues en la soriana se sabe todo, qué pasó y quién lo hizo y el único misterio es averiguar dónde se encuentra la asesina (por mucho que, de estar viva, el caso ya habría prescrito). El caso cántabro, en cambio, tiene todo por descubrir y la investigación ya desde un primer momento parece muy difícil. Y lo va a ser, lo que al lector le viene muy bien ya que le deparará unas cuantas sorpresas.

Me ha gustado que ambas tramas tienen conexión con el pasado; realmente me gusta ir hacia atrás en el tiempo y comprobar, una vez más , cómo la mayor parte de las cosas que ocurren en un determinado momento tienen sus consecuencias en el futuro. Además, el pasado de la trama santanderina es realmente interesante. No voy a hablar de ello para no desvelar ningún punto importante pero, para quien haya leído el libro, os diré que me ha gustado conocer “el tema de la ayuda”.

También me ha gustado mucho ver algunas intimidades del cuerpo policial. Desde la inquina que el superior de María -un tal J. R.- le tiene y hasta dónde está dispuesto a llegar para perjudicarla hasta policías que hacen "cosas" que no debieran (no me extiendo tampoco en este tema)

Igualmente me han gustado los personajes (a pesar de habérmelos encontrado ya “hechos” y saber que tienen un pasado la mar de interesante). María es una policía joven, lista y muy trabajadora que no para un momento. Una mujer que no está pasando por sus mejores momentos, ni personal ni profesionalmente. Le acompañan Carlos, su mentor, el periodista Luna, un Tomás en coma y Esteban y Martín, quienes ya aparecieron en las entregas anteriores y comparten con María un pasado en común.

Me ha parecido una novela bien escrita, trabajada. Berna González sabe mantener la atención del lector y sorprenderle con algún giro inesperado. Sin pausa pero sin prisa va ganando en interés hasta rematar perfectamente todos los flecos abiertos -salvo, obviamente, los temas personales en los que hay un “continuará”.



Conclusión final

La he disfrutado mucho y me ha dejado con las ganas de leer las dos novelas anteriores (aunque conoceré de antemano algunos detalles) así como continuar con la serie si es que hay entregas posteriores.

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