Atraído por esa preciosa portada, lees la sinopsis y te encuentras con que es un libro basado en una historia real: la del narrador, un periodista, que pierde a su hija Amy y decide ayudar a su yerno en la educación de sus hijos. Un libro que promete sentimientos a raudales. Como me encantan este tipo de libros, no dudé en ponerme con él.
Roger Rosenblatt
Es periodista, escritor y profesor de escritura creativa en Nueva York. Sus artículos, publicados en las revistas The New Yorker, Time y PBG, han recibido numerosos premios. Es autor de seis obras de teatro y de doce libros que han tenido una excelente acogida de crítica y público.
Datos técnicos
Idioma original: Inglés
Título original: Making Toasts.
Nº de páginas: 168
ISBN: 978-84-15120-36-0
Año: 2012 (febrero)
Formato: 14 x 21,5 cm
Encuadernación: Rústica
Precio: 17,90 € / ebook: 9,99
Traducción: Homedes, Jofre
Argumento
Roger Rosenblatt es periodista y da clases de lengua y literatura.
Un día recibe la triste noticia de que su hija Amy ha muerto de forma inesperada y repentina. Ha dejado tres hijos: Jessie de 8 años, Sammy de cinco y James (Bubbies) de poco más de un año.
Roger y su esposa Ginny, Boppo y Mimi para los niños, se trasladan a la casa de su hija para ayudar a su yerno Harris en el cuidado de los pequeños.
Comienza, así, una nueva vida para todos. Roger se va los domingos a su casa y trabaja los primeros días de la semana para volver cuanto antes con su familia. Mimi asume las tareas de cualquier madre; aunque es ya abuela, enseguida se hace con la intendencia de la casa, el cambio de pañales, consolar a los niños, llevarles al colegio y a todas sus actividades extraescolares, organizar fiestas, hablar con las mamás de los amigos, etc..
Harris es dueño de una gran entereza y, aunque está destrozado, asume la nueva situación a la perfección, cuidando de sus hijos con naturalidad y mucho cariño.
Y los niños, poco a poco, van adaptándose a la nueva situación.
Así, unos con otros, van superando, como pueden la terrible desgracia que les ha ocurrido.
Impresiones
“Desayuno en familia” narra, desde el punto de vista de un abuelo, como logra una familia sobrevivir a una de las mayores desgracias que le pueden ocurrir: la muerte de la madre.
Como madre, os diré que, al ser madre, te conviertes en una persona miedosa: te da miedo que les pase algo a tus hijos, eso sobre todo; pero también te da mucho miedo que te pase algo a ti. No por ti, sino por tus hijos. Porque cuando ves la relación que se establece entre una madre y su hijo, te da muchísima pena los niños que, por cualquier cosa, han tenido que crecer sin madre. Creo que siempre es una desgracia perder a tu madre pero, a edades muy tempranas, supone la falta de algo irreemplazable: la vida, tras ese horrible hecho, no puede nunca volver a ser igual. Al hilo de esto, una vez me comentaba una médico forense, hablando de las incapacitaciones de personas ancianas por Alzheimer, que una de las preguntas que les solía hacer era cuál era el nombre de su madre. Y, curiosamente, me dijo, por muy mal que estuviesen, aunque hubiesen olvidado el nombre de sus hijos, o su propio nombre, raro era el que no se olvidaba de cómo se llamaba su madre.
Por eso, me atraía mucho este libro pero, al mismo tiempo, me daba miedo: ¿me haría sufrir demasiado? Afortunadamente, no ha sido así por lo que os digo que podéis leerlo sin miedo. Es un libro duro por el transfondo, claro, pero no por cómo se narra. Es una narración esperanzadora y optimista; Roger no se revuelca en su dolor sino que siempre sigue adelante, por el bien de los pequeños, lo que hace de la novela un canto al positivismo y la esperanza.
El libro no tiene división en capítulos sino que es, todo él, una narración seguida; no obstante, hay como diferentes escenas separadas por un par de líneas en blanco. Cada una de estas escenas es corta, una cara, dos o tres a lo sumo, lo que hace que el libro se lea fácil y rápidamente.
La historia está narrada por el propio Roger; no es un diario pero parece algo así como unas memorias. Por lo que parece, Roger empezó a publicarla, en forma de artículos en The New Yorker. Fue tras el éxito entre los lectores, que se tomó la decisión de publicarla en forma novelada.
