Me gustó mucho la trilogía de novela policíaca de esta autora. Ya desde la primera entrega, que era su primera novela, se veía que tenía mucho potencial. Y así fue: las entregas fueron a más y nos demostraron que Nagore podía escribir buenas novelas de intriga. Pero, ¿sería capaz de escribir novelas de otro tipo? Con “Lo que habita en los sueños” ha demostrado que sí.
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Destino
Páginas: 488
ISBN: 978-8423366705
Sinopsis
Florencia, 1938. Para Manuela, una adolescente instruida en la complacencia, conocer a Ava, enigmática e independiente, en un colegio para señoritas en la capital de la Toscana, supone traspasar las puertas de un universo desconocido: atreverse a ser ella misma lejos de los preceptos de su familia. Pero pronto Manuela también descubrirá las sombras de Ava, quien plasma en oscuras pinturas escenas que vislumbra en sueños y que un día desaparecerá sin dejar rastro, como si ella y su obra jamás hubiesen existido.
San Sebastián, 1952. Con la intención de escapar de la tutela de su hermano, Manuela decide pasar el verano en su rincón favorito del norte buscando tranquilidad. Sin embargo, sus planes cambian cuando la invitan al mayor acto social de la temporada, la inauguración de la intrigante Villa Allur, donde accidentalmente halla en una de sus paredes un extraño cuadro que conoce bien y que jamás pensó que volvería a ver: la última obra de Ava.
Una novela llena de secretos y misterios, en un entorno y una época fascinantes en los que Nagore Suárez ha sabido dar vida a unos personajes singulares, nada convencionales, que tienen mucho que contar y que callar…
Impresiones
La novela se articula en dos tramas. Una tiene lugar en Florencia en los años 30. Allí está estudiando Manuela, a la sazón de quince años. Coincide con Ava, pintora en ciernes. Sus pinturas son especiales, llenas de personajes provenientes del mundo de los sueños. Ava y Manuela son mejores amigas hasta que la primera desaparece sin siquiera despedirse de la segunda. Esta no la ha podido olvidar.
La segunda trama transcurre en San Sebastián en el año 1952. Manuela es adulta y sigue soltera. Sus padres han fallecido y ella depende de su hermano mayor. Está pasando una temporada en San Sebastián, como todos los años. Un día recibe una invitación para cenar en villa Allur, que recientemente ha adquirido un enigmático duque francés. En una de las habitaciones de la villa descubre el cuadro que Ava pintó aquellos años en Florencia. Manuela se obsesiona con averiguar qué pasó con su amiga y, ayudada por su amigo Pedrito, intentará seguirle la pista.
Además del buen hacer de la autora, lo que más me atrajo de la novela fue que transcurriese en mi ciudad. Además, en el pasado, cuando yo aún no había nacido. He de decir que la ambientación es lo que más me ha gustado de la novela; gustar es quedarse corta: me ha encantado. Nagore nos presenta una ciudad preciosa (porque lo es jajaja), donde veraneaban familias nobles y ricas tanto españolas como francesas, con unos edificios preciosos como la propia villa Allur. La autora se ha documentado bien sobre la época y da un montón de detalles sobre comercios, edificios, etc. Me ha gustado descubrir algunos edificios que yo no he llegado a conocer como el hotel Continental donde se aloja Manuela, comercios que conocí de niña como Derby y otros que aún siguen estando abiertos al público. He aprendido que los donostiarras llamamos mal a los árboles que adornan el paseo de la Concha (los llamamos tamarindos cuando son tamarices). He descubierto una librería llamada Fortuna que no tengo ni idea de si existió pero que me ha encantado, lo mismo que el librero. En definitiva, he disfrutado como una enana paseando por una ciudad que he reconocido perfectamente.
La historia también me ha gustado mucho. Al principio no le veía demasiada enjundia. Me chocó la obsesión repentina de Manuela por Ava 15 o 16 años después de la desaparición. Además, se iban mezclando cosas como una extraña agrupación que había en la ciudad en los años treinta (no doy más datos para no soltar ningún spoiler). Pero esos flecos de información, esas diferentes subtramas, acabaron convergiendo en una historia consistente que me ha acabado por gustar mucho.
No os esperéis el ritmo de la trilogía porque no lo tiene. Tampoco lo necesita. La trilogía era una novela de intriga, policíaca más en concreto, con mucho ritmo y giros sorprendentes. No esperéis lo mismo en esta novela porque podría decepcionaros no encontrarlo. Es otro tipo de historia. Sí que tiene algo de intriga: saber qué pasó con Ava (algo se puede adivinar), incluso hay alguna muerte, pero no es una novela de misterio. Es una novela de ambientación histórica, con un toque de intriga, otro de amor y mucha parte de secretos largamente guardados. El ritmo es medio; no lento, pero tampoco el propio de un thriller: la historia requiere este ritmo un poco más pausado. También hay más narración y descripción que en la trilogía; igualmente, la trama lo requiere. Además, personalmente me ha encantado porque gran parte de esa narración se la lleva mi ciudad.
Los personajes me han gustado. Especialmente Manuela, la gran protagonista. Una joven que depende de su hermano mayor (estamos todavía en la época franquista y las mujeres, aún siendo adultas, tenían una especie de tutor ya sea en su padre, ya en su esposo, ya en sus hermanos como en este caso) pero que tiene ideas propias y que, dentro de los límites que le impone la sociedad, busca su propio camino y se toma algunas libertades.
Conclusión final
He disfrutado mucho de “Lo que habita en los sueños”. Una novela fantásticamente ambientada en San Sebastián que os invito a descubrir.
Gracias, yo estoy por la mitad y de momento se lleva la palma la ambientación de la ciudad y ese entramado oscuro. Besos
ResponderEliminarPUes no he leído nada de la autora y me tientas mucho con este libro. Tomo nota.
ResponderEliminarBesotes!!!