“El asesino del acantilado” - Antonio Manzanera

Hacía tiempo que quería leer algo de Antonio Manzanera pues había leído reseñas elogiosas de algunos de sus libros en varios de los blogs que sigo. Y me he estrenado con su última novela la cual, ya os lo adelanto, me ha gustado mucho

Éstas son mis impresiones

Antonio Manzanera
Antonio Manzanera nació en Murcia en 1974. Economista de profesión, y un apasionado del emprendimiento, en 2010 publicó en Ediciones Deusto el manual Finanzas para emprendedores que hasta la fecha ha conocido tres ediciones y ha salido en Booket en edición de bolsillo.

Su vida profesional ha transcurrido tanto en el sector privado y como en el público, siempre dentro del ámbito económico.

Tras residir durante varios años en distintos países regresó a España, donde ha publicado las novelas El informe Müller (2013), La suave superficie de la culata (2013), La tercera versión (2014) y Nuestra parte del trato (2015), así como una continuación de su manual sobre emprendimiento titulada Los diez mandamientos del emprendedor.

Datos técnicos

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Título: “El asesino del acantilado”

Autor: Antonio Manzanera

Editorial: Ediciones B

Edición: tapa blanda con solapas

Fecha de publicación: enero de 2017

352 páginas

ISBN: 978-84-666-6052-5

Precio: 19 € 

Argumento

Los Ángeles, 1984. Al detective privado Cheney Moore no le sobran los clientes, así que cuando Charlie Wilson llama a su puerta, no rechaza su encargo aunque le sobrarían motivos para hacerlo.

Wilson es el taxista de la cárcel de Oldstock, el hombre que se ocupa de recoger a los presos que son puestos en libertad. Cuando uno de sus «clientes» es asesinado el mismo día en que sale de la prisión, Wilson recurre a Moore con una extraña petición: ¿podrá ayudarlo a encontrar los tres millones de dólares que robó el muerto y que nunca aparecieron?

Así arranca esta monumental novela negra ambientada en Los Ángeles entre 1977 y 1984. Una trama poliédrica y llena de ritmo que combina un dominio del género que recuerda a Raymond Chandler con el universo de True Detective.

Tras cosechar el aplauso de la crítica y los lectores con sus libros anteriores -El informe Müller fue considerado el mejor thriller histórico del año por El Cultural y La Razón-, Antonio Manzanera se sumerge ahora en la esencia más pura del género negro.

Impresiones

Nos encontramos en Los Ángeles en el año 1984. Charlie Wilson es un taxista de una población cercana que contrata al detective privado Cheney Moore. Su encargo es bastante extraño. El día anterior Wilson fue el taxista que llevó a Ralph Sanders desde la prisión de Oldstock a la ciudad. Ralph Sanders había sido liberado tras cumplir una condena por robo a una sucursal bancaria. El dinero nunca se encontró y, presuntamente, quedó en manos de sus dos cómplices. Probablemente éstos lo repartirán ahora con Sanders. El problema es que Sanders aparece muerto, despeñado por un acantilado. Y eso recuerda muchísimo a una serie de asesinatos que tuvieron lugar hace unos seis años: un asesino en serie mató a varias personas y, después, tiró sus cuerpos por un acantilado. ¿Ha vuelto a actuar? ¿Quién ha matado a Sanders? El taxista quiere saber qué ha pasado y, quizás, seguir la pista al botín.

Cuando empecé a leer la novela tuve que pararme a pensar: ¿pero no la había escrito un autor español actual? ¿Por qué entonces me parecía estar leyendo a un autor clásico-moderno de literatura detectivesca, tipo Chandler o similares? Y es que no es sólo la localización en Los Ángeles: es todo; el libro recuerda muchísimo en cuanto a ritmo, estilo, personajes… a esa literatura policíaca americana de los años 70 y 80. Pero no, el escritor es español, murciano para más inri, y totalmente actual. No obstante, os olvidaréis de ello, creedme

La novela transcurre entre los años 1977 y 1984 entre Los Ángeles y Santa Teresa. Nada más empezar, a pesar de que no tenga un ritmo frenético, te zambulles en la historia y en los escenarios que describe Manzanera. Y así hasta el final; ¡qué digo así! Luego más aún porque el libro, terminada la primera parte, da un giro de 2.600 grados y te deja con la boca abierta. Por muy imaginativos que seáis, dudo mucho que seáis capaces de tan siquiera vislumbrar por dónde van a ir los tiros. No es para nada el libro que me esperaba; la historia toma un aire muy diferente de la idea que yo me había hecho. Y esto me ha sorprendido y encantado porque es incluso mejor de lo que esperaba.
La trama es compleja. También la estructura goza de cierta complejidad. Está dividida en tres partes que corresponden a tres períodos diferentes. No os voy a hablar mucho de ella porque, precisamente, su estructura y su evolución temporal es uno de los principales atractivos de la novela y entiendo que debe quedar oculto hasta que decidáis leerla (cosa que recomiendo). Sí os diré que el autor juega con los tiempos y con la trama de forma magistral para dejar al lector con la boca abierta en varios momentos y llegar a un final que tuve que leer varias veces y reflexionar sobre él. Un final buenísimo, por cierto.

La primera parte está bien. Recuerda a esas novelas de detectives de los años 70 u 80 y se lee a gusto. Pero nada más: otra novela de detectives cuya única peculiaridad podría ser que está escrita en la actualidad y por un escritor que no es americano aunque lo parezca por cómo está escrita la novela. Pero es que luego, terminada esa primera parte, la novela va por unos derroteros que te dejan temblando. Al principio no me lo creía: no me creía lo que pasó al final de esa primera parte y no me creía el tipo de novela que me estaba encontrando. Y es que la segunda y tercera parte casi parecen partes de otra novela distinta jajaja. En fin, sé que estoy siendo muy vaga en esta reseña pero es que no quiero desvelar nada y eso me está haciendo “hablar” casi en jeroglíficos jajaja. Lo entenderéis cuando la leáis. Al final resulta ser como varias novelas en una pero todo tiene su explicación, no os preocupéis que al final lo entenderéis.

Tampoco os voy a hablar demasiado de los personajes por lo mismo que vengo diciendo: para no desvelar nada. Tenemos a ese detective con el que empieza la novela. Un detective bastante típico, que no destaca demasiado, que acepta un trabajo que parece bastante absurdo, que no lo suelta aunque le aconsejen hacerlo… Vamos, algo visto por activa y por pasiva en novelas de este tipo. También tenemos al taxista que hace el encargo, al propietario de una empresa de seguridad… y a algunos personajes del pasado. A todos ellos les conoceremos, o no, según convenga a la historia

Me ha gustado mucho cómo escribe Antonio Manzanera. La novela está muy bien escrita, con el ritmo adecuado al tipo de historia que pretende contar, con la mezcla perfecta de narración y diálogo, con un manejo bárbaro de los tiempos y de la estructura. No es una novela fácil de escribir, sí de leer. Y va a más: si bien me ha gustado desde el principio, no deja de ser en esas primeras páginas una novela normal; pero su evolución la convierte en una novela sobresaliente



Conclusión final

No me he podido estrenar mejor con este autor. “El asesino del acantilado” es una novela original y sorprendente, que gustará a los amantes de la novela negra clásica

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