El estilo es muy directo, a veces parece un tanto periodístico. Frases cortas, sencillas y directas, sin grandes aspavientos. La mayor parte es narración aunque también hay diálogo. Roger cuenta anécdotas de sus nietos porque, realmente, el libro se centra en ellos. Tanto su padre como sus abuelos se vuelcan en ellos e intentan hacerles una vida lo más bonita posible. No hay que olvidar que ellos también han perdido a una de las personas que más querían: su esposa y su hija pero, dejan su dolor aparte, para intentar que la situación afecte lo menos posible a los pequeñajos. Aunque, por supuesto, a veces el dolor encuentra un resquicio para aflorar. A través de las anécdotas y los recuerdos de Roger, vamos conociendo a Amy, la cual se nos desvela como una gran persona: inteligente, médica, madre amantísima, esposa, amiga de sus amigos, animosa, siempre alegre…, no se merecía morir a los 38 años de un fallo en el corazón que se da en poca gente y que, cuando se da, no suele ser mortal. Pero en su caso lo fue y quedó muerta en el suelo del salón. Fueron sus dos hijos mayores quienes la encontraron y avisaron al resto de la familia. Hijos que van procesando la muerte de su madre como pueden: pensando que volverá el pequeño, echándola de menos los otros dos, con miedo de que se vaya cualquier otro miembro de la familia y no vuelva… Pero, repito, nunca con un tono lacrimógeno. De hecho, yo que soy una llorona, sí que lloré un poquito al principio de la novela al conocer cuáles eran las circunstancias pero luego el tono narrativo hizo que no soltase ninguna lagrimilla más…
Conclusión final
EL libro me ha gustado mucho. Me ha gustado el tono contenido del autor: Roger no recurre a la lágrima fácil (lo tendría chupado) y lo único que pretende es contar cómo, entre todos, se ayudaron a superar la muerte de Amy. Siempre pensando, por supuesto, en el bien de los pequeños.
Me ha encantado esta familia. Los niños son encantadores y sus ocurrencias aportan los momentos más tiernos e, incluso, alguno divertido. Me ha gustado mucho el padre, un hombre como debe ser y el papel de los abuelos. También el del resto de la familia: los hermanos de Amy, los otros abuelos... y el papel de la comunidad en general. Todo el mundo: compañeros de colegio, padres de amigos, profesores, amigos de Amy y Harris..., todo el mundo se vuelca en ayudar a la familia demostrándoles que no están solos.
Dentro de la desgracia que supone perder a una madre, al menos estos niños no están solos y están arropados con muchísimo cariño y dedicación.
En definitiva, un libro tierno y sensible que he leído muy a gusto
Podéis comprarlo en Popular libros
Pues a mí también me había atraído la portada, cómo no, y seguro que lo leo pronto. Me alegro de que te haya gustado tanto; la historia promete!
ResponderEliminarNO creo que haya nadie a quien no le atraigan este tipo de portadas Isi
EliminarLa verdad es que en Maeva es cierto que son únicos para las portadas. No he visto aún ninguna que no me llamara la atención.
ResponderEliminarYa te digo. Y ésta es de las más bonitas...
EliminarSi que es atrayente la portada... No conocía esta novela, pero me la apunto ahora mismo: cortito y emotivo. A ver si saco tiempo en los próximos meses. Besos!
ResponderEliminarSe lee enseguida Xula
EliminarCoincido contigo en lo de las portadas, todas entran por los ojos. En cuanto al libro, me lo apunto, me encantan las historias basadas en circunstancias reales y si dices que la narrativa hace que no sea demasiado duro, no tengo nada que pensar. Hay que leerlo.
ResponderEliminarUn beso.
No, el tono es muy contenido. La historia es dura porque lo es, pero no por cómo se cuenta.
EliminarBueno pues ya sabía yo que en cuanto leyese la reseña me lo iba a anotar aunque en principio el argumento no me llamaba demasiado, pero ahora me apetece descubrir esta historia de sentimientos. A mí también me encantan las portadas de Maeva, son preciosas, excepto la de La concubina de Roma :)
ResponderEliminarbesos
A mí la de La concubina de Roma no es que me encante pero tampoco me disgusta...
EliminarPues yo también me lo voy a apuntar, porque me atraen las novelas que remueven sentimientos por dentro. Y si dices que se lee a gusto, pues ¡a por él! Un beso
ResponderEliminarEs imposible que no te remueva algo esta historia Pilar
EliminarVolví para ver si se publicó mi comentario, porque cuando le di al botón, se petó y me aparecía la página en blanco.
ResponderEliminarVeo que sí :)
Sí, no hubo problemas
EliminarHe terminado recientemente un libro que me sacó una lágrima y también su historia está narrada por un anciano, así que creo que este lo dejo pasar. Además como te comenté antes me suena a los relatos de "Cartas a Samuel", y aunque este último me ha gustado, no son libros adecuados para todos los momentos. De todos modos, me gustó mucho tu exposición, y me ayudó a confirmar que estaba en lo cierto.. Un beso
ResponderEliminarNo he leído Cartas a Samuel así que no puedo comparar...
