"La cadena" -Adrian McKinty

Thriller y padres e hijos por el medio; es difícil que me resista a una propuesta así

Ficha técnica

Editorial: Planeta
Páginas: 448
ISBN: 9788416261635

Sinopsis

Como una mañana cualquiera, Rachel deja a su hija en la parada del autobús. Pero una llamada de un número desconocido lo cambia todo: una mujer le informa que tiene a Kylie secuestrada y que, si quiere verla de nuevo, deberá seguir sus instrucciones al pie de la letra: primero, pagar un rescate; segundo, secuestrar a otro niño. Quien llama es también una madre cuyo hijo ha sido secuestrado, y si Rachel no cumple con las reglas, el niño morirá, y su hija también.

Rachel ya forma parte de La Cadena, un mecanismo que convierte a padres de familia en víctimas y a su vez en criminales, y que está haciendo a alguien muy rico en el proceso. Ella es una mujer corriente, pero en pocas horas los acontecimientos la llevarán hasta límites impensables y la obligarán a hacer algo terrible.

Los creadores de La Cadena saben que unos padres harán todo lo que está en sus manos por sus hijos. Pero no contaban con cruzarse en el camino de una mujer decidida, valiente y superviviente como Rachel. Porque, si alguien puede romperla, ésa es ella.

Impresiones

A Rachel le ocurre lo peor que le puede pasar a una madre: alguien ha secuestrado a su hija. Cuando recibe una llamada de la secuestradora informándole del secuestro y de las condiciones que ha de cumplir para recuperar a su hija, se le cae el mundo encima. Porque no se trata sólo de dinero –que ya es mucho porque no lo tiene- sino de algo más: se trata de la cadena.

El punto de partida de la novela no puede ser mejor ni más original. Os preguntaréis qué tiene de original el hecho de secuestrar a una niña y pedir un rescate a su madre. Pues ya os doy la respuesta: lo original es lo que tiene que hacer Rachel para recuperar a Kylie. Deberá pagar un rescate en dinero, lo habitual en estos casos. Pero, además, deberá secuestrar a otro niño o niña y pedir un rescate a sus padres. Da igual qué niño, ella lo elegirá (aunque deberá pasar la aprobación de los responsables de la cadena). Da igual cómo lo haga siempre que lo haga. Porque si no lo hace, si no paga, o si no secuestra a un niño y lleva a buen fin el secuestro, su hija morirá. Así funciona, desde hace muchos años, esta curiosa cadena criminal. ¿No me digáis que no es original? Con muy poco riesgo para las cabezas pensantes ya que los secuestros individuales los realizan siempre otras personas, van ganando cada pocos días importantes cantidades de dinero.

Todo padre o madre dice que por su hijo o hija haría cualquier cosa. Si ya lo dijo la ínclita Belén Estebán, imaginaos los demás. Cuando alguien ataca a nuestros hijos, sale la leona que las madres tenemos dentro (hablo de madres porque es lo que soy yo) y nos da igual lo que se nos ponga por delante. Pero partimos del supuesto de que alguien está haciendo daño a nuestros hijos y nosotros vamos a defenderles. ¿Y si, como plantea la novela, lo que tenemos que hacer no es defenderles, no es atacar a quienes les atacan sino hacer algo frente a un inocente? Rachel no tiene que ponerse la capa de superheroína e ir a buscar a los malos para meterlos en la cárcel o incluso matarlos. No, lo que ella tiene que hacer es secuestrar a un niño, tan inocente como su propia hija. Eso ya son palabras mayores, ¿no os parece? El dilema moral está servido.

Repito: me ha encantado la trama tan original que tiene la novela. La mente calenturienta de los escritores siempre va más allá de lo que se puede plantear un simple lector. ¿Cómo no se le había ocurrido antes a alguien algo tan efectivo y, al mismo tiempo, tan sencillo?

La novela plantea también el peligro de las redes sociales. Hay que ver la información personal que damos a través de las redes (unos más que otros, por supuesto). Ya no es que alguien nos hackee cuentas, no; es que, simplemente con ser amigos de alguien (aunque no le conozcamos en la realidad) o amigos de amigos, podemos obtener mucha información de muchas personas. Nombres de sus familiares, lugar donde vive, trabaja, colegio de sus hijos, actividades extraescolares que hacen, horarios, donde está en cada momento… Hay gente que lo cuenta todo en las redes sociales y que es un libro abierto que cualquier criminal puede leer sin esfuerzo alguno. Antes, para saber donde iba tu objetivo, había que someterle a vigilancia; ahora basta con entrar en su facebook. Es como para pensárselo bien, ¿no os parece?

El estilo del libro es el típico de los thrillers. Mucho diálogo, capítulos cortos, varios giros sorprendentes y mucha facilidad de lectura… Es un libro que se lee solo y que mantiene la tensión narrativa hasta el final. Es verdad que me ha gustado más la primera parte que la segunda cuando, digamos, algo se resuelve y lo que hay que hacer es otra cosa (soy ambigua para que me entienda quien ha leído el libro y no se entere quien no lo ha hecho) pero, aún así, lo cierto es que lo he disfrutado mucho, de principio a fin

La novela se estructura en 77 capítulos de corta extensión. Es un narrador omnisciente quien nos contará los entresijos de la historia. Un acierto porque así podremos saber qué hace, piensa y siente Rachel en cada momento pero también podremos saber cómo lo está viviendo Kilye e, incluso, algunos otros de los personajes de la historia.

Conclusión final

“La cadena” es una novela de puro entretenimiento que he disfrutado muchísimo. Una trama original (espero que los criminales no tengan la costumbre de leer jejeje) que no da tregua. Sin duda, os la recomiendo.

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