EliminarEstoy de acuerdo contigoLaky, la portada me atrae muchísimo. Me lo voy a apuntar en mi lista, lo que no sé es cuando le va a tocar el turno!!!!
ResponderEliminarUn beso.
Es una preciosidad de portada ciertamente
EliminarUna preciosa portada tiene mucho ganado y esto lo saben bien los de Maeva. Sin ninguna duda, este libro va directo a mi inmensa lista.
ResponderEliminarBesos
Ya te digo. Si no conoces al autor, la portada es en lo primero que te fijas. Y si el titulo es también atractivo, ya estás medio conquistado...
EliminarPues sí, son portadas elegantes y sencillas, de gran belleza. Éste lo conocía pero no me había llamado la atención, pero tú me has convencido.
ResponderEliminarUn saludito.
Sí, son elegantes y los tonos tan cálidos son de lo más atractivos...
EliminarYo soy una enamorada de las portadas de Maeva, me enamoran y la mayoría de los libros que compro son de la editorial porque me llaman... por cierto tiene una pinta estupenda este libro! ;D
ResponderEliminara mi me pasa lo mismo con Maeva y Suma de Letras!
EliminarEs un libro muy bonito. Como madre te va a gustar creo yo
Eliminar.................quiero, quiero, quiero!!! gracias por la reseña! :)
ResponderEliminarPues a ver si lo consigues -M-
EliminarCuando conoci este libro no hace mucho pense que seria precisamente de los que te hacen sufrir una cosa mala, asi que me alegro de haber leido tu reseña porque ahora estoy convencida de que me puede gustar. Me lo apunto!
ResponderEliminarUn besote
Yo que soy muy llorona, sólo se me humedecieron los ojillos la principio, al imaginármelo todo. Pero el tono es tan contenido que no hace sufrir
EliminarEs que esa portada se mete por los ojitos. Y por lo que cuentas, parece que está muy bien. Así que otro libro para la lista!
ResponderEliminarBesotes!!!
Sí, yo creo que es un libro bonito, por fuera y por dentro
EliminarYa te he comentado por otros lares, completamente de acuerdo con las portadas de maeva, suelen tener gancho y son atractivas, por otro lado me apetece el libro mucho y ya me he puesto las pilas para leerlo en mi e-book, aunque sabes que de momento no le estoy sacando mucho rendimiento, pero ya llegará el día.
ResponderEliminarbesotes
Tú crees? Yo creo que no da tiempo en una vida para leer todo lo que estamos acumulando, ja, ja
EliminarSeguro que me gusta ya que ese tipo de libros me encantan.
ResponderEliminarSeguro que sí Leira
EliminarPues... A mi es la portada lo que me echaba para atrás. No me había molestado en leer nada sobre él porque parecía una novela de ancianas XD Y me ha sorprendido, me apetece leerlo ^^ Un besito!
ResponderEliminarEres la única a la que no le gusta la portada, qué curioso!
EliminarUf, menos mal, soy madre y cuando he empezado a leer ya me temía que no leería el libro, con lo que me gustó la portada y la lectura que auguraba. Pero si el tono es optimista le daré una oportunidad.
ResponderEliminarPor cierto, Maeva también es una de mis editoriales favoritas, por sus portadas y por sus temáticas. Un saludo!
Sí, el tono es bastante contenido creo yo
EliminarComo ya te dije por el otro lado, me gustan estas historias familiares así que ya le llegará su turno, y sí, las portadas de Maeva son las mejores! Un besazo.
ResponderEliminarPues ya me contarás entonces...
EliminarMe gusta el hecho de que no haya recurrido a la lágrima fácil, porque los libros que son así me dan repelús. Quizá me anime a leerlo algún día. Estoy completamente de acuerdo en que las portadas de Maeva son geniales. Confieso que los libros me entran por los ojos lo primero, la portada es lo que me hace elegir entre uno y otro libro y no siempre acierto precisamente por ello, pero es que no lo puedo evitar.
ResponderEliminarNo, para nada, y mira que lo tenía fácil para, valga la redundancia, recurrir a la lágrima fácil...
EliminarDesde que conocí el libro me atrajo tanto la portada como la sinopsis, pero tras tu reseña, me doy cuenta de que se trata de una historia más profunda de lo que a simple vista puede parecer. Me ha gustado mucho tu reseña; lo apuntaré para el futuro, 1beso!
ResponderEliminarSí, es una historia profunda, sobre todo porque es real.
EliminarLo primero que me atrajo de esta novela fue la portada, me parece preciosa. Después de tu reseña me la apunto, tiene pinta de que me puede gustar.
ResponderEliminarUn beso!!
Sí, es una portada preciosa
EliminarMe pasa como a ti con lo de las portadas, desde que una me entra por los ojos... perdición! xDDD
ResponderEliminarLas de Maeva son ediciones bastante chulas, la verdad =)
Me lo apunto!
Besotes
Salvo una, estamos todos de acuerdo en lo bonita que es la portada
EliminarEs que la portada invita a leerla (con un té acompañándote, si puede ser). Apuntada queda pues!
ResponderEliminarAsí la leí yo: con un té rico rico, que me encanta!
EliminarLa verdad es que el libro tiene todos los ingredientes para que me guste hoy en día. No te diría lo mismo hace unos años, en que una hermana mía murió como consecuencia de un cáncer dejando una niña de 14 años escasos. Aún así, reconozco que este tipo de vivencias son interesantes de cualquier modo, siempre y cuando no se juegue con la tragedia para sacar lágrimas gratuitas.
ResponderEliminarTambién me ha llamado la atención la anécdota del Alzheimer, porque mi madre sufrió esta enfermedad y no te puedes ni imaginar la razón que llevas en tu argumento.
Y nada preciosa, que es un gusto leerte.
Un beso.
Ay mi niña, qué horrible! Lo siento muchísimo
EliminarCoincido contigo en lo de las portadas, las que he visto me han gustado mucho. Después de tu reseña tengo claro que me gustaría leerlo, tiene muy buena pinta, y eso que a mi no me gustan las tristezas, pero parece que este libro tiene un tono muy esperanzador.
ResponderEliminarSí, dentro de lo que cabe es optimista...
EliminarLas portadas son básicas aunque a veces gracias a ellas o por confiar demasiado en ellas, te lleves decepciones. Cuando se trata del miedo de los padres siempre recuerdo una frase de la película Martin Hache que decía algo así como "No es miedo a que se muera,es miedo a que le pase algo, a que sufra... Si ocurre no vas a sufrir, ni te va a doler, te va a destruir, dejarás de existir aunque sigas viviendo. Si se muere, te mueres con él"
ResponderEliminarCreo que me gustará leerlo.
Saludos!
Madre mía! Debió gustarte mucho la película para recordar tan bien la frase!
EliminarTiene muy buena pinta!
ResponderEliminarBesos n.n
Sí, está muy bien
EliminarMaeva está sacando títulos muy interesantes pero este en concreto no me llama mucho, la verdad, a pesar de tu estupenda reseña...
ResponderEliminarBesos,
Maeva es una editorial a tener muy en cuenta.
EliminarMe atrajo la portada, pero me daba miedo que fuese muy lacrimógeno. Gracias a tu reseña creo que me animaré.
ResponderEliminarUn saludo!
No, en mi opinión, no es lacrimógeno
ResponderEliminarMe pasa lo mismo, este tipo de portadas de Maeba me encantan, son una preciosidad, en cuanto al libro, aunque creo que yo lloraría bastante con él, me parece que puede ser una historia bonita, lo tendré en cuenta. Bsos
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en lo que comentáis de las portadas. Maeva hace muy buen trabajo en este sentido, y consigue enganchar con el primer contacto visual entre el lector y el libro. Sobre lo que nos cuentas de la novela, me has dejado con ganas de leerla, así que tomo nota. ¡Besos!
ResponderEliminarLo he empezado hoy y como a ti, la portada me gusta muchísimo y el tamaño también. La verdad que MAEVA cuida muchísimo sus ediciones.
ResponderEliminarRespecto a la reseña, no quiero leerla muy a fondo. Me quedo con que te ha gustado. Espero terminarlo pronto :-)
¡Muchos besos!
Ocho años después de estos comentarios sobre este libro, quiero comentar que me pasó con el mismo. Soy uruguaya y lo compré hace unos días. Fui a comprar otro libro y mientras esperaba para pagar, me di vuelta y lo ví. Me atrajo justamente su tapa, rodeado de miles de libros, este en particular me llamó la atención, fue como un “amor a primera vista”. Me acerqué, leí su contratapa y no dudé ni un instante en llevármelo. Lo estoy leyendo y es una experiencia altamente gratificante, narrado desde una voz involucrada desde el dolor de la pérdida de un hijo pero también desde una entereza que es admirable.
ResponderEliminarQuizás ya nadie les este comentario, pero me sirvió para poder contar cómo lo descubrí y coincido totalmente con quien escribió este post, cada detalle de la imagen me atrapó, no conocía la editorial y sin duda voy a tenerla en cuenta.